So you can drag me through hell
If it meant I could hold your hand
I will follow you 'cause I'm under your spell
And you can throw me to the flames
I will follow you, I will follow you

Astrid se sentía feliz estando en la casa de Fernanda, hace años no tenía ese tipo de tranquilidad como la que estaba experimentando en esa semana, el padre de su novia estuvo sumamente feliz ante la estadía de la gótica en su hogar, era como tener otra hija y si bien no compartían cuarto, siendo que habían habilitado el de huéspedes para la gótica, las chicas se la pasaban la una en el cuarto de la otra, ya sea viendo series, escuchando música o simplemente acostada abrazándose y platicando.

Tenían pensado hacer una reunión con sus amigos en año nuevo obviamente en la guarida de "Beyond the light", por obviedad las chicas querían preparar todo mientras sus parejes estaban practicando solo que esta vez Fernanda las acompañaba al super dándole tiempo de hombres a los otros tres integrantes.

Estaban en ese momento nuevamente en el supermercado, con la gótica de la mano de Fernanda, Amanda, Emily y Jenny detrás de ellas, mientras platicaban de los sucesos de la noche del veinticuatro de diciembre, el por qué ahora la músico y la dibujante vivían juntas y por qué la bajista estaba dando clases de guitarra para tener un poco más de dinero.

—Entonces ¿tuvieron el descaro de invitar a Henry? — Preguntaba enojada Emily.

- Sip, lo llevó Tyler, creo que el no capto el problema en general, el solo invito a su mejor amigo, pero lo impresionante fue cuando mi Fer se puso en su cara y me defendió, hubieran visto, mi ex casi se orina del miedo, digo Fernanda se ve en general super imponente pero ese día, no sé, solo me moje de verla. Su perforación del septum, sus expansiones y viéndose sus tatuajes se veía pfff comible y daba miedo, no sabía que quería hacer si follarla ahí o esconderme.

Esto ya lo hacía apropósito la gótica sabía que, a pesar de sonrojarse, a la bajista le fascinaba cuando ella la ovacionaba de esa manera y eso era cierto, tenía una pequeña sonrisa complacida en su rostro.

—Yo pensé que la madre de tu padre iba a desmayarse cuando me vio. — Señalaba la bajista mientras agarraba dos botellas de ron, una de vodka y dos de wiski poniéndolas en el carrito.

—Fue muy molesto entonces. — Mencionaba Amanda quien traía unas cuantas bolsas de frituras.

—Llegó un momento que pensé que Astrid aún sentía algo por el tipejo ese.

Eso tomaba desprevenida a Astrid.

—¿Qué te hizo pensar eso Fer? — Cuestionaba Jenny.

—Se sonrojaba de solo verlo.

Pero en vez de sonar enojada se estaba riendo.

—Eso es completamente normal, digo el chico es guapo. — Comentaba Emily.

—¿Más que Robert? — Alzaba la ceja Amanda.

—No claro que no, Robert es el chico más guapo de todos.

Sus ojos brillaban de solo mencionar el nombre del guitarrista.

—No me estaba ruborizando porque me gustará, sino porque estaba enojada, verlo no causa más que tristeza en mí, digo es un imbécil, pero pues da lástima ver como esta. — Mencionaba Astrid, Fernanda arqueaba la ceja sin entenderle.

—Estupideces, le va mal acorde a lo que me hizo. — Mencionaba la gótica.

—Lo se amor, digo sé que me amas, pero me dieron un poco de celos. — desviaba su mirada.

—Jamás pensé escuchar eso de Lancaster. — reía Amanda —Sentir celos ella.

La bajista dejaba salir un soplido ignorando el comentario de Amanda, para que las otras chicas solamente se rieran.

—A todo esto, Em...¿Ya formalizaron? — preguntaba Fernanda empujando uno de los dos carritos parándose enfrente de las cervezas, tomando alrededor de cinco cartones de ellas.

—Si...pero fue super raro...porque formalizamos después de que.

Las mejillas de la amante de Halloween se enrojecían.

—¡¿Ya cogieron?! — Exclamaba y preguntaba al mismo tiempo Fernanda ganando que muchas personas voltearan a verlas haciendo que la chica gótica escondiera su rostro en sus manos abochornada mientras asentía.

—Esto nos lo tienes que contar. — Decía Astrid con una fingida mueca de decepción. —Me ofende siendo tu mejor amiga no me hayas dicho nada.

—Estabas muy ocupada con los dedos de Fer dentro de ti

Esto ocasiona que Fernanda y Astrid se sonrojara de sobremanera.

—Fernanda y yo no nos la pasamos cogiendo para tu información. — Decía de manera indignada —Bueno no al menos todo el tiempo...y no son solo sus dedos, es su experimentada boca también.

—¿Por qué siempre todo acaba en mi vida sexual? — cuestionaba Fernanda riendo.

—Digo, ustedes dos son sumamente fogosas, solo ve como están ahorita. — señalaba Jenny.

Fernanda tenía a su novia abrazada de lado, con una de sus manos sobre el trasero de la chica por encima de la falda que traía

—¿Qué tiene? Mi novia tiene un trasero hermoso y rico, amo cuando se sienta en mi cara. — Decía como si nada la bajista haciendo que Astrid le diera un golpe en su brazo con cierto rubor adornando su rostro.

—Bueno, bueno esto no es de nosotros, cuéntanos Em, ¿Cómo estuvo?

—Fue...muy especial...— Bajaba la cabeza la chica sonrojaba —Me trato como una dama.

—Robert tiende a ser así con las chicas que le interesan. — Decía Fernanda

—¿Y tú como sabes eso? — Cuestionaba Astrid con una mueca de diversión en su rostro.

—Conocí a una de sus exnovias y la trataba bien. — respondía Fernanda sacándole la lengua a su pareja.

—Me trato super bien, fue en su casa cuando su Erick no estaba, estábamos viendo una película, cuando me empezó a acariciar mi cuello y darme pequeños besos en mis labios...no me aguante y doy gracias que traía solo un vestido corto. No sé solo no pensé las cosas, me subí en él y me lo metí...no me importo nada...se sintió...tan perfecto, era como si fuéramos dos piezas de rompecabezas uniéndose, me adherí a su forma sumamente bien y no pasó más de dos minutos y yo llegué...se enfocó solamente en mi placer. — Susurraba la chica ruborizada de solo recordar ese episodio con su ahora novio.

—Emily...no sabía que eras tan...aventada. — decía Astrid fingiendo cierta sorpresa.

—Cállate, ya llevaba un año y medio sin tener sexo, desde ese encuentro de una sola noche con el chico en Florida...— Decía sonrojada.

—Duraste mucho sin hacerlo. — Mencionaba Jenny.

—Lo sé, ya había cierta frustración en mí y Robert supo presionar mis puntos y gracias a ello me gané la cogida de mí vida, mi niño hizo y deshizo conmigo, duramos mínimo tres horas en total.

—Vaya que aguante tiene el buen Robert. — Decía Astrid dejando salir una risita de las demás chicas.

—La verdad si, jamás había llegado más de cuatro veces en una sola sesión, se ve sumamente inocente, pero es una máquina.

- ¿Después que pasó?

—Nos quedamos abrazados, me acurruque en su pecho y jugó con mi cabello, se acercó después de unos minutos me beso y me dijo que si ya le daría la oportunidad de amarme...— Los ojos de Emily estaban cristalinos de la felicidad que sentía al recordarlo —Yo solo lo bese para que supiera mi respuesta...eso fue hace una semana.

—Aww ¡Qué hermoso!— Decía Amanda abrazando a Emily —Felicidades preciosa, oficialmente eres del club de las novias desesperadas.— reía Amanda —No saben qué feliz me hace tener con quien compartir estos momentos, no lo tomes a mal Fer pero tú eres como otro chico— Fernanda solo alzaba su ceja —Siempre te he considerado mi mejor amiga, pero ahora tengo cuatro mejores amigas que hacen mi vida lo mejor, más Robert, más Erick y por obviedad, mi niño hermoso Michael, hacen que el mundo sea excelente, son mi familia.

Las chicas escuchaban a Amanda hablarles de esa manera sonriendo ampliamente, de todas ella era la más colorida, la más jovial y la que más los procuraba a todos, era, como Fernanda le llegaba a decir, mamá gallina.

—Tu eres el cimiento de todo esto Amanda. — señalaba Jenny —Sin ti jamás hubiera conocido a mi Erick. No sabes que tan agradecida estoy contigo, sonará tonto, pero le cumpliste un sueño a una fan, una idealización de niña chiquita...siempre veía a Erick de lejos...estuvimos en la misma escuela todos desde primaria y Erick junto con ustedes eran los niños cool, Fernanda parecía niño estando con ellos, — reía Jenny. —Yo era la chica rara, nadie me hablaba por eso nadie me notaba, me llevaba bien con Amanda, pero jamás fuimos super amigas hasta ya entrada la secundaria. — Les relataba Jenny. —Y un día, el tonto de Jacobson, me quito mi lunch, tenía mucha hambre ese día, me dolía la panza, pero vamos tenía seis años...no tenía dinero y fue cuando Erick hizo que me enamorara de él...me regalo su sándwich y su jugo, me dijo que era muy bonita y que si quería serlo más tenía que comer...desde ese día estoy enamorada de Erick.

—¡Espera te recuerdo! — Decía Fernanda —Erick siempre decía que le gustaba estar sentado cerca de ti porque olías a frutitas.

—¿Él decía eso? — Se sonrojaba Jenny —Si lo sabía.

—Si, me tenía harta, y era frutitas esto y frutitas el otro, después desapareciste de su vida, eso lo puso triste.

—¡No desaparecí! Ustedes simplemente se hicieron demasiado populares en la primaria y secundaria como para notar a los mortales como yo.

—No seas exagerada. — Decía Fernanda rodando sus ojos.

—No exagera Fer es cierto. — decía Emily —Soy amiga de Astrid desde tercero de primaria, cuando me mude acá a Boston, digo esta mensa y yo nos llevamos muy bien siempre pero veíamos a su grupito, era como ver a las estrellas de Hollywood, digo también ustedes tenían el ego super arriba con sus patinetas, sus instrumentos y demás.

—Nosotros no éramos así. — Se defendía Fernanda mientras se dirigían a pagar las cosas.

—Si lo eran cariño, digo tu les pegabas a los niños cuando te molestaban y si te hacían enojar o llorar, Michael, o Erick o Robert les pegaban aparte tu siempre fuiste la más pequeña, es más ¿cómo es que estabas en su mismo año?

—Me avanzaron dos años de la escuela por un examen que hice a los tres años...decían que era superdotada o una cosa así, por eso.

—¿Así que tú eras el cerebrito? — Cuestionaba Emily.

—Claro siempre he sido muy inteligente.

—Te llaman la modesta. — Decía Astrid abrazando a Fernanda por la cintura mientras pagaban por las cosas.

—Claro, estas con la chica más modesta de todo el universo.

Fernanda mostraba una sonrisa perfecta, haciendo reír a la gótica.

—¿Entonces siempre te gusto Erick? — preguntaba Fernanda a Jenny.

—Si, pero cuando llegamos a la prepa yo me cambié de escuela y perdí contacto, digo siempre he seguido su banda desde que fueron niños emos hasta ahorita.

—¡Oh jajaja! Aún recuerdo cuando eran emos, Fernanda se veía super linda a los doce años en el último año de secundaría con su look. — Decía Astrid

-Vaya stalkeabas a una niña de doce años, que vergüenza amor. — Comentaba la bajista metiendo las cosas en el carro de Michael

—Amor, me como una niña de diecinueve años hoy en día yo teniendo veintidos veintidós, así que deja el drama.

—¿Me pregunto qué pensará Erick al saber que si termino de novio con su frutita? — Cuestionaba la musico.

—Ya sabe, se lo dije en la tercera semana de que empezamos a salir, creo que lo puso un poco feliz— sonreía Jenny subiéndose a la parte delantera del carro —Digo si llegue a salir con otros chicos y demás pero nunca pude sacar a Erick de mi mente, por eso inicie el club de fans de "Beyond the Light" y después Amanda me dijo que los conocía y que salía con el baterista y fue mi oportunidad...y la tome.

—Me gusta que estén juntos, el sufrió mucho a lo largo de los años. — Decía Amanda mientras comenzaba a manejar con dirección a la guarida.

—Lo sé, me duele mucho lo que paso con la chica Melissa o lo de esta Krystal, pero en parte doy gracias...si no hubiera pasado eso, capaz que jamás podría haber estado con el...soy inmensamente feliz.

—Se te nota. — Sonreía la bajista —Aparte hace años no veía los ojos de Erick brillar como lo hace contigo, me da gusto llamarte mi amiga.

Le daba el puño para que lo chocara algo que respondía Jenny, haciendo reír a las demás.

—¿Y dices que no eres un niño? — Cuestionaba Amanda

—Jajaja cállate, siempre he sido así aparte es culpa de sus novios, llevo toda mi vida siendo amiga de ellos.

La bajista hacia un ligero puchero que divertía a las demás.

—Dejen de molestar a mi niña hermosa— La abrazaba apapachándola, dándole un beso en los labios tiernamente.

—¿Quién viera a la bully de primaria, secundaria y prepa siendo protegida por Astrid? — señalaba Emily haciendo reír a todas.

Pasaba la semana entera sin gran diferencia, se enfocaban en hacer los ensayos, ya que la batalla de las bandas se había acercaba cada día más, sería en abril.

Era el treinta y uno de diciembre en la noche, estaban ya todos en la guarida, con sus respectivos piyamas, siendo que habían quedado en eso, de pasar el año nuevo juntos con dicho estilo de vestimenta.

Todos traían piyamas chistosos, siendo que Michael y Amanda traían unos mamelucos de Pokémon, uno de Pikachu esta Amanda y uno de Charmander este Michael, por su lado Erick y Jenny traían de Naruto, Michael y Emily andaban en shorts y playeras mientras que Fernanda y Astrid traían piyamas de algodón de dos piezas, el saco y el pantalón con temática de navidad.

Todos estaban en la sala de la casa con las botellas en medio siendo las diez de la noche, ya habían cenado siendo que pidieron comida china, habiéndose devorado casi todo.

—Yo creo que tengo una idea, un yo nunca, nunca de parejas. — Decía Erick se le veía la mirada maquiavélica que tenía plasmada.

—Esto se va a poner interesante...— Decía Emily mientras se acurrucaba con Robert en uno de los sillones.

—Las reglas son las siguientes; si como pareja hiciste alguna de esas cosas, ambos toman, si solo un miembro de la pareja lo hizo, el que no lo hizo toma.

—A la madre Erick nos quieres matar con el alcohol. — Decía Fernanda alzando la mirada.

—Solo los que han sido chicos malos. — reía Erick —Astrid no debe de preocuparse tu eres demasiado pura. — señalaba el guitarrista.

—¡Jajaja! Pinche chistoso que me saliste. — Decía Fernanda rodando los ojos, haciendo reír a todos los del cuarto mientras que Astrid le daba un beso en su mejilla.

Al estar todos de acuerdo, comenzaban las rondas.

—Yo nunca, nunca he estado ebrio. — Reía Erick, para que todos tomarán.

—¡Vaya para calentar! — Decía Robert mientras le daba un beso a Emily —Yo nunca, nunca he follado en alguna parte de la escuela.

Con eso dicho, Robert tomaba por culpa de Emily, Michael y Amanda tomaban juntos y lo que les sorprendía a los demás, Astrid y Fernanda tomaban juntas.

—A caray ¿Eso cuando paso? — Cuestionaba Amanda.

—En el baile de otoño. — se sonrojaban las chicas mientras respondía Fernanda.

—Con razón no las encontramos hasta media hora después. — Dejaba salir una carcajada Robert.

—¡Eso es correcto amigo! — se reía Astrid besando la mejilla de Fernanda —Casi nos cachan porque, Fernanda no es ruidosa, pero esa noche decidió serlo.

—En mi defensa Astrid uso la boca muy bien esa noche— Mencionaba muy sonrojada Fernanda haciendo que la gótica tomará el mismo color que ella.

—Demasiada información chicas. — Decía Jenny riendo.

—Yo nunca, nunca le hecho un oral a mi pareja en un lugar con mucha gente cerca. — Disparaba Astrid

En este turno tomaba Amanda y Michael, Erick y Jenny, y por obviedad Astrid y Fernanda.

—Vamos a acabar muertos. —susurraba Emily.

—Yo nunca he estado modelando o he sido modelo. —dejaba caer la bomba Michael, quien al percatarse de su estupidez se daba un golpe en la frente y tomaba, al igual que Erick y que Fernanda.

—¡Bien hecho genio! —Le lanzaba su lata vacía Erick.

—Error de cálculo. — Decía el baterista riendo.

—Yo nunca, nunca me he acostado con alguien que le guste el anime. — En esa ronda todos tomaban ya sea por sus parejas actuales o sus parejas anteriores.

؅—Tenemos que señalar que las chicas menos Fer son las quita virginidades. —decía Michael, haciendo que los chicos de la banda soltaran una carcajada.

—Ellos les ganaron. — Señalaba Emily intentando regresárselas.

—Cariño,— decía Robert —Para nosotros no es una competencia, preferible que lleguen con nosotros con experiencia que tener que enseñar

Esto hacía que los chicos de la banda asintieran.

—Las primeras veces en general son molestas aparte somos rockstars, no podemos pedirles serles virginales siendo que en nuestra juventud nos dimos a mitad de la escuela.

—¿Es cierto que Erick en la secundaría se dio a la maestra de matemáticas, la que estaba super guapa? — preguntaba Amanda

Erick se sonrojaba.

—¿Cómo saben ese rumor? — Cuestionaba volteando a ver a Jenny quien tenía una ceja levantada —O sea si...pero fue solo una vez.

—Vaya entonces es cierto ¿Qué eran bien fuckboys los cuatro? —Cuestionaba Emily

—Yo no, mi experiencia sexual se resume a un hombre de treinta y cuatro años, al tonteo por encima de la ropa con mi exnovio y a Astrid, en si solo he tenido una persona adentro, sin contar los de...— Era silenciada por los labios de la gótica se notaba que el alcohol ya estaba haciendo efecto.

—Cariño eso no lo tiene que saber.

—Ella pregunto, me tengo que defender, los que se cogían a medio mundo eran ellos y ellos jamás me dejaron coger con nadie.

—Algo que agradezco. — Decía Astrid

—A claro tu tenías permiso y yo no. — Decía indignada Fernanda

—Así te pude enseñar. — Respondía riendo Astrid abrazándola

—No puedo negar nada contra eso, me gusta tu experiencia, mejor dicho, la amo.

—Vaya Fer ¿Ya no te dan celos nada de eso? — Cuestionaba Erick.

—Los tengo sí, pero puedo sobrellevarlos, no pienso hacerle la vida imposible a Astrid por las inseguridades que tengo. — Alzaba sus hombros recargando su cabeza en el hombro de la gótica —Aparte amo todo de ella, eso incluye su pasado, que gracias a él se convirtió en la persona de la que me enamoré. — Astrid al escuchar esto, tenía su corazón saliéndosele de su pecho por las bellas palabras de su amada, tomándola del rostro y besándola tiernamente, ella sabía que peleaba con los celos Fernanda, pero lo disimulaba muy bien, buscando ser una mejor persona para ella.

—Te amo tanto princesita, como no tienes una bendita idea...— Se sentaba encima de ella y la besaba más profundamente sin importarle que estuvieran todos viéndola —Eres la chica más maravillosa del mundo.

—Yo nunca, nunca me he cogido a mi novia enfrente de mis amigos. — decía rompiendo el ambiente Michael haciendo reír a todos mientras se separaba las chicas y tomaban ambas.

—Eres un chistosito Michael. — Decía Fernanda sacándole la lengua

—Así me amas Lancaster y lo sabes.

-Lo estoy reconsiderando. — Reía Fernanda mandándole un beso a su mejor amigo.

Los chicos continuaban con su celebración hasta que iban a dar las cinco para las doce, donde cada uno salía con su pareja, a ver los fuegos artificiales.

Fernanda estaba abrazando a la chica gótica de la cintura, mientras veían hacía el cielo.

—No sabía que te seguía doliendo eso— Le susurraba Astrid.

—No me duele amor, créeme que he entendido las cosas muy bien— Le decía Fernanda —Se que no nos conocimos antes por qué no estábamos destinadas para ese entonces, nos hacía falta aprender de nuestros errores bien para poder tener una relación como la que tenemos ahorita— Le comentaba Fernanda sonriendo.

—Fer, créeme que se cómo te sientes, bueno al menos trato de entenderlo. —musitaba la dibujante.

—No tienes que preocuparte de nada amor, créeme que pensar que te perdía dos veces...fue más que suficiente para entender todo, saber valorarte, pudiste haber estado con medio mundo, pero eso no quita la persona tan maravillosa que eres y que eres la mujer que tiene mi corazón en sus manos. —Susurraba Fernanda haciendo que la volteara a ver poniendo su frente sobre la de su amada —Te amo Lowllet, como no tienes una idea.

Se quedaban viendo la una a la otra sonriendo

—Diez.

se escucha sus amigos.

Se hundían en sus ojos.

—Nueve-

Una mueca de felicidad se plasmaba en sus rostros.

—Ocho.

No podían evitar sonreírse.

—Siete.

Sus manos se entrelazaban.

—Seis.

Sus narices se tocaban frotándose la una con la otra.

—Cinco.

Podían sentir el aliento la una de la otra, manchado de alcohol y cigarro.

—Cuatro.

Sus corazones palpitaban en sincronía.

—Tres.

Aspiraban una el aliento de la otra.

—Dos.

Cerraban sus ojos.

-Uno-

Sus labios se rozaban.

- Feliz año nuevo -

Se fundían en un beso haciéndose la una con la otra, recibiendo el año con nuevas esperanzas, sintiendo el amor que se tenían, lleno de expectante felicidad.

—Te amo Fernanda.

—Yo a ti Astrid, te seguiré por siempre...— Susurraba Fernanda contra la boca de su amada.