Parte única
A diario hay miles de casos sobre abusos por maltrato físico y psicológico a menores. Estos se dan debido a la falta de control que tienen los padres sobre los hijos rebeldes o simplemente se da por algún suceso traumático que hace que el adulto vea al niño como el origen de muchos de sus problemas. Por desgracia, no había una ley o algo que defendiera a estos niños, así que con el paso de los años, iban adoptando las mismas manías que les habían heredado los padres o en otros casos, morían.
**
Kim JongIn fue uno de los casos que sobrevivió a la odisea que implicaba tener un padre abusador, el cual lo rodeó de miseria, agonía y mucho dolor.
A los 10 años, llevaba notas diarias a la casa diciendo que mojaba los pantalones. No es que el pequeño JongIn tuviera problemas de incontinencia, es que los ruidos fuertes lo asustaban.
A los 12 años, las notas cambiaron al mutismo absoluto, por lo que si seguía así, tendría que ser trasladado a otra escuela. No es que el pequeño JongIn tuviera problemas para hablar, es que no podía hacerlo.
A los 15 años, las notas cambiaron a reacciones agresivas ante pequeñas incitaciones. No es que al pequeño JongIn le gustara pelear, es que... Ya era parte de él.
**
Un año más tarde, JongIn había dejado por completo todos sus problemas, ya no le importaba nada. Si robaba, no pasaba nada. Si se drogaba, no pasaba nada. Si destrozaba su casa, tampoco pasaba nada. Incluso, si mataba a alguien, no pasaba nada, porque nadie estaba pendiente de él, porque solo lo tenía a "él" y este "él" le daba toda la estabilidad que necesitaba.
El problema era que " él" ni lo registraba, pues a su lado, solo era un niño. Eso no le gustaba, es más, lo irritaba, por lo que le jugaba bromas pesadas a cada uno de sus novios que "él" llevaba a casa y luego les entregaba una pequeña nota, con la cual se aseguraba que jamás volvieran a contactar con su cuidador. En la mente de JongIn, ese cuidador era suyo, era su salvador, era su todo, el todo que podía volverlo nada. Fue por eso que durante meses, ocultó sus sentimientos, hasta esa noche.
**
El pobre cuidador, que respondía al nombre Do KyungSoo, ya estaba empezando a tener problemas de autoestima, los novios no le duraban más que una cita y una sesión de sexo, lo cual a su edad era malo. El joven ya rodeaba los 25, conseguir alguien estable era lo que necesitaba más que nada. Había buscado todo tipo de hombres, desde el más feo al más guapo, pues él creía que el aspecto físico no importaba a la hora de amar.
Esa noche, después de dejar al pequeño JongIn, su protegido, en su casa, tomó su auto y se fue a uno de los bares que estaba cerca de la playa. Estaba dispuesto a encontrar al amor de su vida, así fuera lo último que hiciera.
**
JongIn saltó por la ventana, luego de ponerse unos jeans ajustados, haciendo que se le marcara el trasero, también un par de zapatillas, un polerón negro, sombrero negro y unos lentes de sol oscuro, nada adecuado para el horario, pero no le importó, el punto era que "él" no lo reconociera.
Se subió a su Harley, que había conseguido en un depósito, y luego de sincronizar con el GPS de su cuidador, fue en su búsqueda.
**
KyungSoo estaba sentado en la barra observando con ojo crítico a cada uno de los presentes esa noche. Algunos eran altos y corpulentos, otros delgados y bajos, rubios, morocho y pelirrojos, pero uno le llamó la atención. Era un chico alto y de aspecto amigable, tenía el cabello plateado y los ojos redondos, además de esas orejas tan llamativas.
No lo pensó dos veces y se acercó a saludar.
-Hoy hay mucha gente, ¿No?- le dijo para entrar en ambiente.
El alto lo miró despreocupado y luego le sonrió.
-Sí, parece que habrá una especie de presentación o algo. - dijo con la voz más grave que jamás había oído en su vida. Se mordió el labio para contener las ganas de tirarsele encima. Su autoestima estaba por lo suelos, ¿Qué mejor que un hombre muy masculino para alzársela?
-¿Estas solo? - preguntó mirándolo directamente a los ojos. Él grandulón se lo pensó dos veces, prestándole toda su atención, que hasta ese momento estaba sobre su esposo infiel, quien estaba sentado encima de su "Futuro ex mejor amigo" y ex asistente, Oh SeHun. - Ah, me llamo Kyung.
El hombre que tenía delante suyo era muy atractivo, ya lo había visto de lejos cuando entró, pero por su contextura, parecía una mujer. Fuera de eso, el chico tenía una mirada imponente, unos labios rojos en forma de corazón y una nariz perfilada, sin dejar de lado que su piel era blanca como la nieve, le encantó y pensó que a su futuro ex marido le podían dar por el culo.
-¿Kyung? Lindo nombre...., yo soy... Chan o Channie, como quieras - pensó rápidamente las posibilidades- ¿Quieres ir a algún lado? - le dijo acercándose un poco más a KyungSoo. Discretamente volvió a mirar a su esposo, para ver si se había dado cuenta o seguía disfrutando del paquete de su "Futuro ex mejor amigo". La tenía grande, todos en la oficina lo sabían, pero se dio cuenta de que su querido esposo también lo sabía, no sabía cómo, pero esas caricias decían mucho, por desgracias, su querido esposo, BaekHyun, estaba a la mar de bien con los labios de Sehun en su cuello.
KyungSoo se puso de pie, agarrándolo por sorpresa, lo tomó de la mano, jaló de él y sintió como sus piernas se volvían un par de flanes, ¡El tipo era la cosa más grande que había visto! Lo cual significaba que su amigo... "Esta noche me quedo sin culo", se dijo KyungSoo, porque en un segundo sacó sus cuentas con respecto a sus pasados amantes y concluyó: "Los altos la tienen grande, así de simple" . Tragó saliva, le sonrió con nerviosismo y se fueron al baño. La necesidad de KyungSoo era grande y por otro lado ChanYeol quería sacarse la espina de la traición que lo estaba asfixiando, "Esto se juega de a dos... o de a cuatro", pensó el alto viendo a donde se dirigían y dándole una última mirada a su amado esposo. Cruzaron miradas.
**
JongIn bajó de su motocicleta, dejándola estacionada junto a otras, le puso el seguro y vio el local. "Highway to Hell", rezaba el cartel fluorescente de la entrada a un bar ubicado a las orillas del mar. Ya había visitado antes ese sitio, no se permitían menores de edad, pero no era nada que una identificación no pudiera arreglar, sus 17 años no le impedían hacer lo que quisiera. Como era de esperarse, entró sin contratiempos y sin pensarlo dos veces, peinó el lugar con la mirada.
Lo vio sentado junto a un hombre en una mesa, se dispuso a acercarse, pero ambos se pusieron de pie y se dirigieron al baño.
El color rojo no alcanzaba para describir la ira acumulada y que recorría a toda velocidad por sus venas. Tenía un par de guantes puestos y con cuidado sacó una cajetilla de cigarros, la cual no contenía tales, y vio sus amadas notas. "Una para ese grandote", pensó. Le habían servido las mil veces que conoció a los amantes de KyungSoo, le funcionó con cada uno y este hombre no sería la excepción. Volvió a meter la cajetilla en el bolsillo de su polerón. Se dirigió con paso decidido hacia los baños, donde estaba su objeto de adoración desmedida y su próxima victima, pero no solo suya, sino la de ambos.
**
BaekHyun se quedó helado, ¿Acaso su mente junto a un par de tragos estaban haciendo que alucinara?, pero se dio cuenta de que no era así, pues la mordida en su oreja lo hizo volver a la realidad. Estaba entre las piernas de Oh SeHun, el pequeño secretario-asistente de su marido, quien había ido a su casa a dejar unos papeles, pero se le había ocurrido ponerse unos pantalones demasiado ajustados, haciendo que el pequeño Park BaekHyun se olvidara de su solido matrimonio de tres años, de la futura adopción de sus pequeños herederos WonWoo e IlHoon, quienes llegarían la semana siguiente, y de la vida de lujos que tenía, todo por un paquete prometedor. No es que marido no estuviera bien dotado, es solo que por tanto trabajo lo había tenido desatendido por un mes, lo cual hizo que BaekHyun tomara las llaves del auto, metiera al pequeño SeHun en él y salieran disparados al primer bar a las afueras de la ciudad, junto al mar, al fin y al cabo, su querido ChanYeol volvería en dos días y jamás lo sabría, pero se llevó la sorpresa de su vida al verlo entrar a un asqueroso baño público de la mano de un enano ojón.
Se separó del muchacho, que un poco más y se la enterraba con todo y pantalones, pues se había pasado un buen rato restregandose contra él. El pobre chico gimió con desconsuelo, estaba a mil, jamás se había sentido tan deseado en su vida y que su amante fuera el esposo de su jefe, lo ponía más caliente inclusive si cabía, porque él siempre había creído que una vida sin riesgos era una vida no vivida, sobre todo a sus veinte años, pues todavía vivía con sus padres y las emociones fuertes lo hacían sentir fuera de órbita.
BaekHyun se decidió, dejó a SeHun con la excusa de querer ir al baño a descargar un poco, claro que tuvo que insistir en irse solo, porque el muchacho estaba más prendido que perra en celo, increíble. Se preparó mentalmente para lo que le diría a su marido, pues era consciente de que lo había visto en las piernas de otro y no tenía ni pizca de derecho a reclamos, pero si no lo había hecho su poco interesado esposo, lo haría él, pues así fuera Park BaekHyun, también era Byun BaekHyun, y un Byun no se quedaba callado.
**
Adentro del baño, ajenos a lo que se les venía encima, estaba la pareja nada pareja, pues ChanYeol estaba teniendo problemas de moralidad para bajarse los pantalones. KyungSoo era otra historia, ya los había tirado por algún rincón del baño para discapacitados, tenía los labios rojos, el cabello alborotado y una buena marquita roja en el cuello, ese Chan era una bestia, pero lo que no comprendía, era porque después de una excitante sesión de besos, su acompañante aun seguía con los pantalones puestos.
-Ehmmmm, ¿No te los vas a quitar? - preguntó el ansioso de KyungSoo, y no era para menos, su miembro pedía a gritos ser liberado, pero no quería ser el único en cueros andando por ahí, por lo que se removió en su lugar, encima de la taza del baño. - ¿Qué pasa, no te gusto? - interrogó al alto, que lo miraba sin expresión alguna en el rostro, lo cual era raro, porque su pecho se movía acelerado, también estaba despeinado y con un par de botones arrancados, la diferencia es que no se movía. - Si no querías follar, debiste decírmelo antes de que me calentara tanto, ¿Ahora quién me la va a bajar? - le gritó medio frustrado.
ChanYeol reaccionó, pero no porque KyungSoo lo retara por su falta de "tacto", si se le podía llamar así, sino por los gritos airados que provenían de afuera del baño.
-Conozco esa voz... - le respondió acomodándose la ropa.
KyungSoo no podía haber estado más indignado en su vida, lo habían dejado tirado en un baño inmundo, con las piernas abiertas y la calentura arriba, definitivamente no era su noche de suerte y eso lo apenó por completo.
**
-Hazte a un lado - le dijo Kai a BaekHyun, pues ambos habían chocado al momento de querer entrar el baño. Bajo un ojo crítico, podían caber una diez personas en un baño, pues habían varios cubículos, el problema era que Kai quería privacidad para lo que quería hacer, por otro lado, a BaekHyun le importaba un pepino que hubiera más gente, solo quería atrapar a su marido con las manos en la masa, en todo el sentido de la palabra, y decirle que era un asqueroso infiel, el alcohol había hecho amago con su cuerpo.
-Te jodes cafecito - le dijo con sorna y altanería - adentro está mi marido con un cualquiera y debo evitar que se la meta, no es que me interese que lo parta en dos, porque la tiene así de grande - hizo referencia al pene de su marido con las manos. - es solo que me gusta que me parta solo a mí, así que te vas haciendo a un lado.
JongIn escuchó toda su exposición con aburrimiento, un ebrio le hablaba del miembro de su esposo, estaba perdiendo el tiempo. Sin pensarlo, lo empujó para darse paso y entrar.
-¿Qué haces? ¡No, déjame entrar a mí primero!, ¡Que soy hombre casado! - se puso a chillar a todo pulmón.
JongIn quería matarlo y casi lo hace, pues ya tenía una las manos en la cajetilla de cigarrillos, incluso visualizó la situación. Un pequeño rubio, tomando un pedazo de papel escrito y cayendo al suelo luego de dar dos pasos, porque con dos simples pasos surgía el efecto de dicha nota. Le sonrió con malicia, pero no contó con la aparición de un metro noventa de masa muscular.
Lo miró entre sorprendido, fastidiado y aliviado, sabía que KyungSoo tenía el mejor de los aguantes, lo había observado teniendo sexo con otros tipos. En sí, la mente de JongIn estaba perturbada, veía con demasiada posesividad a su cuidador, lo deseaba en cuerpo y alma. Había pasado noches enteras imaginando como lo poseería, se había masturbado pensando en él y que era él quien llevaba a cabo dicha acción carnal. Lo que más deseó desde que lo vio por primera vez al ser llevado al centro de asistencia social por su abogado, luego de ser rescatado de la mafia que estaba armando su padre en su propia casa, que había dejado de serlo cuando su madre había muerto defendiéndolo de su padre y él había tenido que aprender a defenderse por su cuenta desde los quince. Fue por eso que, cuando le presentaron al joven Do KyungSoo como su protector, le fue imposible no caer ante esos ojos encantadores. No sabía si era amor u obsesión, pero con lo que había aprendido de su padre, quien se dedicaba a hacer investigaciones de todos los millonarios del mundo, para vender la información y luego enviar un equipo a hurtar miles de millones de dólares, matando a todos los que se interponían en el plan, averiguó todo lo que pudo de él.
Lo sabía todo, desde su comida favorita, hasta que día iba a la peluquería, los cuales eran detalles en la vida de un adulto, pero para JongIn era la llave para llegar a lo más alto y así poder conquistar a su cuidador. Con el paso del tiempo y las múltiples visitas que KyungSoo le hacía a JongIn, los especialistas se dieron cuenta que el muchacho había creado un fuerte enlace con el profesional, así que como el pequeño no tenía familia, pues en la misión de salvataje el padre había muerto, decidieron darle una especie de custodia a KyungSoo sobre JongIn. El peor error que pudo cometer el tribunal, pero nadie sabía lo que pasaba por la mente del pequeño moreno, lo que significaba una gran e importante ventaja para este.
A los pocos meses de dicha custodia, cuando entró la primavera, JongIn se mudó a la casa de KyungSoo pues no podía seguir viviendo solo en su casa ahora deshabitada. Todo iba perfecto ante los ojos de JongIn.
-¡Qué pasa, Baek! - dijo ChanYeol sacudiendo a su esposo que seguía gritando como un loco.
-¡Que se la estabas metiendo a un puto! ¡Eso pasa! - Siguió gritando BaekHyun - ¡Y sabes que te vi entrar con ese! - le dijo tirando de la camiseta arrugada por la semi-partida que había pegado hace unos minutos.
-¡Tranquilízate, Baek! - le dijo tomándolo de los hombros y sacudiéndolo con fuerza para que reaccionara, porque estaba fue de él. - ¡Te digo que no se la he metido a nadie! - volteó a ver a JongIn que los observaba aburrido, solo quería que se hicieran a un lado para poder entrar a ver a KyungSoo, ya eran cerca de la una de la madrugada y no había dado medio paso. - ¿¡Qué le hiciste!?- le reclamó ChanYeol al moreno.
El aludido lo miró con extrañeza, ¿Qué había hecho?, pues nada, solo quería que se hiciera a un lado para poder ir a pasarla de lo lindo con su cuidador, pero solo había conseguido dos histéricos gritones.
-Nada, solo quiero ir al baño. - dijo algo fastidiado. - Déjame pasar. - volvió a hablar ahora con un tono neutro.
ChanYeol lo miró de arriba a abajo, solo era un chiquillo, así que tomó a su histérico esposo y se lo llevó más allá, justo a la mesa donde estaba SeHun, despreocupado y ajeno a todo. Naturalmente, todo cambió cuando vio a la feliz pareja acercándose a su mesa, casi se atraganta con el vodka.
"Ayuda"- se dijo a sí mismo cuando se sentaron junto a él.
Esa definitivamente no fue la noche de Oh "paquete grande" SeHun.
**
KyungSoo tuvo que liberarse de su sofocante necesidad él mismo, pues su tan esperado acompañante lo había dejado para calmar a su esposo, lo sabía, no porque hubiera salido del cubículo, sino que los gritos esos se escuchaban fuertes y claros, lo habían llamado "puto".
-Eso... me pasa... por... buscar amor... ahh... en un bar... ufff - dijo bajito mientras le daba rienda suelta a una fantasía con alguien indebido. Porque en sí era lo más indebido que se le había pasado por la cabeza, pues lo que hacía podía llamarse pedofilia. "Pero si es solo una pajita", se decía mientras pensaba en su pequeño JongIn, a quien quiso desde que lo vio todo menudito en el centro de rehabilitación. Si bien los fines con los que prácticamente lo adoptó fueron cien por ciento profesionales, no pudo evitar quedar embelesado al paso del tiempo, pues luego de una buena alimentación y variadas rutinas de ejercicio, JongIn había alcanzado unas hermosas dieciséis primaveras con un cuerpo bastante atlético. De tan solo verlo se le hacía agua la boca, pues él no era exigente con sus parejas, pero el moreno encantador se acercaba bastante a tu vanidoso prototipo de perfección.
Cuando se dio cuenta de que sentía ese tipo de atracción infernal por alguien casi 8 años más chico que él, se quiso morir, fue por eso que trató de asustarlo llevando sus citas a la casa que compartían, además de repetir mil veces que no le gustaban las mujeres, quizá eso lo asustara y ni se le acercaría con otras intenciones que no sean las familiares y de apoyo.
**
"Error, Error, Error" - pensó JongIn, recordando la vez que vio a KyungSoo salir semidesnudo del baño con un tipo. Se preguntaba como pensaba que dejaría de verlo con lujuria si andaba así por la casa y lo peor es que sabía que era con intención, pues lo había escuchado masturbandose en el baño en la madrugada, además de las discusiones personales que llevaba a cabo en su despacho cuando era él quien andaba con un bóxer por ahí para ver su reacción. Siempre acababa escupiendo el café cuando lo veía y se iba corriendo al baño con la excusa de limpiarse el traje, lo cual era una mentira, porque salia media hora después.
**
El baño dio un fuerte portazo y KyungSoo se detuvo a mitad de la maniobra, abrió los ojos de susto cuando un moreno alto entró, cerró la puerta, se sacó el sombrero y el polerón que llevaba puesto, lo tiró junto a su ropa interior abandonada en una esquina y se le lanzó encima.
KyungSoo estuvo a casi nada de hacer algo al respecto, pero sus hormonas todavía estaban en el punto máximo y no pudo contenerse cuando el tipo lo agarró de las nalgas y se las estrujó con violencia. Le dolió hasta la médula, pero dicha pena fue mitigada cuando una lengua escurridiza se infiltró en su boca y lo recorrió de punta a punta. En esa cavidad se liberó una batalla campal, imposible de detener. Esas manos ásperas y callosas recorrieron sus muslos hasta abrirlo por completo, incluso se desesperó cuando vio que el chico comenzó a desabrocharse los pantalones. "¡Por fin!", gritó dentro de él. Se sacaron las camisetas de un solo tirón, lastimándose con los botones y se lanzaron uno sobre el otro de manera desenfrenada.
JongIn estaba disfrutando de cada roce que le daba a su cuidador, era todo lo que había imaginado, su piel era suave y tersa, tan casta y tan sensible. Abandonó su boca y comenzó a recorrer su cuello, remarcando el hematoma que tenía cerca de la clavícula, también se dispuso a masajearle el pene que estaba a la vista, también era como había imaginado que se sentiría, sus besos formaron un canino en descenso por el pecho de KyungSoo hasta llegar la masculinidad que lo saludaba. JongIn tenía toda la adrenalina, pero se puso nervioso, jamás le había practicado una fellatio a nadie, se quedó en blanco.
KyungSoo empezó a reír, no por maldad, sino porque la situación le causó gracia.
-No me digas, ¿Querías probar suerte? - le dijo acariciándole el cabello hasta llegar al mentón del chico. Le sacó los lentes de un tirón. - Nini, Nini, Nini, ¿En serio creíste que no sabría que eras tú? - le pellizcó una mejilla.
JongIn se puso de todos los colores, tenía a su todo y a su todito delante suyo y ¡PLAFF!, todo se fue al deshague del inodoro en el que estaba apoyados. Se puso de pie muy nervioso, estaba seguro de que KyungSoo lo mataría, si bien jamás le había levantado la voz más que para que le alcanzara algo cuando se encontraba en otra habitación, tenía muchos nervios, después de todo, era un adulto.
-Yo... - alcanzó a decir, pero no pudo continuar, KyungSoo le había bajado el bóxer. Sin pensarlo dos veces, comenzó a estimular el miembro del pequeño JongIn, quien ahora era un hombre, la semana siguiente cumpliría dieciocho, así que no era ilegal lo que iba a hacer o de eso se convenció KyungSoo cuando se le lanzó.
Se puso rodillas y empezó a besar la punta con mucho ímpetu, luego recorrió con su lengua desde la base hasta la punta, intercalando los movimientos con masajes circulares en los testículos. A los pocos segundos comenzó a sentir el líquido pre seminal mezclarse con su saliva y escurrirsele por la comisura de los labios.
Miró a JongIn a los ojos y con todo el propósito de ser provocativo, se lamió los restos con la lengua y nuevamente unió su boca con la del muchacho. JongIn lo tomó de la cintura y se acercó todo lo que pudo a la entrada del cuidador, KyungSoo tomó la mano de JongIn y la llevó hasta su entrada, donde hizo que metiera un dedo y luego lo comenzó a mover, hasta que entendió qué era lo que tenía que hacer. Uno, dos, tres dedos, KyungSoo estaba tocando las estrellas, pues su querido Nini aprendía rápido y lo estaba tocando justo en el lugar preciso. Sin previo aviso, sacó los dedos del interior de su todo y lo dio vuelta, comenzó a besar la espalda del más bajo y se la metió. Primero despacio para que se adaptara, no era muy grande, pero se debía a que todavía no alcanzaba el completo desarrollo.
De los labios de KyungSoo se escapó un gemido arrollador, pues cuando empezó el movimiento fue lento, pero marcado, con estocadas firmes y certeras. Al paso de los minutos y gracias a los calores, Jongin comenzó a acelerar los movimientos, el pobre KyungSoo casi se da un fuerte golpe contra la pared de lo fuertes que se volvió el ritmo. Lo único que se escuchaba en el baño era la música de fondo, los gemidos agudos del mayor y el ronroneo de menor, junto a la armonía de la pelvis de uno chocando con las nalgas del otro, era toda una sinfonía. Cuando ya estaban por alcanzar el punto máximo JongIn salió del interior de KyungSoo y volvió a darle la vuelta, quedando uno en frente del otro, lo levantó del inodoro y lo empotró contra la pared, introduciendo su pene hasta el fondo, nuevamente KyungSoo soltó un alarido de puro placer, JongIn le estaba dando duro y parejo, lo cual agradecía y para mayor profundidad, juntó los tobillos en la espalda del otro. Intercambiaron un par de besos más hasta que dijeron al unísono: "Me vengo" y se sonrieron, un par de embestidas más y JongIn se vació por completo dentro de su protector y KyungSoo sintió que tocaba el cielo con las manos.
"El mejor polvo del mundo" - pensaron ambos, claro que no lo sabían. Todavía en silencio por lo incómodo de la situación, se vistieron y el menor se dispuso a salir.
-¿A dónde vas? - lo interrogó el mayor. - Así que éste era tu plan, ¿No? Ya me parecía que esa carita de santo no era del todo verdadera, te has portado mal, Kim JongIn...
El aludido no sabía dónde meter la cara, así que hizo lo mejor que sabía, darla.
-Sí lo hice - dijo prepotente. -, pero te gustó. - le dijo sonriéndole.
KyungSoo se acomodó el cabello y se acercó a besarlo nuevamente, tirando de su nuca para igualar sus labios.
-Sí, para qué mentir, vamos. - comenzó a tirar del polerón del moreno.
-Espera, ¿Cómo supiste que era yo? - le preguntó con mucha curiosidad. Kyungsoo empezó a reírse nuevamente.
- ¿Quién crees que te regaló ese bóxer? - le dijo guiñándole un ojo. JongIn cayó, se había olvidado por completo que justamente le habían dado la custodia a KyungSoo por el hecho de que era una persona bastante observadora e intuitiva, y que por supuesto, siempre acertaba en lo que sospechaba.
-Ah...- alcanzó a responder. Antes de salir de la habitación, KyungSoo se detuvo y se volteó a verlo con una sonrisa traviesa.
-Como todavía eres un niño y no puedes beber nada, ¿Qué te parece si vamos a casa? - le dijo meneando las cejas y sonriendo, haciendo que JongIn captara la indirecta. El menor alcanzó a asentir, no dijo nada, después de todo aun tenía las secuelas de los años de mutismo.
Salieron tomados de la mano, KyungSoo iba guiándolo a la salida, había mucha más gente que en un principio. De pronto vio a un par de hombres yendo al baño, se quedó helado y, sin dejar de caminar, deseó que no fueran a hacer algo más en ESE cubículo justamente, pues se había percatado que se le había caído la cajetilla de notas en el baño para discapacitados cuando lanzó su polerón. "Espero que no tengan ganas de follar ni de fumar" - rogó internamente, pero perdió las esperanzas cuando vio como el más alto le metía la mano en el interior del pantalón a su acompañante.
-Espera un poco, Lay- alcanzó a escuchar que dijo el chico con cara de ratón y sintió un poco de remordimiento, el cual desapareció cuando sintió el pulgar de KyungSoo darle un pequeño masaje en su mano, "Nadie agarra una cajetilla con notas falsas de amor envenenadas en un baño público, ¿No?", pensó.
FIN
________________________________
*¡¡¡Mi primer Oneshot!!! Quiero decirles que estoy asquerosamente feliz, ¡¡¡No pensé que lograría hacer esto en dos días!!! Me emocioné demasiado escribiéndolo, tanto que ni puedo describir el sentimiento. Espero que le guste y si les gusta, volveré a hacer otro. Dejen sus comentarios, críticas o lo que sea, ¡No importa!
*La canción que puse es "Lady Luck" de EXO, naturalmente, porque sentí que la letra pegaba con la narrativa.
*Gracias por leer, en serio, se los digo de corazón. Esto va en compensación por mi demora con el otro fic.
*Comento que tengo otro OS llamado "El último día ", que también es KaiSoo, está en mi perfil, pero dejó el link : http://w.tt/1YLGuYW
* Tengo un fanfic que se llama "¿Soy yo?", también es del KaiSoo, este es el link: http://w.tt/1JdC7if
*¡Ah! Dedico este OS a mis amigas, prácticamente hermanas del grupo de EXO-L que tenemos con las chiquis.
*¡¡Mucho amor a todxs!! No se olviden compartir y votar, si les gustó, diganle a sus amigxs y si no les gustó, a sus enemigxs.
Saludos, Rivers22S :3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro