Capítulo 9 - Attacca
La joven Chiye caminaba a solas por las calles de la ciudad. Acompaño hasta cierta parte a Yukihiro donde no hablaron ninguna palabra, simplemente ella le hizo compañía porque sabía que estaba mal, y en el fondo quería estar con ella, después Yukihiro fríamente le agradeció a su salvadora y dijo que continuaba sola desde ese momento, algo que hizo sentir mal a la alegré joven.
-Como me saca de quicio esa mujer. – Reclamaba Chiye mientras sin darse cuenta grito en medio de la calle, las personas la miraban como un bicho raro lo que hizo que se avergonzara, y caminara más rápido a su destino.
Ella miro su teléfono para ver la hora, a lo que se dio cuenta de que era tarde, debía a ir a su trabajo, un pequeño café familiar donde ella ayudaba junto a sus hermanos. Chiye era de una familia grande eran siete hermanos donde ella era la única mujer, por lo que sus hermanos siempre la molestaban con que acaparaba la atención de su padre, pero la realidad era que por desgracia ella era la que recibía menos atención de todos ellos, tampoco es que la dejaran de lado, tenía unos padres amorosos, pero con tantos hijos comprendía que no siempre sus padres estarían para ella.
El café también era su casa, en el primer piso estaba la cafetería y en el segundo la casa donde ella vivía había llegado tarde finalmente por haber ayudado a Yukihiro.
-Mira quién entra, el arcoíris con patas, llegas tarde hermana.
-No moleste Kido, ha sido un día largo.
La cafetería estaba repleta, por lo que su hermano tenía que moverse rápido por todos lados para atender las mesas. Varios de los clientes habituales saludaban con cariño a Sakura llamándola directamente por su nombre como a ella le gustaba.
Al poco rato de llegar se puso el uniforme de trabajo el cual era un delantal blanco con el logo del local y una pañoleta que amarraba el pelo.
-Hija apura, es tarde, ya vamos bastante atrasado, muévase rápido chamaca. – Dijo el padre de Sakura bastante cansado.
Sakura sirvió la mayoría de las mesas para que su hermano que la seguía molestando descansara un poco, al final esa era la manera en que se llevaban ellos dos.
Al terminar de atender a todos ella estaba exhausta, incluso no se había dado cuenta que se había tirado sobre una mesa para descansar su espalda a lo que su padre se reía de ella.
-Sakura vete a descansar se hace tarde, yo me encargo de arreglar esto junto con tus hermanos, mira ahí viene Petin, hey tú chamaco, ayúdame con los platos sucios.
-Pero papá.
-Nada de replicas Petin, a la cocina.
Petin era menor que Sakura, ella era la hermana del medio, teniendo solo otros tres hermanos mayores, todos en otras escuelas, ya que Sakura era la única que tenía las notas para estar en una prestigiosa academia.
-Gracias papá... quiero un café...
Sakura nuevamente había tenido una sola cosa en mente este día a Chisako Yukihiro, pero yo no con rabia si no, con un sentimiento nebuloso algo que la hacía sentir mal, cuando vio a la ex presidenta del consejo estudiantil propasarse con Chisako y después verla como había quedado mal por ello, era algo que le oprimía el pecho.
-A todo esto, mañana no podre trabajar, tengo asuntos de la banda, para que uno de mis hermanos me cubra papá.
-Está bien, pero a cambio tendrás que trabajar el sábado para compensar.
-Entendido... - Dijo Sakura rendida.
Chisako se encontraba tendida en su cama llorando mientras escuchaba la pieza de Chopin, Nocturne opus 9 No. 2 para no ser escuchada, pero Violet si lo hacía detrás de la puerta esperando a que su joven ama la llame en cuanto la necesite. La joven Violet estaba ahí con tristeza porque si alguien sabia lo duro y cruel que había sido la vida con Chisako era ella.
Satomi fue la primera amiga que Chisako tuvo en la escuela, al inicio como era normal en ella siempre la rechazaba porque prefería estar sola, pero a su modo Satomi fue de apoco ganándose su confianza, hubo un punto que a la joven señorita le comenzó a gustar Satomi, pero nunca tuvo la confianza de dejar fluir sus sentimientos, además Fumeko nunca le permitiría estar con otra mujer cuando ella debería casarse con alguien importante para el beneficio de las empresas textileras Yukihiro.
Pero un día Satomi la llevo a un rincón del gimnasio después del colegio, ahí fue cuando comenzaron a besarse, de apoco los encontrones fueron escalando. Chisako se sentía perdida con Satomi, hasta que un día la sorprendió con otra chica, no podía ver lo que hacían, pero no fue difícil saber lo que sucedía. Chisako estaba destruida, ella simplemente estaba siendo utilizada por la persona que quería, lo único que hizo fue darle una cachetada a Satomi y alejarse de ella. Entonces fue cuando Satomi comenzó a hacer más agresiva con ella, y en varias ocasiones se propaso aprovechándose del cuerpo sensible de Chisako, Ella a veces sentía placer, pero siempre se sentía asqueada ya que, en palabra de Satomi, Chisako era su juguete favorito, una chica más con la que Satomi jugaba en la escuela.
Lo peor de todo es que ahora Sakura Chiye sabia de esto, la había sorprendido cuando Satomi intentaba tener sexo con ella, estaba asustada porque podría contarles a sus amigos, ellos podrían contárselo otros, si eso llegaba a saberlo los profesores, Fumeko se enteraría y si eso sucedería estaba acabado, seria golpeada y humillada por ella, esa era la tormenta que Chisako tenía en la cabeza.
Pero Sakura también la había salvado de la segunda persona que más miedo tenía, actuando como si nada hubiera pasado, incluso la abrazo porque necesitaba desahogarse, la había acompañado sin decir ni una palabra para que no se sintiera sola y ella simplemente le agradeció fríamente, en todo ese sufrimiento que Chisako había sentido, el acto que realizo Sakura fue como una pequeña luz en tanta oscuridad.
Si algo estaba segura la joven señorita era que tenía que hablar con ella, agradecerle como corresponde y asegurarse que nunca diga nada de lo que vio.
Así que se le ocurrió una idea citarla un poco antes al café donde Lui iba a tocar, así podría conversar con ella sin que la molestaran...
Chisako se limpió las lágrimas de la cara, se acomodó bien en la cama y llamo a su querida sirvienta.
Violet entro enseguida, sin que pasara un segundo del llamado de su joven ama.
-Puedes apagar la música primero.
Violet obedientemente apago el tocadiscos donde Chisako escuchaba música en discos de vinilo, algo que le gustaba bastante.
-¿Necesito que envíes el siguiente mensaje al número que llamamos ayer, Necesito hablar contigo, 'podemos reunirnos una hora antes en el café que iremos mañana?, ese es el mensaje.
Violet hizo lo que le pidió, algo extrañada porque no le había comentado nada de salir el día de mañana.
-Como me puedo imaginar la cara que estas poniendo, Lui me invito mañana, el tocara en un café nuevo que abrirán, será a las 6, no conozco el lugar así que quería pedirte el enorme favor...
-De que la lleve al lugar y la cubra, por su puesto señorita mía, no hay problema con ella, solo avíseme para ir a buscarla, hare todo lo posible para que la señora Fumeko no se entere de su ausencia.
Chisako sonreía de verdad, lo que a Violet le causaba alegría, la sirvienta sin preguntarle a Chisako se sentó en la cama, y le acaricio el hermoso cabello.
-Se que no me contara lo que sucede, pero descuide, yo estoy para lo que necesite.
Chisako no pudo aguantar más, y soltó en llanto abrazando a Violet.
-Se que nunca te agradezco... pero eres lo único que me queda de familia Violet.
Violet nunca se esperó las hermosas palabras de su joven aman, así que se quedó abrazada junto con ella como si una hermana mayor abrazara a una hermana menor.
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