Capítulo 40 - Tutti
Finalmente, había llegado el día, la joven ama, estaba extremadamente nerviosa, Violet nunca la había visto así a menos que fuera por su abuela, pero esta vez era algo lindo, así que su sirvienta simplemente deseaba que las cosas fueran bien para su ama durante este día.
-Entonces Violet, ¿está todo listo?
-Si ama, igual de listo que la ultimas doce veces que pregunto, también me moleste en preparar un vestuario que espero que sea de su agrado, su novia, digo su amiga la ayudara a vestirse cuando llegue al concurso.
Había llegado la hora, Chisako tomo una larga respiración antes de comenzar a moverse, le dio una última instrucción a su querida sirvienta y se dispuso ir donde su abuela que la esperaba en el recibidor. Ella esperaba pulcra, con un vestido típico de mujeres de los años cincuenta, de esos que eran de una sola pieza, con hombreras, y mantenía una postura totalmente recta.
-Luces bien Chisako, ahora escúchame, vendrá nuestro accionista mayoritarios el Marques de Ferros, así que tienes que comportarte, necesito que dejes la mala sangre de tu madre en lo más profundo de tu ser, también hablaras solo cuando te lo indique o solo si te pregunta algo, si nadie te habla te mantienes callada, demuestra que eres un Yukihiro que puede comportarse y te recompensare librándote de tus lecciones por lo que queda del mes, ¿Entendido?
Púdrete vieja de mierda.
Eso era lo que más quería decirle la joven ama, pero sabía que si lo hacía todo se ira al gráznate, así que simplemente asintió, caminando junto a ella para subirse al vehículo que las llevaría a la gran empresa de Textiles Yukihiro.
Por otro lado, Violet, la linda sirvienta de Yukihiro llevaba la ropa y el saxofón de su querida ama a la verja trasera de la mansión donde los compañeros de banda de Chisako esperaban recibir las cosas de su saxofonista.
Pero Violet a medio camino se detuvo a ver a alguien que hace mucho tiempo no se aparecía en su vida.
-¿Zendo eres tú?
Zendo no dijo ni una palabra a lo que Kou quedo extrañado y a la vez algo perdido en la belleza de Violet.
-Lo lamento linda sirvienta... disculpa digo amiga de Chisako, pero estamos apurados, ¿podrías entregarnos las cosas?
Violet aún seguía viendo a Zendo, entre más se acercaba a él, menos dudas tenías, estaba claro que esa persona era su hermano, el mismo que cuando pequeño le dio la espalda por quedarse en la mansión de los Yukihiros. Pero si el odiaba a esa familia ¿Cómo era que estaba en la misma banda de su ama?
-Kou encárgate de esto, además se hace tarde.
Violet aún seguía algo anonadado por ver a alguien que nunca pensó ver.
-Es un gusto verte hermano, espero que todo este yendo bien, tomen, esta todo ahí.
Zendo no dijo ni una palabra, estaba claro que lo único que quería era irse de ahí lo más rápido, en cambio Kou deseaba todo lo contrario, él había quedado totalmente prendado de la sirviente. Kou casi tartamudeando recibió las cosas y casi se deshacer cuando Violet le dedico una sonrisa.
-Por favor cuiden a mi ama, ella no lo admitirá, pero está muy nerviosa, se las encargo, y tengan éxito en su competencia.
-Muchas... gracias... ¿Cuál es tu nombre? – pregunto Kou.
-Soy la sirvienta personal de la ama Yukihiro, Violet. – dijo ella con una pequeña reverencia que encanto más al chico que acaba de recibir un flechazo en su corazón.
Zendo al no ver respuesta, tironeo de su amigo, para que se fuera, pero antes de irse, tomo algo de valor para responderle a la sirvienta.
-Un gusto, nosotros nos encargaremos de Chisako, gracias por ayudarnos Violet, es un bonito nombre, espero verte de nuevo, adiós. – menciono Kou despidiéndose, además que le hizo ilusión que Violet contestara a su despedida con la mano y una sonrisa.
La joven sirvienta volvió a sus quehaceres siendo feliz por haber visto a su hermano, pese que a él no le hizo ninguna gracia verla, además consideraba que tenía un buen amigo, que encontró algo dulce.
Los dos amigos tomaron un taxi para llegar lo antes posibles, pese que no les tocaba tocar hasta en dos horas más, debían rellenar los formularios antes de su gran momento.
-¿Por qué no me dijiste qué tenías una hermana tan guapa Zendo, y que trabajaba para Yukihiro?
-No es mi hermana, no quiero hablar de ese asunto, así que no molestes kou.
-Te molestaría demasiado si... la invitara a salir Z, digo si me dices que no, nunca intentare nada, es solo que...
-As lo que quieras, pero cállate.
Eso fue todo lo que necesito escuchar Kou para ser feliz, al menos por ahora, porque al fin se sentía un poco más libre de los sentimientos que sintió por Sakura por mucho tiempo.
La Señora Fumeko caminaba junto a su nieta, la tenía agarrada del brazo, porque odiaba que ocupara ese bastón molesto con el que debía caminar, ya que consideraba algo de mala clase, así que básicamente la obligaba a andar a la misma velocidad de ella, algo que a Yukihiro la mantenía nerviosa.
Cuando ambas entraron un hombre estaba en medio del pasillo atándose las agujetas del zapato.
-Señor, es de muy mala educación bloquear el paso para las demás personas, si tiene su calzado desabrochado, muévase a un lado y deje pasar a la gente importante. – expreso la vieja señora.
Algo de todo lo que dijo la abuela fue extraño para Yukihiro porque para ella hizo falta un sonido que no pudo oír.
El hombre se levantó, se dio media vuelta, y se dirigió hacia la señora.
-Lamento mi impertinencia Señora Yukihiro, pero si hablamos de educación le recuerdo que debe dirigirse hacia mí, con mi título, pero le pido nuevamente disculpas, si e importunado a estas dos señoritas. – dijo quitándose el sombrero de copa que portaba y haciendo una pequeña reverencia.
-Marqués Ferros, no sabía que era usted, pero le pedio que si tiene problemas con su zapato, lo resuelva sin bloquear el paso, y pido disculpas por no ocupar su título para referirme a usted. – dijo la señora Fumeko.
El hombre no se veía muy interesado en la señora, en cambio parecía intrigado en Chisako, que estaba en silencio.
-Supongo que esta linda señorita es nuestra futura presidenta, linda eres igual a tu madre, pero esa nariz sin duda es de tu padre, al menos heredaste su lado bueno. – dijo el marques en broma, algo que hizo ilusión en la joven.
-Gracias Marqués Ferroz...
Fumeko en el acto corto la conversación que iba a tener Yukihiro con el accionista principal de los textiles, Fumeko se despidió amablemente del marqués, pero era el momento de que la joven ama, llevara a cabo su plan.
-Abuela Fumeko, me permites ir al baño.
-Aguántate, iras en quinceavo piso, ahora debemos apurarnos.
-Si no hay problemas, yo puedo guiar a la señorita al baño, si ella lo desea, además así podre conocer a la próxima heredera, que la remplazara a usted cuando cumpla la mayoría de edad Agatha.
El Marqués le había hablado directamente por el primer nombre a la señora Fumeko, un nombre que odiaba, por eso ocupaba siempre su segundo nombre como el primero, pero tampoco podía ir en contra del marqués, así que decidió acceder a regañadientes, pese a la mirada asesina que le devolvió al escuchar su nombre.
-Como desee, pero la reunión comenzará en diez minutos, le recuerdo que si llega tarde no se le permitirá acceder, eso también va para mi nieta.
-Descuide estaré ahí a la hora indicada. – dijo el marqués con una pequeña reverencia de despedida para la señora Fumeko.
Esto estaba muy mal para Yukihiro, todo su "plan de ir al baño", para luego fugarse en el auto que la esperaba afuera para llevarla al concurso se estaba desmoronando con la compañía del marqués, pero otra cosa la molestaba, ella recordaba que tenía un compañero de apellido Ferros en su curso, pero como nunca prestaba atención a los demás no sabía quién podrá ser.
-Señor podríamos dejar los trucos a un lado, sus zapatos no llevan agujetas ¿no?
Eso fue algo que intrigo a Ferros.
-Querida sin querer ser grosero, ¿Cómo alguien como tú, sabe que no tengo agujetas?
No escuche ningún sonido cuando supuestamente se abrochaba los zapatos, lo que me indico que estaba haciendo un paripé.
-Nada mal, en efecto, entonces sabrás que tampoco estamos yendo al baño, si no a la salida.
Eso era algo que no logro detectar por estar sospechando de su acompañante, en este punto los nervios de la joven, estaban a tope, porque no sabía que quería este sujeto de ella.
-Mi hijo Kou, me hablo de ti, y me comento un poco las cosas, así que decidí ayudarlos, el hablo muy bien de ti, eso es algo que mi querido hijo no suele hacer, así que me intrigo saber quién eres tú, y simplemente solo veo misterios alrededor tuyo, jovencita.
-¿Un momento usted es el padre de Kou?, el mismo Kou que es mi compañero de banda, ¿él?
El marqués con voz suave, pero profunda se largó a reír.
-En efecto querida, hablamos del mismo hombre, me tome la molestia de cancelar tu taxi, mi mayordomo, te llevara personalmente, y los veré luego después de esta reunión sin sentido.
-Señor Marqués le agradezco muchísimo todo lo que hace por nosotros, si no es molestia, podría mostrar este video que hay en este pendrive al consejo, son disculpas por mi ausencia y palabras que deseo decirles.
-No agradezcas nada joven Chisako, esto es lo que hace un padre, da todo por sus hijos, como los tuyos dieron todo por ti, ahora mi pequeña, al que debes agradecer es a mi hijo, y encantado le mostrare este video al consejo, una cosa más... hace poco mi hijo me envió un mensaje; si podía llevar conmigo a alguien que se llama Violet, ¿la conoces?
-Claro que la conozco señor Marqués.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro