La conversación con el padre de Chisako fue larga, él estaba muy confuso y no sabía cómo proceder, lo único bueno era que le ofrecía más que los otros idiotas, pero seguía sacando muy poca ganancia.

-Señorita la oferta no negare que es tentadora, pero no estoy seguro, además, no quedaría mucho después de pagar la deuda para hacer las cosas que pide.

-De que habla, los 35.000 mil dólares que le ofrezco son aparte de la deuda, eso lo pagare yo, solo como dije deberán esperan un mes, y lo que se demore el trámite.

El padre de Chiye quedo perplejo, estaba sintiendo casi un infarto, pero por felicidad, no sabía que responder, incluso Sakura que estaba junto a ellos estaba estupefacta por la cantidad de dinero que decía la joven ama.

-Señorita la deuda es de 25.000 dólares, no creo que sea un buen negocio.

-Si que juntaron una deuda grande, pero no hay problema con eso, además el Señor Alconi, mi socio cree que podremos sacar rentabilidad en cinco años, es mucho tiempo, pero estoy dispuesto a proteger el deseo de mi madre.

Aun no sabía cómo reaccionar el señor Chiye, todo se escuchaba muy bueno para ser cierto, pero si era verdad no podía dejar pasar una oportunidad así. Le pidió que la esperara a escuchar la opinión de su esposa y que le tendría una respuesta a Yukihiro lo antes posible.

-estaré atenta entonces a ello... disculpe mi falta de cordialidad, pero nunca le pregunte su nombre Señor Chiye.

-Ren Chiye linda, ese es mi nombre. Sakura tienes una amiga muy amable, cuídala.

-Si, papá. – respondió nerviosa su hija.

Finalmente, todo se hizo tarde, así que Chisako se despidió de Sakura con un simple adiós, como si nada hubiera pasado entre ellas, algo que entristeció un poco a Sakura, ese era el precio para pagar por el tipo de relación a la que accedió estar, además al fin se sentía ilusionada por estar con ella, aunque fuera una relación oculta.

Ya dentro del auto, Violet le paso una ropa de cambio a su joven ama, porque si su abuela la viera vestida así, de manera tan provocativa la trataría de forma horrible, así que le había preparado la ropa que siempre solía usar dentro de casa.

El viaje fue tranquilo ambas estuvieron en silencio la mayoría del tiempo, pero Violet se daba cuenta que su linda ama estaba con una sonrisa en su rostro.

-Veo que la paso muy bien en su pequeño paseo señorita Yukihro.

Por desgracia como estaban en el auto ya no podía nombrarla por su nombre, solo podía referirse a ella como ama, o por su apellido porque el que conducía era uno de los choferes de la familia, que podía contarle todo a Fumeko.

-¿A qué te refieres Violet? – pregunto Chisako intentando contener su nerviosismo.

La joven sirvienta se acercó al oído de su ama para que solo ella pudiera escucharla.

-Tiene su labio inferior algo hinchado lo que me dice que se lo mordieron un poco.

-Después te cuento sobre ello, Violet. – dijo Yukihiro aclarándose la garganta, sabiendo que no podría ocultarle mucho a su sirvienta.

Eso era algo que ella esperaba con entusiasmo, quería saber con detalle cuales eran los motivos del porque su joven ama estaba cambiando para bien y la emocionaba, pero poco les duro esa felicidad a ambas. Habían vuelto a la realidad. Violet tuvo que quedar fuera del auditorio.

Chisako en cambio estaba lista para interpretar lo que le pidieran en su piano.

-Acaso ya no saludas a tú abuela. – dijo Fumeko con voz grave lo que demostraba que aún no estaba recuperada del todo.

-Lo lamento, buenas noches...

-Composición Op. 113 numero 4, Marcia alla turca. Rápido quiero descansar. – pidió Fumeko interrumpiendo el saludo.

Chisko tomo un poco de aire, se sacó el guante dejándolo sobre el piano, toco cada una de las teclas para ubicarlas. Como última acción se tocó los puntos temiendo un poco que se le fuera abrir la herida.

Todo comenzó a la perfección, la marcha turca, pese a no ser una de las favoritas de Yukihiro, sabía bien cómo interpretarla, además era otra pieza de su compositor favorito el alemán Ludwig van Beethoven.

Sin dejarse llevar por su nerviosismo comenzó a concentrarse en una sola cosa, su apasionado encuentro con Chiye, lo que ocupo para mantener el tempo de la melodía.

Sin darse cuenta ella sonreía de oreja a oreja, totalmente inmersa en los sonidos que interpretaba. Fumeko en cambio estaba alerta esperando cualquier equivocación, pero de momento no había escuchado ninguna.

Casi dejada llevar por la música Chisako se contoneaba mientras tocaba imaginándose que danzaba con Sakura alegremente sin importar nada. Hasta que cerro la pieza y el silencio se apodero de la sala.

-Casi perfecto, atrasaste el cierre medio segundo, si no hubiera sido excelente, supongo que felicidades, ahora levántate, un error, un golpe.

La joven ama, se levantó esperando aquello, no estaba muy segura si realmente se había equivocado o no, no pensó en ello, estuvo todo el rato pensando en lo que este momento era su inspiración. Simplemente estiro sus manos esperando el golpe con la vara.

-Baja tu mano izquierda, no puedo arriesgar que se te abran los puntos, como ya sucedió en la escuela.

Eso fue algo que no se esperó Yukihiro, que su abuela supiera sobre ese incidente.

-Yo...

-Acaso esperabas que no me enterara sobre el altercado que tuviste, su padre me llamo diciendo que le dejaste el rostro hinchado. Felicitaciones, al fin muestras madera de un Yukihiro, casi hiciste algo que yo hubiera hecho, pequeña, pero dejaste muchos cabos sueltos, aun así no permitiste ser pisoteada, mantuviste el apellido sin ser manchado, eso merece una recompensa, baja el brazo y Nekota, dale esa caja. Puedes irte, y no te preocupes más por esa mocosa, hice que su padre la retirara del colegio.

Nekota salió de su habitación en busca de lo que le había pedido Fumeko, en cambio Chisako estaba al borde de los nervios.

Sus pensamientos no dejaban de crear dudas, ¿Cómo lo supo? ¿Acaso fue la enfermera?, tal vez ¿Sabia de ella y Sakura?, no eso era imposible creía, porque nadie las vio.

Yukihiro se despidió y salió de la habitación prefiriendo haber recibido el golpe que haber sabido que ella estaba al tanto de lo sucedido, la pregunta para ella ¿Cuánto era lo que sabia?, eso era casi lo peor para ella. Pese a ello, había algo que la molestaba mucho más, que su abuela la recociera, que dijo que había hecho algo que ella hubiera hecho, eso la asqueaba, no podía evitar tener cosas que ella la inculco, pero parecerse a Fumeko era algo que si la hizo sentirse miserable.

-¿Se encuentra bien ama Yukihiro? – pregunto Violet al ver el rostro de preocupación de hermana.

-No, llévame a mi habitación.

Sin demorarse le hizo caso a su ama, sorprendiéndose que no había sido golpeada en sus manos y extrañándose que no tuviera el guante puesto en su mano quemada. Chisako se había preocupado tanto de que sabia su abuela que se le había olvidado.

Yukihiro al entrar, por frustración se sacó los lentes y los lanzo hacia cualquier lado.

-¿Podrías contarme que sucede, joven ama?

-Ella sabe cosas del colegio Violet, de Satomi en concreto, pero no sé cuánto es lo que conoce, es aterrador, siempre tuve cuidado con lo que hacía así que no sé cómo se enteró, ósea en parte sé que el padre de ella la llamo, solo espero que lo que sabe sea solamente por ello.

Violet tomo de la mano guiándola hasta su cama para dejarla sentada ahí, después fue hacia el tocadiscos y puso uno de los discos favoritos de Chisako de Frank Sinatra.

-Por desgracia ya se enteró y no saca mucho sobre pensar la situación, además, no arreglo las cosas con esa mujer que no es merecedora de su corazón. – dijo burlándose Violet.

-Vamos no seas así, además soy yo la que no debería merecer el amor de Sakura, y aun así ella es tan obstinada que me obligo a... - la joven ama se puso roja como un tomate.

Ahí estaba lo que esperaba saber la joven sirvienta, quería saber que había pasado entre ellas, además antes de tocar el piano estaba más risueña que nunca.

-¿A que la obligo?

-Yo... puede que le haya pedido... que sea mi novia, en secreto.

Violet había pensado muchas cosas, pero nunca que su querida hermana finalmente haya podido aceptar una relación formal con alguien, menos aun teniendo a su abuela encima.

La criada iba a decirle algo, pero justo fue interrumpida porque alguien tocaba a la puerta, era Nekota, la cual traía una caja.

-Es lo que quería entregarle amablemente la señora, son recuerdos de su padre, del señor Nomade Yukihiro que en paz descanse. – dije Nekota fríamente.

Violet tomo la caja despidiéndose de la fiel sirvienta de Fumeko, quien abandonó el lugar enseguida.

-Maldita mentirosa, ella había dicho que se quemó todo en la mansión. – reclamo Yukihiro.

-La abro de inmediata para decirle que hay dentro.

La joven sirvienta hurgo entre las cosas que había en la caja, no había mucho, una foto algo quemada de su padre donde había sido cortada para quitar a la madre de Chisako, una vieja billetera que ellas suponía que le pertenecía al padre de la joven ama, un par de cachivaches más y un cuaderno.

Violet tomo el cuaderno para revisar su contenido, pero la cubierta era falsa, porque no le pertenecía al padre de Chisako, si no que era algo que probablemente paso por alto la señora Fumeko, era el diario de la madre de Yukihiro.

-Chisako es el diario de su madre.

Sin saber cómo reaccionar por el largo día con emociones varias, lo que para ella había sido extenuante, le pidió a su querida sirvienta que comenzara a leérselo antes de que la bola de llanto que subía desde su garganta no le permitiera hablar.