Capítulo 35 - Appassionato
Chiye había llevado a Yukihiro a un pequeño parque que estaba pegado al rio que atravesaba toda la ciudad. Eran las únicas en aquel lugar, la joven ama sabía que estaba cerca de una fuente de agua por la humedad, pero seguía muy perdida, eso le daba más ansiedad de la que ya tenía.
-¿Dónde nos encontramos Sakura? – pregunto algo nerviosa.
-En un pequeño parque cerca de mi casa, a unas doce cuadras si quieres saber, ven, sé que no puedes ver, pero para allá se encuentra el río.
Chiye agarro con delicadeza el rostro de Chisako, girándolo hacia el rio.
-Adelante, describe que ven tus ojos Sakura, dime que logras observar con ellos. – dijo la joven ama con una sonrisa tierna en su rostro.
Encontró algo extraña la petición de su amiga, pero comenzó a mirar para responderle.
-El rio fluye tranquilamente, al horizonte se puede ver largas praderas que llegan al infinito de nuestra percepción, hay aves volando en el cielo, y un par de nubes, si hubiéramos llegado antes, tal vez podría haberte describidlo los lindos colores anaranjados del atardecer.
-¿Qué más logras ver Sakura?
Los ojos se devolvieron hacia Chisako que tenía su cabeza fijada en el horizonte donde ella misma la había colocado.
-Veo... una linda mujer con un largo pelo rubio que invidio un poco, con una piel tersa que desearía tocar, unos ojos que puede que este mal que lo diga, pero ese gris en ellos me cautiva, además que ese chaleco que llevas me está volviendo loca, y tus suaves labios, me invitan a...
Sakura unió sus labios a los de Chisako muy delicadamente mientras la abrazaba por la espalda metiendo sus manos por debajo del chaleco.
-Sakura detente, estamos en la calle, además...
La alegre jovencita había vuelto a besar a Chisako, de una manera más agresiva y juguetona apegando su cuerpo lo que más podía al de ella.
-Eso fue para que te callaras de una vez, y seas honesta contigo misma.
A Yukihiro le habían aplicado lo mismo que ella hizo hace mucho tiempo con Chiye, eso le provoco algo de nostalgia y risa a la vez.
-Niña atrevida, pero tuche... oye, necesito decirte algo así que detente Sakura.
-Si vuelves a decirme sobre que no puedes estar conmigo, esta vez sí me voy a enojar y bastante Chisako.
Parte de lo que quería decirle era sobre eso, pero antes deseaba de hablar de otro asunto de igual importancia.
-En parte sí, pero lo que quiero decirte es sobre tú café, quería decírtelo a ti primero antes de hablar con tu padre, yo tengo pensado en compra su café, al menos la mitad de la marca, además de pagarles la deuda que tienen.
Chiye no supo cómo reaccionar a ello, por un lado se sintió pasada a llevar, y por otro aliviada por no tener que vender su hogar, pese a ello sabía que esa decisión estaba mal.
-No puedo dejar que hagas eso por mi Chisako, estaría mal, además eso es algo que tengo que solucionar en familia. – Menciono Sakura algo molesta.
-No lo hago por ti, me alegra mucho que sirva de ayuda eso sí. Lo hago por lo que dijo tu padre, sobre que mi mamá la convención de abrir su cafetería, yo no tengo ningún recuerdo de ella, solo esa tumba que ni siquiera me dejan visitar, es por eso por lo que no pienso permitir que quiebre, no cuando al fin encuentro algo que me acerque a ella.
Sakura seguía pensando que esto estaba mal. Lograba entender porque lo hacía, se llegó a sentir incluso un poco defraudada por no ser el motivo del porque la joven ama quería ayudarlos, era un pensamiento que estaba mal, eso lo sabía.
-Supongo que la última palabra la tendrá mi padre, adelante no me opondré, no me siento cómoda con ello, pero si es por tu madre, lucha por ello.
Chisako le dio las gracias por comprender la situación, ella abrazo a Sakura apoyando su mejilla en su pecho, no tenía mucho tiempo porque ya le tocaba volver al café para dirigirse a su mansión, y esto iba a ser lo último que podía desfrutar ella de la persona que amaba, porque tenía que detener esto aquí, por su bien.
Le costaba mucho a la joven ama tomar el valor de tener que rechazar su relación, las cosas ya no eran como los días previos, había dado un paso a vivir como ella quería, y esto era retroceder todo lo que había avanzado, pero no podía ir en contra de Fumeko y eso que ya lo estaba haciendo para faltar a la junta de accionistas.
-Sakura, yo tengo que acabar esto aquí, si ella llega hacerte algo, no tengo como detenerla, y no pudo permitir que te toque, eso me destrozaría, eres lo mejor que me ha pasado, es por eso que debo cuidarte de Fumeko.
-No detente Chisako, no quiero esa excusa de mierda, ya te dije yo puedo protegerte de ella. No voy a aceptar lo que estás diciendo.
Yukihiro tuvo que suspira, el nudo que se le hacía le dificultaba hablar, pero sabía que tenía que hacer esto por el bien que de la persona que amaba.
-Entiende que no hago esto porque quiero, me duele, pero más sufriría si esa vieja de mierda te hiciera algo, no pudo dejar...
-Tan difícil es quererme, o solo soy un juguete como Satomi te veía a ti.
Eso si fue algo que le dolió a Yukihiro, el solo hecho que Chiye pensara así fue algo que lo horrorizo, busco con desesperación las manos de su amada.
-¡¡No es eso!!, perdón no quise gritar, tú nunca vas hacer un juguete para mí, eres la persona por la que puedo despertar feliz por la mañanas, sabes cuantos años he querido que mi vida terminara, que mi infierno se acabara. Tú cambiaste eso cuando me prometiste que jamás me dejarías sola, cada vez que me levanto lo hago pensando en ti, tanto que quiero tocar el piano por la mañana, apurándome para llegar a la escuela por ti, aunque ni siquiera hablemos, o juntarme con Lui junto contigo, porque así puedo estar cerca de ti.
-Chisako...
Las palabras como poesía habían llegado directamente al corazón de Sakura, pero todo lo que decía difería mucho con pedirle que no podía estar juntas, eso era lo que no podía comprender.
-Si todo lo lindo que me dices es cierto, entonces no tiene sentido que luches contra ello, sabes cómo me sentí yo al saber que me gustabas, fue extraño, la pase mal, porque pensaba que amar a una persona de mí mismo sexo no debía ser así, pero solo era una tontería, y acepte mis sentimientos, entonces deja de tener miedo, estoy segura que juntas podemos sobrepasar lo que sea, danos una oportunidad Chisako.
Yukihiro no sabía que responder entre más fuerte era el deseo de querer decirle que si a Sakura, más enorme se hacia la presión de Fumeko que tenía en su cabeza, esa vocecilla que le decía que acabaría con esa perra fácilmente, la detestaba, la verdadera mujer que odiaba ni siquiera sabía de todo esto, pero las imágenes que tenia de ella en su cabeza, ese demonio lo arrastraba devuelta a su infelicidad.
Era lógico la joven ama sabia la respuesta que darle un rotundo no, se acabó, eso iba a decir, pero un "vive" resonó en su mente, una voz que no había escuchado hace mucho tiempo, un recuerdo que tenía bloqueado, la última sonrisa que le dedicaron sus padres, pidiéndole que viviera su vida, antes de lanzarla por la venta para salvarla; un salto de fe eso era lo que Yukihiro necesitaba.
Sin pensar en nada más salto hacia delante sin saber si realmente Chisako se encontraba ahí, por suerte de ella si lo estaba, la abrazo fuertemente que ambas cayeron al piso, donde Yukihiro lloraba.
-Sakura Chiye, ¿te gustaría ser la novia de esta horrible persona?
Los ojos dilatados de Sakura reflejaban el rostro de Chisako, ella se encontraba contra el pasto, donde la joven ama estaba sobre ella.
-No, quiero ser la novia de esta hermosa persona.
Sin pensarlo ambas se besaron sin importar el tiempo que pasara, dejándose llevar un poco, dando paso a que su cariño se contagiara, siendo felizmente juntas, donde incluso un pequeño hijo de saliva las mantenía juntas pese a que se habían dejado de besar.
-Espera tengo que agregar, que nadie puede saber de esto, en serio no quiero que Fumeko se entere, así que actuare como siempre frente al público, pero seré toda tuya en privado así cuando cumpla 18 años podre presentarte formalmente, sin tener que seguir esclavizada a esa vieja.
-Creo que eres la única que pudo romper este momento Chisako, pero si puedo estar junto contigo, acepto... por ahora cariño. – dijo embobadamente Chiye.
Después de su breve momento privado ambas se levantaron, Sakura estaba más emocionada de la cuenta algo que su pareja notaba y ella estaba igual simplemente que Yukihiro si sabía disimularlo. Se tomaron de la mano, para que Chiye guiara a la joven ama devuelta al café.
-Quiero agradecerte por tu amabilidad Chisako, sé que lo haces por tú mamá, pero gracias por salvar mi hogar.
-Linda no confundas mi amabilidad ni el coqueteo, porque yo contigo Sakura nunca he sido amable.
Chiye le tomo un segundo comprender lo que le acaba de decir y cuando noto que ella estaba flirteando se puso mucho más acalorada de lo que ya estaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro