Chisako tuvo que recurrir al padre de Chiye, debido a que no sintió el aroma de Sakura en la cafetería lo que le indico que no estaba trabajando, así que tuvo que pedirle si podía llamar a su "amiga", porque le había pedido que quería hablar con ella.

En cambio, el padre, hizo algo distinto, la llevo directamente a su pieza guiándola sin problemas por su casa. Por desgracia la joven sirvienta no pudo acompañarla por pedido de su injusta, pero bonita ama.

No hubo forma de hacer entender al progenitor de la familia Chiye, que entrar a su casa sin que Sakura supiera era demasiado para Yukihiro, pero el padre de ellos simplemente se reía diciendo tonterías, además dijo algo en un tono triste, que la casa era de él, todavía, pero eso tal vez podría cambiar cuando le dijera la buena, sobre el trato que pretendía darle. Asunto que quería hablar con Chiye primero.

-Hija, tu amiguita está esperando hablar contigo, hasta aquí afuera.

Sakura estaba acostada en su cama sufriendo por el abuso que había estado a punto de recibir si no hubiera sido por la intervención de sus compañeros de bandas, se sentía asqueada pese a que se ducho para poder quitarse la sensaciones de las manos de Satomi. Por desgracia no sirvió de mucho porque aún sentía cada tocamiento, asunto que la enfermaba.

Apenas escucho a su padre sobre su amiga, supo de inmediato de quien se trataba, ella se limpió las lágrimas, y fue enseguida a abrir la puerta. No supo muy bien que hacer, la peli rosada estaba nerviosa.

-Yo, disculpa intente hacer entender a tu padre que era mejor que te avisara y no que me trajera, pero no me hizo mucho caso.

El padre simplemente se rio y dejo solas a las dos volviendo a trabajar.

-Pasa... siéntete como en tu casa... creo, tal vez sea algo pequeña a lo que estas acostumbrada, pero... discúlpame no sé qué digo, nunca pensé que entrarías a mi pieza, supongo que disculpa por el desorden.

-Sakura tranquila, y no te preocupes si estuviera desordenado no me daría cuenta... ¿Quieres llorar no es así?

La joven ama, había dado en el clavo, ella notaba el tono triste en la voz de Sakura, algo que casi nadie podía percatar, pero ella podía sentir las pequeñas vibraciones de su voz, o mejor dicho oírlas.

Eso sorprendió a la otra joven, sabía que no podía ocultarle muchas cosas a Yukihiro, hace tiempo comprendía el nivel de entendimiento que podía llegar a tener.

-No, ósea si estoy triste, no te mentiré que quiero llorar y gritar, me siento asqueada, pero no quiero seguir pensando en ella, quiero quedarme con que tú, junto los chicos me rescataron, eso me da calidez, pese a que me sigas rechazando.

Chisako camino hacia Sakura, le pedio que la guiara a su cama para que ambas se sentaran, asunto que hicieron.

-Todo esto es mi culpa Sakura, si nunca me hubiera enredado contigo, ella nunca hubiera podido tocarte, pero lo peor es que no puedo arrepentirme de las cosas que pasaron entre nosotras, porque me dieron el valor de enfrentarme a esa mocosa malcriada.

Sakura se acercó un poco más hacia Yukihiro algo que hizo que de apoco el corazón frio de la joven ama se fuera acelerando.

-Te pido que me digas de una vez ¿Por qué no podemos estar juntas?, me has dicho para protegerme, pero de que en concreto, ¿Qué puede hacer tu abuela que te haga tener miedo de que nosotras no podamos ser novias?, o algo parecido, quiero una respuesta y te juro que no insistiré más, lo necesito Chisako.

Tener que responderle aquello, seria tener que revelarle los secretos que siempre se guardaba para ella misma, algo que no la hacía sentir cómoda, pese que se trataba de contarle sus infidencias a la persona que estaba segura que amaba.

La joven ama continuo un pequeño lapsus de tiempos en silencio, meditando que decir, luchando para contarle la verdad de una vez por todas, o terminar todo aquí, y esa era la decisión que iba a tomar.

Pero antes de decir algo sintió como se le apretaba el corazón, un dolor del cual pensaba que estaba acostumbrada. No se había dado cuenta pese a que estaba alejándose de Chiye, pero tener que finiquitar todo la relación la aterro más que nunca, seria perder nuevamente a otra persona más en su vida, algo que no podría soportar y esa sensación permitió que finalmente se pudiera abrir ante ella.

-Me agrada mucho que comencemos a llamarnos por nuestros nombres... perdón creo que me contagiaste un poco de tu nerviosismo, pero te mereces la verdad de todo, ¿solo... podrías tomar mi mano?

Sakura miro la mano con la que aun sostenía el bastón, tiritaba incluso más que ella lo hacía, logro percatarse que este era un asunto mucho más sensible de lo que ella creía. Sin pensarlo dos veces tomo la mano enguantada de ella hasta que dejo de tiritar.

-Cuando dijiste que me habían golpeado, tenías razón, mi abuela me crio a su forma de ser, pero ella me odia, me ha culpado por la muerte de mi padre toda su vida, si hago algo mal o que la molesta ella suele golpearme las manos con una vara, según ella para corregirme, pero esa vez perdió el control y me dio una paliza, esa señora no quiere mi felicidad, si hago algo que este en contra o difiera un poco de lo que ella tenga planeado para mi es capaz de destruir todo para que vuelva a donde ella quiera, es por eso que si yo aceptara estar contigo, esa vieja no descansaría hasta destrozarte, esa es la verdadera razón que tengo para alejarte, y saber que estas a salvo, eso me da alegría. – termino diciendo Yukihiro llorando un poco con lo último.

Chiye no sabía cómo reaccionar, lo que le había soltado era algo horrible. Con eso comenzó a juntar cada pieza de cómo era Chisako, había perdido a sus padres de joven, era maltratada por su propia abuela desde pequeña, la persona que creyó que quería simplemente abusa de ella, y aun así veía la luz que podía llegar a emanar Yukihiro, que debería ser un monstruo con todo lo que le ha sucedido.

-Déjame protegerte entonces, como tú lo haces conmigo, yo puedo hacerlo, no sé cómo, pero veré la forma Chisako, no dejare que tu abuela se acerque a mí, no, no dejare que tampoco se acerque a ti.

Si algo nunca se esperó la joven ama, fue esa respuesta, sin duda era algo infantil, pero fue lo suficiente para cambiar su mundo de color, pese que no podía aceptar esas palabras, esa mera ilusión, no pudo contenerse. Ella se abalanzo sobre Chiye que se acaloro de inmediato observando como el cabello de su amada caía sobre su mejilla.

-Adelante Chisako, hazme olvidar todo, borra lo que hizo esa mujer conmigo, con tus caricias. – Dijo Sakura con el corazón a mil.

Yukihiro se acercó lentamente a su rostro. Ambas estaban tan cercas que sentían la respiración de la otra, La joven ama, se acercó a la comisura de labio, le dio una pequeña lamida que encendió más la calentura de Chiye, y luego se besaron. Por un momento conectaron profundamente, tanto que ambas sentían un mar de mariposas cosquillando en sus lenguas, cada movimiento era totalmente delicado como si pudieran sentir el pequeño y hermoso abrir del capullo de una rosa.

Sakura tiritaba un poco, si no fuera por la excitación y su fijación perdida hacia Chisako, estaría temblando de miedo, por estar cerca de perder su virginidad, pero de un momento a otro Yukihiro se detuvo, abrazándola fuerte mente y descansando sobre ella.

-Si lo hiciera ahora Chiye, después de lo que te sucedió, te sentirías mal después de lo que viviste, créeme se de lo que hablo, no quiero que tú primera vez sea así. No creas que no quiero hacerlo contigo, muero de ganas que apenas puedo contenerme, siente mi mente casi perdida, ni siquiera puedo pensar con claridad, tu perfume, no tu esencia me tiene delirando, pero no quiero que después de esto, te sientas horrible, o usada, por no poder darte lo que quieras.

Sakura ser rio un poco, a veces le costaba creer que la mujer que mostraba frialdad casi siempre podía llegar a ser tan cálida.

-Me diste justo lo que quería, no me importa no poder hacerlo aún, me basta con saber que tus sentimientos por mi están ahí. Saber eso me llena de alegría, porque sé que no debo rendirme contigo, por mucho que quieras alejarme... te parece si salimos un rato, creo que seré yo la que no podrá controlarse si seguimos así, además sentir tu espalda desnuda con ese chaleco Virgin Killer, me está provocando demasiado.

Chisako salió de estar encima de Sakura, pero ella la siguió sin dejar de abrazar su cintura, besándola una vez más.

Salieron a dar un paseo para poder enfriase un poco. Poder hablar más centradamente sin el deseo de querer perderse la una en la otra.

Chisako le pidió a Violet que la esperara, que saldría a caminar un rato.

-Recuerde que debe estar volviendo veinte para las ocho, para llegar a la mansión antes de que la señora pregunte por usted, y la escuche en el piano, querida ama.

Chisako le informo que estará devuelta antes de esa hora, y ambas salieron juntas del café, tomadas del brazo.