
Capítulo 14 - Bend
Cuando Sakura vio entrar a Yukihiro, le dio un vuelco al corazón. Tenía marcado un golpe en todo el rostro como si se hubiera golpeado con un fierro o una baranda. No pudo preguntarle que había sucedido, porque en el momento que ingresó, la profesora también lo hizo. Miró a Yukihiro sin decir ni una palabra por su estado.
Ella no fue la única que se dio cuenta de lo sucedido, sino, toda la clase lo había notado. Lo que provocó el murmureo entre los alumnos, asunto que Yukihiro escuchó, y la hacían sentir peor de lo que ya estaba, por el infierno que tuvo que sufrir ayer.
Además, Kou también se preocupó, por mucho que le costara admitir en este poco tiempo que había pasado, y pese a lo insoportable que a veces podía llegar a ser Yukihiro, él le agarró algo de cariño. Al fin al cabo, ella era su compañera de banda y se notaba que intentaba encajar, a su manera.
Zendo, también miró Chisako, pero él lo hacía como si supiera algo más. En parte él podía imaginarse que le sucedió a Yukihiro. Prefirió no meterse, simplemente vio con tristeza a la que en este momento era Chisako para él, una especie de mentora cascarrabias.
Apenas la clase termino, Yukihiro hizo algo inusual. Siempre esperaba a que todos se marcharan del salón, pero ella se apresuró en salir de los primeros con ayuda de su bastón.
—Yukihiro, espera un momento ¿Estás bien? —preguntó Sakura que se apuró para hablarle.
—Sí, Chiye, tengo que hacer algo ahora, adiós.
Kou se acercó también a las chicas, sin saber como afrontar la situación, así que decidió hacer lo que siempre ha hecho, ser él.
—Yukihiro, decir que estás bien cuando tienes la cara hinchada, con la marca de lo que parece ser un fierro o vara, es insultar nuestra inteligencia.
La joven rubia, ladeó su rostro, demostrando que no tenía interés alguno en estas preguntas, solo quería irse.
—Acaso había inteligencia en ti, ¿Kou? —dijo Chisako, contestando molesta.
Kou, estuvo a punto de soltar una salvajada hiriente, pero se mordió la lengua. Las cosas en la banda habían mejorado un poco, y no quería arruinar eso.
—Como quieras, no preguntaré más, Yukihiro. Saku, acompaña a nuestra... Tu mano... ¿También está?
—Solo me caí por mi estúpida ceguera, no paso nada, me golpeé la cara con una barra de las barandas de mi casa, y caí mal con mi mano. No se preocupen, estaré bien en dos días más, eso es todo —mencionó Yukihiro de manera cortante.
La joven señorita, retomo su camino, para poder alejarse de sus compañeros, lo que menos quería era tener que dar explicaciones y sobre todo a la gente que deseaba evitar. Pero sin duda no era su día de suerte, a su nariz le llegó un fuerte aroma que ella reconocía, un olor cítrico que la paralizo.
Una mujer de pelo albina, observó el paso indeciso de la ciega.
—Querida Chisako, dime ¿Qué te sucedió en tu bello rostro? —preguntó Satomi. La expresidenta de consejo había aparecido casi de la nada. En él apuró de Chisako, en irse, no se percató de la persona que siempre intentó evitar.
Satomi, agarró el rostro para ver mucho mejor la hinchazón, provocándole algo de dolor a Yukihiro, que puso una expresión de sufrimiento en su cara, en cambio, eso le dio placer a la albina.
—Supongo que esto es lo de siempre, ven acompáñame querida, te ayudaré con ello —. Satomi le acarició la mejilla sonriéndole.
—Yo... No... — Intentó decir Chisako, aun así, casi nadie la oyó.
La chica, de cabello albino, tomó la mano con la que Yukihiro sostenía el bastón para llevársela, pero en la desesperación de la pobre jovencita, sintió que una cálida persona le agarró de la otra mano deteniendo el andar de las otras dos.
—Yukihiro, tenemos que ir a la sala de los profesores, a ver el tema de las inscripciones.
—Sí... Tienes... Razón, vamos... Chiye.
Sakura, guió a Chisako, para llevarla a algún lugar alejado de Satomi.
—Después nos vemos Kou y Zendo—. Se despidió antes de irse.
El líder de la banda miró sin sorpresa la situación de su saxofonista, muy contrario al baterista, que estuvo sorprendido por las acciones de la expresidenta, que observó con intenciones ocultas a las dos chicas que se iban del lugar, mordiéndose el labio y sonriendo.
Sakura, arrastró por todos los pasillos a Yukihiro, hasta llevarla al patio, buscando un sitio del colegio donde quedaran ellas solas, lo que consiguió. Fueron a una pequeña gaceta que se ocupaba para guardar las herramientas del jardín de la academia.
—Ven siéntate aquí en el pasto Yukihiro.
Aun así, la joven señorita seguía preocupada, esta era la segunda vez que la salvaba de esa mujer, pero conocía muy bien a Satomi, no iba a permitir que esto quedara así.
—Chiye, te agradezco la ayuda. No sé cómo decirte lo siguiente, tienes que evitar acercarte a Satomi, ella... Ya sabes, podría volverte su...
Yukihiro no termino de hablar, no le apetecía decirlo, en este punto lo único que la calmaba curiosamente era el perfume dulce que utilizaba Chiye.
—¿Volverme qué, Yukihiro?
—Nada, solo olvídalo... A todo esto ¿A qué huele tu perfume? Es inusualmente dulce.
La pregunta sacó un poco de contexto a Sakura, miró a su amiga, como si estuviera bromeando, pero entre más veía su inexpresivo rostro, se daba cuenta que hablaba en serio.
—No es un perfume, solo una colonia, el aroma es algodón de azúcar, Yukihiro, ¿acaso no lo reconoces?
—Disculpa, no sé qué es un algodón de azúcar, pero huele muy bien, me agrada.
A la alegre Sakura, se le había olvidado por un segundo que en este momento se encontraban a solas, y una frase de Chisako bastó para acelerarle el corazón, se puso demasiado nerviosa, nerviosismo del cual Yukihiro se percató por el tono de su voz.
¿Por qué cada vez que tengo que estar junto con ella me pongo así?, No puedo afectarme tanto un beso ¿Cierto?, piensa claramente, no hay nada más que eso, ¿No? Sus labios... Sus bonitos labios que brillan, su piel tan delicada, ese hermoso cabello rubio, inclusos esos ojos grises que siempre miran perdidos ocultos por esas gafas oscuras. Y su aroma a café con anís es tan... Por el amor Dios, ¿Qué me sucede? Céntrate, Sakura.
—Te quedaste en silencio Chiye, ¿Pasa algo?
—No... No... Nada, olvídalo.
Por alguna razón, no percató que Yukihiro sonreía abiertamente por un solo motivo, tal vez no podía ver, pero notaba la intranquilidad de Chiye, así que suponía que sucedía.
—Sakura, ¿Podrías acercarte un poco y ver que tengo en mi ojo derecho? Me lleva molestando de hace un rato. Solo ten cuidado de que la luz del sol me dé en ellos.
—Ehh... Sí, como no —respondió, Sakura muy nerviosa.
Se acercó lentamente a su rostro, le quitó las gafas, y comenzó a ver, pero no miró a sus ojos, sino a sus labios, fue entonces que Yukihiro, llevó sus manos a la cara de Sakura, buscando su boca, una vez los encontró, la besó.
Nuevamente, Chiye, se sentía pasada a llevar, pero disfrutó la unión. Luchó internamente para empujar a Yukihiro, aun así, quería esto, y cuando Chisako metió la lengua dentro de la boca de Sakura. No pudo hacer nada más, se dejó guiar. Cerró los ojos, sin darse cuenta, abrazó por la cintura a Yukihiro, mientras que su amiga, pusó la otra mano en su nuca.
El beso para Chiye, era algo que no entendía como podía gustarle tanto. Percibió un mar de sensaciones que la cobijaban, que la hacía perder los sentidos, dejando pasar, soló el tacto y olvidarse de todos lo demás.
En cambio, para Chisako, era netamente estimulante, buscaba algo de placer y divertirse, o eso pensó, hasta este momento, en que empezó a sentir cosas parecidas a las que sintió por Satomi al inicio; cariño. Después de mucho tiempo, pensando que no podría volver a percibirlo, por los depravados juegos de la peliblanca. Ahora, por primera vez después de mucho, al fin lo sintió, dejándose llevar felizmente, olvidándose de cualquier problema, incluso de los maltratos de su abuela.
Todo fue perfecto por unos segundos, hasta que la duda y el miedo por pensar que esto estaba mal, terminó invadiendo a Sakura, armándose de valor y empujando a Chisako, para dejar de besarla.
—¿Qué sucede contigo? Como...
Yukihiro instintivamente se tapó el rostro y soltó un grito diciendo "no, por favor", esperando recibir un golpe, debido al empujón que, le hizo recordar todo lo sucedido de ayer.
—Oye no te voy a lastimar... Tranquila... La marca de tu rostro, y tus dedos. Te agredieron a propósito ¿No es asi?
—Dices tonterías, simplemente me asusté por lo agresiva que fuiste.
Sakura sabía que mentía, por dos razones, el primero no la empujó fuerte, apenas lo hizo y lo segundo a Chisako, le tembló la voz.
La joven invidente se mordió el labio intentando no mostrar sus sentimientos, pero no lo logró, hasta que las lágrimas comenzaron a caerles de los ojos de lo asustada que estaba.
—Yukihiro, no quise que te sintieras mal, yo no estaba de acuerdo con el beso... Tuve miedo, no sé qué tengo que sentir, solo sé que esto está mal o eso creo, es muy confuso para mí.
Sakura, terminó abrazando a Yukihiro, donde ella pudo llorar sobre el pecho de su amiga, pese a lo sucedido.
Bend: un término del jazz refiriéndose o bien a establecer un tono, deslizándose hacia abajo y regresando a la nota original, o deslizándose hacia arriba de la nota original.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro