Ahí estaban; uno frente al otro. Habían rogado tantas noches su reencuentro, mientras buscaban en los rincones del universo a su extraviada pareja.

Sus fuegos helados danzaron una sola noche juntos, aún recordaban como era bailar sobre las estrellas, con lunas en los ojos y soles en sus anillos, pero al parecer desde entonces la melodia de sus corazones siguió un mismo ritmo.

Sus miradas volvieron a encontrarse. El brillo en sus ojos opacaba el de las estrellas en el cielo, tal vez eran dos soles perdidos en un mundo del que no eran dueños. Sus manos se acercaron, tal vez hoy volverian a danzar.

Pero de pronto comenzaron a alejarse, intentaron luchar contra sus orbitas, alargaron sus estelas, se gritaron miles "Te amo", pero simplemente nadie puede luchar contra las leyes del universo.

Ahora siguen viajando por el universo, preguntando a las estrellas por su amado y su amada. Rogando al universo un último reencuentro, pues el fin de sus existencias esta cerca y probablemente su vida solo alcance para una sola casualidad más.