CAPÍTULO XI
Si comentan mucho les dedico un capitulo y hago maratón la próxima semana ♡
Desde la última vez que Taehyung vio un rostro conocido, había pasado una semana. Extrañaba demasiado a Jimin, a Hoseok, a Paul y a Ha In. Eran personas importantes para él, y no tenía noticias de ninguno.
Ni siquiera sabía cuando volvería a ver el sol, no sabía si saldría de esa celda algún día, solo quería volver el tiempo y jamás haber nacido condenado en esas murallas, el deseaba jamás haber nacido en un país lleno de guerra y odio, deseaba no haber nacido nunca.
Aunque no se quejaba de su estadía en ese lugar, por alguna razón, un día después de llegar ahí, en todas sus comidas le servían fruta y arroz, y además le dieron una manta para cubrirse del frío, incluso uno de los guardias de la noche, le entregó un libro para que lo leyera a escondidas de los demás, titulado " La Divina Comedia" escrito por Dante Alighieri.
Por su título, creyó que estaría riendo a cada momento, no imaginó que el libro relataría la historia de un hombre que visitó el infierno por una mujer.
Dejó de leer las últimas páginas de su ejemplar cuando una figura bastante conocida se detuvo frente a su celda. El Sub-teniente Kim Namjoon estaba ahí con una sonrisa. Taehyung corrió hasta llegar a su lado, separados solo por las barras de metal que mantenían al soldado encerrado.
-Soldado Kim, me alegro de saber que está en buenas condiciones.
-¿Qué hace aquí Subteniente? ¿Cómo sigue su herida?-preguntó emocionado de ver una cara conocida.
-Estoy bien Taehyung ¿Cómo se encuentra usted? Lamento no haber venido antes, Jungkook es demasiado estricto en algunos aspectos y no permitía visitas de nadie, tuve que amenazarlo para poder venir.
-Lo entiendo, aún así aprecio mucho que haya venido, me hace feliz ver una cara conocida.
-Me alegro ¿Leíste el libro que te envié?-preguntó Namjoon con una sonrisa, sabía que Taehyung se alegraría al tener una nueva lectura.
-Si ¿Lo envió usted? ¿Por qué?
-En agradecimiento por los días que me ayudaste mientras estaba en recuperación, pero no vine a hablar sobre eso, vine a sacarte de aquí-respondió Namjoon, al tiempo que uno de los guardias quitaba el candado y abría la celda.
Taehyung se alejó de la reja y esperó a que estuviera abierta por completo. Namjoon se acercó a él y lo tomó de las manos para sacarlo de ahí. Una vez fuera, los ojos de Taehyung se enrojecieron, era libre de nuevo.
No quería acercarse al Subteniente, no se había lavado en una semana y seguro estaba lleno de suciedad y mal olor. Pese a eso, Namjoon no dudó en darle un abrazo, en el poco tiempo que llevaban de conocerse, Namjoon había aprendido a querer a Taehyung.
Antes de salir del lugar, Namjoon detuvo a Taehyung y le pidió a los guardias que los dejaran solos. En la privacidad del calabozo, Namjoon le habló a Taehyung de algo que estuvo pensando durante toda la semana.
-Aléjate de Jungkook, no es bueno que estés cerca de él-empezó Namjoon-no se cual es tu relación con Jungkook, pero si quieres tener una vida tranquila aquí lo mejor será que te alejes de él. Jungkook no es una buena persona, y no me refiero a que sea un asesino o un hombre corrupto, no es una buena persona porque no está bien, Jungkook ha perdido a compañeros y personas muy importantes para él, estar en esta guerra es como estar en el infierno, y Jungkook buscará la manera de salir mientras hunde a los demás.
-No...no entiendo porque me dice esto...el Capitán y yo no tenemos ninguna relación de amistad.
-Al dejarte salir de aquí sin represalias, Jungkook se enfrenta a burlas y a discusiones con sus superiores. Taehyung, golpeaste a un Capitán del ejército, es un delito que se paga con cárcel y no se cuales son las intenciones de Jungkook al dejarte libre y fingir que nada sucedió. Aléjate de él para evitar que te arrastre con él, la única persona que Jungkook necesita para estar tranquilo es a Ha In, no necesita a nadie más-Namjoon señaló la puerta y Taehyung la abrió de un golpe-Espero no verte cerca de él y no te preocupes, si es él quien se acerca a ti, yo mismo me encargare de que nunca más se crucen de nuevo.
Al salir ambos se despidieron con un apretón de manos y cada uno siguió su camino. Taehyung no tenía de qué hacer ahora, pero en ese momento solo quería ver a sus amigos de nuevo, así que corrió de nuevo al campamento y encontró a Ha In hablando con Jimin y Paul, mientras Hoseok estaba en el suelo sin camisa, disfrutando del sol.
Jimin estaba de espaldas a él, pero fue el primero en darse cuenta de su presencia. Conocía los pasos de Taehyung como se conocía a sí mismo. Con un brillo en los ojos miró hacia atrás, y entonces vio a su amigo corriendo hacia él, no dudo en hacer lo mismo y correr hasta llegar a Taehyung. Ambos cayeron al suelo y Tae gimió de dolor, pero Jimin siguió aferrándose a él, no quería volver a perderlo.
-Me estas asfixiando-dijo Taehyung con la voz ahogada, el peso de Jimin y la fuerza de sus brazos en su cuello en serio lo estaban asfixiando
-Lo siento, lo siento ¿Cómo es que estas aquí? ¿El Capitán te libero? ¿Te trato mal? dime, no me importa tener un castigo con tal de defenderte de cualquiera.
-Estoy bien Jimin, el Capitán me dejo ir, supongo que no es tan malo como parece.
Paul se acercó a él y lo ayudó a levantarse, también lo abrazó y lo despeinó un poco. Extrañaba las charlas en las noches con Taehyung y Jimin.
-Me alegro que estés libre, no conozco muy bien al Capitán Jeon, pero debe quererte mucho para no levantar cargos en tu contra.
-No no, el Capitán debe tener otros motivos, no creo que lo haya liberado sin más, ni siquiera son amigos.-Jimin aun no entendía porque su amigo estaba libre, pero por el momento no quería buscar una explicación, solo quería pasar tiempo con Taehyung y ayudarlo en todo.
-Jungkook tiene un corazón noble, estoy segura de que te libero porque está agradecido contigo-comento Ha In, quien observaba a los chicos con una sonrisa, ella también estaba feliz por el regreso de Taehyung.
Taehyung le sonrió y Jimin lo acompañó hasta la habitación. Todas sus cosas estaban igual, Jimin no movió nada de lugar, sus collares y libros estaban en el mismo sitio. Taehyung se echó en su cama y se abrazó a las cobijas.
Jimin se echó encima de él y se aferró a él de nuevo, aunque nunca lo diría, durante los días que Taehyung estuvo ausente, Jimin lloró todas las noches, tenía miedo de no ver a su amigo nunca más. No sabía cómo podría volver a las murallas, mirar a la cara a Mi-Suk y decirle que su hijo estaba en prisión.
-¿Me extrañaste demasiado?-pregunto Taehyung con una sonrisa mientras sostenía el rostro de Jimin entre sus manos.
-Si, no puedo imaginar una vida en la que no estés junto a mí-respondió Jimin, esta vez quería ser sincero con su amigo, no quería guardarse nada.
Taehyung abrazo por el cuello a su amigo y Jimin aprovecho para darle un beso en la mejilla, ambos se sonrojaron, pocas veces se daban muestras de amor, pero su amistad era tan sincera que no hacía falta decir lo mucho que se amaban, con una mirada era suficiente para saber que eran importante para el otro.
Se separaron al escuchar pasos cerca. Paul entró a la habitación con una sonrisa y le entregó un plato de arroz, carne y Japchae.
-Cortesía de Ha In-explicó el soldado al ver la cara de asombro de Taehyung.
-Pero...¿Cómo consiguió esto? ¿Cómo supo qué mi comida favorita es el Japchae?
-Jimin y yo nos encargamos de conseguir la carne, y Ha In averiguo el resto por su cuenta. Estuvo preguntando toda la semana por ti, realmente estaba preocupada por ti, todos lo estábamos.
Los tres se juntaron en la cama de Taehyung y compartieron la comida, hablaron de las cosas que pasaron en la ausencia del soldado y rieron contando anécdotas graciosas. Pasaron dos horas juntos, hasta que alguien golpeó a la puerta, entonces guardaron los platos y fingieron dormir mientras Paul abría.
El Capitán Jeon estaba al otro lado de la puerta, con un libro en las manos y una sonrisa en los labios. Paul levantó una ceja al verlo ahí, la última persona que esperaba ver en su dormitorio era Jeon Jungkook.
-Capitán...
-¿Esta Taehyung?-preguntó sin rodeos.
-Si, está durmiendo-respondió Paul, pero eso no pareció importarle a Jungkook, que entró a la habitación sin permiso y se acercó a la cama de Taehyung.
-Soldado Park, salga de la habitación. Paul, usted también.-ordenó Jungkook.
Jimin también fingía estar dormido, pero al escuchar la orden, no tuvo más remedio que levantarse y dejar a su amigo a solas con el tipo que lo encerró.
Taehyung se negaba a abrir los ojos, no quería ver a Jungkook a los ojos. No podía hacerlo, porque entonces tendría que admitir para sí mismo que el Capitán le gustaba, que estuvo pensando toda la semana en sus ojos, en su sinceridad al hablar y en lo triste que parecía cuando él lo rechazó. Taehyung no quería aceptar su realidad.
Jungkook se sentó en la cama de enfrente y decidió observar a Taehyung. El ya había aceptado su derrota, le gustaba un hombre, el tiempo que Taehyung estuvo encerrado lo hizo darse cuenta de que extrañaba ver su sonrisa, extrañaba verlo caminando con sus amigos por el campamento mientras trataba de evitar su mirada.
Taehyung no soportó más la mirada de Jungkook y abrió los ojos de golpe, sobresaltando al Capitán. Jungkook dio un brinco en la cama y se llevó la mano al pecho.
-Oh, Capitán, no sabía que estaba aquí-dijo Taehyung con fingida sorpresa.
-Ya-respondió Jungkook rodando los ojos, era obvio que Taehyung sabía que estaba ahí-¿Cómo te encuentras?
-¿Yo? Perfectamente, como si nunca hubiera estado en la cárcel-respondió con sarcasmo.
Taehyung se levantó de la cama y tomó una camiseta y un pantalón limpio. No se sentía capaz de aguantar un segundo más con la suciedad en su cuerpo. Abrió la puerta que Paul cerró antes de salir, pero Jungkook se adelantó y la cerró de golpe. Acorralando a Taehyung.
La respiración de Jungkook golpeaba con fuerza el cuello de Taehyung. Ambos se miraban fijamente, Taehyung desvió la mirada a los labios de Jungkook por un momento. Se lamió los labios inconscientemente y eso hizo a Jungkook pasar saliva, ninguno de los dos sabía cómo controlarse.
Jungkook levantó su mano y retiró unos mechones de pelo de la frente de Taehyung. Se atrevió a colocar una mano en su cuello y miró a Taehyung, pidiendo permiso para continuar. Los ojos del chico le dieron luz verde.
Jungkook podía oír los latidos desesperados de Taehyung, él estaba igual de ansioso en ese momento.
Ambos eran de la misma altura, así que Jungkook solo tuvo que acercarse un poco para rozar los labios de Taehyung. Jungkook tembló al sentir la respiración agitada de Taehyung contra sus labios. La mano de Jungkook apretó ligeramente el cuello del soldado y lo acercó por completo a él.
El primer contacto fue tímido, tierno, inocente y sutil. Ninguno movió los labios durante unos segundos, disfrutando la sensación. Los brazos de Taehyung rodearon con temor el cuello de Jungkook. Eso le dio impulso al Capitán para mover los labios y abrirse paso a través de la boca de Taehyung.
La lengua de Jungkook chocó con la suya, provocando una sensación tan placentera que lo hizo jadear. Al escucharse, se separó del Capitán, sorprendido.
Taehyung se llevó las manos a la boca y con los ojos abiertos, miró a Jungkook , quien estaba con los labios hinchados y la respiración acelerada. Empujó a Jungkook y salió corriendo de la habitación.
Corrió sin importar los gritos de Jimin, que llamaba preocupado a su amigo. Corrió hasta llegar al río y se lanzó sin siquiera pensar. El agua fría lo hizo reaccionar, salió a la superficie y respiro con dificultad. Tomó una esponja de la orilla y fregó su cuerpo con fuerza, limpiando su cuello y sus manos con intensidad. Limpiando los lugares que Jungkook tocó.
En ese momento lo acepto, le gustaba el Capitan Jeon, realmente le gustaba Jungkook. Pero enamorarse no era algo que podía hacer en medio de la guerra, no podía entregar su corazón a un hombre que seguramente solo estaba jugando con él, un hombre que solo quería experimentar.
Taehyung había sido herido en el pasado, por muchos chicos dentro de las murallas que se acercaban a él por su belleza, pero que al final terminaban yéndose porque solo estaban buscando una nueva aventura, algo para salir de la rutina.
No estaba dispuesto a abrir su corazón a un hombre que tenía un compromiso, en cuanto terminara la guerra, él se casaría con Ha In y Taehyung volvería a las murallas. Sus caminos nunca se juntaron, lo mejor era fingir que nada sucedió y seguir con sus vidas por aparte.
Salió del agua después de unos minutos, su cabello pegado a la frente y el cuerpo limpio. Colocó una toalla en su cintura y se quedó de pie, mirando el cielo. El día estaba nublado, pronto empezaría a llover. Aun así, se mantuvo ahí, de pie hasta que la primera gota cayó, mezclándose con sus lágrimas.
No era un hombre valiente, claro que no lo era. Aunque sus padres lo felicitaran todos los días al volver del entrenamiento y le dijeran lo orgullosos que estaban de tener un hijo tan valiente como él, la realidad es que Taehyung era un cobarde.
Siempre bajo la sombra de los demás, con miedo de expresar lo que sentía. Si estaba en el ejército, solo era por obligación, él jamás quiso ser un soldado, el gran hombre que salvaría a su familia.
Toda su maldita vida fue un cobarde, escondiéndose de los matones en su escuela, refugiándose en Jimin, que lo defendía de todo. Nunca aprendió a ser un hombre de verdad, si su padre se enterara, seguramente dejaría de estar orgulloso de él, del supuesto hombre que estaba ahí, peleando una guerra que no era suya.
La lluvia caía sobre su rostro. La toalla en su cintura ya estaba mojada, pero Taehyung no sentía frío, no sentía el agua, no sentía nada. Solo era un chico débil parado en medio de la lluvia, con la esperanza de que un Dios se compadeciera de él.
Una manta en sus hombros lo hizo volver a la realidad, miro al hombre a su lado y sonrió con tristeza, el destino parecía estar en su contra.
-Vamos adentro, puedes resfriarte si te quedas aquí toda la tarde-enrollo a Taehyung con la manta y tomo su mano con delicadeza, el soldado no opuso resistencia así que lo llevó con él hasta entrar a su habitación y cerrar con seguro la puerta.
Taehyung observó la habitación de Jungkook, nunca antes había estado ahí. Las paredes eran bastantes simples, blancas pero oscuras, un escritorio lleno de papeles en un rincón y una cama doble en medio de la habitación. No había mucha decoración, solo un cuadro de un bosque y ángeles alrededor de los árboles. La ropa estaba en el suelo, esperando ser lavada por alguien.
-Puedes ponerte mi ropa, pareces ser de mi talla-ofreció Jungkook, sosteniendo un pantalón militar y una camiseta blanca.
Taehyung aceptó la ropa, pero no se quitó la toalla de la cintura. Jungkook entendió la mirada del chico y se dio la vuelta. Escucho la toalla caer y paso saliva, tenía al hombre que le gustaba desnudo, a metros de él. Taehyung se vistió tan rápido como pudo, una vez listo, tocó el hombro de Jungkook para darle a entender que ya podía mirar.
-Puedes sentarte Taehyung, tenemos que hablar-anuncio Jungkook.
El soldado se sentó en el borde de la cama. Jungkook por su parte, se sentó encima del escritorio, con su pierna derecha en el suelo y la izquierda en el aire.
-¿Por qué huiste Taehyung? ¿Tan mal beso?-pregunto Jungkook, él no entendía que había hecho mal con el chico.
-Capitán, no quiero una relación con usted. No quiero ser parte de su juego-respondió Taehyung a la defensiva.
-¿Mi juego? ¿De qué mierda estás hablando?
-De todo esto, su declaración en la montaña, su agradecimiento por salvarle la vida, su ayuda en mis pruebas y ahora ese beso. No quiero seguir creyendo que algo puede suceder entre nosotros. Usted está comprometido, Ha In es mi amiga, no puedo hacerle esto.
-No estoy jugando contigo, las cosas que hice, las hice porque así lo quise. Voy a casarme con Ha In en cuanto la guerra termine, pero no quiero perder la oportunidad de estar con alguien que en verdad me gusta, no quiero perder la oportunidad de estar contigo.
Taehyung contuvo la respiración, Jungkook le estaba poniendo las cosas difíciles.
-No, esto no puede ser. Somos hombres, estamos en el ejército, si alguien nos descubre podríamos morir, no quiero eso para ninguno de los dos.
-Actuaremos igual que siempre ante la gente, pero cuando llegue la noche, en nuestra intimidad, podremos expresar cada uno de los sentimientos que guardamos durante horas Taehyung.
-No es tan fácil, además...usted no me gusta.
-¿Enserio? Yo no suelo temblar cuando alguien que no me gusta está frente a mi, y tampoco correspondo los besos de alguien que no me agrada.
-¿Estas enamorado de mi, Jungkook?-pregunto Taehyung, y Jungkook se sintió en el cielo al escuchar su nombre salir de la boca del soldado.
La pregunta quedó en el aire por unos segundos en los que Jungkook intentaba ordenar las ideas dentro de su cabeza.
-No puedo enamorarme de ti si no me abres tu corazón, si no me dejas entrar en tu vida-Jungkook no estaba enamorado de él, pero estaba seguro de que sentía algo por el chico que estaba frente a él.
-Romperás mi corazón, no quiero pasar noches llorando en silencio.
-No romperé tu corazón-aseguró Jungkook.
-No puedes estar seguro de eso, no sabes que nos espera en el futuro.
-Entonces déjame demostrarte que serás feliz junto a mi, puedo hacerte dichoso cada día que pases a mi lado.
-Lo siento..-la frase quedó en el aire, y Jungkook no necesito más palabras para saber que Kim Taehyung lo estaba rechazando, por segunda vez.
Se alejó del escritorio, le dedicó una última mirada a Taehyung y abrió la puerta de la habitación.
-Tus labios son bonitos.
VALENTINA GL.
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