CAPÍTULO VII
Jungkook caminaba desesperado frente a la habitación en donde tenían a Namjoon. Ya llevaban unos cuantos minutos ahí dentro, nadie salía a dar noticias y Jungkook cada vez perdía más la esperanza de que su amigo se salvará.
Era una herida de brazo, pero se desangraba muy rápido, y al haber corrido con él en sus brazos para salvarlo lo había lastimado más, sin querer.
Las balas y el sonido de los cañones no cesaba. A metros de Jungkook el General McCarty daba órdenes para disparar con los tanques y organizaba estrategias para vencer a los rojos. Mientras tanto Seokjin mantenía a sus soldados con ánimos, les daba indicaciones para defenderse y les decía en qué punto exacto disparar para perforar los tanques del enemigo.
Al otro lado de la casa, Jimin acariciaba el rostro de Taehyung. Su amigo estaba dormido en sus piernas, la planta lo hizo perder la conciencia y Jimin decidió quedarse con él antes que volver a luchar. El también escuchaba las bombas y sentía el retumbar de la casa cada vez que una caía demasiado cerca. Tapaba sus oídos mientras lágrimas de miedo se deslizaban por sus mejillas.
Ese día todos conocieron las consecuencias de una guerra.
🪖🪖🪖
-¡Retirada! ¡Retírense todos! ¡Retirada!-gritó el General McCarty después de que los Norcoreanos cruzaron la segunda línea.
Obedientes, los soldados comenzaron a recoger las armas y los tanques se retiraron en medio de las balas que aún seguían lanzando los rojos. Jungkook escuchó el sonido de los tanques alejándose, entonces supo que habían perdido la batalla. Abrió la puerta de la habitación y se encontró a Namjoon inconsciente en la cama y a Ha In vendando la herida.
-Ya casi terminó, por suerte la bala no traspasó el hueso, pronto estará mejor-le dijo Ha In con una sonrisa.
-Tenemos que irnos, empaca tus cosas y ve con los demás hombres.
-¿Qué? Namjoon no puede viajar en este estado, se abrirá la herida de nuevo-explicó Ha In.
-Yo me encargo de él, ve y sube a un avión lo antes posible-le ordenó Jungkook.
-¿Avión?-preguntó una de las muchachas que acompañaba a Ha In.
-Los Estadounidenses trajeron aviones para movilizarse más rápido, vayan con ellos.
¿Y tú?-Preguntó Ha In preocupada por Jungkook.
-Iré después-le aseguro y Ha In no le creyó, no quería pelear en ese momento, así que se alejó de Namjoon y caminó hasta la salida pero Jungkook la detuvo y se acercó a su oído-Asegúrate de que Taehyung suba al avión contigo-Ella asintió antes de salir y buscar a Taehyung.
Encontró a Jimin en un rincón de la casa, llorando mientras acariciaba la cabeza de Taehyung. Ha In pensó lo peor al ver la escena, pero al acercarse pudo notar que ambos estaban bien. Ayudó a Jimin a levantar a Taehyung y entre ambos lo llevaron a un avión, en donde subieron a Taehyung en una camilla y luego subieron ellos, los aseguraron a los asientos, entraron dos soldados más y entonces el avión despegó sin importar los hombres que quedaban atrás.
Ha In mordía sus uñas ansiosa, decir que estaba desesperada era poco, si no tenía noticias de Jungkook pronto iba a enloquecer. Rezaba para que el hombre hubiera subido a un avión junto a Namjoon. Aunque Ha In era consciente de que Jungkook siempre era protegido por otros soldados, tenía miedo de no volver a verlo.
-¿Qué le pasó a Taehyung?-pregunto para distraer su mente.
-Mató a un soldado y entró en shock-respondió Jimin quien iba sentado a su lado.
-¿Nunca mataron a alguien en las murallas?
-No, ahí todos nos respetamos, las personas mueren por la vejez-respondió Jimin con un tono de voz apagado.
Ha In asintió y recostó su cabeza en la silla, aun no asimilaba todo lo sucedido. Estuvo en medio de una guerra, escuchó las balas y los tanques, escuchó los gritos de dolor de los soldados al ser heridos, pero estaba tan concentrada en salvar a Namjoon que nada de eso tuvo importancia en el momento. Ahora en medio del silencio, su cabeza era atormentada por murmullos. Cerró los ojos y decidió dormir para dejar de pensar.
Por su parte, Jungkook aun seguía en tierra. Yoongi le cuidaba la espalda mientras él caminaba con Namjoon en brazos. Cuando ambos llegaron al avión más cercano, subieron a su amigo en una camilla y luego él y Yoongi montaron en la parte de atrás del avión.
El aparato despegó y Jungkook vio desde la ventana como el suelo se alejaba de ellos. Se quitó el casco y lo tiró con fuerza al piso. Yoongi se acercó a él y lo obligó a sentarse y calmarse.
La mente del Capitán era un caos, hirieron a su amigo, tuvo que enviar a Ha In en otro avión sin saber su propio destino, mataron a la mayoría de sus hombres y los que estaban a salvo tenían traumas. Toda su tranquilidad se fue a la mierda en minutos.
-Nada de esto es tu culpa ¿Entiendes?-Yoongi sabía que Jungkook solía echarse la culpa de todo para evitar que otros cargaran con el sufrimiento.
-La mayoría de ellos están muertos por mi culpa, no pude defenderlos, les prometí que volverían a ver a sus familias y ahora solo son cadáveres-Jungkook habló con la voz apagada, todo su ser estaba apagado.
-Jungkook, estamos en una guerra, no puedes salvar a todo el mundo-explicó Yoongi-ya hemos pasado por esto antes, tienes que dejar de culparte por cosas que no están en tus manos.
-Hyung, a todas las personas a las que les he prometido llevarlos de regreso a casa, ninguna está viva-dijo Jungkook con lágrimas en los ojos.
El corazón de Yoongi se rompió al ver a su amigo destrozado, él era consciente de lo difícil que es estar en una guerra, pero era aún más difícil para los altos mandos, pues ellos eran los responsables de la vida de sus soldados.
Si Yoongi hubiera sabido que destrozaría a Jungkook al cederle su puesto, jamás lo habría hecho.
El llanto de Jungkook cada vez era más fuerte, Yoongi lo abrazó sin decir nada y dejó que su amigo se aferrara con fuerza a él, como cuando eran unos niños y Jungkook se lastimó el pie jugando fútbol, corrió a sus brazos y Yoongi no dudo en consolarlo.
Después de horas en el aire, los 9 aviones estadounidenses aterrizaron en Pusan. Estaban en el borde del país, literalmente. Los soldados bajaron en orden, a los heridos los bajaron en camillas y los demás corrieron a sus habitaciones buscando silencio y tranquilidad.
Jungkook tenía los ojos hinchados por haber llorado, se cubrió el rostro avergonzado y fue a buscar a Ha In. La encontró fácilmente en la enfermería, estaba junto a Namjoon, revisando su herida.
-¿Cómo está?-preguntó recargado en la puerta.
-Bien, por suerte el avión no hizo movimientos bruscos así que no se abrió la herida-explico Ha In acercándose a el- ¿Estas bien? ¿Estuviste llorando?
-No estoy bien, pero en unas horas estaré mejor-le aseguro y acaricio su mejilla, Ha In tomo sus manos y las beso.
-Ya paso todo lo malo ¿Si? Namjoon está bien, todos estamos bien, no llores por favor-le pidió Ha In y el asintió-
-Capitán Jeon-gritó un soldado desde lejos, Jungkook volteo a ver-El General lo necesita en la oficina
Ha In se separó de Jungkook y se acercó de nuevo a Namjoon, tomó un trapo húmedo y lo colocó en su frente para controlar la temperatura. Jungkook salió de la enfermería y siguió al soldado hasta llegar a la oficina del General.
Se encontró con varios hombres desconocidos, todos alrededor de una mesa rectangular, el General McCarty estaba en la silla principal, después unos hombres que no recordaba haber visto nunca, y en el final de la mesa se encontraba Yoongi junto al Comandante Seokjin. Jungkook entró al lugar y se sentó en la única silla vacía, suponiendo que era para él
-Capitán, lo estábamos esperando-hablo un hombre que parecía ser Estadounidense.
-Bien, pues ya estoy aquí
-Teniente ¿Tenemos listo el reporte?-preguntó el General y Paul asintió desde su lugar.
-Si señor, perdimos alrededor de 100 hombres, la mayoría provenientes del interior de las murallas. También calculo que las líneas marinas y aéreas retrocedieron aproximadamente 15 kilómetros, lo que significa que si los comunistas siguen avanzando a ese ritmo invadirán el país completo en seis días.
-¿Cuál es nuestro siguiente movimiento?
-Vamos a enviar más refuerzos, Japón ha dicho que enviará 40.000 hombres para apoyar-Paul se detuvo y miró a Jungkook-Pero no llegarán hasta dentro de tres días, para ese momento los Comunistas ya habrán invadido el 75% del país, lo siento.
-¿Lo sientes?-espeto Jungkook con una sonrisa en su rostro-Lo sentirá mas tu puta familia cuando le envié tu cadáver en una bolsa.
-Capitán-advirtió el General desde su asiento.
-No, no pienso quedarme sentado sin hacer nada viendo como todo mi país es invadido por el enemigo
-Lo único que podemos hacer es esperar-explicó Paul con resignación.
-Esto es una mierda.
-¿Que haremos hasta entonces? ¿Qué pasa si los Japoneses no son suficiente ayuda y los Comunistas nos quitan todo el territorio?-pregunto Yoongi tranquilamente.
-Bueno, no lo habíamos pensado...-murmuró un joven al lado de Paul.
La sala se llenó de silencio. No tenían un plan. No tenían una solución. Dependen de otros soldados para salvar su país. Sus soldados estaban muertos. Realmente estaban jodidos.
En medio del silencio Seokjin carraspeó llamando la atención de todos en la sala, que voltearon a verlo esperando a que hablara o hiciera algo.
-Yo...creo que deberíamos armar una barricada, crear un espacio seguro en caso de que la ayuda Japonesa no funcione, también podríamos hacer trincheras desde ya para salvar la mayor de vidas posibles-habló en voz baja y con la cabeza inclinada hacia el suelo.
-¿Si? ¿Y con que armamos las barricadas genio?-se burló un soldado, amigo del General.
-Podemos usar los cañones y traer bolsas de arena, también podemos usar ladrillos-explicó Seokjin.
-Lo atravesaran en cuestión de minutos, es una pésima idea-volvió a hablar el mismo hombre.
-No tienen porque atravesarlo si los Japoneses y los refuerzos defienden bien lo poco que nos queda de territorio-Jungkook miró al soldado y este bajó la mirada, intimidado.
-La idea del Comandante es buena-admitió el General-pero debemos armar la barricada con mejores elementos, sino, moriremos en segundos.
-Podemos usar árboles, los derribamos con los tanques y los usamos como barricadas, pero ¿Desde dónde y hasta donde?
-En la punta sureste de la península, incluyendo al puerto.-propuso Seokjin.
-Es demasiado territorio, son más de 200 kilómetros-cálculo Paul rápidamente.
-Es suficiente, necesitamos espacio para los aviones, tanques, cañones y las literas de los soldados-explicó Seokjin con voz firme.
-Bien, está decidido, empiecen a trabajar lo antes posible-ordenó el General y todos obedecieron, saliendo en orden..
-¿Enserio vamos a hacer lo que dijo alguien de las murallas? Es un acto suicida seguir las ideas del Comandante-murmullo alguien entre dientes.
-Cállate, por lo menos el Comandante sabe usar la boca para algo más que para decir estupideces-le respondió Yoongi y salió de la habitación.
Jungkook salió detrás de él, camino a la enfermería, cuando llegó al lugar se encontró con otros enfermos en varias camillas y mujeres que no recordaba haber visto, caminaban de un lado a otro con pastillas y hojas calientes para los heridos.
Se acercó a la camilla de su amigo y con cuidado tomó su mano. Miro su brazo vendado y no pudo evitar sentirse culpable. Era él quien debería estar ahí, su amigo había arriesgado su vida para salvarlo y Jungkook ni siquiera había hecho mucho para ayudarlo. Su padre tenía razón después de todo, era una persona horrible y egoísta
Escucho unos pasos cerca y vuelvo a mirar, era Park Jimin. El soldado estaba buscando algo en una estantería, Jungkook se acercó a él y en silencio lo tomó del brazo hasta sacarlo de la enfermería.
-Capitán, que bueno que esté aquí-le dijo Jimin con una sonrisa-
-¿Qué hace usted aquí?-preguntó Jungkook en voz baja, no quería despertar a los enfermos.
-Ah, bueno...Taehyung aún sigue llorando por haber matado a ese hombre, estoy llevandole unas pastillas para que pueda dormir tranquilamente.
-Quiero verlo-Jungkook sentía la necesidad de verlo, de comprobar que no tuviera ninguna herida externa, quería saber que estaba bien. No lo hacía porque le importara Taehyung, su deber era ayudar a sus soldados en todo lo posible y asegurarse de que estuvieran bien. Si, solo era por eso, nada más, se dijo a sí mismo.
-No se como reaccione al verlo, por favor no lo castigue-pidió Jimin, preocupado por su amigo.
Jungkook asintió y Jimin lo llevó hasta la habitación que compartía con Taehyung. Era pequeña en comparación a la de Jungkook, tenía cuatro literas, ocho soldados dormían en la pequeña habitación. En un baúl estaba toda la ropa de los soldados, a su lado los zapatos y varios papeles en el suelo, junto a latas de cerveza y plásticos de Kimbap.
Jimin se acercó a la cama de Taehyung, que por suerte era la de abajo y le alcanzó una botella de agua junto a la pastilla. Taehyung tenía los ojos cerrados, por lo tanto no había notado aún la presencia del Capitán. Jimin le pasó la manta por los hombros y su amigo se acostó de nuevo sin decir nada.
-No creo que pueda hablar con él ahora, está agotado-explicó Jimin y salió de la habitación.
Por suerte no había nadie más en la habitación, todas las camas estaban vacías. Jungkook tomó eso como una señal y se acercó a Taehyung. El pequeño hombrecito dormía profundamente abrazado a una almohada y las mejillas abultadas.
Jungkook sonrió al verlo y busco una silla para sentarse a su lado, no se hizo demasiado cerca para no incomodar, pero tampoco demasiado lejos, quería apreciar su belleza.
No supo en qué momento sucedió, pero de pronto se encontraba demasiado cerca de Taehyung, embobado con el rostro del muchacho, verlo dormir era relajante, su pecho se sentía tranquilo al estar a su lado. La respiración de Taehyung era suave y tranquila, había pasado tanto tiempo ahí que ya conocía su forma de respirar y las muecas que hacía cada cinco minutos cuando se ahogaba con sus mocos.
Luego de unos minutos Taehyung pareció despertar, Jungkook se sobresaltó al verlo y pensó en salir corriendo de la habitación, pero el soldado no abrió lo ojos, solo murmuraba cosas sin sentido así que Jungkook se acercó de nuevo y se sentó en la cama de enfrente. Taehyung empezó a decir cosas que Jungkook no entendía, movía su cabeza de un lado a otro y de repente estaba sudando y pataleando bajo la manta.
-Lo siento, lo siento...mama perdóname, soy... un asesino...mama ...¡mama!
Jungkook se acercó a él sin saber qué hacer, parecía que el chico estaba teniendo una pesadilla. Le movió los hombros intentando despertarlo pero se detuvo cuando Taehyung murmuró algo que le erizo la piel.
-Tuve que hacerlo...mamá...iba a matar al Capitán...y a Namjoon...no quería hacerlo...mama...perdón-sollozo en medio de la pesadilla.
La mano de Taehyung apretaba con fuerza la manta, Jungkook tomó su mano con cuidado y dejó que Taehyung se aferrara a su mano. El hombre se calmó al sentir su tacto, el se acerco mas a la cama y se sentó en el suelo sin soltar su mano. Suspiro sin saber por qué demonios estaba ahí.
Cuando Jimin entró a la habitación horas después, no se esperaba encontrar al Capitán durmiendo en el suelo, tomado de la mano de Taehyung y con la cabeza recargada en el hombro de su amigo.
Cerró la puerta con seguro y se acercó a Taehyung, que abrazaba la mano del Capitán como si su vida dependiera de ella. Quiso despertarlo y gritarle. Decirle que no podía hacer eso fuera de las murallas, que no podía revelar quién era o moriría.
Jimin conocía a Taehyung desde que nació, estudiaron juntos, sus madres eran mejores amigas y ellos se habían convertido en una copia de ellas. Ambos conocían sus miedos y sus gustos, Taehyung había sido su cómplice en cada travesura de niños, lo consoló cuando le rompieron el corazón por primera vez y lo ayudó a pasar el examen para entrar al ejercito, pues si no alguien no pasaba la prueba lo echaban de las murallas y lo dejaban a la intemperie.
Jimin no tuvo corazón para recriminarle a su amigo sus acciones, él sabía bien que a Taehyung le gustaban los hombres, incluso él estuvo a su lado cuando Taehyung tuvo su primer beso, con un hombre.
Por eso, decidió subir a su cama en silencio y dejar a los dos durmiendo sin molestar.
Cuando despertó, ninguno de los dos estaba en la habitación, solo estaban las mantas y una taza de té vacía en el suelo. Se acostó de nuevo y sonrió al pensar en su amigo siendo feliz de nuevo.
Mientras él sonreía en la habitación, su amigo estaba entre los árboles tratando de calmar a su corazón y de enfriar sus mejillas, que estaban rojas como un tomate.
Había despertado minutos antes, y se llevó un susto al ver una mano sin cuerpo a su lado. Abrió los ojos asustado y se dio cuenta que la mano sí tenía cuerpo, y era el del Capitan Jeon. En silencio se levantó de la cama y salió corriendo de la habitación, no sabía qué demonios había pasado, pero tampoco quería averiguarlo.
Cuando su respiración volvió a la normalidad, regresó a la habitación. El Capitán ya no estaba, en su lugar había una pequeña taza de té caliente y las mantas de la cama tendidas. Tomó la taza y se bebió el té de dos sorbos, era una noche fría.
Escuchó los ronquidos de Jimin en la cama de arriba, no quiso molestarlo con la luz así que salió de nuevo. Se sentó cerca de la cocina y se dispuso a terminar de leer el libro. Aún le faltaba poco menos de la mitad, y ahora sí que entendía porqué su madre amaba al Señor Darcy.
Un hombre alto, joven y apuesto, con un carácter reservado y 10.000 libras esterlinas al año. Era el sueño de toda mujer, y también de Taehyung.
Absorto en su lectura y en la declaración de Darcy hacia Elizabeth, no noto a Jungkook acercándose a él por detrás. Dio un grito cuando alguien le tocó el hombro, cerró el libro con fuerza y al darse la vuelta se encontró con una sonrisa en el rostro del Capitán.
Taehyung encontró su sonrisa bonita, lucía como un pequeño conejito por la forma de sus dientes.
-¿Qué haces con el libro de Namjoon?-pregunto Jungkook sentándose a su lado.
-El...me lo dio-respondió en voz baja, no sabia por que pero se sentía pequeño cada vez que Jungkook estaba cerca.
-Yo...-los dos hablaron al tiempo y rieron al notarlo. Taehyung bajó la cabeza y dejó que el Capitán hablara primero.
-Lamento haber dicho que ustedes son demonios, son creencias con las que crecí toda mi vida y es difícil cambiar de opinión de un día para otro. Yo se que ustedes no tienen la culpa de lo que hicieron sus antepasados, y le agradezco haber salvado mi vida.
-¿Que...? ¿Cómo sabe eso?-pregunto Taehyung desconcertado, él no le había dicho a nadie que le disparó a ese hombre para salvar al Capitán y a Namjoon.
-Sé que no lo hizo por mi, Namjoon ha sido amable con usted y por eso apretó el gatillo, aun así, estoy agradecido con usted y si quiere algo a cambio puede decirlo.
-No maté a ese hombre para obtener algo a cambio, lo hice porque quise salvarlos, se llama humanidad-respondió Taehyung enojado.
-Oh, eso es poco común-Jungkook se tocó la oreja, lo hacía siempre que estaba nervioso.
Taehyung rio al verlo nervioso. Al parecer ambos tenían mucho que aprender el uno del otro.
Y vaya que lo harían, sin percatarse de las consecuencias de enamorarse de un amor que no les pertenecía.
-Tu sonrisa es bonita...
VALENTINA GL.
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