
CAPÍTULO IX
La vida de un soldado no es fácil, en ningún país y en ninguna guerra. Un soldado debe estar dispuesto a morir por su patria si es necesario, debe alejarse de su familia y de sus seres queridos por tiempo indefinido, jamás debe ir en contra de sus superiores ni manifestar inconformidad, también, pasar por diferentes pruebas de supervivencia, soportar el maltrato e insultos de los demás, adaptarse al lugar de guerra y sobrevivir con pequeñas raciones de comida durante las crisis económicas que afronte su país.
Jungkook siempre odio a los soldados, tomando vidas inocentes con el poder que les cede el estado, expropiando tierras ajenas, separando a pequeños jóvenes inocentes de sus familias para convertirlos en soldados.
Su reflejo en el espejo le producía náuseas, él era todo aquello que siempre aborreció, todo aquello que su madre nunca quiso que fuera.
Su padre lo obligó a convertirse en lo que era ahora, pasó incontables noches en el patio de su casa, sin manta ni calor alguna, su padre decía "Debes aprender a ser un hombre, cuando ingreses al ejército no tendrás siempre una cama y una habitación para dormir cómodamente" Aguanto cientos de veces hambre, lo único que podía hacer era beber agua mientras su padre decía de nuevo "Debes aprender a ser un hombre, en el ejército no tendrán comida siempre, seras castigado cuando te equivoques y no veras una sola migaja de pan durante días" Fue golpeado varias veces, cuando lloraba su padre decía "Los hombres no lloran, si no aprendes a soportar el dolor y defenderte, tus compañeros van a molerte a golpes"
Un niño que fue obligado a crecer para sobrevivir en este cruel mundo. Ese era Jeon Jungkook, un soldado que en el pasado soportó insultos, humillaciones y golpes y todo de lo que siempre quiso escapar.
El Capitán parecía un hombre tranquilo y sereno la mayoría del tiempo. Aunque era bastante explosivo con sus superiores y demasiado terco cuando una idea se cruzaba por su cabeza. Sus hombres lo respetaban, siempre tan honesto, obediente, educado y formal. Pero claro, nadie jamás se había acercado lo suficiente a Jungkook para saber el caos que era su mente en realidad.
Porque Jungkook era un hombre herido, un hombre con apariencia ruda pero con un alma pura, con un noble corazón, con cicatrices que aún no sanaban por completo.
Y eso lo noto Taehyung, desde el momento en que el hombre le salvó la vida, desde que llevó su mochila para que él no se quedará atrás de las tropas, desde el momento en que le hablo y abrió un poco su corazón con él a pesar de sus creencias.
-Capitán, el General lo busca, dice que tiene una sorpresa para todas las tropas-anunció un soldado a Jungkook, quien fumaba un cigarrillo alejado de todos.
Ambos se encaminaron hacia la entrada principal, que era donde siempre se reunían todos y en donde comían. Al llegar Jungkook se sorprendió bastante, pues varias mujeres en ropa interior bailaban y bebían con sus compañeros alegremente.
-¿Que demonios es esto?-Hablo despacio pero con firmeza.
-Cortesía del general McCarty, disfrute Capitan-acto seguido el hombre se acercó a la multitud y le dio una nalgada a una mujer que se encontraba de espaldas.
Con la ira aumentando Jungkook busco al General que había permitido ese asqueroso espectáculo. Cuando lo encontró se acercó a pasos firmes al hombre que se encontraba de espaldas, lo tomó del hombro y con fuerza lo empujó para quedar cara a cara. El olor a alcohol inundó todo.
-¡Capitán, bienvenido!- el hombre intentó abrazarlo pero Jungkook se alejó- he traído a algunas zorras para animar este lugar ¿Qué opinas? ¿Te gusta eh? Puedes follarte a cuantas quieras, están a tu entera disposición.
-Estamos en una puta guerra y a usted se le ocurre traer a estas mujeres para distraer a mis hombres ¡Está usted loco! ¡Y también borracho!
-Shhh-se llevó un dedo a la boca- No cuestione mis decisiones Capitán, ahora le ordeno que brinde conmigo porque vamos a ganar esta guerra-lo tomó del cuello y con un empujón acercó a Jungkook a los demás, que se alegraron al verlo.
En un segundo Jungkook tenía una copa en la mano y al General a su lado, que lo animaba a vaciar la copa, y aunque Jungkook se negó, al final terminó bebiendo todo el Soju.
Quiso irse, en verdad quería hacerlo, pero el General no lo soltó en toda la noche, siempre que Jungkook encontraba el momento perfecto para escapar el hombre se acercaba a él y le daba una copa mas, Jungkook no tuvo más opción que aceptar todas las copas que le ofrecieron y esperar a que McCarty perdiera el conocimiento por tanto alcohol.
-Jungkook, ve y fóllate a una de estas zorras, las traje para ti especialmente-ofreció el General lanzando al suelo a la mujer que tenía en sus piernas- Te doy la mía, es la más cara de todas.
La mujer aun en el suelo, se quitó el pelo de la cara y comenzó a mover las caderas, se acercó a Jungkook de rodillas y acarició sus muslos con suavidad por encima de su pantalón. La respiración de Jungkook se aceleró, pero no por la excitación, sino por el asco que le producía ver a una mujer caer tan bajo.
-¿Qué pasa Capitán? ¿No es su tipo? -preguntó el General al ver la cara de asco de Jungkook- ¿O es por su compromiso con esa mujer? ¿Cuál es el nombre de esa criada?
-Ha In no es una criada, es mi prometida y una mujer de la alta sociedad que se ofreció a venir conmigo.
-Entonces es por ella, Capitán, déjeme decirle algo. Los hombres fuman, se emborrachan, disparan y follan con quien quieran, este es el ejército, y esto es lo que hacemos aquí-tomo un trago más- Podemos estar con cien mujeres, no le debemos fidelidad a nadie, nuestras esposas deben entender que somos hombres y tenemos deseos, por lo tanto no es nuestro deber estar solo con una mujer durante toda la vida, eso es cosa de maricas.
-Voy a seguir su consejo, me llevo a esta mujer-habló rápidamente, no quería seguir escuchando estupideces. Se levantó de su asiento y tomó del brazo a la mujer que aún estaba en el suelo. Se despidió de todos y se alejó sosteniendo a la mujer por la cintura.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos de los demás, Jungkook soltó abruptamente a la mujer.
-No vuelvas aún, espera algunos minutos y entonces le dirás a todos que follamos duro y rápido ¿Entendido?- La mujer lo miraba con los ojos abiertos, sorprendida por el repentino cambio de actitud- Aquí hay unos billetes, solo ve y miénteles a todos, buenas noches.
Se alejó de la mujer y caminó hasta la montaña para estar solo. Su visión era borrosa y su forma de caminar como la de un borracho, y es que tenía varios tragos en su cabeza y la mente un poco confundida.
Al llegar a la cima, no esperaba ver una hermosa figura sentada en una roca mientras hacía figuras con los dedos y reía en silencio. Kim Taehyung.
-¿Qué haces aquí? ¿Buscando tranquilidad?- se acercó al soldado, que se asustó por su repentina presencia.
-Capitán ¿Qué hace usted aquí? Creí que estaría disfrutando de la sorpresa del General McCarty.
-Una sorpresa de mierda, hasta ahora pude librarme de ese infeliz-respondió Jungkook mientras se sentaba al lado del soldado.
Taehyung no supo si decir algo más, pues no esperaba encontrarse con el Capitán en ese día, él supuso que Jungkook estaría bebiendo toda la noche mientras llevaba a varias mujeres a su cama, lo cual le había molestado bastante, pero no por él, sino por Ha In, ellos estaban comprometidos y Jungkook debía respetarla. Ahora estaba bastante sorprendido de tener a Jungkook a su lado mientras abajo se celebraba una fiesta con todo lo que un hombre desearía.
En medio del silencio Taehyung escucho un eructo, acto seguido sintió el olor a alcohol, proveniente de Jungkook.
-¿Está borracho?-preguntó sorprendido, pues el hombre a su lado lucía totalmente sobrio.
-Tomé unas copas, pero aun soy consciente de lo que hago- le dio una palmada en el hombro y Taehyung dio un pequeño salto por el repentino toque.
Durante varios minutos ninguno habló, el único sonido que se escuchaba era el de los grillos y el aleteo de los pájaros que pasaban sobre ellos. Y es que las palabras no hacían falta, con saber que se tenían el uno al otro era suficiente para ambos.
La paz que sentía Jungkook en ese momento no se comparaba con nada que hubiese sentido antes. Recordaba los momentos de tranquilidad con su madre cuando era niño. Quizá Taehyung le recordaba a su madre, siempre viendo las cosas buenas de la gente, sin juzgar a los demás y haciendo favores sin esperar nada a cambio, almas demasiado puras para este sucio mundo.
-¿Por qué está aquí Capitán? Dijo que venía aquí a este lugar buscando tranquilidad pero abajo a una fiesta con todo lo que un hombre quiere- No quería sonar rudo, simplemente era bastante curioso y quería entender a Jungkook.
-Si es todo lo que un hombre quiere ¿Por qué no estás tú ahí Taehyung?-replicó Jungkook.
-No pertenezco a este lugar-respondió de inmediato- No veo a esas mujeres como objetos, ni como maquinas para tener sexo, también veo absurdo el emborracharse hasta perder la conciencia.
-Esas mujeres están ahí porque quieren, ellas eligieron esa vida-replicó Jungkook mientras observaba el ceño fruncido del soldado.
-Puede que hayan elegido esa vida, pero no es justificación para tratarlas como animales ¿En serio cree que una mujer que se acuesta todas las noches con un hombre distinto es feliz? ¿Piensa que ellas quieren ser tratadas de esa manera?
-¿Por qué estamos discutiendo por unas prostitutas?-preguntó sorprendido por ver a Taehyung tan exaltado.
-Mujeres...son mujeres-rectifico Taehyung.
Jungkook alzó las manos a la altura del pecho en señal de paz. No quería pelear con el soldado por una simple fiesta y esas...mujeres. Se recostó en el duro suelo de la roca y observó el cielo estrellado, invito a Taehyung a hacer lo mismo y este aceptó con un puchero, aun seguía exaltado por la pequeña discusión.
-¿Puedes ver esas estrellas de ahí? Aquellas que parecen formar un hombre con un arco-pregunto Jungkook- Es la constelación de Orión.
-¿Por qué tiene esa forma?- para Taehyung era extraño que las estrellas formarán figuras, normalmente él solo miraba su tamaño y brillo para después compararlas con otras.
-Es un cazador según la mitología griega, el cazador Orión era el hombre más atractivo de todos. Él era el hijo del dios del mar Poseidón y Euryale, la hija del rey Minos de Creta. En la Odisea de Homero, Orión es descrito como excepcionalmente alto y va armado con una vara irrompible de bronce.
-Nunca antes la había visto ¿Suele mostrarse seguido?
-Orion puede verse en las noches de invierno, y antes del amanecer durante agosto y noviembre-explicó Jungkook con los ojos brillantes.
-¿Te gusta bastante el cielo, verdad?-comentó Taehyung al ver los ojos del Capitán iluminarse cada vez que hacía una pregunta relacionada a la luna y las estrellas.
-Mi madre me enseñó todo lo que se de astronomía, a ella le enseñó mi abuelo, el trabajo para la NASA.
-¿Para la NASA?-preguntó sorprendido Taehyung- Eso es increíble
-Mi padre decía que estudiar el cielo era cosa de maricas, a pesar de eso, nunca he dejado de admirar a mi abuelo y querer ser tan valiente como él.
-Tu padre es una persona...particular- Taehyung no quería ofender a Jungkook hablando mal de su padre, porque los humanos somos tan débiles y sensibles que amamos incluso a quienes nos lastiman.
-Dilo, es un hijo de puta- Admitió Jungkook- Aun así, espero poder verlo cuando termine esta mierda, soy un estúpido ¿Verdad?
-No, las personas que amamos, son quienes más daño nos hacen, pero eso no nos convierte en tontos, solo es una muestra de que también somos humanos.
-¿Cómo puedes ser tan amable conmigo después de haberte insultado y golpeado?- Jungkook realmente no entendía porque Taehyung seguía ahí, en su lugar habría mandado todo a la mierda y buscado la forma de joderle la vida.
-Todas las personas merecen segundas oportunidades, porque una acción o una palabra en un mal momento no nos define como personas.
Jungkook quiso burlarse de las palabras del hombre, tal vez antes lo habría hecho, pero sus palabras eran ciertas, las personas no deben ser definidas por un mal momento, pero algunas eran la excepción.
Nunca admiro a su padre, nunca quiso ser como él, nunca vio a su padre como un héroe, más bien, en la historia de Jungkook, su padre era el villano. No tenía recuerdos bonitos con sus padre, en todos siempre aparecía él llorando y su madre gritando mientras lo protegía con su cuerpo.
En su adolescencia tampoco lo tuvo fácil, su padre vigilaba cada uno de sus movimientos, si hablaba demasiado con un amigo dudaba de su sexualidad y lo obligaba a cortar toda relación cercana con otro hombre. Con las chicas era distinto, siempre lo alentaba a tocarlas aunque ellas no quisieran, le decía como darle un buen sexo a una mujer para tenerla bajo su control siempre, incluso fue su padre quien organizo todo para que perdiera su virginidad a los 12 años, según el, ya era hora de conocer el verdadero placer y convertirse en un verdadero hombre.
En su adultez fue un poco triste, cuando iba de visita a casa, después de pasar meses en una selva, en medio de una batalla, su padre lo recibía con un "¿Que haces aquí? ¿Por qué no estás luchando como un hombre de verdad? y su pobre corazón se encogía, al saber que no era esperado por nadie, al saber que nadie anhelaba su regreso a casa.
Cuando perdió a su madre, lo perdió todo. Pero entonces encontró un ángel, una hermosa mujer que se aferraba a él con su vida, Ha In. La única persona que esperaba por su llegada con los brazos abiertos, la única que pasaba las noches más oscuras a su lado, la única que se quedó a pesar de las adversidades. ¿Amaba a Ha In? Si, por supuesto que lo hacía ¿La amaba como mujer? No, jamás tuvo un interés romántico en ella, Ha In era su familia, no de sangre, pero sí de corazón.
No era abierto respecto a sus sentimientos, su padre siempre lo cohibió "No puedes mostrar debilidad ante los demás, si lo haces, lo usaran en tu contra, no importa qué tanto quieras decir, solo calla y mantente fuerte Jungkook" Así lo hizo durante mucho tiempo, hasta que conoció a Taehyung.
Ese lindo chico, con esos rizos en su cabello y mirada inocente. Jungkook lo sabía, Taehyung era especial, alguien que no lo juzgaría por nada, Jungkook sabía que incluso, si le confesaba su gusto por los hombres, o cuánto le gustaba observar su rostro y cuerpo, Taehyung no lo juzgaría, tan solo le regalaría un hermosa sonrisa.
Por eso decidió hablar, a fin de cuentas ¿Qué estaba esperando? ¿Cuándo se daría la oportunidad de ser feliz? Aunque sea un instante, Jungkook solo quería saber como se sentía ser feliz.
-Taehyung...
-¿Si, Capitán?
-Creo que me gustas-confesó Jungkook.
Ninguno dijo nada durante minutos, Taehyung trago saliva y se mantuvo en silencio. No supo cómo reaccionar, no se esperaba que la noche terminara de esa manera. Nunca alguien se había confesado frente a él, Taehyung atraía muchas miradas, tanto de hombres como de mujeres, pero jamás nadie tuvo la valentía de declararse.
En medio de su sorpresa, decidió que su mejor opción era irse de ahí, así que se levantó del suelo y bajó de la roca bajo la atenta mirada del Capitán. Seguramente estaba bromeando, Taehyung sintió el olor a alcohol anteriormente, el hombre estaba borracho y decía cosas que no recordaría a la mañana siguiente.
Al notar que el hombre se estaba yendo, Jungkook reaccionó y bajó también de la roca. Al verlo cerca, el soldado caminó con rapidez y comenzó a bajar de la montaña. Jungkook lo detuvo.
-Espera, lo siento mucho, yo creí...creí que ibas a reaccionar de otra manera, entiendo si no te gustan los hombres, no quise incomodarte al confesar que me gustas, solo quería ser honesto, lamento esto, por favor no le digas a nadie que soy homosexual, de lo contrario mi vida estaría acabada, aunque no creo que seas alguien malo, pero aun así te pido que mantengas mi secre...
-Si me gustan los hombres Capitán, soy homosexual.
-Oh...bueno...yo...-Sus mejillas estaban rojas, y no era por el alcohol.
-Pero está usted borracho, lo mejor para ambos es olvidar este momento, mañana usted no recordará esto y nuestra relación de Capitán y soldado seguirá igual, su secreto está a salvo conmigo, Buenas noches.
-Buenas noches...-murmuró Jungkook con la voz apagada.
Al perder de vista al soldado volvió a subir a la roca, desde allí observaba mejor todo. Desde allí podía reflexionar sobre lo qué hizo.
Llevó a Taehyung a su lugar especial, el lugar que jamás le había mostrado a nadie. Lloro frente a él y abrió su corazón, le contó su historia, le confesó sus sentimientos por él y lo único que hizo el chico fue irse, al igual que todos, igual que siempre.
No estaba dolido, estaba avergonzado de sí mismo, por primera vez confesó sus sentimientos a alguien y lo rechazaron. Era patético. Si Taehyung quería mantener las cosas igual que siempre, así sería. Le atraía físicamente, y le habría gustado experimentar con él, pero si el hombre no gustaba de él, estaba bien, era correcto, las cosas estaban bien así.
A la luz de la luna, Jungkook se quedó dormido, creyendo que el día siguiente sería un mejor día. El frío se colaba en sus huesos y el viento ondeaba su cabello, pero eso no le impidió dormir tranquilamente y con una sonrisa en el rostro, pues su madre se presentó en sus sueños esa noche, para recordarle que todo estaría bien.
Horas después, los rayos del sol golpeaban su rostro fuertemente. Despertó con dolor de cabeza y poca fuerza, el alcohol de la noche anterior estaba haciendo efecto en su cuerpo. Aun mareado, bajó de la roca y camino de nuevo a la casa, pues debía entrenar a varios soldados y no estaba en un aspecto presentable para hacerlo.
Al llegar a su habitación, se encontró con Ha In sentada en su cama, esperándolo. La mujer tenía los brazos cruzados y los ojos hinchados de tanto llorar.
-Mujer ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?-pregunto angustiado, cualquiera que se atreviera a lastimar a Ha In debía pasar sobre el primero.
-Jungkook...¿Con quien estuviste anoche?
-Estuve solo en la montaña, quería respirar aire puro después de esa estúpida fiesta- No iba a decirle que estuvo durante horas con el chico que le gusta.
-Mientes, el General McCarty se acercó y me dijo que me olvidara de ser la única mujer en tu vida-explicó Ha In- Me contó que anoche te fuiste con una de las mujeres que trajo, la mujer volvió horas después a la fiesta, tu no volviste aparecer hasta ahora ¿Te acostaste con ella?
-¿Qué? No, por supuesto que no, Ha In, jamás estaría con otra mujer que no seas tu, eres la única que me interesa y la única que amo- Jungkook estaba molesto, iba a matar al General- Mujer, nunca te he mentido en nada.
-Entonces, esta es la primera vez que me mientes Jungkook...-Dijo antes de salir de la habitación con lágrimas en los ojos.
La vida de Jungkook estaba empezando a cambiar para siempre.
VALENTINA GL.
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