
Capitulo 6 Jim, un mercenario por Jesse.
-¿Ya no me recuerdas Jess? –Él ha esbozado una pequeña sonrisa de lado y ha negado.- pensé que no nos volveríamos a ver.
-Jim...-He paseado la mirada por su anatomía, Jim se había vuelto fuerte, un metro sexual de ojos azules eléctricos, ¿por qué eléctricos?, es que ahora te atrapaba con la mirada y te hacía viajar sin moverte de tu lugar, era realmente absorbente.- ¿Qué sucedió contigo? –He reído.- te recordaba más... ¿Tímido?
Ha saltado sobre la costanera y se ha sentado a mi lado, llevaba unos jeans color burdeo un tanto ajustados y una camisa blanca que tenía arremangada, ¿qué no se daba cuenta que su cuerpo se marcaba por toda su extensión?, ¡pero qué digo!, ¡tengo que estar loca!, mis mejillas ardieron por un pequeño momento, desearía que no lo hubiese notado.
-Han pasado ocho años, no podía quedarme donde me recuerdas exactamente.-Me ha observado fijamente.- ¿Qué ha ocurrido con la tuya?
Mi corazón se ha exaltado y creo que ya no pude ocultar más mi rubor.
-¿¡La mía!?, ¿¡Cuál!? –No pude evitar exaltarme, imaginé más de una cosa con su interrogante.-
Pero para sacarme más de onda, él no ha podido evitar reír debajo de su mano. ¿Dije algo que estaba mal?, me confundió por un poco hasta que caí en blanco, fui la única que tergiverso al doble sentido la inocente pregunta.
-¡Jim!
-¡Ay Jesse! –Me ha sujetado levemente desde un hombro.- No cambias...
-No, al parecer no –Me hacía sentir tan bien platicar con Jim, siempre había sido un chico abierto.-
-Y qué bueno que no cambiaste. –Ha comentado mirando al horizonte.-
-¿Por qué? –Definitivamente este chico sabía sacarme de onda.-
Me ha observado con una sonrisa compasiva y ha negado.- ¿Me decías que ha pasado con tu vida?
-Oh bueno...he estudiado algo de fotografía y me dedicaba a ello en otro lugar, solo he vuelto para un pequeño proyecto que tengo planeado aquí, ¿pero y tú?
-Estuve un año pensándomelo, para alcanzar mi sueño necesitaba dinero para pagarlo, la universidad es algo que se llevaría todos mis ingresos, fue entonces cuando decidí darle provecho durante unos años a lo que ya tenía, en efecto, me dediqué a fortalecerme y como ya verás, mi apariencia cambio bastante. –Ha vuelto a sonreír de esa forma que te podía embriagar.- ¿Tienes una cita, no?
-¿Qué?, ¿Me estás invitando a una cita? –Por un segundo el cerebro me dejó de funcionar y respondí sin pensar.- ¡Dioses!, no entiendo que me sucede hoy Jim.
-Bueno es que ese pastel se está derritiendo y la verdad me pide que le dé una probada. –se ha levantado.- ¿Quieres que te deje en algún lado Jess? –Ha ladeado la cabeza hacia su ducatti y me ha ofrecido un casco guiñándome como solo Jim podía hacerlo.-
Cuando pude darme cuenta, Jim había puesto el pastel entre sus muslos y mis manos pasaban por debajo de su escultural abdomen finamente delineado.
-Espero no se arruine, sujétate un poco más fuerte. –Ha tomado mis manos y las ha puesto al filo de sus caderas, mis dedos se han hundido sin querer en el hueco de sus ingles, eso ha sobrepasado de sobremanera la tensión que sentía ya al estar pegada a él.-
Mientras corríamos por las calles iluminadas por farolas de la colonia, nuestros recuerdos juntos vinieron a mi mente, Jim era el jugador centro del equipo de basquetbol de mi vieja escuela, en ese entonces, yo era su mejor amiga, yo lo iba a ver jugar a todos sus partidos y cada victoria me la dedicaba lanzándome besos con la punta de sus dedos.
Jim y yo teníamos recuerdos muy divertidos en el salón de videojuegos, en su viejo Camaro del 69, hacíamos derrape en los espacios vacíos del vecindario, él vivía una esquina más allá de mi calle, él me enseño a jugar fútbol. Por supuesto todo eso lo fui dejando de lado cuando Danny apareció en mi vida, y poco a poco me fui olvidando de Jim.
Jim peleó conmigo muchas veces por el poco tiempo que le dedicaba a nuestras actividades y poco después me dejó de insistir y ya no me buscó más.
Por lo menos no hasta la última semana de clases, que fue cuando me confesó varias cosas que me hicieron llorar por mi actitud, pero como todo tiene que acabar...
-¡Sonó el timbre! –Todos en unísono hablamos y todos se han disparado por la puerta en este último día de clases.-
-¡Jesse! –Me he volteado mientras guardaba mis cuadernos en la mochila.- ¿Sabes dónde está Danny?
-No Jim, pero iré por él, debe haberse enfermado quizás por eso ha faltado. –Hice un pequeño mohín.- no me gusta esto, ya es segunda vez que Danny me preocupa así.
-Bueno yo quería hablar algo contigo antes de que nos veamos esta noche en el baile. –Ha tomado su mochila y se ha sentado en el puesto que quedaba junto al mío.- Eres una persona muy especial para mí Jess, creo que lo sabes por todas las veces que toqué tu puerta desde niño y hasta hoy.
He reído minuciosamente.- que enclenque te veías cuando venías muy bien peinado por tu mamá
-Bueno tú no te quedabas atrás con tus dos coletas de bebé, awww eras muy tierna –Ha reído a carcajadas.-
-¿¡Cómo que era!? –Le he golpeado con un cuaderno.-
-¡Demonios aun no dejas lo bestia! –Se ha levantado tocándose la cabeza.- solo quería decirte que...me gustaría mucho que tú seas mi pareja en el baile.
El salón pareció congelarse, me he quedado observándole sin decir nada.
-¿Alguien más irá contigo?... ¿Jesse? –él ha tomado mis manos en las suyas observándome a los ojos, sus manos estaban algo ásperas por la pelota, y su mirada sostenía algo de decepción antes de oír mi respuesta.-
He abierto mis labios, pero no me he atrevido a decirle nada, solo le he sujetado desde la mejilla.
-¿Irás...con Danny?, Jesse, por favor dime algo...-Sus ojos se han llenado de lágrimas, pude verlo lentamente, era la primera vez que veía a Jim así, la primera vez que una lágrima rodó por su mejilla.-
-Sí...iré con él... -Sus manos han caído a sus costados sin fuerza, su mirada se ha posado en el suelo y ha caminado a la salida del salón.- ¡Jim!
-No puedo más Jesse, de verdad ya lo intenté todo contigo, estar lejos de ti, estar cerca... el resultado es el mismo, ¡Jamás me dejarías aspirar a ti!...y sabes algo... de todas las que tengo en la gradería viéndome en cada partido, tú eres la única que ocupa cada asiento para mí, no hay día que no desee pasarlo a tu lado...Ya no más Jesse, ¡ya no puedo ver a nadie más!
Un nudo explotó en mi vientre y subió por mi garganta.
-¡JIM!, ¡no te vayas por favor!
Y sin pensarlo un solo segundo, corrí hasta la puerta del salón, sujeté su rostro entre mis manos y me fundí en un profundo beso con los labios de quien fuera el chico que me deseo todas sus victorias durante todos los años de su paso por la escuela, el chico que me espero a las salidas y que me fue a buscar tantas veces a mi casa, solo para verme en mi estado más natural, del que nunca dijo ni una sola palabra a excepción de lo mucho que le encantaba verme así.
Me ha estrechado desde la cintura y me ha levantado del suelo, nos hemos quedado así por un minuto, al separarnos, nuestras respiraciones se podrían oír en el salón vacío.
Jim apartó las mesas y me ha estirado una mano, la he sujetado y justo en ese momento el parlante del salón ha comenzado a reproducir aquella canción que tantas veces oímos en nuestras andanzas, y que por supuesto hablaba de lo que Jim había comenzado a sentir por mí.
-Everytime you go away de Paul Young, ¿debo tomar toda la letra para mí?
-Debes guardarla en las estrellas, que son huéspedes que brillan, que te visitan cada noche reclamando el porqué te alejaste tanto de mí.
He dejado mi cabeza reposar en su pecho, Jim ha cerrado los ojos y nos hemos balanceado al ritmo de la música, su calor me tranquilizaba, pero no podía quedarme junto a él por siempre así.
-Jesse, ya hemos llegado a tu casa, espero que sea esta aun. –Él me ha ayudado a bajarme y se ha apoyado en la ducatti.- Has estado callada todo el camino Jess, ¿te sucede algo?
-Así que ahora eres un modelo de comerciales y revistas, Jim.
-No me cambies el tema, sabes bien que me debes una explicación. –Se ha cruzado de brazos.- ¿Y bien?
-Estaba pensando en lo que sientes por...
-¿Por ti? –Ha alzado una ceja.- No pienses en eso, no me debes nada y yo no te he reclamado nada tampoco, no te preocupes por mí, creo que ya es hora de irme.
-¿Estás bien entonces? –Intenté acercarme a su mano pero él la ha quitado para ponerse sus guantes sin dedos.-
-Estoy feliz por tu regreso...Jess... -Se ha puesto el casco.- ¿Nos vemos en la junta del reencuentro?, ¿irás?
No deseaba ver a Danny, claro que no...pero por otro lado deseaba hablar mucho más con Jim, quería hacerle saber lo mucho que lo siento aun ahora que han pasado ocho años, que él si significo tanto como yo para él, y que ese beso si significó más de una cosa...porque aun ahora su presencia me invadía de aquel último recuerdo.
-Me daré una vuelta por allí Jim...
-Estaré pensando en ti entonces. –Ha sonreído, lo he podido ver a través del cristal del casco.-
-¿Sigue siendo lo mismo Jim?
-Lo mismo no, pero te juro que ahora es mejor. –Me ha lanzado un beso con la punta de sus dedos como antes y se ha marchado dejando una estela de polvo.-
¿Por qué pregunté eso?, Danny estaría decepcionado por mi comportamiento. ¡Pero qué digo!, Danny me hirió como no tiene idea...
¿O algo cambió realmente ahora que Jim está aquí?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro