Capítulo 3 Jesse
-Danny... ¡Danny!
Lamentablemente una vez más te escapaste de mi vida Danny, seguramente te olvidaste de mí, me lastimaste tanto que me obligaste a marcharme de este lugar.
Me he levantado lentamente desde aquel húmedo paseo peatonal a un costado del semáforo en que Danny pasó fugazmente, me sentía sucia, porque aun que no me tenía en sus manos eran sus manos las que se habían quedado en mí.
-Imbécil...
He caminado durante gran parte de la noche con un nudo en la garganta, imaginando lo mucho que se debió reír de mí.
Soy yo la culpable al volver aquí, sabía que aun estaba vivo, que no iba a desaparecer...pero pensé que esto ya no era un motivo para mantenerme colgada al teléfono esperando una llamada de él.
Lo peor de todo es que sigue exactamente como le recuerdo, aquel cabello del color de las castañas, sus ojos de aceituna color miel, y la sonrisa que pondría a babear a una isla de mujeres, sin querer había tomado aquel vuelo llamado Danny Mendoza, me encontraba en el primer asiento agitando unos banderines y pareciendo una estúpida e infantil enamorada.
Ya fue suficiente...
No iba dar la vuelta para volver a casa y que me preguntasen como estaba, prefería dormir en el muelle entre los lobos marinos, pero incluso allí estaba Danny, porque él era el mar y yo el desierto. Termine por ir al apartamento de Cynthia, de seguro estaría durmiendo, pero tampoco iba a dejarme allí fuera empapando el estupendo piso de su edificio.
El conserje me ha observado de reojo mientras yo pasaba por el frente de él hacia los ascensores, estoy segura de que me siguió con la mirada a través de las cámaras, era tan evidente... suspire y toqué el timbre del apartamento de Cynthia, era el número veinte.
-¡Jesse!, ¿¡Pero que te ha sucedido!?
-¿Puedo pasar? -Ella llevaba una toalla enrollada en su cuerpo, era extraño que por la madrugada estuviese bañándose.- ¿Qué haces a esta hora duchándote? -entre sin dejarla de mirar, me detuve en cuanto le vi, alcé ambas cejas sorprendida y he sonreído levemente al hombre que estaba cerrando su camisa en el sofá de ella.- Soy Jess...
-¿Jesse?, Cynthia me ha hablado mucho de ti.
-¿Ah sí? -Me he girado a verla.-
-Pues sí...verás. Él es Luis deigh, es dueño del canal en el que trabajo, y estaba buscando alguien que hiciese la nueva publicidad para los pasillos de los matinales y le comenté que tú eras muy buena en eso, que habías viajado hasta aquí justamente para eso, para tomar fotos.
-Sería de mucha ayuda si aceptases trabajar con nosotros, solo será un mes en que tendrías que tomar fotos a los panelistas y bueno... ¿Cynthia hace falta algo en el piso de prensa?
-Creo que por ahora solo necesitamos más hojas -Rió mientras pasaba a un lado mío.-
-¿Qué dices Jesse?, ¿Cuento con tu ayuda?
Ignore el hecho de que al llegar su camisa estaba desordenada y que su pantalón estaba desabotonado aun, intente concentrarme, quizás si aceptaba me alejaría de lo que mantenía mal.
-¿Podría visitar su oficina por la mañana?, la verdad ahora me encuentro algo indispuesta como para aceptar su propuesta. -He apuntado mi evidente ropa mojada y lo ha comprendido todo.-
-No se diga más, te espero a las diez. Yo me retiro Cynthia, y...gracias por esos reportes que me diste, siento haberte molestado tan tarde.
He fingido no haberme percatado en el tono de su voz y he pasado a la bañera mientras cynthia se despedía de su jefe. Lancé la ropa mojada al suelo y me he sumergido en el agua tibia, de algún modo esto me tranquilizó un poco, saber que tendría la cabeza ocupada en otra cosa.
-Jesse, ¿Puedo pasar?
-Adelante -He cerrado la persiana al oírla entrar.-
-¿Qué sucedió Jess?, ¿Por qué llegaste así? -He oído como se sentaba en la taza del baño.-
-He visto a Danny... -Dije tajante.- Lo vi y te juro que no pude detenerme.
-¿! Dónde lo has visto ¡? ¡Rayos siempre me pierdo las cosas interesantes!
-No pude detenerme, me refiero a que ya no puedo dejar de pensar en él, ¡cuanto lo odio!, es un imbécil...
-Pero no puedes seguir condenándolo, nunca te diste el trabajo de preguntarle por qué hizo aquello, pero presiento que no tardarás en preguntárselo.
-¿Por qué lo dices? -Me he asomado por una orilla de la persiana.-
-Bueno la verdad es que yo lo veo a diario, pero no cruzo palabras con él.
-¡Dilo de una vez sin rodeos!
-Es mi compañero de trabajo.
-¡Qué! -Por poco me desvanecí pero logré apoyarme en la pared de la tina.
-Pero solo por turnos... resulta que mi jefe, el que se acaba de marchar, me pidió si podía reemplazar a su compañera de trabajo que creo tiene siete meses de embarazo, entonces en teoría yo le apoyo solo en la noche, por supuesto no llegué hace unas horas, porque fui a recibirte.
-Me parece una broma de mal gusto, ahora ya nose si ir mañana con tu jefe... -Me he envuelto en una toalla.-
-Oye tranquila... -Ella se ha levantado y me ha alzado el rostro desde el mentón.- si te hace sentir más tranquila... Danny no habla de ti, casi siempre está hablando por teléfono, y nose que más pero te aseguro que él cambió su vida por una nueva, losé...
-¿Por qué estás tan segura de que es así? -De alguna forma desee escuchar una risa por su parte, diciendo que estaba bromeando.-
-Porque lo veo en sus acciones, la gente lo comenta, sabes Jesse... -Ella se volteo y abrió la ventana para que el vapor saliese.- hay veces que es mejor saber la verdad a la mitad, a veces es más sano, y creo que esta es una de esas ocasiones.
-Necesito descansar un poco...
-El amanecer trae nuevas oportunidades Jess... Puedes ocupar la habitación de huéspedes, si tienes frío puedes tomar algún cobertor desde el armario, y si quieres comer pues ya sabes. -Cynthia me ha observado con sus brazos en la cintura y ha negado.- No pienses en nada y solo duerme, ¿sí?, eres una chica que tiene un millón de hombres que desearían estar contigo.
He sonreído lo más ampliamente que pude y cuando logré convencerla de que estaba mejor me fui a la habitación. Por suerte tenía la cama al lado de la ventana, lo que me permitía ver los automóviles pasar en la costanera, aquella en la que Danny pasó hace unas horas atrás.
Cynthia tenía razón, nunca me di el tiempo de preguntarle el porqué y solo huí lejos de aquí, pero nadie que esté tan enamorado haría sufrir así a su persona especial.
-No mediste las consecuencias...fuiste un imbécil Danny.
"¡Hoy es el gran día!
Estoy ansiosa, deseo que veas este vestido, sé que te gusta el azul Danny. ¿Tú estarás listo?, he comprado con mis ahorros algo que querías hace unos días en la tienda del centro, aquella pluma color dorada, la verdad no entiendo porqué te gustan estas cosas tan insignificantes pero ya qué, tuve que pelearme con el de la tienda para que me vendiera la última.
Espero verte Danny, entre todas las personas quiero encontrarme con tus manos al bailar esta noche, que mires dentro de mis ojos y descubras lo que nuestra historia cuenta, lo que no digo a diario Danny...
Desierto"
-¡No te muevas Jess, no puedo ondular bien tu cabello!
-¡Cynthia ya solo queda media hora para que nos recojan los chicos! , ¿Crees que nos dirán algo si nos ven llegar de la mano?
-¡Por favor!, tú y Danny son las únicas personas en el mundo que esconden su amor aun.
-Tú sabes que podrían haberme cancelado la matrícula si me descubrían con Danny, gracias al cielo que no nos descubrieron en nada extraño. -Me levanté para ponerme algo de laca en el cabello.- ¿Cómo me veo?
-Pues con los ojos Jess, ¡el amor te tiene algo estúpida últimamente! -Ha reído a carcajadas, yo la he lanzado a la cama y le he devuelto las carcajadas al mil.-
El reloj avanzó tan lento aquella noche, mis piernas temblaban levemente bajo mi vestido largo, solo pensaba en que no quería caerme al bajar por las escaleras para tomar tu mano y caminar por las calles vestidos de gala, que pareceríamos dos locos cruzando las calles mientras tú me girabas para abrazarme por la espalda.
No me importaba que no tuvieses un automóvil aun para llevarme en él hasta el baile, me era suficiente seguir tomando tu mano al caminar, y sentirte reír con mis bromas absurdas de niña infantil Danny.
-Era más que suficiente... -He alzado mis manos al techo de la habitación y las he observado. Cerré los ojos y el flashback continuó con el mismo aire de aquel día ártico para cualquiera que se decepcionó, o quizás solo ha sido así para mí todo este tiempo.-
-¿Jess?, ¿Estás ahí? -Cynthia ha chasqueado los dedos en frente de mí.-
-¡Sí!
-Pues...hace una hora debíamos estar en el baile...
-Oh... ¡Los chicos deben estar por llegar! -Me levanté a ver por la ventana, pero la esperanza se iba perdiendo poco a poco al ver que ni la bola de maleza del desierto pasaba por aquí.-
-Creo que deberíamos ir por nuestra cuenta, quizás les ocurrió algo y allá nos puedan informar.
-¡Soy una tonta!, debí haber recargado mi teléfono celular antes de esta noche, entonces podría haberlo podido llamar...
Cynthia se ha levantado y se ha acercado a papá, le ha murmurado algo pero no he podido descifrar de qué se trataba, luego se ha acercado a mí junto a él.
-Hija, yo puedo llevarlas al baile en el automóvil, de seguro sus amigas las esperan allá, por eso no pudieron venir por ustedes.
No me he molestado siquiera en verle para negar rotundamente, Danny va a llegar por mí.
-Cynthia. -Me acerqué a ella y le di un fuerte abrazo.- no quiero arruinar tu noche, puedes ir con papá y yo más tarde apareceré por allá.
-Jesse ya basta... Danny no va a llegar. -Murmuró por lo bajo para que papá no se percatase.-
-Solo ve tú y pásatela bien.
-¿Estarás bien sin mí?, puedo ir y volver por ti en caso de que Danny esté allí.
He asentido sonriéndole. Cynthia se marchó con Papá.
Quizás debí ir y verte con mis propios ojos para terminar de morir esa noche, y así no pensar más en ti Danny... -Me he volteado en la cama para no ver más la costanera.-
-¿Jesse?, deberías dormir, ya han pasado cerca de cuatro horas... si no vas a ir a ese baile será mejor que te recuestes. -Era mamá que se había levantado para verme, yo aun permanecía en el sofá esperando alguna noticia.-
-Tranquila, estoy esperando a Cynthia.
-Pero si ella se fue al baile mi cielo... ¿Qué sucede? -Mamá se ha acercado a mí y no he podido evitarlo, las lágrimas se desbordaban por mis mejillas que ardían.- Oh cariño... ¿esperabas a un chico?, ¿se trata de aquel de los ojos claros?
Me he levantado precipitadamente.
-No mamá, ¡no esperaba a nadie! -Tomé la cola de mi vestido y subí hasta mi habitación.-
Espere una hora y media más hasta que Cynthia, tú llegaste del baile y subiste a mi habitación, estabas fría, tu cara estaba más blanca que de costumbre.
-¡Cynthia al fin volviste!
-No vengo para nada bueno Jess... ¡ESE IMBÉCIL!
La he observado pero no quería seguir escuchando, por su cara ya podía predecir lo que había sucedido.
-Ha llegado hace cerca de veinte minutos con su amigo ese... y Charlotte...
-¿¡Cómo que con Charlotte!? -He negado repetidamente con la cabeza.-
-Mira...para mí no es nada fácil esto, prefiero que lo veas tú misma.
Cynthia me ha mostrado varias fotos de Danny bailando los lentos con ella, estaban pegados, sus miradas tan cómplices y aquella pulsera que le tejí a Danny la llevaba ella en la cola de su cabello, esto no podía estar pasando... y
-No...es mejor que ya no sigas viendo Jess... -Cynthia ha alejado el teléfono celular de mi vista.-
Necesitaba saberlo, no podía ser, me rehusaba a creer que Danny se fue con ella y que todo se le olvido en un segundo.
He forcejeado con cynthia para terminar de verle, entonces descubrí aquella verdad que quería ocultarme a toda costa.
-¡Pero esto no puede ser posible!
-Pues... ¡No lo comprendo!, ¡solo un cerdo puede hacer esto!, oh...Jess..
-¡NO, ES UN IMBÉCIL!, ¡JAMÁS ME VOLVERÁ A VER!
-¡JESSE!, ¿¡QUÉ SUCEDIÓ!?
Mamá y Papá han despertado, encendieron las luces de mi habitación y entraron para ver que me sucedía, pero ya no deseaba verle la cara a nadie más.
Danny estaba besándola mientras sus manos le recorrían el cuerpo. Solo de recordar aquella foto las nauseas volvían a mí. Salí de casa, tiré los tacones a la acera y corrí arrastrando mi vestido varias calles.
Varios de los estudiantes de los otros salones me observaron de reojo al verme pasar, entre ellos los rumores se escuchaban y me hacían perder las fuerzas al dirigirme hasta donde tú estabas Danny, y después de tantas calles mojadas llegué y tú ya no estabas, la fiesta se había acabado, pero también mi vida...
-¡DESPIERTA MONA! -Cynthia me ha enrollado como a una fajita en las sábanas y me ha lanzado al suelo tan frío como su sentido del humor.-
-¿¡Qué, pero por qué!? -Me he fregado los ojos, me parecía que solo hace un momento me había puesto a dormir.-
-¡Tienes que venir conmigo, hoy es tu entrevista de trabajo!
-¡No deseo ir a ningún lugar! -Me he levantado para volver a acostarme.-
-Oh vamos, tus padres han llamado preocupados por ti, les dije que habíamos ido a beber y que hoy irías conmigo a una entrevista. ¿Me dejarás como una mentirosa?
-Cynthia. Experta en chantaje, humor negro y tirana, todo lo que una amiga busca. -Reí y fui a ducharme.-
Tras vestirme y ordenar unas cuantas cosas Cynthia y yo hemos salido en dirección a su lugar de trabajo.
-¡Nuevo día nuevas oportunidades! ¡Guuuuua! ¡Allá voy! -he abierto el techo del descapotable de cynthia y he alzado las manos.-
-¡Cuidado, no vayas a tragarte una mosca! -Dijo mientras ponía algo de música.-
Día despejado, cielo abierto, nada podía salir mal hoy.
Hemos aparcado en el estacionamiento, puse mis tacones en este edificio con decisión, caminé empoderada por los pasillos hasta la oficina que cynthia me indicó antes de irme, todo, absolutamente todo iba a ir bien.
Exhale fuertemente antes de llamar a la puerta de la oficina.
-¡Adelante!
He pasado, cerré la puerta y me he volteado.
-¡Señorita Jesse!, ¡Qué bien que pudo venir! -El jefe se ha levantado para saludar.-
-¿Jesse?
Aquella voz grave ha dicho mi nombre, la misma de hace ocho años, Danny se ha volteado a verme, parecía que el tiempo se detuvo, sus ojos se han clavado en los míos, ¿y cómo no?, nuestros recuerdos también.
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