Para entenderlo quizás tenga que volver muchos años atrás y contarte lo cobarde que fui hijo. He tratado de enmendar mi error tantos años como los cometas se demoran en pasar.

Estoy en frente de ti, con vergüenza e implorando que me perdones por lo que hice contigo.

Quizás no lo entenderás, pero te amo desde siempre.

-John, cumple con tu parte del trato. –Me detuve en frente de ellos.-

-Está bien. –Ha hecho un ademan con una de sus manos, los hombres le han soltado con fuerza, lo sostuve en mis brazos y no lo dejé caer.- No te preocupes, todo estará bien.

-Jesse... -Ha murmurado.-

Acaricié su cabello levemente, era tan especial como el que tenía al nacer, tan suave como la cola de un pequeño conejo. Quizás para las madres sean así todos nuestros hijos. Perfectos en sus imperfecciones. Mis propios pensamientos me han causado algo de risa.

-¡Bueno ya!, ¡Basta de sentimentalismo!

Alcé una mano, enseguida como lo hice todos los hombres de rojo han saltado desde los arbustos, una turba de personas rojas y negras se ha formado y miles de golpes a nuestro alrededor eclipsaron el momento para escaparnos.

-¡Vamos! –Le he jalado de la mano, el no opuso resistencia, sigue imaginando que soy Jesse y por ahora eso me gustaría hacerle creer.-

Ambos hemos subido a la antigua "Combi" en la que solía pasar gran parte de mi juventud, he estado inmersa en mis pensamientos mientras conducía hasta a algún lugar seguro, todo esto se vió disperso cuando me detuve en un café express que estaba a orillas de la bencinera más alejada de la ciudad.

-¿Quién te lo dijo?, Jesse, ¡tú no pudiste saber dónde me encontraba yo! –Danny se ha exaltado.- ¡Te dije que te fueras!

He suspirado apagando las luces, he mirado a los dados que colgaban del espejo retrovisor y lo he decidido.

Tomé los bordes la manta roja y me la quité lentamente.

-¿Abigail?, habría jurado que eras...

-Jesse.

-Exactamente.

Le he mirado de reojo y he reído bajo.

-Lo cierto es que nunca has sido un buen observador. –Comenté.-

-Un momento...-Me ha comenzado a examinar nuevamente, se detuvo en mis ojos y lo ha comprendido.-

-¡Tú no eres Abigail! ¡Ella tiene ojos miel! –Danny alzó una ceja y después me ha tomado un mechón de cabello.- Pero tienes su mismo cabello...su misma cara, ¡Físicamente eres mi madre! Solo que con ojos verdes..., ¿¡Quién rayos eres tú y que hiciste con ella!? No me digas que...le sucedió algo y tú te has disfrazado de ella para salvarme...no me lo creería.

Pude decirte que sí, que esa era la razón. Pero ya no hay tiempo para volver a esconderse, hoy solo hay tiempo para despedirme y decirte cuanto te extrañare ahora que ya no podré observarte más.

-Abigail es...

-¿Qué?, ¿Más secretos?, ¿¡De qué más tengo que enterarme!?, ¿No creen que ya es suficiente? –Se ha tirado del cabello, y ha comenzado a llorar precipitadamente, le he tomado por los hombros para detenerlo antes de que se hiciese daño.-

-¿Quieres saber la verdad?, bueno, yo soy la más indicada para decírtela... ¡Por que yo soy tu madre Danny!, ¡Tú eres mi hijo!

Danny se ha quedado mudo, perplejo y frío, con los ojos clavados en los míos y con poca fuerza en sus brazos, casi pude ver como su alma se despedía de mí y salía por la ventana.

-¿Me quieren tomar más por un idiota cierto? ,No confían en que yo soy inteligente y que por algo soy un periodista ¿no?...es suficiente. –Ha dirigido su mano al picaporte para marcharse.-

-¿¡POR QUÉ!?, ¿¡POR QUÉ ES SUFICIENTE DANNY!?, no, no te vayas... -Le detuve desde un brazo pero el se ha zafado con fuerza.-

Me estaba doliendo, me estaba muriendo con su frialdad.

-¡Hijo! , ¡Por favor escúchame!

-¿Hijo?, hasta donde yo sé tú te fuiste con otro...bueno... ¡en realidad nose dónde te has metido todo este tiempo!, ¿sabes algo?, ya no soy nadie, ni siquiera soy tu hijo, ¡menuda sorpresa!, ya no tengo mi empleo y todo por... ¡por ti y tus malas decisiones!...mamá... si es que así te puedo llamar.

-No, sólo te pediré que me escuches, no necesito que me llames mamá...

-Te escucharé y después de hacerlo ya me iré, no tengo mucho que hacer aquí con una extraña. –Se ha cruzado de brazos y ha refunfuñado alterado, estaba agobiado.-

-Está bien...

-Te escucho.

-Abigail es mi gemela menor, ella nació sólo un minuto después de mí. Abigail es la estudiosa, la responsable. Yo en cambio nunca fui lo que mis padres quisieron... yo fui bastante más extrovertida y rebelde, yo era la piedra de tope de la familia. Por esa razón Abigail y yo fuimos a escuelas distintas, ella fue a una de las más prestigiosas mientras yo apenas pasaba de curso en los establecimientos del estado. –Hice una pausa y tomé aire.- Abigail y yo siempre fuimos muy unidas a pesar de eso, ella me cubría y yo a ella. Nos contábamos todo y jamás nos peleamos innecesariamente...bueno...el punto cambió cuando tus abuelos...nuestros padres quiero decir, decidieron separarse, a nuestros cinco años.

-Es demasiado... -Murmuró.-

-Lo sé...pero es necesario que lo sepas todo, ya no me queda mucho tiempo...

Él asintió sin verme.

-Abigail se fue con papá hacia la ciudad, Valparaíso. Mientras yo y mamá nos fuimos hasta las afueras, no recuerdo el nombre pero sólo era campo y valles, vacas y caballos... era joven y muy estúpida. Esto no impidió que ella y yo mantuviésemos el contacto, al contrario, ella siempre me dijo que si yo necesitaba algo haría lo que fuese por mí, es de esos ángeles que caen para ayudarnos a las personas desordenadas como yo.

-¿Qué tiene que ver conmigo todo eso?

-¿Quieres saberlo o no?

-¡Esta bien! –Rodó los ojos algo cansado de mi relato.-

-Pasaron cerca de diez años, tu abuela consiguió una pareja, la cual me trataba muy mal, en ese momento mi comportamiento cambió y tomé el camino rápido, comencé a comportarme aun peor, me escapaba cada fin de semana y...-Suspire.- en uno de esos sucedió algo que no quisiera recordar.

-¿Qué te sucedió? –Danny ha soltado su postura y me ha observado confuso.-

-Una violación de un extraño...trajo consigo un hijo que no deseaba pero que...extraño todos los días de mi vida... -Aquel recuerdo me ha hecho cerrar los ojos con fuerza, me he tapado los ojos y me he recostado levemente mirando las estrellas en el tapiz de la combi.- Cuando él nació la situación se volvió difícil, la pareja de tu abuela no lo quería en casa y le trataba muy mal, siempre estaba tratándole como a un trapo viejo...aquello terminó con mi paciencia y me salí de la secundaria, tomé a mi hijo y salí con él en busca de ayuda. Nunca lo olvidaré... días completos haciendo colas para ver si quedaba algún lugar en las habitaciones que les dan a los indigentes por una noche. Mi hijo estaba sufriendo...pronto comenzó a enfermar y unas cristianas de la caridad nos dieron un lugar por tres meses en una casa de acogidas.

Danny ha comenzado a temblar, sus ojos abiertos como plato y su piel erizada. Sólo recordarlo me hacía viajar hasta esos años nuevamente.

-Yo lo sabía...pero él no, él era muy pequeño para decirle lo que sucedería. Las cristianas me dijeron que los tres meses eran para mí, que él podía quedarse de forma permanente y ser criado como un huérfano y que cuando cumpliera su mayoría de edad le conseguirían estudios superiores...Yo era joven, sin estudios aprobados por nadie y sin dinero...no tenía nada que ofrecerle...y tampoco podía llevarle conmigo a algo incierto. El tiempo pasó y el día llegó, le deje allí una mañana de invierno en la que él dormía aun, entonces yo sola y enfrentándome a los imponentes edificios de una ciudad que no conocía, la capital, recordé a la única persona que no me abandonó nunca.

-Abigail...-Afirmó Danny con lágrimas en sus ojos.-

-Así es...le escribí una carta...ya sabes eso tardó un poco...y mientras esos sucedía volví a casa de mamá, para entonces ella ya había terminado con aquella pareja, pero no porque quisiese, sino porque el juzgado le había ordenado que debía cambiarse de lugar ya que en el campo no tenía oportunidades yo para surgir como estudiante, la escuela me quedaba a tres horas y eso gatillo su cambio de hogar, y por supuesto también el término de su relación, entonces mamá tuvo que abandonar la casa del campo e ir conmigo hasta un nuevo lugar.

-¿Un nuevo lugar?

-Sí, Valparaíso para ser exacta. Eso arregló bastante mi situación, pero no del todo. Cuando llegamos a ese lugar mamá entró a trabajar de planta como sirvienta en casa de unos millonarios de la zona. Yo intenté traer conmigo a aquel hijo...por supuesto...pero la casona no lo permitía... a penas cuando sucedió eso tenía quizás dieciséis o quizá un poco más...el punto es que mamá no me dejó jamás volver a mirar atrás y me destruyó a tal punto que comencé a creer que era la escoria de la familia, siempre me estaba comparando con mi gemela. Un día Abigail contestó mi carta, y por suerte aun no le había dicho mi nombre a John, quién ya sabes...era el hijo del jefe de mamá, era muy extraño, me hablaba como si me conociese. Entonces todo se aclaró en la carta de Abigail quién escribió que ella había estado desde los seis en aquella casona con papá quién era jardinero de esta en ese entonces, Ella me dijo que conocía muy bien los secretos que hay en ella... me dijo que eran mafiosos y que seguramente John pensaba que ella había vuelto a esa casona, me pidió que por favor mantuviese su imagen con él para que no se diera cuenta de la relación que ahora mantenía con un joven que iba a la otra escuela junto a ella después de su partida a Viña del mar. Como Abigail había sido tan buena conmigo, y John era un imbécil de grado final, acepté.

-Entonces la suplantaste... ¡Pero qué idiota es! ¡Con esos ojos!

Asentí y sonreí débilmente.

-No quise subestimarle así que le tuve que inventar que todo fue a causa de un accidente, que papá había muerto y que tras aquel accidente mi visión se había visto comprometida, que por eso tuve una operación al iris en los ojos, un trasplante para ser exacta. Ignoro si eso se puede hacer o no, pero él se lo tragó todo.

-Perdona, ¿Quieres decir que todo eso supuestamente le ocurrió a la Abigail que suplantabas?, bueno confieso que es una excusa bastante creíble si lo piensas bien.

-Sí, todo eso le sucedió a la Abigail que él conoce pero que yo suplantaba. –Me he sentado para estar a la altura de Danny nuevamente.- No pasó mucho tiempo cuando descubrí que John tenía fuertes sentimientos por Abigail, y que en la escuela lo encubría muy bien, pues siempre usaba la excusa de que esperaba a una chica que se llama igual que yo, Annie...claro que ella era de otro apellido y todo, no tiene nada que ver con nosotros.

-Así que te llamas Annie...-Murmuró Danny quién tomó mi mano, yo asentí medio sonriendo.- Todo este brutal cambio no me impidió pensar en mi hijo, del cual no sabía nada, eso me hizo retomar la mala conducta. Ahí es donde aparece tu padre en la historia, Roberto.

-¿Cómo era papá?, él nunca habló sobre esto...

-Jamás te lo diría con tal de que vivieses en paz, pero eso no funcionó. Retomando el tema... Roberto era un hippie que venía de otra escuela, con él me sentí muy bien, me abrió los brazos a mundo diferente, un mundo libre de culpas, con él encontré la forma de sentirme mejor a través de las drogas, la música, lo bohemio.

-Wow... ¿¡Quieres decir que soy producto de la bohemia!?

-No, yo sí sentía un amor muy inmenso por Roberto, a tal punto que muchas noches me escapé de la casona arriesgando el empleo de tu abuela. Siempre encontraba en él la paz que necesitaba...Así varias noches, en las que John me esperaba y me sostenía en medio de mi borrachera. No puedo negar que es un tipo bastante atento. –Comenté de pronto.- pero no sentía nada más que cariño por los sentimientos que le tenía a mi gemela. No te lo creerás pero una de esas noches yo me acosté con él, y un mes después un nuevo embarazo...

-¿Cómo?, ¡Pero qué dices!, ¿¡Entonces quién es mi padre!?, ¡Qué rayos pasó por tu cabeza!

-No me lo preguntes...era una alcohólica con un hijo perdido y otro en el vientre, una adolescente sin frenos y sin metas...era siempre lo peor del mundo, lo que nadie deseaba... pero si de algo estoy segura es de que Roberto fue tu padre, ya que John aquella noche usó protección, su padre no le permitía tener hijos mientras no acabase con sus estudios, y yo lo comprobé cuando desperté y vi el envoltorio del preservativo a un lado... bueno...todo esto no termina aquí pero te diré que tras aquello me gradué contigo en el vientre, me mude con Roberto y en un momento dado me fui lejos dejándole una carta con mi razón, le escribí que no deseaba que John tuviese represarías contra ti y que por eso me iba, que necesitaba esconderme... siempre fui una cobarde Danny y creo que ahora lo estoy pagando con creces.

-¿Por qué?, ¿Por qué lo dices? –Danny confundido se ha echado para atrás sin comprenderlo.-

-Sida...me contagie ya adulta, con la vida que llevaba después de Roberto... y por supuesto... Abigail al saber de esto inició lo que ya conoces, la Mafia Red Sky, la cual me permitió vigilarte desde cerca y de muy lejos a la vez...sí... Danny, la Abigail que tú conociste, la que va en la motocicleta, es tu tía y la que John conoce soy yo...tu madre...