Capitulo 20 Fuego
Sus manos acarician todo mi cuerpo, se desatan tocando cada rincón como explorándolo, su respiración cerca de la mía nos comenzaba a invadir de un inquietante calor que crecía desde el hueco de mis ingles Me besa con fuerza, con locura, tanto como lo deseo yo en este momento. Pero detrás de todo este impulso todo transcurrirá como él lo desea.
Toma mis manos y las lleva contra la pared por encima de mi cabeza, agarrándomelas luego con una de las suyas mientras la otra acaricia mi pecho desnudo, en este momento me avergüenzo, él ha de haber estado con mujeres voluptuosas, realmente bellas, pero sin embargo sus manos parecen nerviosas y muy seguras, me moldeaban de una forma tan suave que sentía mis piernas temblar.
Sus labios se han deslizado por mi cuello y han comenzado a dejar besos sobre mi pecho, mordisquea y juega. No está dispuesto a perderse ninguna parte de mí en esta noche nuestra.
He mirado hacia el techo deseando sentirle aun más cerca, el calor me comenzaba a invadir, un pequeño gemido se escapó de mis labios, él ha levantado la mirada medio sonriendo, parecía estar disfrutando mi sufrimiento.
Su erección fuerte y dura choca contra el punto exacto en el que me estoy incendiando, consiguiendo que el placer me recorra, Me besa despacio e incendia mi piel, pero yo no puedo más.
Moví levemente mi cuerpo hacia delante buscando la fricción, pero él no parece querer terminar con esto, sigue demorándose en cada beso que deja en mi cintura, al borde de mi ropa interior la cual se dedicó a quitar con la boca, ¡Creo que voy a explotar!
Me muerde, me besa... Gemí desesperada y él sonríe canalla contra mi piel.
-Danny... -Le he observado desesperada.-
Él me ha levantado desde mi trasero y yo me he colgado de él, rodee su cintura con mis piernas y no he dejado de besarle.
Su lengua jugaba con la mía de forma perversa, mientras su erección seguía chocando con mi entrepierna de forma dura, salvaje, y luego suave y gentil.
Me he deslizado por su pecho, le he quitado la molesta ropa mojada y pronto he sentido su piel ardiendo en contacto con la mía. Sus ojos miel se desbordaban por mi cuerpo, y sus manos fuertes me hacían de su propiedad.
Él ha tomado una de mis manos y la ha dirigido hasta su erección por debajo de su bóxer Púrpura, enseguida mi mano ha comenzado a tocarle, de arriba abajo, Danny parecía disfrutarlo, pues sus labios me besaban con deseo mientras sus manos acunaban mi rostro.
Mi respiración acelerada y el deseo recorriéndome entera. Quiero tocarlo mil veces más
Danny clavó sus ojos en los míos y con mis propias manos encima de las de él se ha deshecho de sus bóxer.
No pude evitarlo, mi mirada se ha paseado por su torso desnudo y trabajado, sus brazos fuertes y moldeados y finalmente han llegado a donde deseaba.
La tiene grande y dura y el deseo aumenta tanto que mis neuronas se han incinerado.
Me ha pegado a él fuertemente y me ha inclinado con delicadeza sobre la alfombra de este lugar, como nuestra primera vez en casa de sus padres.
Mi pecho estaba por estallar, una de sus manos me ha tirado desde los tobillos para quedar a su altura, pronto esos ojos de miel me absorbían, me llevan a las estrellas y me queman en el sol.
-Quiero probarte de todas las formas que existen Jess...-Su voz grave y masculina me hace temblar en placer, lo ha dicho con deseo, sus ojos dicen tantas cosas que nose como explicarlo, simplemente el bien y el mal son uno solo esta noche.-
Me he removido subiendo levemente para que besara mi pecho pero él ha vuelto a tirar de mí y me ha abierto sin ninguna delicadeza, con ese pequeño acto y sus ojos salvajes me han hecho entender que no soy quien lleva el mando des esta situación.
Me embiste con fuerza a la vez que apoya las palmas de sus manos en la alfombra, a ambos lados de mi cara.
Mi espalda se arquea al tiempo en que su erección entra por completo.
Me llena, Me encanta.
Su boca y la mía están rosándose, pero nose besan, su respiración agitada y sus ojos me siguen observando, disfruta y de esto, me he perdido una vez más en sus ojos, pero esta vez él me ha guiñado mientras su ritmo aceleraba brusco y delicioso.
Mis manos no sabían donde estar, me encontraba extasiada, él lo nota y eleva mis manos a un costado de mi rostro el cual ha besado ahora con delicadeza en sus mejillas, creo que intenta apagar el fuego en mí.
Mis gemidos interrumpen sus besos, él sonríe mientras su ritmo vuelve a ser lento y caritativo, dando un pequeño espacio para mirarnos, para respirar, y para besarle con efusión.
He atrapado su labio inferior, le he tirado levemente y él ha empujado con fuerza dentro de mí, más intenso. Gemí apretando sus manos en las mías y me retorcí sintiendo aquellas más largas y fuertes que comenzó a proporcionarme a medida que mi rostro cambiaba.
Me gira entre sus brazos. Me deja bocabajo sobre la alfombra, se tumba sobre mí y enseguida noto cómo su erección aun dura y fuerte se abre paso y me llena de nuevo.
Grité y arañé la alfombra, él gime y besa mis hombros, su ritmo rápido y oscuro me gusta, me invade.
Sus manos me han levantado desde el pecho y me ha sentado de cuclillas por encima de su miembro, me avergüenzo, me muevo y lo hago de manera torpe, él me toma desde las caderas y me ayuda a moverme, sus dedos se hunden en el hueco de mis caderas y comienza a moverme de forma desenfrenada.
El orgasmo me recorrer por todo el cuerpo, Definitivamente he recordado todo el amor que nos juramos y que en un segundo se vió fundido en una relación íntima, entre su cuerpo mojado y el mío.
Entra una vez más ahora dejándome nuevamente debajo de él y se pierde en mi interior con mi nombre en sus labios. Podía sentirlo, Danny estaba en un punto de inflexión y en este momento nada me importaba, si lo que más deseaba era tenerlo aquí, ahora, para siempre.
Danny se deja caer sobre mí, hunde su nariz en mi cuello y respira hondo.
-Te amo Jess...siempre te he amado... tú serás mi mujer. –Murmuró con su voz agitada, yo sonreí feliz.-
El líquido blanco y caliente me recorría mi interior, sin dejar escapar ni un centímetro, él estaba cansado, pero tal vez no físicamente, sino que se encontraba atormentado y la forma de su sexo me lo ha indicado.
He sonreído acariciando su cabello mojado, abracé su cintura con mis piernas, y cuando Danny comenzó a salirse dentro de mí, le he empujado con fuerza hacia dentro una vez más.
Su boca me ha proporcionado uno de esos besos con sabor a "te extrañé".
Él se ha levantado, nuestras miradas se han encontrado, de forma suave y por un segundo permanecimos en silencio al notar lo que había sucedido aquí, y en el otro, Danny me ha levantado estrechándome con fuerza, besándome y mirándome una vez más sin poder creer que estábamos aquí.
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