Cuando las manos de Danny se deslizaron por mi espalda un pequeño escalofrío de recuerdos me hizo despertar, le he visto a la cara, su voz era la misma de antes, pero ahora en ella un deje de deseo.

-Jesse...lo que lleguemos a ser no depende de nadie más, solo de ti y de mí.

He dejado descansar mi cabeza en su pecho un segundo, deseando quedarnos así para siempre.

-No es posible... -Musité.-

-¡No, ya no digas eso!, sólo déjame explicar una vez lo que sucedió, Jesse nadie más me va a convencer de que tú no eres mi mujer, he estado todo este tiempo buscándote, me convertí en un trotamundos y tú sabes cuánto me disgusta ello, podría volver a acampar en el Himalaya si es para observar el planeta y encontrarte otra vez.

Me he separado de Danny y he comenzado a recoger mis cosas, al levantarme le he mirado con una explosión de cosas en mi interior. El me ha observado esperando una respuesta, sus manos temblaban, ahora las podía ver gracias a la luz de uno de los reflectores que se había encendido.

Ojos que ardían en la oscuridad se han mostrado compasivos, dulces, apacibles.

-Sabes que te quiero...no lo he ocultado en ningún momento...-Dije antes de suspirar.- pero nuestra historia ya está escrita Danny, forzar aun más nos puede llevar a algo peor.

-¿Por qué no reescribirla?, yo no sé porqué tu y yo nos separamos, te juro que todos los días me pregunté qué hice mal, y ahora Jess... ahora estoy atado a personas muy malas, al final todo lo que vino después de ti estuvo mal escrito, Jesse tú eres mi tinta favorita cuándo se trata de escribir mi historia, si tú sales por esta puerta ahora ten por seguro que jamás seguiré escribiendo nada para mí, allí terminará mi historia... –Danny ha suspirado entre lágrimas, se encontraba deshauseado.- La luz se apagará y ya no dependerá de nadie más.

He pasado a su lado sin dejar de verle, Danny y yo estábamos a espaldas del otro, una inquietante sensación me contaba los segundos en el interior, no sabía si volver a confiar en mis deseos o en lo correcto, todo esto era muy confuso.

-¿Cómo reescribir una historia que no debió ser escrita? –Pregunté.-

Danny se ha volteado y me ha sujetado del brazo, lentamente su mano se deslizo hasta alcanzar la mía y depositó aquella pluma dorada que le dejé a cynthia para que se la entregase después que yo me marchase de este lugar.

He sonreído inconscientemente, pero al segundo la he dejado caer. Levanté la mirada y le desconocí. Muchas veces he dejado que la mirada de Danny me convenciera, habían pasado ocho años... ¿cómo me iba a creer la historia de su búsqueda?, no hay ninguna prueba... y que haya visitado España sólo ha de ser una casualidad...

-Sólo dime algo, ¿Quiénes son esas personas malas?, si de verdad quieres recuperar mi confianza tendrás que contármelo.

Él ha negado en silencio mirando al suelo.

-No puedo decirte...aún, pero te juro que ya llegará su momento, hay una razón, la hay...Jesse... ¡Debes creerme!

He sonreído de lado irónicamente.

-Los cuentos para los niños Danny. Ya no me volverás a engañar... nunca más.

Le he dejado sólo, salí rápidamente hasta prensa, busqué a Cynthia, necesitaba quitarme de encima esto que estaba pasando, necesitaba olvidarme de todo antes de que terminase volviéndome loca.

-¡Cynthia!

Después de todo... parece haber sido ella la única que me ha dicho los mejores consejos.

-¿Qué sucede? –Se ha volteado y me ha estrechado entre sus brazos.- ¿Por qué no hablas?, ¿Jesse?

-Danny, él me ha dicho que tiene tantas cosas que explicar, que no ha sido así... yo... ya nose que pensar.

Un nudo en mi garganta subía a mis ojos y los llenaba, a punto y ya casi se desbordaban. Cynthia me ha sujetado del brazo y me ha llevado hasta la azotea.

-¡Calma mujer!

-¿¡Cómo me pides eso!?, estamos en el mismo edificio, nos cruzamos cada mañana... Cynthia yo nose a quién creerle...

-Oye... ¿Acaso no te has dedicado a observar?

De pronto un rayo atravesó mi cabeza, he dejado de llorar repentinamente y un flashback ha atravesado mis recuerdos.

"Madrid, España.

Estaba en el balcón del pequeño piso que rentábamos Henry y yo, bebía un poco de té helado en pleno verano para capear un poco el calor, después de todo era muy poco el tiempo que me quedaba para salir a divertirme gracias al trabajo.

Henry había salido, pero me pidió que cubriese a uno de sus clientes, un modelo llamado Bruno Dophell, aclamado en este lugar del globo.

Así que tuve que dejar de lado mi té y convertirme en una modelo para no parecer una indigente a su lado.

Me he puesto el pequeño short que resaltaba lo justo, tampoco quería hacerlo pensar que era una entregadita. Y aquella polera sin espalda de color blanco. La opción era ir con tacones para no parecer un llavero, pero si los usaba estaría trabajando a medias, así que me vi obligada a terminar de indigente y ponerme mis viejas zapatillas.

-Un día más y reviento. –Suspire al tomar la cámara.-

Entre la histórica Gran vía y Calle Princesa, estaba la gran plaza de España.

Bruno Dophell estaba rodeado de personas, les he apartado pisoteándole los pies mientras pasaba, y cuando al fin llegué hasta él le sonreí.

Era un tipo alto, quizás alcanzaba el metro ochenta centímetros, tenía un cuerpo de lo más escultural, fui imposible no hacerse la idea de tenerlo quizás un par de noches conmigo.

¡Qué cosas digo!

Me avergonzado para mí misma y le he hablado al de cabello rubio ceniza.

-¿Tú eres Henry?, Habría jurado que eras más varonil por las fotos en internet.

¿Habrá notado mis bigotes?, no me dio tiempo de depilarme. ¡Ay dios qué vergüenza!

Me he cubierto con la mano la boca y he hablado.

-No, él me envió en su lugar, me llamo Jesse y también soy fotógrafa.

-¡Anda pero la belleza la traen las mujeres extranjeras!, ¿Estilo mediterráneo? –Me apuntó los bigotes que aun estaban cubiertos por mis manos.- que exóticas, eso sí que atrae tía.

-¿Podemos comenzar? –Creo que por poco el vapor salía por mis orejas, apenas podía vislumbrar todos los turistas que pasaban a mí alrededor.-

Dophell ha comenzado a posar de lo más modelo de revistas, casi me odiaba por traer los bigotes hoy. Quizá era mi oportunidad de dejar de lado todo lo demás y comenzar algo nuevo.

He mirado a través del lente para enfocarle completo, tras de él una horda de personas pasaba, iban grabando a algo o alguien, le he acercado el zoom, y pude divisar el logo del micrófono que sostenía un reportero de espaldas a mí. Era un logo de un canal muy conocido en mi país.

Me he sorprendió, ¿qué harían aquí?"

Hasta ahora me doy cuenta...

-Perdóname, necesito irme.

Le he dejado allí sola, corrí hasta el salón oscuro y comencé a abrir todas las carpetas de fotografías que hice en Madrid.

-Benditas copias online. –He mirado al tejado y he continuado con mi búsqueda en el netbook-

Al encontrar aquella foto de Bruno Dophell he comenzado a hacerles zoom a las personas que pasaban por detrás.

-¡Dioses! –Por poco me da un mini infarto al percatarme.-

Entonces Cris estaba en lo correcto... ¡Era Danny!, ¡Él si fue!

Sonreí como una idiota, me levanté y salté infantilmente en la oscuridad.

-¡Sí!, ¡Sí!

Me he regocijado en felicidad, el corazón se me llenó de calor y en un intento precipitado de hallarle dejé la puerta abierta del salón oscuro con todas mis pertenencias ahí dentro.

Subí al piso de prensa para abrazarle muy fuerte, pero Danny ya no estaba más, su abrigo ya no pendía de su silla en la oficina y su laptop no se encontraba abierta.

-¿Danny Mendoza se fue? –Pregunté a una de las chicas que estaba aun por este piso.-

-Sí, su turno se terminó hoy, Cynthia Tellhmaier presentará las de la noche.

No he podido evitarlo, la sonrisa se me notaba a kilómetros.

Después de tomar un café con Jim le he escrito un breve mensaje con la luz encendida, aunque no se lo envié estaba segura de que estaba feliz, porque si pude tocar su cuerpo un minuto el día ya era preciso para estar en el ranking de las mejores cosas que existen.

¿Aún estaríamos a tiempo de recrear la historia?

Me he dormido pensando en ello.

-¡Despierta fea durmiente!

-¿¡Qué diablos!? –Me he frotado los ojos fuertemente y he visto por la ventana.- ¡Aun es de noche! –Me he envuelto en el cobertor con fuerza.-

-¡Pero ya es hora de que vayas a trabajar!, ¡Esta madrugada es tu viaje!, según yo, ya vas atrasada.

Henry se ha esforzado por sacarme de la cama mientras me movía como a una masa.

-¡No querrás dejarme mal en mi primer día!, bueno que no puede ser peor, he dormido de lo peor, roncas como un oso y tu nariz hace ese extraño sonido... ¿Estás segura que no habita un gusano en ella?

-¡Es verdad! –Me he levantado de golpe haciéndolo caer.- no recordaba que te llevaría a ti para servirme de apoyo. –Reí muy animada.- No lo intentes Henry, ¡hoy nada ni nadie puede ponerme triste!

Me he duchado rápidamente y me he puesto aquella ropa térmica que me hacía ver como a una oruga. He tomado los lentes y el bloqueador solar y los he metido en una maleta a toda prisa, así mismo he puesto en ella mi pijama y unas cuantas prendas más que quizá podrían servirme para estar dentro de la cabaña o lo que sea que hayan arreglado para nosotros por allá.

Son las cinco am. Y no me importó caminar junto a Henry con esta ropa por en medio de la costanera ahora sabiendo que había muy poco flujo por las calles.

¡Cuánto te amo Danny!

Parezco una niña en una dulcería, el amor que siento por él es tan grande que las montañas jamás alcanzarán el cielo tanto como yo lo hago ahora.

Henry y yo hemos llegado al transfer que nos llevaría hasta la nieve.

Cris estaba abajo con su maleta y vestido como cualquier día normal.

-¿Jesse? –Cris me ha observado de arriba abajo.-

-¿Cómo?, ¿No dijeron ropa térmica?

Henry posó su mano en su rostro, al ver a todos a mi alrededor me he sentido avergonzada, todos iban de lo más normal y yo parecía una masita que podía caminar a su voluntad.

-¡Pero los programas transcurren en la terraza de un hotel!, Jesse... ¿Nadie te dijo eso cierto? –Cris estaba tan divertido con mi presencia como yo con mi estupidez, sólo que él parecía disfrutarla más.-

-¡Pero al menos podre ir a lanzarme en trineo! –Dije victoriosa mientras el set se seguía riendo.-

-Pequeña... -Cris me ha abrazado con fuerza.- ¡No importa!, ¡Yo también iré a lanzarme!

-Al menos has traído ropa de cambio oruga. –Comentó Henry a mi lado.-

-¡Ya cállate! –Inflé las mejillas infantilmente y me crucé de brazos.-

-¡Muy buenos días equipo! –Dijo Luis que venía llegando.- ¿Están felices?

Todos en unísono hemos contestado que sí, hemos alzado las manos en esta fría madrugada como si el verano nos abrazara.

-¡Muy bien!, ¿Están todos aquí?, ya es hora de irnos.

Ciertamente y hasta ahora no me he fijado si Danny estaba aquí.

-¿Dónde está Danny? –Pregunté por lo bajo a Cris.-

-No lo sé... no le veo desde ayer por la mañana.

-¿Están todos? –Repitió Luis.-

-¡Sí! -Contestó Jim que venía caminando a un paso detrás de nosotros.- Buenos días a todos. –Me ha observado y me ha sonreído.- en especial a ti pequeña.

-Entonces nos vamos. –Luis comenzó a subir y todos a moverse.-

Por un segundo me he encontrado atrapada en una burbuja, me han empujado desde atrás para subir al transfer, he seguido paseando la mirada por los alrededores pero sólo se veían el mar y los árboles, los edificios y las calles casi vacías de no ser por las farolas encendidas.

¿Hola?, ¿Luis iba a irse sin Danny?

-¡Jim! –Me he volteado.-

-¿Sí?

-No podemos irnos, Danny no ha llegado.

-¿Cómo que no ha llegado? –Jim alzó una ceja.- de seguro ha de haber hablado con Luis...-Jim ha observado a Luis que se devolvió después de que todos subieron.-

-¿Qué sucede? –Preguntó Luis el jefe mientras se sacudía las manos.-

-Danny Mendoza aun no llega, y él es nuestro presentador en el bloque noticioso. –Comentó Cris que aun no subía y estaba tras de mí junto a Jim.-

Luis ha hecho un par de llamadas un tanto lejos de nosotros y luego ha vuelto encogiéndose de hombros.

-Tendremos que marcharnos sin él, no me contesta y ya no podemos esperarle más.

-¡Pero no puede ser!, ¡Danny estaba muy feliz por venir! –De pronto me he exaltado y todos me han visto extrañados.- ¡Lo digo porque entonces no tendrán quién les presente las noticias!

-No te preocupes por eso Jesse, tengo otras personas que pueden reemplazarle.

-Pero sería imprudente hacer algo así, el rating bajaría considerablemente. –Ha vuelto a hablar Cris sin dejar de ver a Luis, supongo que Cris me apoyaba no porque quisiese que Danny viniese sino porque sabía lo que esta oportunidad representaba para mí.-

-Pero sino vamos ahora el canal de la competencia nos va a ganar en todo y ya sabes cómo es el público, se quedan con el primer canal que les muestre algo nuevo. –Luis ha fruncido el ceño.-

Cris me ha observado como pidiendo perdón y ha pasado al transfer sin decir nada más.

Jim no ha dejado de mirarle mientras subía y yo me rehusaba a marcharme de este lugar sin Danny.

He vuelto a ver a los alrededores, pero el frío era el único que me hacía compañía.

Jim ha subido y finalmente me encontré abajo y sola. El motor del transfer se ha encendido y aunque mi corazón seguía latiendo parecía que lo hacía muy lento, y cuando me senté dentro terminé por resignarme.
Quería llamarle pero seguramente su esposa estaría allí cerca...y por otro lado si él no me habló es porque algo le pasó...¿O no?, quizá sólo no tiene mi número...

Kilómetro a kilómetro que me separaba de Valparaíso sentía que Danny estaba llamándome,  podía oír su voz en mi cabeza.

Nos alejábamos de la costa y mi mirada no se despegaba del último cristal del transfer.

Quizás podía venir en una esquina o en la otra.

O quizás ya era suficiente para él...

¿Qué pasó contigo Danny?, ¿De verdad te hecho daño?, no sabes cuánto te extraño ahora mismo...

Mi mano se ha deslizado por el vidrio empañado y poco a poco fui olvidando la idea de verle llegar... ya estábamos bastante lejos.