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Capitulo 12 La razón


-Oh...Danny... ¿Quién te hizo esto?

Esa voz... he abierto mis ojos levemente y solo pude dilucidar aquel cabello oscuro envuelto en un velo de flores grises.

¿Quién eres?... apenas me podía levantar, esta mujer me ha ayudado a salir del apartamento y me ha subido a un taxi y le ha pagado al conductor, apenas pude ver su rostro, los mareos no se reducían y sentía que me iba a desvanecer, el alcohol...

"Por favor, ayúdelo hasta llegar a esta dirección"

Dijo esa voz femenina al conductor, Al avanzar en el taxi me voltee a penas y pude verla cruzar la calle y desaparecer entre las personas, es todo lo que recuerdo.

Al abrir los ojos me encontraba en un lugar muy familiar, tarde muy poco en descubrir que me encontraba en mi vieja habitación. En la casa de mi padre.

Me senté en la orilla de la cama y fijé mi mirada en el estante, allí estaban todos mis viejos juegos de video, una cámara de grabar antigua y un viejo diploma de deportes.

Me he levantado como pude y tomé la cámara, en ella yacían muchas grabaciones de nuestras andanzas con Jesse.

-¿Y esto?

He comenzado a reproducir un video, realmente era feliz.

Jesse y yo estábamos sobre una montaña rusa y nos grabábamos antes de caer al vacío. Su rostro estaba blanco y gritaba muchas cosas, pataleaba como un bebé que quiere bajarse. Le tomé una de sus manos y le gritaba que la quería cuando caímos al vacío. Jesse gritó muy fuerte y la grabación acabó cuando el juego mecánico terminó, y todo despeinada saludó a la cámara con un beso.

De pronto las nauseas han vuelto y corrí a mi antiguo baño.

Unos pasos me alertaron y me detuve en seco, y sin verle pude saber quién estaba detrás de mí.

-¿Papá?

-¡Hijo!

Papá me ha sonreído como pudo y me abrazó fuerte, su desgastado cuerpo me dio miles de puñaladas en la espalda.

¿Cómo pude olvidar otra de las cosas que guían mi vida?, enseguida no he podido aguantarlo y le he visto a los ojos que heredé de él, la miel en sus ojos se desaparecía año tras año.

-¡Papá!, ¿¡Cómo estás!?

No sabía muy bien que decir, porque papá estaba muy débil. Poseía cáncer al estómago ya ramificado. Por mucho que yo quisiese salvarle ahora que tenía mucho dinero para gastar no podía hacer nada y ahora en este momento lo que más me decepciona es que le había olvidado.

Yo decidí hacerle a un lado para no sufrir y la verdad es que ahora que me está abrazando puedo sentir el poco peso que le quedaba a su cuerpo.

He sido un tonto todo este tiempo...

-Papá...perdóname...tengo tanto que odiar ahora mismo...mi estúpido comportamiento nos ha llevado a esto...

Papá me ha observado con algo de pena, estaba muy débil.

-Hijo...desconozco cuáles son tus razones para haberme olvidado... pero no quiero que te conviertas en esto...no bebas así...tengo la culpa de esto, si tan solo pudiese haber retenido a tu madre nada de esto estaría pasando...

-Papá...-He acariciado su cabello que ya comenzaba ponerse blanco.- siempre me diste lo mejor que pudiste... mamá eligió su camino y ya no me importa.

-Pero...tampoco pude evitar que te casases con esa mala mujer... -La mirada de papá se cristalizaba poco a poco.-

-No es tu culpa, yo soy un adulto papá... y sabes no importa, en realidad nada dolería más que perderte y me arrepiento de todo este tiempo alejados... -Hice una pausa y baje la mirada.- de seguro fue un ángel el que me envió a hacia ti.

No he dejado de abrazarle, he pegado su mejilla a la mía y le he dejado un pequeño beso.

-Nunca he dejado de adorarte papá, te debo el cielo completo.

Papá estaba llorando, aunque no emitía ningún sonido lo pude sentir, entonces le he mirado con ternura.

-Papá... ¿No quieres venir conmigo a almorzar?, tengo tiempo antes de volver al trabajo.

-N...No... -Respondió algo tembloroso, pero yo asentí.-

-Anda vamos, no puedo dejarte aquí, ni siquiera ha venido tu amiga la vecina a prepararte el almuerzo aun.

Papá jamás aceptaría la invitación así que lo tomé de la mano y le ayude a bajar las escaleras.

Me peiné un poco en el espejo y me lave el rostro. Aun había rastros de mi pequeña borrachera en nombre de Jesse, pero por ahora solo deseaba hablar con papá. El tiempo se agotaba entre nosotros y no iba a seguir desperdiciándolo.

Lo he ayudado a arroparse y como no vine en el jeep hasta aquí, he llamado a un taxi que llegó solo un rato después.

Nos hemos subido detrás del conductor, le he ordenado que nos diera una vuelta por la ciudad, le he mostrado a papá cuanto monumento conocía, cada museo y cada roca en la que me he subido, de alguna forma buscaba recrear mis momentos de niñez nuevamente con él.

Papá sonreía y reía por mi estupidez cada vez que caía, no me importaba si manchaba este traje caro o si por la noche tenía que enfrentar el rostro de Jessica, ver la sonrisa de mi viejito me hacía feliz ahora.

Cuando la hora avanzó al fin fuimos a almorzar, como papá no podía comer muchas cosas por su enfermedad, ordené aquellas sopas sin muchos condimentos y no me importó beberlas, el hambre no se comparaba con su rostro tímidamente feliz.

-Papá... ¿quieres algo más?

Él ha negado y me ha sacado la lengua.

-Hijo... ¿Por qué bebiste? -Me ha visto con algo de pena nuevamente, sentí que no le acabé de hacerse sentir peor con mi comportamiento.-

-¿Recuerdas a Jesse?

Papá ha fruncido el ceño y asintió.

-Sí, esa chica que buscaba problemas contigo cuando ibas a trabajar al gimnasio. -De pronto ha alzado ambas cejas.- ya ha pasado tiempo de que no le veo.

-Ella volvió hace como tres días y me ha dado vuelta el planeta. Tú sabes cuánto... -Antes de decirlo lo he pensado detenidamente.- cuánto la estimo.

-¿Estimar?, a mi me parece que no te la has podido sacar de la cabeza.

Fijé una mueca algo triste y asentí.

-Pero tampoco es que no pueda cumplir con mis cosas pero tú sabes en lo que me veo envuelto ahora...

Papá no lo ha aguantado y ha comenzado a llorar nuevamente de forma precipitada.

-Calma...calma, papá... no hablemos más sobre esto.

De pronto, La áspera voz de alguien que conocía muy bien me hizo alusión. Papá se sorprendió y su semblante se transformó rápidamente a uno de preocupación genuina, ya podía hacerme la idea de quién estaba tras de mí.

-¿Cómo está el ladrón de mi hija?, Jessica me ha dicho que hoy vendrían a cenar a mi casa.

Me he levantado para tenderle una mano sin muchas ganas pero con el rostro lleno de falsa felicidad.

-Anda, pero te ves muy bien John.

John era el padre de Jessica.

John, mi suegro, era un tipo sobrevalorado por todos, un hombre implacable, no podías cruzarte en su camino de ninguna forma porque esconde una particularidad bastante grande.

John Undurraga es un magnate mundial, y también es parte de la mafia "The owners of tomorrow", conocidos mundialmente pero no descubiertos nunca.

-Es parte de la rutina ya sabes. ¿Y a quién tenemos por aquí?, un desaparecido en acción.

He dado la vuelta para ver a papá, él sostenía un poco de temor, siempre le ha temido a John, y lo comprendo, estábamos a su merced gracias a mis errores, si yo no cumplía sus condiciones seria mi padre quién pagaría todas las consecuencias.

-John, más tarde iré a tu casa, ahora estaré con papá.

-¿Y por qué no le invitas? -John no dejaba su sarcasmo jamás, pero por supuesto tampoco podía quejarme por esto.-

-No...creo que no, es que papá necesita descansar.

-¡Anda!, tráelo contigo, nadie le dirá nada al viejito.

John nos pisoteaba una y otra vez, siempre he querido golpearle no solo eso, siempre he deseado asesinarle pero no puedo darme ese lujo con mi padre vivo, me he mordido la lengua y he asentido.

-Ya veremos más tarde.

-¡Que aburrido eres Danny!, mi hija estaba entusiasmada con la idea, pero bueno, no se hable más, los espero por la noche.

-¡Que ya veremos! -De pronto me he exaltado y muchos de los que nos rodeaban nos han observado, enseguida los guarda espaldas de John se han acercado y él los ha detenido al alzar su mano.-

-No importa, ya arreglaremos después.

John se ha marchado a otra mesa junto con su comitiva, yo por mi parte saqué a papá de aquí, él estaba muy descompensado con toda esta situación, el maldito de John nos causó mucho daño.

Hemos llegado a la vieja casa en la que yo vivía, aquella de paredes grises y techo ligero. Tomé a papá y le deje acostado en su cama, él estaba muy triste, temía por mí y por él, se sentía indefenso.

Ahora que le veo así, he vuelto a recordar mis errores de los cuales no puedo rectificar.

Hoy estaba muy cansado, y como siempre Jesse tú no sales de mi cabeza.

He encomendado mi próxima clase de lambada a ti que no sé donde rayos estás.

Ryan estaba preparando la música mientras yo me estiro en la tarima en la que bailo y enseño a bailar.

-¡Anda pies ligeros! -Ryan se ha levantado y me ha imitado pésimamente.-

Me he reído de su actuar y le lancé la botella de agua.

-Todo sea por el dinero para pagar la universidad, cada peso cuenta...-Le he mirado de forma pretensiosa y me he quitado la polera.- ¿además?, ¿Por qué no aprovechar este cuerpo que dios me regalo para enseñar a bailar?, el ritmo lo lleva mi cuerpo Ryan...anda, acércate.

Ryan ha formado una mueca y me ha lanzado de vuelta la botella con toda la intención de que me llegase en la cabeza.

-¡No te pongas delicado ahora imbécil! ¡No ves que me enamoro!

Ambos hemos reído a carcajadas mientras las alumnas aun no llegaban, a Ryan y a mí nos encantaba dar la hora así.

De pronto, las alumnas han llegado todas juntas, y como en cada clase se han formado en sus lugares, he paseado la mirada por entre todas y me sorprendí.

-Ryan, ven. -Le he llamado con la mano, él se acercó a mí y le he dicho al oído.- ¿Aquella de la esquina derecha no es la chica que sale en los comerciales de labiales? -Alcé una ceja.-

-Es ella weon. -Me dijo Ryan al más puro lenguaje chileno.- ¡Ooh!, lúcete bestia.

-¿Qué?, ¡Claro que no! Tú sabes muy bien que aunque no sepa dónde esta Jesse...-Le he negado sonriendo para mejor evitar el tema,siempre que recordaba a jesse mi semblante cambiaba y ya no podía hacer nada más que sentarme pensar en dónde podía estar- ¡Chicas!, La verdad es que en la clase de hoy quiero innovar un poco, antes de bailar lambada, quiero calentar un poco.

-¿¡Qué más caliente me quiere instructor!? -Gritó Stela, mi alumna más destacada.-

-¿A qué se refiere usted señorita?

-¡A que usted está muy bueno!

La clase entera comenzó a reír, alcé ambas cejas y le di la señal a Ryan para que pusiese la música.

"If you had my love de Jennifer López", comenzamos con un baile algo diferente a los de siempre, algo más pecaminoso que de costumbre.

A través de mis giros, podía ver como la chica nueva se esforzaba, pero no conseguía seguirnos el hilo.

La clase había terminado y todas salieron excepto la chica nueva, Ryan comprendió entonces que debía salir también.

-Estuviste algo pérdida en la clase.

-Admito que no se me da bailar bien, y necesito hacerlo bien para una presentación en el teatro. -Comentó tímidamente.- Ya te habrás fijado quién soy... Jessica Undurraga, mucho gusto.

Me he bajado del escenario y la he subido junto a mí.

-Soy Danny Mendoza, es un gusto conocerte en persona.

-Bueno el gusto es mío. -Me ha mirado fijamente y se ha ruborizado-

-¿Me dejarías ayudarte?

Ella asintió y se paso a mi lado.

- Mírame bien, tienes que mover tu cadera de forma libre para lograr la estabilidad allí adelante cuando des el salto, de otra forma te caerás. ¿Puedo tocarte?, necesito ayudarte desde tu cintura.

Ha vuelto a asentir. Entonces le he tomado desde la cintura y la he pegado a mí.

Enseguida y después de movernos a la par, Ella se ha volteado y me ha robado un beso, mis manos permanecían en su cintura y todo se me dio vuelta.

-¡Hey!, ¡Tú!

He dirigido la mirada a la puerta, en el umbral estaba de pié un hombre de cabello rubio viéndome furioso, la chica nueva, Jessica, se ha bajado y se ha puesto a llorar a los pies de él.

-¿¡Qué rayos le hacías a mi hija!?, ¡Apenas es la primera clase y ya querías sobre pasarte con ella!

-¡Claro que no!, ¡Ella se me ha colgado del cuello! -He bajado enfadado desde el escenario y le he dado frente a la chica.- ¿No tienes nada que decir al respecto?

-Papá...todo pasó deprisa, yo te juro que no quise nada de esto, él me ha mirado toda la clase y ahora me retuvo después de que todas se han marchado.

La chica comenzó a llorar aun más fuerte agarrada de los hombros de su padre, era realmente patético el acto, ¿Acaso estaba loca?

-Sabes algo niño, desde hoy no te olvidarás nunca de mí, yo te lo prometo.

Bah...de seguro es un viejo con ínfulas de grandeza.

Una hora después junto con Ryan hemos terminado de cerrar el gimnasio, le he comentado todo lo que sucedió y creo que tanto él como yo nos quedamos descolocados.

-Está loca, su lugar es en el loquero, aunque...tampoco es primera vez que te pasa que una loca quiere estar contigo a la fuerza.

-¡Ah!, pero tampoco es para que vengan a armar un espectáculo aquí. -Fruncí el ceño y crucé a la costanera.- ¿No quieres beber algo antes de ir a casa?

-¡Danny, detrás de ti!

A penas pude escuchar a Ryan, entonces un grupo de imbéciles nos han golpeado, entre tres me sujetaron y comenzó una golpiza interminable...

Y desde ese día, mi suerte cambió, ya nunca pude volver a bailar en el gimnasio para financiar mis estudios, y a todos los lugares que iba nadie me recibía. De pronto comenzaba a sentir angustia, sobre todo porque papá había quedado sin empleo, había comenzado a sentirse mal...por consiguiente era yo quien tenía que ayudarle, solo nos teníamos a los dos en este mundo.

Pasaron varios meses en los que vendí varias de las pocas cosas que poseía para comer, y mientras tanto esto sucedía, más me acordaba de la promesa que me había hecho el padre de Jessica.

Cuando a papá le diagnosticaron un extraño individuo en su interior, me rendí.

Caí en manos de John, y acepté casarme con su hija a cambio del dinero que él me iba a dar mes a mes para mantener a papá.

Muchas veces intenté escapar de las manos de John. De las de su hija, en fin, de su familia. pero para entonces él ya me había amenazado con matar a papá.

Sin mamá, Sin jesse y si no obedecía, me quedaría sin Papá también.

Lo mejor era agachar la cabeza y contestar que sí.

Pero ahora que Jesse está aquí, lo que más deseo es que me ayude a ser valiente, a enfrentar mis errores, a salvar la vida de papá y sobre todo la mía...

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