Capítulo 1 Jesse
Aeropuerto de Hamburgo. España.
Esta mañana había una fila eterna para ascender al vuelo, aquel que me llevaría hacia mi nuevo proyecto en aquel lugar recóndito al final del mundo. Mis manos estaban llenas de ideas, que quería traer a la vida junto a mi cámara. En aquel país había dejado a mi familia, mis historias de niña. Y a Danny. La sonrisa desapareció de mis labios, recordando como todo terminó, aquel triste episodio de mi vida.
Teníamos un pequeño cuaderno donde escribíamos historias, y donde una semana antes del baile de graduación, él escribió "No apagues la luz, quiero escribir un poco más por la noche", Así mis luces permanecieron encendidas casi todo el tiempo.
- ¿Podrías avanzar?- dijo Henry, un amigo de trabajo, que venía conmigo para poder crear el nuevo set fotográfico de la nueva publicidad que estábamos creando. Henry era realmente un genio de las fotografías, siempre traía consigo una cámara para no perder nada que le pudiese traer una idea, pero así como era de profesional, también era muy sarcástico y malhumorado, y aun que fuese fantasioso sentía un cariño especial por mí. Aunque claro, ya sabía y tenía claro que nunca iba a ser nada más que un amigo para mí, y creo que eso era porque yo hablaba demasiado, siempre terminaba tapando sus oídos con lo que tuviese cerca.
Suspire, y avance por el pasillo tenuemente iluminado y subí al avión. Después de cerca de trece horas de vuelo. Llegamos al aeropuerto de Santiago de Chile, allí estaba mi Madre, y mi hermana esperándonos, como ya me podía imaginar, mi hermana estiro su cara en el gesto más despreciable que existe al ver a Henry bajar, Casi pude presentir que Henry le sacaba la lengua en forma burlona. Ya eso era una rutina, siempre que estábamos a través de una video llamada le molestaba, creo que se agradaban entre sí.
- ¿Cómo estas Jesse?- Dijo mi hermana al mismo tiempo que me abrazaba. No tenía que darme vuelta para saber que con la mirada estaba asesinando a Henry que estaba estático, casi como si no le afectara-.
- Estoy bien –Reí al verla estirar los labios como imitando a un pato-.
- Hija, tu padre está algo impaciente en casa. No te imaginas todo lo que ha preparado por tu llegada. –Rodó los ojos casi con estrés pero su sonrisa pudo más. Me tomó de la mano y tomamos un nuevo bus hasta la región de Valparaíso donde vivía antiguamente, Papá estaba afuera de casa esperándonos. Al verme no pudo nada más que abrazarme con fuerza.
- Mi preciosa flor de primavera ya llegó, que hermosa te ves hija. –Me elevó en el aire como si aun fuese la niña pequeña de siempre-.
- ¡Papá! –Reclamé burlona-.
-¿Desde cuándo te dejo usar esos vestiditos tan cortos? –Frunció el ceño y luego comenzó a reír-.
Aquellas horas fueron muy intensas, Papá había organizado una fiesta de bienvenida con todos mis ex compañeros y amigos de la escuela. Ya habían pasado ocho años desde que no les veía ni sabía nada de ellos.
Una chillona pero muy burlona voz me hizo girar sobre mis pies y dedicarle mi sonrisa más grande.
-¡Cara de mono! –Exclamó desde el umbral de la puerta.-
Reí y casi corrí a abrazarle. Era mi mejor amiga, casi como una hermana, compartíamos todo desde que tenía uso de razón pues siempre que el destino se empeñaba en separarnos nos volvíamos a encontrar. Así que con ella no podía hacerme la desaparecida ni nada por el estilo. Esa chica era de esas personas excepcionales que solo podías encontrarte una vez en la vida
-¡Cara de jurel! –Exclamé al tenerla abrazada y luego separarme levemente para verle, había cambiado mucho. Un chico venía tras de ella, mi ceja se arqueó y solo reí- Así que ya cambiaste de pretendiente.
-No, estúpida, el es mi novio, Neithan. –Esbozo esa sonrisa mágica y discreta que solo pretendía poner para comunicarme mentalmente que me callase y que más tarde me asesinaría-.
La fiesta transcurrió realmente bien, hasta Henry que no bailaba nunca ese día bailó, mis amigos me contaban que habían formado durante estos años en sus vidas, lo mucho que habíamos cambiado todos en estos ocho años después de graduarnos de la escuela. Casi la mayoría ya tenía familia, yo me sentía un autentico vejestorio, mi vida amorosa no era muy relevante. Apenas si recuerdo mi primer beso, que por cierto fue muy estúpido, porque mis frenos dentales se engancharon en el labio de ese chico el cual estaba cumpliendo una penitencia de besar a la más fea de la clase.
Ya era mitad de noche y un poco más cuando todos empezaron a despedirse, uno por uno fueron saliendo de la fiesta como a goteras hasta quedarnos yo y cynthia, como siempre tomando hasta el agua del florero que pudiese haber en cada fiesta.
Cara de mono me jaló con fuerza hasta el jardín de mi casa y ella abrió una especie de caja metálica donde guardaba unos cigarrillos de naranja. Antes de decirme cualquier cosa encendió uno y exhaló con fuerza.
En el inmenso mar que se desplegaba en esta región del país, los cruceros aparcaban a unos metros del muelle, iluminando el agua, para crear un espectacular fuego artificial en los ojos de cualquiera, era realmente hermoso.
-¿Recuerdas...cuando hacíamos competencias por quién era la que probaba las cosas primero? –Inhaló y luego exhalo, me clavo su mirada casi como si fuese un interrogatorio.-
- ¿Cómo podría olvidarlo?, Recuerdo que yo fui la primera en dar aquel beso francés. –Reí y le abrasé-.
- Y dime, ¿El haberte ido a hecho que lo olvides? – Dijo casi con una voz inaudible.-
- ¿A qué o quién te refieres? – Hacerme la desentendida era lo mejor en estos momentos, no quería que me recordasen a Danny después de lo último que paso con él...
-Ahora ya no es el que tú crees que es, ha cambiado demasiado. –Después de decir esto tiro al suelo el cigarrillo y me miro fijamente-. Por favor, olvidalo, sé que puede resultar difícil pero paso mucho tiempo para ustedes dos. Y cuando digo tiempo, no me refiero solo al que pasa sobre el reloj.
Aquellas palabras me hicieron despertar, de lo que en mi mente pasaba respecto a Danny. Y quizás ya no era el momento de volver por él, quizás sí... Un pequeño flashback se atravesó frente a mí y la única cosa que guarde antes de irme...
"El secreto de nuestra amistad escondido en la mirada de la luz del mañana, será desvelado cuando todas las emociones se reúnan y apaguen la luz"
Un pequeño acertijo que fue escrito en mi anuario, el cuál recibí mucho después gracias a mi ausencia en la fiesta de graduación. Me gusta imaginar que pudo ser Danny quién lo escribió, pero carece de coherencia tras lo sucedido.
Sacudí mi cabeza con fuerza y la he vuelto a observar.
-De cualquier forma no estoy empeñada en volverlo a ver, espero no encontrármelo.
Ella acarició mi mejilla casi con lástima.
-Nos vemos mañana Jesse... ¿Vale?
Asentí sin ninguna expresión, de pronto todo lo ocurrido se esfumó al recordar aquella decepción del pasado.
Tras despedirnos, tomé mi abrigo y salí a dar un paseo, estaba cansada pero el aire nocturno tenía mucho que contar ahora que recordé las facciones de Danny. No me gustaba admitirlo, pero me perturbaba pisar este lugar, siempre estoy pensando que podría encontrármelo en una esquina y que me congelará solo con la mirada.
Eran casi las dos de la madrugada y aun no podía conciliar el sueño, me encontraba allí donde el mar choca con las rocas, esperando que la luz en esos cruceros se apagase. Podía apreciar a las parejas bailar en la proa.
-Han de estar muy enamorados.
Suspire y me voltee a ver la calle por la que ni un alma pasaba, el frío había desaparecido pero como sustituta la lluvia apareció, me empapé allí de pié, divagando en el sonido, en las llamadas perdidas de mi teléfono celular, en la luz del semáforo reflejarse en las pequeñas posas de agua.
La fuerte luz de un jeep me hizo retroceder hasta caer, levanté la mirada en ese mismo segundo y los sentidos volvieron a mí al percatarme de quién conducía, me quedé observando fijamente, el aire pareció faltarme, me he quedado totalmente inmóvil.
-Danny...
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