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Capítulo 25

Mi relación con Tom Roux era muy especial, en Halloween nos fuimos de covidiotas a una fiesta clandestina, en casa de un amigo de Tom en París (me disfracé de Jack y Tom se disfrazó de Freddy Krueger, a pesar de estar en medio de una pandemia no pasó nada si salíamos con cubrebocas y todo eso; de igual forma cuidamos que ningún policía nos viera en la calle). Al día siguiente de dicha fiesta, ¡por fin pude hablar con Marcus Miller! Nos reunimos en uno de los pocos cafés que estaban abiertos por la pandemia; pero no fue tan buena idea porque mis seguidores estaban acosándonos a Marcus y a mí: fue horrible. Así que tuvimos que posponerlo para otro día. Decidimos quedarnos cada quien en su casa y hacer una videollamada por medio de Zoom, sería una mejor opción.

—Marcus Anthony Miller —lo saludé en cuanto él se conectó a la llamada.

—Louis Gerald Train —Marcus estaba fumando algo, por un segundo se me antojó, pero me resistí—. ¿Cómo estás, amigo?

—Cuéntame tú cómo estás —le regresé la pregunta a Marcus, no fue la mejor idea—. ¿Qué ha sido de ti? ¿Dónde estuviste? Todos los estudiantes de Apple White, y yo, pensábamos que estabas muerto.

—Con calma —me respondió—. Yo también lo pensé.

—No puede haber calma, ve lo que ha pasado y todo lo que provocaste.

—Se llama inmortalidad, guapo —wtf! ¿Qué me había dicho?

—¿Eres inmortal? —creo que mi pregunta fue un poquito tonta y lo pensé debido a la risita juguetona que soltó.

—Vaya pregunta —Marcus se veía mucho más tranquilo y muy cambiado, definitivamente lo juzgué mal—. No, no soy inmortal y creo que ningún ser viviente lo es, voy a contestarte todas las preguntas que tienes; pero no de forma tan directa, será algo más bien sutil. Ahora dime, ¿cómo estás?

—Yo he estado bien; más feliz que nunca, mi sueño por fin se cumplió —le conté todo por lo que yo pasé, desde que no usé la beca que Richard me regaló en su totalidad, hasta el momento en el que estábamos. Todos los conciertos en donde fui Telonero de varios artistas y muchas cosas más que pasé—. ¿Qué hay de ti, Marcus?

—Al parecer me morí —me puse pálido cual fantasma al escuchar esto—. ¡Solo ve tu cara! —después de reírse de mí, le tomó un screenshot a mi cara y lo pude notar porque se escuchó el sonido que hace cualquier aparato al tomar una captura de pantalla—. Listo, guardado para toda la vida.

—Muy gracioso, Marcus —puse los ojos en blanco por un segundo—. Cuéntame cómo has estado, ¿sí?

—Todo lo de Carlo y eso; sí, me afectó bastante —Marcus cambió su mirada y el tono de su voz—. Fingí estar muerto, ¿la mejor idea? No, pero creo que me merecía un rato de descanso y todo eso.

—Continua… —Marcus no me dejó terminar de hablar.

—Momento, esto no es una entrevista, yo te contaré lo que yo sienta que sea necesario contarte —no hablé, de nuevo me sentía como el perrito faldero de Marcus Miller que hacía lo que él me ordenaba hacer, otra vez no—. ¿Te sientes incómodo, Louis?

—Sí, un poco —Marcus tenía mucho que explicarme.

—Discúlpame, Louis Gerald —¿Marcus Miller está disculpándose? ¿Qué estaba pasando en el mundo?—. Mi intención no es hacer que te sientas incómodo, amigo.

Fuck, Marcus! —exclamé un poco harto de todo—. ¿De verdad eres Marcus Miller?

—Sí —Marcus irradiaba sinceridad en sus palabras—. Supongo que sabes qué dice Taylor en el coro de You All Over Me, ¿no?

—Y viví, aprendí, te tenía, me quemé, resistí, aguanté —hablamos los dos al mismo tiempo.

—Esa canción debe estar en Fearless (Taylor's Version) sí o sí —Fearless (Taylor's Version) fue el nombre que recibió la regrabación del segundo álbum de Taylor Swift debido a que perdió sus Masters, porque Scooter Braun los compró y él era dueño de toda su música; pero Taylor estaba intentando recuperarla.

—Espero que haya una versión de Enchanted que dure diez minutos en la Taylor's Version de Speak NowGod! Creo que Marcus y yo nunca habíamos hablado de un tema que me gustara a mí en específico; todo se trataba de él.

—¿10 minutos de Enchanted? ¡Qué aburrido, Dios mío! —la plática con Marcus se estaba volviendo muy amena—. Yo solo espero que se filtre, o que salga, la versión de 10 minutos de All Too Well —sí salió.

—Sí, espero que salga en la Taylor's Version de Red —hablar con Marcus sobre Taylor Swift era lo que me hacía falta en mi vida para estar tranquilo.

—¿De qué tanto me perdí en estos tres años que estuve fingiendo mi muerte?

Le conté a Marcus todo lo que pasó (y que no le conté en primera instancia un rato antes de que habláramos de Taylor Swift), sentí que Marcus no le tomaba la misma importancia que yo le estaba tomando a la plática.

—¿Puedes creerlo, Marcus? —terminé de contar mis anécdotas con esa pregunta.

—Sí lo creo, tienes mucho talento, Louis Gerald —¿Marcus Miller diciéndome que tengo talento?—. Yo he estado bien, ya te dije que necesitaba un descanso de todo; no me cambié el nombre, pero sí pude desaparecer por un rato. ¿Mis padres lo sabían? God! Ellos me ayudaron muchísimo con todo esto, en cuanto descubrí la infidelidad de Carlo me puse a pensar en qué haría él si yo estuviera muerto, al parecer fue a tener sexo con otros el muy cabrón —escuché cómo Marcus Miller contaba la historia con mucho detalle, y prestándole muchísima atención; por lo menos la que él merecía, silencié mi micrófono, pero no apagué la cámara en ningún momento—. ¿Decepción total? Sí, pero luego ustedes; los estudiantes de Apple White, me hicieron una ofrenda, un altar y colgaron fotos mías en el gimnasio de la escuela ya mencionada, me sentí tan bien —Marcus comenzó a llorar, cada vez me sorprendía más el nuevo Marcus Miller; cambió demasiado—. Gracias a que ustedes hicieron todo eso por el aniversario de mi supuesta muerte fue que decidí regresar y arreglar las cosas con todos ustedes.

Whoa, Marcus! —me quedé perplejo al escuchar todo lo que Marcus estaba contándome—. ¿Y David?

—David es mi primo, es la persona que más me ha apoyado junto con mis padres, me contó que tú estabas en Juilliard; honestamente no puse atención cuando Richard te regaló la beca porque estaba ocupado hablando con mi exnovio, y que la disquera donde los cazatalentos fueron quedaron sorprendidos con tu performance; yo también fui parte del público ese día, le pedí que te cuidara y que peleara el empleo de ser tu manager.

—Resulta que se siente enamorado de mí desde que me vio…

—¡No es cierto! —Marcus parecía decirme que no era verdad, pero al parecer fue una exclamación porque se tapó la cara con ambas manos—. Su esposo tiene que saber esto… —sentí como que una parte de mí despertaba en ese momento, era como si me hubiesen tirado un balde de agua helada en la cabeza.

—¿Su qué, perdón? —no me lo creí cuando Marcus lo dijo—. ¿Quieres decirme que tuve sexo con un hombre casado?

—¿Que hiciste qué cosa? —oops! Way to go, Louis Gerald! Al parecer no tuve que haber dicho eso—. En verdad que Michael lo tiene que saber.

—No te atreverías, Miller

Watch and learn! —tomó su teléfono y comenzó a teclear algo en él, no pude dejar que Marcus me hiciera eso ya que me silenció y no me daba permiso de volver a activar mi micrófono, todos me iban a conocer como el amante de David; lo cual NO era cierto, pero SÍ era cierto que mi carrera musical estaba teniendo un éxito arrasador y podían culpar a mi «relación» con David de eso—. Just like always, dear Gerald —susurró, pero sí lo escuché.

—También conocí a tus primos —dejó de teclear en cuanto escuchó la palabra «primos»—. Logan y Hailey Miller, junto a un par de amigos en común de ellos; Caleb y Spencer.

—Estuve con ellos, sí, me fui a Nueva York y ahí estuve la mayor parte del tiempo con Hailey y Logan Miller; aunque, en realidad no estuve tanto con ellos dos como parece, estuve con Max y Michelle.

—Se llama como mi exnovio —rematé.

—¿Estuviste con Logan Queen?

—Sí, duramos casi tres años —no podía permitirme contarle a Marcus que no tuvimos sexo.

—Apuesto que esos 3 años estuvieron repletos de sexo así como con mi primo, ¿no es cierto, Louis? —Marcus Miller siendo Marcus Miller.

, Marcus, igual que con Richard —quise sonar lo más sarcástico posible, pero me fue imposible y sentí que dije algo que no debí decir, aparte soné muy soberbio.

—Cierto —cambió su semblante—. Tengo muchísimas dudas sobre eso: ¿cómo carajos pasó? ¿No tuviste problemas con Jessie? ¿Qué pasó exactamente el día que se fueron a despedir de mí? ¿Quién dañó toda la ofrenda, rompió las fotos y pintó el mural con pintura en aerosol que se sacó del culo la persona que lo hizo?

—1. No sé cómo, simplemente pasó; 2. Jessie fue una de las personas que más me apoyó con ese tema de Richard, difícil de creer; 3. ¿A qué te refieres con «¿qué pasó exactamente el día que se fueron a despedir de mí?»? Y 4. Lezley Anderson, ella fue la encargada de hacerlo —le enumeré las respuestas a todas las preguntas a Marcus que me hizo.

GOD! —ni Marcus se lo podía creer—. Sí, escucha: Lezley me dijo que alguien te hizo algo por un comentario que le dijo a sus amigos, ¿podrías decirme quién te hizo tanto daño para romperle su cara ahorita?

—Richard Vallaj —Marcus ahogó un grito pegándose su mano a su boca—. Le dijo a sus amigos; Sean, Lemus, Graham y Kevin, que no sé besar, que mi boca tenía aliento a cigarro y alcohol… ¡Ah, pero para rematar!: dijo que me besó por lástima, can you believe it?

—¿Y sigues con él? —tal vez Marcus no estaba enterado de que no rompí con Richard y solo fue una discusión de un par de minutos—. Por favor, dime que rompiste con él desde el segundo cero que Richard te hizo eso.

—No; aunque ahorita sí que está lejos de mi vida —mi corazón se hizo añicos después de responderle a Marcus—. Él se fue a trabajar a Suiza y Tom Roux; mi novio actual, quiso que estuviéramos juntos, así que le di una oportunidad; lamentablemente Richard se enteró y tuvimos que terminar él y yo. Y sí seguí con él, lo perdoné.

Damn! —Marcus se pasó la mano por su cabello—. Lo siento mucho, Louis Gerald, la verdad es que Richard se veía que estaba loco por ti. Y lo sé porque él me lo dijo.

—Y lo sé —le respondí en un tono tajante porque me estaba diciendo algo que yo ya sabía—. No pude esperarme a estar con Richard y creo que me hacía falta amor en mi vida.

What the fuck!? ¿Acabas de decir que no tienes amor en tu vida? —asentí con la cabeza—. Escúchame: tienes amor en tu vida; tu mamá, papá, miles de amigos, tienes fans que te aman y te admiran, Gerald. ¿Quieres el amor de pareja? Pues creo que te falta más amor propio en tu vida.

—¿Tú dándome un consejo? —era muy difícil de creer que Marcus Miller estuviera dándome un consejo—. Lo voy a tomar, pero no terminaré con mi novio Tom.

—Nadie te pide que lo hagas, ¿o sí? Solo te digo que pienses mejor lo que vayas a hacer la próxima ocasión que te pase algo similar, Lou.

—Ojalá estuvieras aquí, Marcus, creo que necesito un abrazo tuyo que nunca me diste.

—Cierto —al menos reconoció que nunca me dio un abrazo—. Sabes que no soy mucho de demostrar amor en público, pero sí sentí; y siento, un gran cariño y aprecio muy grande por ti.

—Aunque la mayor parte del tiempo me tratabas como tu inferior y no como tu igual, ¿estás consciente de ello? —por fin se lo dije más tranquilos ambos (porque la primera vez que se lo dije, Marcus estaba gritándome como loco y yo estaba un poquito exasperado, cansado y harto de toda esa mierda).

—¡por fin lo aceptó!—. Y créeme cuando te digo que de verdad lo siento muchísimo, Louis Gerald.

—Acepto tus disculpas —vi una mirada de sinceridad en él—. Nunca dejaste de ser mi mejor amigo, y nunca dejarás de serlo; siempre lo serás, espero que lo sepas.

—¿Lo dices de verdad?

—Sí, amigo —por primera vez lo llamé así y honestamente se sintió muy bien—. No te preocupes por nada, lo pasado pisado.

—Te quiero mucho, Louis —me dieron unas ganas tremendas de darle un abrazo fuerte al señor Marcus Miller (otra vez, básicamente toda la llamada estuve queriendo darle un abrazo a Marcus).

—Y yo te quiero a ti —por primera vez se lo dije en la videollamada vía Zoom—. No tienes idea de lo mucho que te lloré en cuanto me enteré, durante tu funeral  y después del mismo; fue demasiado.

—Sí me imagino, Louis —incluso Marcus se veía arrepentido—. Fue lo mejor, cambié para bien y no sabes lo mucho que me arrepiento de haberte tratado como te traté en Apple White.

—¿De verdad te arrepientes? —no me lo podía creer.

—Sí, Louis, porque me percaté de que perdí un buen amigo; el cual me soportó mil y un cosas, David me contaba todo sobre ti; menos que tuvieron sexo, supe que ya era hora de regresar ¿y qué mejor que en tu concierto cantando Look What You Made Me Do de Taylor Swift?

—Fue un buen regreso, Marcus —y la verdad es que me sorprendió a mí y a todos en general, menos a David; el cual me debía muchísimas explicaciones.

—Te extrañé muchísimo —pude sentir honestidad en las palabras de Marcus, desde que se arrepentía hasta que me extrañaba.

—¿Podemos hacer como si nada de esto hubiera pasado? —se lo pregunté porque sentí que la plática se estaba volviendo redundante.

—Acepto.

Nuestra plática duró aproximadamente unas dos horas y media, hablamos de muchísimas cosas porque teníamos mucho que contarnos él y yo. No volví a intentar localizar a Richard por razones evidentes, pero sentí como que lo extrañaba, me hacía muchísima falta estar con él, tomé mi teléfono y le volví a llamar a Dylan para llorar agusto con alguien que me escuchara (y Lezley no era opción porque sentí que necesitaba hablar con Dylan ya que él fue quien más me apoyó desde el inicio con el tema de «Louchard», Jessie también, pero no quise molestarla).

—¿Sabes a qué me recuerda esto?

—No, dime —ya llevábamos platicando por mucho tiempo—. ¿Una canción?

—Sí, no sé si conozcas el género, es algo de reggaetón —sí, el género me resultaba muy familiar—. Se llama «Todavía», del grupo musical «La Factoría».

—¿Y por qué? —honestamente no tenía la menor idea de lo que Dylan trataba de decirme, pero por el título pude sentir que la letra de dicha canción era bastante dolorosa.

—Permíteme un segundo —fue a hacer no sé qué cosa y después de un rato volvió a la llamada—. Te la acabo de mandar por WhatsApp, o sea, te mandé el link de Spotify y el link de un video en YouTube.

Le agradecí a Dylan y le comenté que la escucharía en cuanto colgáramos la llamada.

—¿Por qué esperar? —Dylan se escuchaba emocionado por que yo escuchara la canción—. Te dejo, ve a escucharla, besos.

Y Dylan colgó la llamada, rápidamente entré a su chat y me encontré con dos links: el de Spotify y el de YouTube (sí, justo como él me dijo) reproduje la canción, la cual se oía movida y me daban ganas de ponerme a mover el culo tanto como me fuera posible. Pero la letra, la letra sí era un poco dolorosa; bastante, to be honest.

«No vuelvas a mí aunque te quiero
No vuelvas a mí aunque te extraño
Te necesito aquí, pero tu amor ya no es para mí…
Todavía me acuerdo de ti
Todavía siento que estás junto a mí
Ni el tiempo ni el espacio podrán borrar lo que me hiciste soñar
Creaste en mí una nueva ilusión, me recordaste que existe el amor
Y aunque perdida estuvo mi alma, ya no estarás más junto a mí», ¡auch!

Aunque sé que dije que en cuanto escuché la canción quise bailar: en cuanto le puse atención a la letra, solo pude llorar de nuevo. Fuck! ¿Por qué Richard tuvo que haberse ido? Si no se hubiera ido, hubiéramos sido tan felices juntos. Pero ¿qué tal si esto era solo una prueba de qué tan lejos podíamos llegar a amarnos sin importar la distancia y el tiempo que Richard se iba a ir a Suiza? Fue entonces que tomé la decisión más dolorosa, y más estúpida, de bloquear a Richard de todas mis redes sociales. Sentí horrible cuando me llegaba el anuncio de confirmación para bloquearlo y tener que elegir «sí». Fue horrible, pero lo hice por paz y salud mental y para recuperar la estabilidad emocional que perdí desde el día que Richard se fue (o incluso puede ser desde antes, pero todas las razones por las que la perd,í fue por Richard).

¿Yo tenía el autoestima destruida? Sí, mucho, ¿debí llamar a Lezley? No y no porque no quisiera hablar con Lezley, sino porque llamar a Dylan y a Lezley para pedirles consejos se estaba volviendo tan rutinario que empecé a odiarlo con todas las fuerzas que tenía. Yo nunca me hubiera ido del lado de Richard, así me pusieran un arma en la cabeza, me hubiera quedado con él; incluso aunque haya sido mi propio papá quien me intentara obligar a irme a un país rico y bello, pero lejos de mi amor. Antes muerto. Aunque también me puse a pensar en que quizá el papá de Richard lo chantajeó o debió decirle algo para que Richard no pudiera decirle que no y tuviera que hacerle caso.

Todos los días en mi relación con Tom estuve extrañando a Richard, ¿eso me convertía en un maldito? Posiblemente sí, ¿me arrepentía de ello? Absolutamente no. Tuve que fingir estar enamorado de Tom (resulta que realmente nunca sentí nada por él ya que lo veía como si fuera Richard y nadie puede compararse a Richard, ni siquiera Richard) porque al mismo tiempo no tuve las agallas suficientes de romper su corazón en mil pedazos (y él me llenaba de muchos detalles muy hermosos como: cartas de amor, me dio peluches, chocolates, flores, me regaló los discos de varios artistas que me gustaban, me llevó serenata vía Zoom e hizo mil cosas más; aunque eso solo fue en el primer mes que estuvimos juntos como pareja).

Tom era muy detallista conmigo, incluso más que Richard, pero como decía una cantante de música pop a su exnovio: “The Heart Wants What It Wants (el corazón quiere lo que quiere) y es que mi corazón quería a Richard Vallaj, a pesar de que Tom se veía completamente enamorado de mí. Incluso quien más estuvo ahí cuando me accidenté fue Tom, haciéndose responsable de todos los gastos del hospital, comprándome lo que yo necesitaba; como una almohada, agua embotellada, sueros, pañales (usé pañales ya que no se me permitía ir al baño solo; no pude ir por mi propia cuenta debido a todo lo que me pasó). Mis padres no se enteraron de lo que me pasó, así como tampoco se enteraron de Louchard ni de Touis, de hecho ellos solo sabían que yo estaba bien; pero ojalá ellos hubieran sabido lo devastado, triste, melancólico, nostálgico y mal que me sentía por Richard Vallaj (y por tener sexo con un hombre, aparentemente, casado; ¿eso me convertía en un maldito «chapulín» como decía Dylan o en un Homewrecker; rompe-hogares?).

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