Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20

Rompí todos los lazos de amistad que habían entre Lezley y yo porque ya me sentía cansado, pero tan cansado, de toda esa mierda, o sea: ¿se suponía que tenía que haber algo dentro de mí que me hiciera tener que soportar todas las mierdas que Lezley cometía? ¡No! No. Ya no tuve que soportar toda esa mierda en la que me había metido por culpa de ella.
También estaba el hecho de que Lezley fue de chismocita con Logan a contarle lo que había entre Richard y yo; claro que me molestó que Lezley fue quien tuvo que decírselo, no tenía ningún derecho, ¡porque iba a hacerlo yo mismo!

Anyway; terminé con Logan (nos confesó a Lezley y a mí que mientras yo me iba con Richard al Louvre él se encargaba de llamar a alguien que estuviera cerca por medio de Grindr para tener sexo; al parecer sí era legal y nadie se daba cuenta de ello, ni siquiera David, qué asco, sentí repulsión y pena por él), Richard y yo seguíamos sin tener algo oficial (sin tener nada serio, nosotros lo éramos y lo teníamos todo), me presentó a algunos de sus amigos (Caleb, Spencer, Hailey y Logan Miller; estos dos últimos parientes de Marcus Miller); pero esa era otra historia.
Mientras tanto, David me consiguió dar conciertos mediante la nueva plataforma para reuniones digitales: Zoom, pero en L’Olympia. Estaba en vivo, pero en un teatro vacío. Fue en una ocasión en la que todos nos quedamos totalmente sorprendidos:

—¿Estás listo, amor? —Richard estaba junto a mí en medio del escenario de un teatro vacío, pero sabía que algunas personas sí me iban a ver (incluso mis padres iban a verme y se encargaron de llamarme apenas unas semanas atrás); me mataba la curiosidad de saber quién más iba a verme porque, quise decir: ¿habrían Lezley, Logan, Jessie, Ryck, la nueva Candy y todos los estudiantes de Apple White pagado un boleto para mi concierto en línea?

—Sí, Richard, estoy listo —me moría por darle un beso, pero no podía por razones del covid-19—. Estoy listo y como dijo Lezley; que en paz descanse nuestra amistad, la vez que me presenté en la torre Eiffel: ese solo fue el primero de muchos conciertos que tendré.

«Louis, cambio de planes», escuché a David hablándome a través del auricular que tenía en mi oreja, «hay alguien que se ofreció a hacer el show de apertura de tu concierto, es anónimo, no puedo decirte más; tienes un par de minutos para ir a comer o tomar algo o besar a tu novio, suerte». Y dejó de hablar, me parecía interesante, ya que nadie nunca había querido ser el encargado de abrir mis conciertos.

Richard sí lo creyó (incluso más que yo; solo a mí se me hacía algo difícil de creer), me dijo que me lo merecía y también me dijo que me estaba convirtiendo en un excelente artista (más que cantante, quería ser actor y siempre fracasé porque casi nunca pasé las audiciones; aunque sí había call back, pero no me quedaba en la segunda prueba, porque había alguien que lo hacía mejor que yo).

—¿Quién será el encargado, Richard?  Es muy raro, ¿no? —pregunté después de un rato—.  ¿Sabes algo de esto, amor?

—No tengo ni la más mínima idea, Louis Gerald —Richard encogió los hombros, porque ni él ni yo sabíamos de quién se podría tratar, literalmente podría ser cualquiera—. Hay que esperar para poder ver de quién se trate y se trate de quién se trate, no te desilusiones si no es lo que tú querías.

—Sí, no lo haré —cambié mi sonrisa de felicidad a una cara de angustia por lo que dijo Richard acerca de que no me desilusione por el (o la) artista que se iba a encargar de cantar antes de mi show, al mismo tiempo sentí que Richard tenía mucho qué ver en esto—. Pero no sé quién carajos pueda ser, así que voy a verlo, ¿está bien? —Richard asintió con la cabeza y saqué mi teléfono para intentar ver el concierto.

—No compraste boleto para tu propio concierto —Richard soltó una carcajada muy fuerte—. ¡Qué suerte que yo sí compré mi boleto para tu concierto, mi niño! —oh, my Goodness! Richard había comprado un boleto para mi concierto y se lo agradecí con un beso—. Terminemos con esto, ya va a empezar el, o la, cantante anónimo o anónima… —anónimo era una palabra que resonaba en mi cabeza, también me había traído muchísimos problemas mentales por todo lo que me decía esa letra… RHOL… Cuando comenzó el concierto pudimos ver a Taylor Swift sentada en no sé dónde con su guitarra y diciendo unas palabras hacia mí.

Hi, everyone, I'm Taylor! —Taylor sonrió a la cámara y se acomodó el cabello antes de volver a hablar y dedicarme unas cuantas palabras—. And this is for one of my biggest fans, you know him; his name is Louis Gerald Train and my whole performance is dedicated to him. I hope you're doing well wherever you are, wearing a beautiful cardigan —y Taylor comenzó a cantar cardigan, solté un grito de emoción, ¿cómo es que podía ser posible que una artista como Taylor Swift estuviera cantando para mi show?

—¿Tú lo sabías? —le pregunté a Richard si él tenía algo que ver con esto.

—Claro, yo la contacté y le pagué para que fuera tu telonera —me abrazó—. Es lo menos que mereces, hablé con el primo de Marcus y estuvimos planeando esto por semanas; no me imaginaba que tu manager era el primo de Marcus Miller —Richard era perfecto, ¿tenía algún defecto? No, imposible—. No estoy seguro al cien por ciento de si te di algo en tu cumpleaños o no, pero por si acaso.

—Solo me llamaste para felicitarme, Richard —me sonrojé al recordar lo que había pasado el día de mi cumpleaños y cómo perdí la virginidad ese día (con un hombre porque la perdí con Marie Wilson), también lo abracé muy fuerte y no sentí (en ningún momento) la necesidad de soltarlo—. Fue suficiente, no era necesario que hicieras esto.

—Lo mereces, mereces esto y más; mucho más, cariño —me dio un tierno besito en mis labios—. Oye, guapo, deberíamos estar viendo el concierto, ¿no? Taylor te lo está dedicando.

You're right! —lo solté e inmediatamente nos pusimos a ver cómo Taylor cantaba cardigan, al terminar cantó betty, the lakes, august, the 1, seven, mirrorball, invisible string y hoax; que Richard me regalara esto, me hizo sentir tan bien y tan hermoso, nadie nunca había hecho tanto por mí—. Es la hora de mi show, ya me voy —le di un beso a Richard, fui por mi guitarra acústica y salí al escenario vacío del L'Olympia.

—Buenas noches a todos, gracias por estar conectados desde dondequiera que estén, soy Louis Gerald. Mi show ya va a comenzar y esta canción se llama Lover de Taylor Swift; quien nos acaba de dar un hermoso espectáculo hace unos segundos —hablé en inglés, porque la mayoría de mi público eran norteamericanos, fue ahí que me puse a pensar en que primero le daría inicio a mi concierto con una canción de la artista que cantó primero para mi show; era mi artista favorita—. Entonces podrán disfrutar de una serie de canciones de amor, y ésta está dedicada a mi amante, que permanecerá en el anonimato. —sí, les hablé de Richard y ellos no lo sabían, tal vez Richard tampoco sabía y pensaba que realmente estaba enamorado de mi fan del cual no tenía ni una sola noticia; pero eso ya era cosa del pasado, ahora mi presente era Richard y esperaba que mi futuro siguiera siendo Richard Vallaj.

Empecé a cantar; tan afinado como pude haber estado, fue maravilloso el hecho de que Taylor Swift haya estado en mi show; siendo mi telonera, y haberme dedicado el show completo, yo solo canté una canción de su séptimo álbum de estudio; Lover, terminé la canción dando una excelente nota alta (casi perfecta, me hubiera gustado más y habría sido perfecto haberla hecho en directo frente a tantas personas como las que tenía en mi concierto; casi tres mil, pero no pude porque estábamos en medio de una pandemia). Richard estaba ahí sentado viéndome y dando una ronda de aplausos silenciosos, definitivamente este era mi mundo y el mejor momento de la vida; de mi vida. Fue un concierto silencioso debido a que todos tenían sus micrófonos apagados (o no supe que tal vez no los podían prender), pero sentí que sí estaban viéndome y dándome un par de aplausos por el perfecto performance de Lover.

—Espero que les haya gustado la primera canción, y estoy orgulloso de que Taylor haya sido mi telonera, igual que yo lo fui de ella aquí mismo, en París. —esperé recibir muchos aplausos, pero solo recibí los de mi no novio: Richard Vallaj, lanzándome millones de besos (no podía gritar porque se supone que yo debería estar solo en el teatro, pero gracias a David fue que conseguí que Richard estuviera conmigo).

Canté otras canciones; todas con la temática de amor (dedicadas a mi amor Richard Vallaj; todas y cada una de las canciones fueron dedicadas a Richard). Fueron canciones que hablaban de amor, deseo, el sentimiento de extrañar a alguien, una canción acústica (como la mayoría); todas fueron covers, no había ni una canción que fuera cien por ciento original mía, pero al final fue que opté por recitarle un poema a Richard el cual yo escribí.

—He escrito un poema dedicado a mi pareja, se los recitaré —fue como hice en mi primer concierto frente a la torre Eiffel; nadie tenía la menor idea de que yo cantaría las canciones que decidí agregar a última hora (una de ellas me hizo tener problemas con mi novio), pero igual las canté y fue lo mejor de lo mejor—. Lo he escrito en tres idiomas y lo voy a leer en estos tres idiomas; en español recibe el nombre de «Especial», en inglés “Special” y en francés se llama “Spécial” —miré a Richard el cual me miró y me sonrió cuando lo señalé como pista de que se trataba de él de quien yo hablaba. Richard sonrió y guiñó su ojo—. Espero que les guste tanto como a mí me gustó escribirlo.

Où réside l'art
Nous nous sommes revus
j'ai fait une bêtise
Ne pas vouloir t'embrasser
J'ai commencé à t'aimer
Avec un baiser
Lourd
Nous ne sommes pas en couple,
Mais nous sommes plus que des amis, oui
Je fais tout ça pour toi
Je ne sais pas si je vais tout foutre en l'air
Mais très tard je regretterai
Cela est évident
J'ai commencé à t'aimer
C'est vrai
C'est spécial
Je peux te promettre
Le premier 'Je t'aime'
était sincère
C'était spécial
C'était réel
Je suis tombé amoureux de tes yeux bleus
Une très belle couleur de tes yeux
J'espère qu'ils ne deviennent pas rouges
Notre amour est gardé dans des malles
Je ne veux pas te perdre
Je ne veux même pas m'éloigner
Parce que c'est spécial
Et je vais le regretter
Je t'aimerai toujours
Ne me fuis pas
Viens a moi
Alors pour toujours à toi d'être
Le premier 'Je ​​t'aime'
C'est spécial
Est sincère
Je t'ai aimé en premier
C'est vrai!” —de nuevo, no escuché más aplausos que los de Richard quien me lanzó un beso e hizo la alusión a que me lanzaba flores—. Voy a recitarte el mismo poema, pero ahora en inglés. Estoy seguro de que les gustará —me puse muy nervioso porque me veían a mí, recitando algo cien por ciento original mío (al fin)—. Here I go: “Where the art lies
I saw your eyes
I think I did something bad
It made me sad
Because I didn't want to kiss you
But I began to love you
With a kiss
A very heavy kiss
We're not sweethearts
We're more than that,
I swear for my heart
I'do everything for you
I don't know if I will ruin it
But too late I will regret it
I started to love you
It's real
It's special
I can promise you
The first 'I love you'
It was special
It was real
I fell in love with your blue eyes
Like the sheets on your bed
I hope they don't turn red
Right there, where the art lies
I don't wanna lose you
Nor do I want to move away
Because you're not gay
I will always love you
Please, don't run away from me
Come to me
So forever yours to be
The first 'I love you'
Is sincere
Is special
Is real
Baby, I loved you first
It's REAL!” —de nuevo Richard me lanzó muchos besos—. Now in spanish, guys! I hope you like it:

«Donde yace el arte
Nos vimos otra vez
Cometí una estupidez
Al no querer besarte
Te comencé a querer
Con un beso
De mucho peso
No somos novios,
Pero somos más que amigos, eso sí
Todo lo hago por ti
No sé si lo arruinaré
Pero muy tarde me arrepentiré
Eso es obvio
Te comencé a querer
Es real
Es especial
Te lo puedo prometer
El primer 'te quiero'
Fue sincero
Fue especial
Fue real
Me enamoré de tus ojos azules
Un color muy hermoso de tus ojos
Espero que no se hagan rojos
Nuestro amor se guarda en los baúles de música donde está guardas la canción que cantamos primero
No te quiero perder
Ni me quiero alejar
Porque es especial
Y me arrepentiré
Por siempre te amaré
No huyas de mí
Ven a mí
Así por siempre tuyo ser
El primer ‹te quiero
Es especial
Es sincero
Te amé primero
¡Es REAL!» —al terminar de recitar mi poema, di las gracias por todo a mis oyentes, no vi la lista porque no tenía la laptop donde se transmitía en vivo mi concierto—. Gracias: gracias a todos por su tiempo, su atención y por estar ahí, dondequiera que estén, viéndome cantar: porque su tiempo es lo mejor que alguien me pueda regalar, ¡gracias! —recogí mi guitarra, me levanté y salí del escenario. Richard estaba abajo esperándome y en cuanto me vio soltó un suspiro de emoción para darme un fuerte abrazo.

—¡Cantaste maravilloso! —me llenó la cara de besos—. Gracias por todas las canciones que me dedicaste, amor.

—¿De verdad canté bien? —le devolví el abrazo a Richard y dejé que me llenara mi cara de besos—. Me puse muy nervioso y creí que lo había arruinado.

—De hecho, fue lo mejor del mundo, ¿sabes, mi niño? —me abrazó—. Nunca creí que me dedicarías todas esas canciones de Taylor Swift; dios, ¡no sabes lo especial que fue para mí que lo hayas hecho! Eres lo mejor de mi vida y espero que lo sepas.

—¿Por qué no? —¿tan difícil era creerlo?

—Hmmm, no lo sé, se me ocurre que tal vez porque Taylor Swift es tu cantante favorita y yo sé que dedicar una canción de tu cantante favorito es algo bastante difícil porque es tu artista favorita y se pierde el significado de la canción cuando la dedicas y terminan mal —Richard tenía razón, pero no fue difícil dedicarle una o varias canciones de Taylor Swift; al contrario, para mí fue todo un honor haberle dedicado tantas canciones de Taylor Swift—. Ni siquiera Jessica me había dedicado alguna canción de ella y también es su cantante favorita.

—Te agradecería muchísimo que no me compares con Jessie Jones —mi tono se volvió serio, pero seguíamos abrazándonos debido a que no quisimos soltarnos—. ¿Por favor, podrías?

—Vale, pero insisto en que no te comparé con Jessie.

Whatever! —me separé un poco de él, solo para verlo, volver a ver sus ojos azules y pensar en que él sería la única persona a la que intentaría no lastimar (y no porque no haya intentado lastimar a Logan, Lezley, David, Marie, Graham; carajo, fueron muchas personas a las que herí), porque Richard hizo muchas cosas por mí: fue a buscarme a París el día de la despedida de Marcus Miller; a pesar de que ese día hizo algo malo, me invitó a vivir con él, llegó antes a casa de David y hasta pagó un boleto para mi concierto; lo cual me pareció absurdo porque él estaba ahí en vivo, pero claro que lo hizo para que pudiéramos ver los dos por el concierto de Taylor; a él lo tenía que querer bien porque se lo merecía—. Te veo y solo pienso en una sola cosa —después de que Richard me preguntara qué pasaba, le conté lo que de verdad pensé en ese instante—. Contigo sí quiero hacer todo bien, te amo muchísimo y aprecio muchísimo que hayas hecho todo lo que hiciste por mí. ¡Gracias, Richard!

—Te amo mucho, mi amor, de verdad que no sabes cuánto —me reconfortó tanto que Richard me dijera esas palabras—. Y gracias por hacer tanto enfasis en qué mis ojos son azules.

—Te amo más de lo que puedas imaginarte, Richard —él tomó mi cara con ambas manos para quedar los dos cara a cara (facing each other; ¡maldición! Lo amaba y me sentía enamorado de él; todo había ocurrido tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de sentarme y analizar cómo era que de la nada ya estábamos ahí él y yo).

—Estar contigo es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, Louis Gerald —me miró y soltó una lágrima—. A veces quisiera que te hubieras fijado en mí un poco antes de encontrarnos en París; lo siento por derramar mi café encima tuyo —no puede ser, esa vez sí estaba ante mí un Richard Vallaj débil y vulnerable—. Gracias por regalarme una eternidad en estos días que hemos estado juntos y traerte a Taylor Swift fue un regalo para demostrarte lo mucho que te amo y lo mucho que me arrepiento por todo lo que les dije a Sean, Lemus, Graham y Kevin; de verdad perdóname.

—Descuida, Richard —él literalmente estaba llorando un océano de lágrimas por mí (y ya era raro verlo así)—. No te guardo ningún tipo de rencor hacia ti y nunca lo haré porque no tengo espacio para ese tipo de cosas en mi corazón  —esta había sido -literalmente- la primera vez que Richard lloraba por mí—. Te agradezco infinitamente que hayas conseguido que Taylor Swift cante para mí y que sea mi telonera, eso aumentó mi rating muchísimo y varios de los que se entraron solo a ver a Taylor se quedaron a verme a mí.

Richard se aclaró la garganta y abrió la boca para hablar, para ponerse a cantar Love Story (sin haber cambiado las partes en las que Taylor mencionaba a Romeo y Julieta; Richard fungía como Julieta mientras me dejaba a mí como Romeo), Richard terminó arrodillándose frente a mí con una cajita de madera, la abrió y contenía un anillo de oro: 14 kilates con un diamante; cosita de nada, algo sencillo.

—¿Es lo que creo que es? —me emocioné muchísimo, pero no me sentía seguro de mi respuesta.

—¿Un anillo de caramelo? —Richard se echó a reír.

—Arruinaste este preciso momento, Richard, gracias —puse los ojos en blanco.

—Sé que quizá no es el momento ni el lugar, pero llevo preparando esto por meses, Louis —Richard seguía arrodillado ante mí—. O sea, sí, es lo que tú crees que es: es un anillo de matrimonio. ¿Te casarías conmigo y me harías el hombre más feliz del mundo, Louis Gerald Train Brown? —iba a contestar, pero el chasquido de sus dedos me pudo despertar.

—Ey, Louis, ¿estás bien? —Richard chasqueó los dedos frente a mí—. No sé qué te haya pasado, pero te fuiste de este mundo y parecías drogado.

—¿De verdad? —ni yo mismo me lo podía creer—. ¿Dije o hice algo raro que sea considerado como malo? —me encontraba acostado y me dolía la cabeza muy fuerte la cabeza por algún golpe que me di al momento de mi desmayo.

—No —ufff, ¡qué alivio!—. Pero… —oh, no; sentí cómo mi rostro se tornaba rojo de vergüenza—. Sí estabas como embobado, perdido, como dije antes: te fuiste de este mundo y me preocupaste bastante, tal vez el ver a Taylor Swift te enfermó de la emoción. Me refiero a que ella cantó para ti en tu show, siendo tu telonera.

—Ay, no —escondí mi cara entre mis manos mientras sentía que la sangre me hervía por dentro—. ¿Qué tantas cosas fueron las que dije?

—Tarareabas muchísimo Love Story de Taylor Swift —Dios santo de mi vida; ¿Richard no me propuso matrimonio? La verdad es que era muy pronto y ni yo mismo lo hubiera aceptado—. Después dijiste que si era lo que tú creías, no sé a quién le preguntabas, pero sonreías muchísimo; Dios, me encanta que sonrías, te ves más tierno, hasta que te troné los dedos y «despertaste» si me permites decirlo así. Fue algo muy raro, te caíste y no convulsionaste, solo que sí hacías cosas muy fuera de lo típico.

—No importa —le ofrecí una sonrisa muy sincera—. No era nada importante —no pensaba contarle a Richard lo que «soñé».

—¿Seguro? —Richard se alejó un poco de mí—. ¿No quieres contarme porque no puedes, debes o por qué?

—Bueno, lo que pasa es que… —le conté a Richard todo lo que había pasado, lo que se supone que me dijo (incluyendo la canción) y cómo me proponía matrimonio, se me hizo una estupidez cuando lo dije en voz alta, no supe por qué pero sí me pareció una completa estupidez—. ¿Qué opinas ahora, Richard? —le pregunté a Richard después de que terminé de contarle todo lo que yo «soñé» (entrecomillado porque lo vi tan real).

—¿Te pedí matrimonio? —Richard comenzó a reírse y yo empecé a sentirme mal—. No pongas esa cara, hermoso, me cuesta creerlo un poco porque es algo que yo haría algún día… —millones de sentimientos encontrados estaban en mí; Richard Vallaj sí podría pedirme matrimonio, dejé de ponerle atención a lo que me estaba diciendo—. De nuevo te volviste a ir, ¿estás bien, Gerald?

—Sí, perdón —¡qué vergüenza!—. ¿Qué decíamos?

—Eso no importa. ¿Me das un beso?

—¿Solo uno? —me encantaba hacer esta pregunta porque así él podía decirme que quería más de mis besos.

—Mejor dame un beso por cada vez que has respirado en esta última hora, ¿de acuerdo?

—Claro que sí; pero esos serían muchos besos —lo miré a los ojos.

—¿Vas a rechazar besarme? —Richard tomó mi mano y enredamos nuestros dedos; estar con él era como estar dentro de un cuento de hadas—. Puedo considerarlo como un Crimen de Odio contra mí —solté una risa bastante fuerte por lo que Richard había jurado que era; ¿un «Crimen de Odio»? Por favor.

—Obviamente no —volví a tenerlo frente a mí—. Te daré todos los besos que me dejes darte, los que quieras y, sobre todo, los que necesites, mi amor.

—Te amo, Louis Gerald —Love Story empezó a sonar en mi cabeza; tal vez esa se convirtió en nuestra canción; nuestra canción que hablaba sobre nuestra relación tan hermosa que, a pesar de no ser nada serio, éramos perfectos justo cómo éramos—. Nunca dejaré de hacerlo y espero que lo sepas, mi vida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro