Capítulo 36: ¡No quiero morir!
Narra ______
Robles gigantes infestaban los alrededores. Y claro, los Pinos tampoco hacían falta en el frondoso paisaje. Eran más o menos las 5 de la tarde, la neblina ya empezaba a cegarme. El cielo había oscurecido muy de prisa. Aún así mi rubio compañero no se daba por vencido. Quería seguir escalando. Llevábamos subiendo la empinada montaña por más de 1 hora, mis extremidades imploraban un descanso, pero debía seguirle el paso a Naruto. Me encontraba un poco preocupada, ya que las nubes habían empezado a tornarse cada vez más espesas y eso solo significa una cosa. El aguacero se acerca. Y si las gotas nos alcanzan, dudo mucho que podamos seguir escalando. Sería demasiado peligroso.
Tomé el extremo de una gran y afilada roca, apoyé mi pierna derecha en otra, esta se sentía demasiado lisa. Decidí arriesgarme. Mi pie resbaló. Tuve la necesidad de usar la última reserva de chakra que me quedaba para poder mantenerme en pie. Por poco y caigo al vacío. Naruto iba muy por delante de mí. Si me resbalo, seguro ni se da cuenta. Me quedaba muy poca energía.
Mi brazo derecho punzaba. Hace media hora que me cayó una piedra en la cara y tuve que detenerla con ayuda de este. De verdad que hoy, no es mi día.
Me detuvé en seco, el dolor era insoportable.
Estire mi brazo en el aire, lo sacudí e hice girar tratando de que se relajara un poco. Volví a estirarlo mucho más. En eso pude sentir como una gran gota golpeaba mi dedo índice. No puede ser. No puede empezar a llover ahora, la siguiente parada queda a más de 1 kilómetro, no creo poder lograrlo. No con mi cuerpo en este estado.
Aterrada comencé a escalar de nuevo, tratando de hacerlo lo más rápido posible, con precaución. Más gotas empezaron a caer en mi frente. Me sentía impotente. Débil.
Sentí mi cuerpo caer.
— ¡Ah, no por favor! ¡Ayúdenme! —Vociferé muy asustada.
El suelo estaba cada vez más cerca. ¿Será que hoy conoceré al gran Kami-sama?
-.-
Narra Naruto
Parece que la técnica para escalar que me enseñó Kakashi-sensei el otro día resultó ser un verdadero éxito. Ahorrar chakra usando solamente un 10% para adherir los pies a la roca es muy efectivo. Han pasado 2 horas y me sigue quedando todavía un sesenta por ciento. A este paso llegaré demasiado rápido a la cima. Me gustaría ver la cara de Sasuke al saber que llegué primero. Aunque también tengo un poco de curiosidad por saber como le está yendo a _______-chan. Hace unos minutos que pase delante de ella. Supongo que debe estar bien. Pero... ¿Y si le pasó algo?
Sentí una extraña sensación en el estómago. Me estoy preocupando demasiado.
Volví a tomar el ritmo de antes. Subía la montaña a un paso increíble. Debería dedicarme a esto. En unos minutos y llegó a la siguiente parada, cuando llegué me detendré ahí a esperar a _______.
Una gota de agua rozó mi brazo. Rayos... ¿No me digan que empezará a llover? Debo darme prisa. Más gotas impactaron en mi rostro, cada vez eran más. No me explico como puede llover tanto en estas montañas. Que lluvia tan inoportuna. Será peligroso escalar así, la roca se pondrá muy resbalosa.
Mi preocupación por ______ aumentó en cierto grado. ¿Qué tal si ella se resbala? Bueno... No lo creo. Después de todo ella perteneció a los Akatsuki. Es una chica muy fuerte, debería relajarme un poco.
Escuché un leve ruido a la distancia. Se oyó como si una gran cantidad de rocas cayeran al vacío...¿Será posible que ella... No. No pudo haber caído. Eso sería muy ilógi...
— ¡Ah, no por favor! ¡Ayúdenme! —Escuché gritar a la voz que más temía.
Dirigí mi vista al vació.
—Mierda—exclamé aterrorizado.
De la nada, antes de que mi mente terminará de reaccionar del todo, mis piernas empezaron a correr por sí solas. Rápido. Muy rápido. Debo impedir que algo le pase. Impediré que su vida desaparezca.
La ví a la distancia, faltaban unos cuantos kilómetros para que tocara la superficie. Mi lado suicida salió a flote. Me aventé por el vació... Espero no haber cometido una estupidez.
La tenía cerca. Unos 9 metros.
— ¡Naruto-kun! —Gritó con horror en cuanto me vio—. ¡No quiero morir!
Fruncí el ceño.
—Tranquila, no dejaré que lo hagas.
Tomé impulso en el aire usando casi todas mis reservas de chakra. Correr en el aire es complicado. Ahora estaba a unos centímetros de distancia de ella.
— ¡______-chan! ¡Escúchame con atención!—Grité con todas mis fuerzas, ella volteó a verme con los ojos llorosos—. ¡Tienes que estirar tu mano! ¡Cuando lo hagas, yo te daré la mía y te lanzaré a la montaña, tendrás que usar tu chakra para adherirte a ella! ¡¿De acuerdo!?
Ella asintió con un rápido movimiento de cabeza. Estábamos a 4 kilómetros del suelo.
— ¡Ahora! ¡Estira tu brazo preciosa!
La delicada mano de _____-chan se extendió con dificultad. Se veía que no tenía fuerzas. Con rapidez le brindé mi palma, ella la tomó sin dudarlo un solo segundo. Y como lo dije antes la aventé de regreso a la montaña. Con un agobiante gritó ella se adherío a la roca—Suspire aliviado—. Ella está a salvo. Pero... Ahora yo tenía que salvarme.
El suelo estaba a 2 kilómetros de distancia. Toda la energía que utilicé hace horas escalando fue en vano. La distancia que había recorrido escalando hace unas horas fue en vano. Pero, salvar la vida de la persona que amo, eso no fue en vano.
Me quité mi banda de regulación. Con ayuda de esta, me colgué a una rama que sobresalía de la montaña, deteniendo así mi mortal caída. Solté una gran cantidad de aire que tenía acumulado en los pulmones. Eso de verdad había sido aterrador.
—¿¡Naruto-kun, estás bien!?—Gritó _____. Volteé a verla, ella estaba 10 metros aproximadamente por arriba de mí.
— ¡Claro. De maravilla! —Respondí con sarcasmo.
Ella comenzó a reír.
— ¡Eres un tonto!
— ¡También me alegra que estés bien! —Exclamé irónico—. ¡Espera un poco, iré para allá, no te muevas!
— ¡Tranquilo, no pienso moverme! —Gritó ______ asustada.
Miré hacia arriba. Ella me regaló una sonrisa, agradecida. Las ropas que llevaba ______-chan estaban mojadas, goteaban en gran medida. La lluvia había aumentado en este pequeño transcurso de tiempo. Que para mí, parecío ser casi como un reloj de arena mortal. Aterrador. No puedo imaginar haberla perdido. Y todo por mi estupidez. Mi obsesión por llegar a la cima antes que Sasuke. Pero, que se puede esperar; Después de todo, él es mi rival.
— ¡Ahhh! ¡Naruto!
Miré hacia arriba alarmado.
El cuerpo mojado de _____ resbaló nuevamente. No puede ser... ¡Kami-sama no me hagas esto!
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Espero que te haya gustado la lectura♡.
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Alex.
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