Narra ______

Cada gota que cae, es una caricia que llega del cielo. Sin embargo, prefiero el calor que me proporciona el abrigo de Naruto-kun. Es suave y acogedor. El viento soplaba con menos fuerza que antes y las gotas eran menos frecuentes. El huracán se había ido dejando a cambio una suave lluvia. Sasuke corría frente a mí, siguiendo de cerca los pasos de mi rubio amigo. Él cual nos indicó que lo siguiéramos, aunque yo todavía sigo sin entender que es lo que pasa.

Por ahora estamos corriendo por el bosque de Konoha. Y cada vez siento el aire más denso, más frio. Supuse que nos dirigíamos a terreno alto, ya que estas ventiscas solo se sienten en dirección al norte.

—Naruto-kun—Me atreví a hablar—. ¿A dónde nos dirigimos?

—Las montañas Inuzuka—Sasuke se adelantó a decir—. ¿No es así Naruto?

—Así es—respondió el Uzumaki con tranquilidad.

— ¿Las montañas Inuzuka? —Repetí confundida—. ¿Qué se supone que es eso?

Sasuke me volteó a ver con una expresión arrogante.

— ¿Nadie te ha contado la historia?

—Eh... no—confesé apenada.

El Uchiha volvió su vista al frente.

—De noche, caminando por el bosque. Se encontraban un par de jóvenes viajeros, pertenecientes al Clan Inuzuka—empezó a contar con voz espeluznante.

—Oh, vamos Sasuke no empieces a contarle mitos infantiles a ______-chan—Se quejó Naruto mientras reía—. Vas a provocar que no pueda dormir de noche.

— ¡Oye! —Protesté en defensa—. ¡Ya no tengo 5 años, te aseguro que puedo escuchar tranquilamente una historia de miedo!

—Como prefieras.

—Entonces te seguiré contando—Mencionó Sasuke divertido—. Los ninja pertenecientes al Clan Inuzuka se habían desorientado, ya que por accidente perdieron al único perro guía que los acompañaba. En el oscuro recinto rodeado en su totalidad por arbustos y ramas, encontraron un estrecho camino. Sin otra opción decidieron arriesgarse a explorarlo. El camino al que se habían metido... dirigía a unas afiladas montañas. Y al llegar a la cima de estás, perdieron el equilibrio, debido al inexistente espacio para caminar. Esa noche el par de viajeros paso, al igual que su perro guía... A la otra vida.

Tragué saliva.

—Eso. Eso no me asustó en lo absoluto—mencioné un tanto angustiada.

Se escuchó una pequeña risa por parte de Naruto.

Así que ese es el lugar al que nos dirigimos. Las montañas Inuzuka... Estoy emocionada por conocerlas.

—De acuerdo, parece que ya casi hemos llegado—Alertó Naruto mientras se detenía—. Descansaremos 10 minutos antes de seguir.

Escuché a Sasuke suspirar, acto seguido se sentó en un viejo tronco que se encontraba por el lugar. Naruto por el contrario se dirigió a una pequeña cascada a lado de unas rocas, en la que con ayuda de sus manos bebió un poco de agua. Decidí ir a tomar algo de agua también.

Me acerqué a la cascada.

—Naruto—Llamé su atención tocando su hombro. Este dio un pequeño brinco en su lugar—. Lamento asustarte... Pero quería saber ¿Qué es lo que estamos haciendo aquí?

—______-chan, tranquila no me asustaste...—Dijo volteándome a ver—. Y sobre tu pregunta, te lo diré luego.

—¿Luego?—musité no muy convencida.

Naruto se sentó en una roca, acto seguido sacudió su cabello, tratando de "secarlo". Se veía un poco gracioso haciendo eso. El rubio tenía el cabello empapado. Se veía lindo en cierta manera, no puedo negarlo. Comencé a reír. Me miró a los ojos.

—¿Qué te parece tan gracioso?—Cuestionó el mejillas de gato con el ceño fruncido.

—Te ves gracioso moviendo tu cabello—admití.

Naruto rodó los ojos y volvió a hacer lo que estaba haciendo antes. Y tomándome por sorpresa, se quitó la camiseta. Oh, mierda—Musité entre labios—. No pude evitar llevarme las manos a la cara, se veía... bastante atractivo. Sentí mis mejillas hervir.

Se escuchó una risa a mis espaldas.

—Oh vamos, eso no es para tanto—Exclamó la cruda voz de Sasuke. Volteé a verlo—. Estos, sí son verdaderos abdominales—mencionó con seguridad mientras se sacaba la camiseta.

El abdomen del Uchiha quedó al descubierto. Debo admitir que tenía un físico envidiable, pero no tenía nada que pedirle a los músculos de Naruto. Rayos, pero que estoy diciendo. Me estoy convirtiendo en una pervertida. ¡Que alguien me ayude!—Pensé desesperada—.Volteé a ver a ambos lados. Los dos chicos seguían con los pechos desnudos, sentí que me desmayaría. ¿Qué es lo que debería hacer? ¿Quedarme admirando sus espectaculares cuerpos por un momento más... O decirles que se pongan de nuevo la camiseta? Vaya que es difícil decidir.

Oí el tintineo de una campana. Naruto y Sasuke voltearon a ver a mis espaldas, a lo cuál yo no pude evitar voltear también.

—Esto... disculpen—Exclamó una pelirroja saliendo de un restaurante, el cual no recordé haber visto cuando llegamos—. Mi jefe me pidió que viniera a decirles... Sí por favor podrían ponerse de nuevo sus camisetas, ya que nuestras clientas no han dejado de gritar como locas y sangrar por la naríz—mencionó de manera tímida apuntando hacía los cristales del restaurante. En el que efectivamente había una cantidad considerable de mujeres mirando hacía acá con la boca abierta.

Sasuke comenzó a reír, miro hacia las ventanas del restaurante y mandó un saludo. Se escuchó una gran cantidad de gritos al fondo.

—Que molestas son las mujeres—Bufó el Uchiha dandolé la espalda a la pelirroja.

Sasuke volvió a ponerse la camiseta y empezó a caminar alejándose de nosotros.

—Lamentó lo sucedido señorita, le prometo que no volverá a ocurrir—Habló Naruto parándose de la roca en la que estaba sentado, volviéndose a poner su polera negra.

La pelirroja sonrío dulcemente a Naruto y sentí la vaga sensación de querer golpearla.

—-Claro, no te preocupes—Dijo ella guiñándole un ojo—. Solo promete que volverás a comer alguna vez.

—Eh, sí con mucho gusto—respondió Naruto igual de inocente que siempre.

La pelirroja tomó a Naruto del brazo. Apreté el puño.

—¿Y cómo te llamas?—cuestionó ella en tono suave.

—Me llamo...

—Se llama Eresunazorra Uzumaki—Interrumpí empujándola un poco, haciendo que soltará el brazo de Naruto—. Si nos disculpas, ya tenemos que irnos.

La chica de cabello color tomate se quedó con la boca abierta.

Empecé a caminar jalando a Naruto del brazo. Esté me miraba sorprendido.

—Ah, por cierto, casi lo olvidó—Hablé volviendo a mirar a la pelirroja—. Nadie volverá a tu espantoso restaurante a comer. Nunca—Finalicé resaltando la palabra "Nunca".

-.-

Narra Naruto

¿Qué fue todo eso? ¿Acaso escuche a _____-chan decirle a la camarera que era una zorra? No, no lo creo. Debí haberlo imaginado, ella no seria capaz de decir algo así. Aunque si me sorprendió un poco la manera en la que reaccionó... No me lo esperaba.

Esbocé una sonrisa.

—¿De que te ríes?—escuché decir a _____-chan a mi lado. Estaba tomándome del brazo mientras caminábamos. Sasuke iba por delante nuestro.

—Eres tierna.

Ella se apegó mas a mí—La manera en la que esa chica te guiñó el ojo y después te tomo del brazo... Hizo que tuviera ganas de golpearla. No logró entenderlo... Simplemente hice lo que hice—confesó en voz baja.

Al terminar de escuchar a _____-chan decir eso, mi corazón dio un gran vuelco, conmovido. Puede ser, que ella también sienta algo por mí.

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Espero que te haya gustado la lectura♡.

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Alex.