v e i n t i o c h o
Capítulo veintiocho.
__________'s POV
Desperté algo anonada.
Me removí incómoda entre las sabanas pero me arrepentí al sentir pequeñas punzadas sobre todo mi cuerpo. Empezando desde mi cuello, hasta mis piernas.
Suspiré recordando lo de ayer.
Había sido totalmente nuevo para mi, sin embargo, no me arrepentía. (Por ahora).
No había nadie de los chicos en mi habitación, lo que agradecí por un momento.
Intente cerrar los ojos ya que el cansancio aún estaba presente en mi, sin embargo, las ganas de dormir que tenía no llegaron a tanto ya que no pude volver a hacerlo.
Me levante con cuidado de la cama y entré a la ducha. No me pude bañar como siempre ya que las partes de mi cuerpo me dolían y aún más unos pequeños moretones que había en mi cuello. Lo único bueno, era que no se distinguían a simple vista, y un poco de maquillaje haría magia desapareciendolos por completo.
Cuando termine de lavar mi cabello y cuerpo con cuidado, salí de la ducha con una toalla rodeandome desde arriba de mi pecho.
Me acerqué a mi buro para sacra dentro de un cajon una caja de pastillas anticonceptivas, tome una y me la pase con un poco de agua que tenia en un vaso. No queria embarazos inesperados.
Llegue a mi closet y me decidí por un vestido negro con rosa pálido, un poco corto, y unos zapatos del mismo color que el vestido.
Usé delineador en los ojos, y un labial que tenía del mismo color adornando mis labios. Estuve a punto de declararme lista pero recordé las marcas de mi cuello, por lo que tomé el polvo y los cubrí.
Me veía bien. Deducí cuando observé mi reflejo en el espejo; tenía una gran sonrisa y la verdadera razón estaba en mi mente. Mi mente sucia.
Un parte de mi me reclamaba lo maldita que había sido al tener una orgia, siendo compartida por cuatro chicos. Aún más al no haber esperado a Niall, y creanme que eso me hacía sentir la peor persona de el universo. Y otra parte me decía que si tuve placer y me sentí 'a gusto' nada había que perder, porque simplemente paso.
Mi mente era una cuerda totalmente enredada donde había nudos que me costarían trabajo deshacer.
Salí de mi habitación y tomé rumbo a las escaleras.
Los ruidos en la cocina dando a entender que alguien cocinaba algo comenzó a abrir mi apetito.
No podía creer que los chicos se levantaran tan temprano después de toda la acción de anoche.
- Chic... -. Me callé al ver que no eran los chicos, al igual que mi sonrisa se desvaneció, pero no se quitó por completo.
Me sentía extraña.
Niall volteo a verme como si estuviera loca.
¡Realmente lo estaba!
Corrí hacia él y enrollé mis brazos al rededor de su cintura formando un abrazo, sin importarme que me pudiera rechazar.
Respiré su fantástico aroma, el cual se encontraba mezclado con rastros de alcohol.
- ¿Donde diablos estuviste? - pregunté en un susurro con los nervios en la garganta. Quería reprenderlo por ser tan inconsciente pero no estaba en posición para poder hacerlo, menos ahora. Sentí mi mundo desvanecerse al darme cuenta de lo perra que había sido con Niall.
El se separó ligeramente de mi.
- Por ahí - me dijo seco.
Me clavaron una daga que me hizo sentir frustrada, y una zorra sin prejuicios. Aunque puede que lo sea, y claro, no lo negaré, y menos si no es algo de lo que me enorgullezca.
- ¿Cuándo llegaste? - espere su respuesta, aunque luego de unos segundos me rendí. Su ceño estaba fruncido y pareciera como si se lamentara porque preguntara aquello.
-Ayer, pero estoy bien, ¿ok? - dijo evadiendo el tema con una pequeña sonrisa amarga que no duró mucho ya que su rostro se volvió serio al instante.
Me comencé a asustar.
Joder.
¡Joder!
Era una maldita persona. Me estaba sintiendo de la mierda.
Pudo haber llegado justo cuando estábamos en pleno acto con los chicos, pero no detuve a pensar en aquello.
- Perdón - susurré pegándome más a su cuerpo.
Las imágenes de los chicos y yo, ayer me invadieron la cabeza al igual que la culpa me comía viva - Perdoname -. Nuevamente hable cerca de su oído y estaba segura que Niall no quería hacer esfuerzos para separarse ya que por su condición sin batallar lo hubiera logrado.
- ________... - por fin tomó entre sus manos mis brazos intentando alejarme de el sin hacerlo de manera brusca, pero no lo permití. Me aferre más a su cuerpo.
- No. Fui una estúpida - lancé un suspiro entrecortado muy cerca de sus labios - En verdad lo lamento, Niall - quería ver alguna expresión en sus rostro mas no encontré nada.
Niall sabía perfectamente que me disculpaba por lo que había pasado aquella noche. Pero yo en realidad lo hacía sabiendo que era por una razón más allá de esa.
- Si, como sea. No lo repitas - quería librarse de mi y eso lo vi a los segundos cuando intentaba buscar una salida de mis brazos.
Me sentí desganada. En conclusión, una idiota.
- No debí hacerlo, en verdad lo lamento muchísimo - hable deteniéndolo, pero no me sirvió de nada ya que Niall se zafó de mi y me intento evadir queriendo subir las escaleras - ¡Te juro que no quería hacerlo! - dije aumentando más de lo esperado mi tono de voz.
El me ignoró y siguió subiendo.
No me daría por vencido. Sabía que era una maldita perra, y tendría que cambiarlo, pero no perdería a personas tan importantes como lo son los chicos para mi, por una estupidez.
Subí de dos escalones en dos, pudiéndolo alcanzar. Lo tome del hombro e hice girar.
- Niall, escuchame - pedí cuando estaba para frente a el.
No podía creer que en verdad había sido tan mala persona con Nialler, el cual no tenía la culpa de nada y nunca causó problema.
- ¿Quieres que te ruege de rodillas, acaso? - pregunté esperando que por lo menos se dignara en contestarme. Nuestros ojos hicieron un contacto visual increíble, aunque la mirada de Niall buscaba intimidarme y vaya que lo estaba logrando y la prueba eran mis mejillas que se comenzaron a teñir de rosa.
No podía dejar de mirarlo. Me sentía de una manera agradable estando así.
- No, prefiero que me beses - murmuró dejándome sin palabras, rodeo mi cintura con sus brazos y me atrajo hacia él. Nuestros labios quedaron a sólo milímetros de separacion, hasta que Niall rompió ese espacio juntándonos totalmente. Sus labios se posicionaron sobre los míos haciendo que pareciera que encajaban a la perfección.
Definitivamente este beso me había tomado por sorpresa ya que no era lo que esperaba pero a pesar de eso no tuve la necesidad de separarme.
El beso no era en lo absoluto desesperado, y hasta puedo llegar a afirmar que era un beso tierno. Bajo una de sus manos colocándolas sobre mi cadera, y la otra dejando caricias en mi cintura. Lentamente su mano comenzó a viajar por toda mi cadera y espalda baja, hasta topar con la zona de mi trasero.
¿¡Qué mierda estoy haciendo!? No me gusta estar jugando con las personas, aunque lo parezca.
- Niall -. Logre alejarlo de mí. Pude sentir como lo único que transmitía su mirada era desilusión mezclada con enojo.
Hubo una cosa en el, y más que nada en su mirada, que me decía que algo no estaba del todo bien.
- ¡Vete a la mierda, ______! -. Murmuró y se fue dando grandes zancadas, después de unos segundos oi un tremendo portazo.
La bipolaridad que ocupó llegó a asustarme aún más.
No quería sacar conclusiones antes de tiempo, pero definitivamente no podría ocultar el hecho de que la posibilidad de que Niall haya descubierto lo que sucedió ayer con los chicos, rondaba más de una vez por mi cabeza.
No.
Sería una locura.
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