Cuando escribo rara vez tengo el título en la cabeza,
La mayoría del tiempo solo blanqueo mis pensamientos,
Dejo que mis dedos ceñen el contenido a crear,
Como hoy... Como ahora de hecho.

Soy un caso de esos que les divierten resolver,
Pero también de esos que hacen a todos renunciar,
No puedo culpar a todos por no entender el mito de pandora,
Tampoco a quiénes se les hace poco atractivo mi puzzle.

No lo hago, porque a todos no les gusta lo difícil,
Y a mi me encanta de sobremanera serlo, aunque,
Francamente admito que se me sale de lo más natural,
Entre el caos y yo, el sinónimo se termina confundiendo.

Me encanta mi soledad, pero de vez en cuando miro hacia el costado,
Supongo que es inevitable esa encrucijada que pasa a veces,
O ese vacío que de pronto te revuelca el estómago,
Y la sensación abrumadora de que eres pequeñita ante el mundo.

Quiero tanto que he llegado a la conclusión,
De que es más malo que bueno, al fin y al cabo,
Querer te hace ser valiente, pero más que todo vulnerable,
Y a mis ojos eso es de admirarse, pero pocos piensan como yo.

Me autodefino niña tormenta, porque salgo cuando todos entran,
Bajo un paraguas se refugian y luego juran que aman la lluvia,
Que las nubes son hermosas, pero solo las ven en verano,
Que todos los colores son bellos, mas el gris lo dejan a un lado.

La verdad es como una religión para mí, pero tengo que ser cauta,
Porque sino te encasillan en mentiras cuando les dices lo que son,
Que todo se puede resolver, pero se marchan a media batalla,
Que en el mundo hay más buenos que malos, pero intenta caminar de noche.

Admiro a los que son tormentas, los que luchan día a día,
Los que lloran, los que hablan y también los que callan,
Los que van a paso lento cargando el peso de sus cruces,
Los que bailan a solas, los que se emocionan con una canción.

El precio de ser genuino es ser tormenta, pero se asume,
Porque el ser tú no es cuantificable , mientras andas, te temen,
Porque quien ha encontrado su objetivo, es enemigo del seguidor,
Y mientras los arcoiris se asientan en su idealismo, las tormentas encuentran la paz en su verdad.

Escrito: 6/1/24
Gracias por leer.