Me provocas, siempre ha sido así,
Me provocas sensaciones contradictorias y vulnerables,
Contigo subo al cañón más alto del mundo jugándomela hacia el otro lado,
Quiero ir despacito, pero con persistencia allí,
Pasa que mil preguntas se acumulan a la hora de vernos y solo me gustaría resumir en:

¿Qué hay del otro lado? Mirada acaramelada,
¿Tendremos un camino lleno de piedritas de esas que van rompiendo la piel en cada retumbar?
¿Qué hay más allá de todas estas emociones?
¿Y si alguna vez se van?... entonces
¿Qué hago con mis pies?

¿Navegas a través de mares pasivos o violentos?
¿Recorres el océano o quieres que te invada?
Nuestros cuerpos se recargan mutuamente, como si funcionasen para estar unidos,
No ancles tu barca, aún hay más allá de la costa.

Mi cuestionario no es tan literal, pero no opaques a mi luna,
Me conduces a oscuras hasta el manantial, resguardado entre árboles frondosos,
Ese que amo ir, ese que me deja sin fuerzas para regresar, ese que me llena hasta saciarme viva,
Termino en medio de su cascada dejando que me ahogue, que sus aguas se encuentren con mi alma en fuego.

Me deshago en ti, me desahogo en él,
Sus fluidos llevan todas las verdades nunca antes dichas,
Jadeo, no quiero irme de aquí nunca, ojalá el agua no se canse de rodear este frenesí por sentirnos, ojalá nos rocíe todavía más con cada gemido, para que el placer nunca nos abandone,
El temblor que recorre mi piel de punta a punta, es la validación de que toqué el cielo con todos mis dedos.

Acusaciones afuera, unas ganas inmensas por dentro, que mis manos me revientan sin más queriendo mojarse una vez más en ese lugar,
Que sin ti no existe, sin ti solo hay un inmenso bosque oscuro sin el manantial...
Te describo como fluyo a través de aquella sensación cuando posees a mi ser,
No dudes nunca de como soy estando contigo, jamás he tenido la necesidad de fingir que te siento.

Escrito: 27/10/24
Gracias por leer.