Nadie va entender, nunca, el dolor por el que estás pasando. Pueden acompañarte, tratar de ayudarte, comprenderlo, darte herramientas, tratar de hacer ese dolor más llevadero pero no van a poder quitarte el peso de eso que te han arrebatado. Creo que hay muchas enfermedades desconocidas o que la gente está mal informada y que por eso hacen comentarios, que la mayoría de las veces, no tienen ni un ápice de maldad, pero que duelen.

Creo que, muchas veces, se entiende que el dolor por el que alguien está pasando es peor que el de los demás, que puedes entender una batalla que está librando en su interior. No. Y creo que nunca se debería comparar, cuantificar y asignar una valoración de mejor o peor al sufrimiento ajeno. Cada uno vive su dolor de una manera distinta, con los recursos que tiene a su alcance, aunque no sean suficientes, con las experiencias y la carga que poseen.

Hay mucha incomprensión por parte de los demás acerca de enfermedades mentales, acerca de un dolor que cada uno atraviesa a su manera, no hay dos personas que pasen por una enfermedad de la misma forma porque cada uno tiene herramientas, recursos, apoyo, prioridades, iniciativas, posibilidades y una infinidad de opciones diferentes.

Nunca entenderé el afán de buscar una solución a tus problemas porque, cuántas veces habremos escuchado las expresiones "si tienes depresión deja de estar triste, si sufres ansiedad tienes que relajarte, si tienes fobia social haz amigos..." o frases que muchos acostumbramos a vivir y que, creo firmemente, que su emisor no se escucha porque si parase un segundo a analizar sus palabras, no diría cosas como: "¿has roto con tu pareja o con tus amigos?" "Los novios y novias van y vienen, no tienes que estar triste" "¿Con lo joven que eres?" "Eso con un poco de aires nuevos se pasa"...

Qué duro y difícil es tener que callarse porque la gente tiene un muro en su cerebro que le impide ver la realidad. Porque ya cansa dar constantemente explicaciones o tratar de corregir sus ideas. Hay días que no lo soportas y tienes que decir que no todos los dolores se deben a una ruptura, o el origen de una enfermedad es que no sales por ahí con tus amigos. Y creo que estos sucesos se dan, sobre todo, en adolescentes.

Es, como si se les metiese a todos en el mismos aco, asignándole un estereotipo que no todos cumplen. No todos salen de fiesta, ni tienen amigos con los que contar de verdad, ni pareja, ni les gusta el desparrame...Hay adolescentes responsables, educados, que les gusta leer, rodearse con un número bajo de personas, que también pueden salir pero siguen manteniendo cierta coherencia y prioridades. Y creo que eso hace daño porque parece que la sociedad hace una correlación entre el dolor adolescente = amor, primeras rupturas, una fiesta fallida...Y podría ser el caso, pero hay muchas veces que no.

Lo que se solucionaría con una pregunta más simple o un consejo más efectivo: "si necesitas ayuda, hablar, un abrazo, aquí estoy" "seguro que la tormenta que te ahoga va a pasar, y si no lo hace, voy a estar aquí para apoyarte" "lo estás haciendo muy bien" "centrate en ti, en mejorar y no te sientas egoísta por ello"....

¿Cuánto cambia la perspectiva, verdad?

Es una reflexión, una opinión de esta niña de la que te hablo en el libro que lleva años pasando por enfermedades, más corrientes, más raras, pero que siente incomprensión por parte de adultos y de la gente que tendría que haberle mostrado su apoyo. Igual de una forma diferente. Igual, solo informándose. Porque, cuando no nos afecta directamente, preferimos hacer oídos sordos y no conocer la forma de ayudar a una persona que está pasando una crisis y que, en lugar de ello, tiene que ser víctima de miradas, de risas, de humillaciones e incluso insultos.