Hasta la rosa más perfecta tiene cicatrices que le clavan espinas. Hasta la luna necesita de vez en cuando un eclipse. Hasta las estrellas se cansan de brillar. Hasta el mar se ahoga con sus propias olas. Hasta su sonrisa esconde las lágrimas que le encantaría derramar. Y nosotros hundidos porque a veces nos cuesta respirar.

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Si él supiera la forma en la que mi mundo se paró cuando le vi. Si él supiera las veces que he soñado con pasarle los dedos por su pelo. Si él supiera que contaba los días, las noches, la lluvia y hasta migajas de pan para volver a verle. Si él supiera que me grababa cada arruga, cada mancha, cada imperfección para después poder soñar que me quería. Si él supiera que para mí un segundo podía ser una eternidad. Si él supiera que su nombre me sabía a fresas, sus ojos a avellana y su esencia a felicidad. Si él supiera que hasta los dioses lloraban cuando nos sentían juntos. Si él supiera que hasta la luna se olvidó de llegar y el sol de brillar. Si él supiera que le encontraba en cada rincón. Si él se hubiera fijado en la forma en la que le miraba ya se habría dado cuenta.

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A veces deseo que el reflejo que me devuelve la mirada trate de sonreír.

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¡¡Hola lector!! Te doy la bienvenida a este libro muy personal. Espero que lo disfrutes mucho.

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