
2- Almas hechas de sentimientos
Hola!!! espero que me hayan estrañado ewe aquí vuelvo con más drama, por favor no me odien, es que amo el drama XD
$y hacernos el rogar e.e
Eso ultimo no e-e solo que justo empece con las evaluaciones de la universidad y como que es muy importante que los preste atención
$aun así reprobamos dos :c
Fue tan triste T-T como sea, tenemos un giro inesperado que de nuevo esperamos que les guste... realmente no tengo ninguna advertencia e.e
$sentimos si el capitulo no es tan interesante
Siento que no es bueno u.u como sea, hasta la próxima :D
~Comienza~
--Ellos esperan en la sala-- cortó sus tristes pensamiento con sólo una frase. Odiaba el desprecio a si mismo y la soledad que tanto se esmeraba en entregar --vamos querido-- estiró su mano para que él la aceptará --seamos valientes juntos-- ella debía ser fuerte por dos personas más.
Conmovido por su amabilidad, tomo su mano para ir con ella. Su esposa era su sostén, sabía que contaría con esta mujer incluso en el basto mundo al que debían enfrentar. Juntos, como debía ser, fueron hasta la sala donde los padres de la niña se miraban con una seriedad y duda. Desde afuera se oía las exclamaciones de la mujer mayor y sus quejas.
--¡Debemos demandarlos!-- grito la mujer indignada --¿Cómo se atreve a darnos un lugar tan inestables?-- golpeaba el suelo con sus tacones.
Shiori suspiró al entrar --mamá, ya cálmate-- estaba un poco molesta por su comportamiento.
--¡Mi linda Shiori!-- corrió a abrazarla como si realmente temiera por su bien estar --mi niña, que horror has tenido que presenciar en el día más feliz de tu vida-- lloriqueo falsamente como la madre preocupada que quería aparentar frente a los ojos de su cuñado.
--Hitomi-- la nombrada se tenso al por la fría de su ex-marido --cállate por un momento-- todos sabían que el peligroso hombre deseaba respuestas ahora, no estaba dispuesto a escuchar escusas si no estaban cargadas de verdad
--Papá...-- susurro la joven con cierto temor en su voz.
--¿Qué demonios ocurrió?-- exigió con su tono demandante que pocos podían resistir a levantar la cabeza en señal de rebelión. La muchacha sólo suspiró y eso parecía lo suficientemente fuerte como para alterar a su progenitor --Shiori-- exigió con más fuerza.
--Permíteme explicar, querida-- tomo sus manos con cariño para besar sus nudillos. En señal de devoción y lealtad como era ya conocido.
Bufo --la verdad es que no se que decir-- se rió nerviosamente por los nervios que estaba sintiendo.
La mujer mayor dio un paso intrigada --¿decirnos que, cariño?-- estaba muy curiosa por lo que ese par ocultaba.
Adrián retomó la palabra --Los demonios existen-- admitió sin anestesia. No había tiempo para dar vueltas en absurdas explicaciones o palabras suaves para que el shock desapareciera.
El pesado silencio no fue del todo una sorpresa.
--¿Demonios?-- la palabra salió desconcertada de la boca de ambos.
Pensó --hay un infierno donde los demonios habitan y viven, muchos de ellos vienen a este mundo por comida o satisfacciones egoístas-- desvío la mirada un poco avergonzado y asqueado de lo que salía de su boca -- lo que ocurrió hoy, fue obra de un demonio-- todos quedaron impresionados de sus palabras.
--¿Cómo podemos creer en tu palabra?-- cuestionó el oji dorado sin moverse de su lugar. Por la impresión Hitomi se había quedado callada y quiero en su lugar, a diferencia del señor de la casa que mantenía la seriedad en su actuar.
Tomó una daga de abajo de su ropa, no dudo en llevarlo a su muñeca para abrir una herida profunda en todo el contorno. Una exclamación de asombro se parte de la mujer fue el único sonido. Las gotas carmín arruinaron la perfecta alfombra, pero se detuvieron casi de inmediato cuando la fisura fue visiblemente cerrada.
--Mi padre es un demonio y mi madre un ser humano... soy un híbrido entre ambas especies-- el silencio se mantuvo incómodamente --desconozco la razón del demonio de atacarnos en la boda, pero se que es un peligro-- volvió a tomarla entre sus brazos --debo pelear-- su mujer lo abrazo preocupada de su palabras.
El silencio se volvió repentino y bastante intenso para los presente. Procesar la verdad sería ante todos lo más difícil.
Asami decidió cortar la absurda tensión que ninguna solución daría --¿este demonio está detrás de ti?-- cuestionó con desconfianza.
Suspiro pesado --no lo se, realmente...-- volvió a desviar la mirada un poco avergonzado de la situación.
--¿Cómo averiguaremos lo que quieres?-- cuestionó el mayor con molestia, era obvio que eso no sería solucionado con unos cuantos matones que le enseñarán al enemigo su lugar.
--Mi padre puede darnos más información-- las miradas cayeron en él como si hubiera dicho algo imposible, Por un momento se sintió así.
Hitomi se movió nerviosa hacia donde estaba su ex marido --pero... eso es...-- era obvio para la mujer que estaba aterrada de traer a otro demonio a la casa.
--Mi padre no hará daño, no quería que lo odie aún mas...-- esto último lo susurró con desgano --si alguien entiende a esos seres es uno de su misma clase-- cerró los ojos esperando que eso no sonará tan mal como es dentro de su cabeza.
--Tráelo, si puede ayudar no estará mal el conseguir su apoyo para lo que nos enfrentamos-- de su bolsillo saco un cigarrillo, tenía a su mano derecha, Kirishima Kei, a su lado con un encendedor ya en llamas.
--No se preocupen... no padre no le hará daño a nadie-- con vos firme y el mentón en alto decidió llamarlo --Ven aquí, Padre-- por el tono de voz, Ryuichi supo que el chico estaba siendo tajante con el recién llamado.
La puerta repentinamente se abrió presentando dejando ver al mismo hombre de la ceremonia. Traje simple todo de negro, más elegante que antes. Cabello color oniz que contrastaba con su piel pálida como papel y ojos bordos, que disimulaban ser marrones para los simples humanos.
--¡Adrian!-- casi lo exclamó con una sonrisa engreída que sólo causó escalofríos en todos --me hace muy feliz que me llamaras-- dio un paso adelante para acercarse a la pareja sin borrar su sonrisa. A mas de uno le hacía recordar a una cruel víbora que fingía amabilidad a su comida.
Sin embargo la expresión se borró cuando la figura menor de su hijo se interpuso en medio para que no se acerca a su pareja. La expresión era sería y casi curiosa.
--Ya hablamos de esto, padre-- el ambiente que había adquirido repentinamente el joven fue inusual para todos, incluso para su esposa. Estaba en alerta y serio, el niño desafiaría a la fuerza mayor --no tienes acercartele... a ninguno de los dos-- frunció el ceño en señal demandante de entendimiento.
La sonrisa fue pequeña, pero más creíble en comparación --igual a tu madre-- en un movimiento veloz e invisible para los ojos humanos, fue golpeado por su primogénito.
--¡No te atrevas...!-- gruño furioso por lo que ese hombre soltaba de sus labios.
--Lo se-- se limpio la sangre que caía por su mentón casi como si ni siquiera importará el dolor, quizás ni había sentido una picason por ello --permitanme presentarme caballeros y dama-- su mirada se dirigió a los otros mortales --por favor, llámeme Michaelis Sebastián, a sus órdenes-- realizó una leve inclinación.
--¿Sabes quienes somos?-- cuestionó Asami con seriedad, no confiaba en el extraño.
Su mirada no titubeo ante la figura oscura que era el mafioso --Asami Ryuichi empresario muy conocido... lo conozco-- ahora miro a la mujer mayor --Hitomi Okuma-- le regalo una sugestiva mirada, provocándole así un sonrojo --Kirishima Kei, asistente de Asami-san-- este se sorprendió de ser reconocido por el demonio.
Le dio el visto bueno a sus palabras tan calmadas --¿Qué sabes de ese demonio?-- cuestionó con una calada más de la vara de tabaco, eso le ayudaba a recuperar un poco mas de su confianza.
La mirada bordo se oscurecido aún mas --este demonio está aquí por comida. Hay diferentes tipos que buscan alimento en este mundo... algunos sólo buscan mentes débiles o moribundas para arrebatarle de una sola vez el alma y saciarse con ella. Otros hacen contrato con los humanos para un intercambio justo-- una sonrisa momentánea decoro sus labios --pero este es diferente, se alimenta de pequeños pedazos comiendo de a poco y deleitándose del sufrimiento humano hasta dejar tan sólo un cascarón vació...-- una cruel sonrisa se formó a modo de burla --es paciente, pero el dolor que le transmite debe ser satisfactorio si esta dispuesto a esperar con tan poco-- al terminar de decirlo se dio cuenta de lo crudo que fue.
La tensión aumento al pensar a lo que se enfrentaban. La crueldad de su mundo, uno que desconocían más allá de las armas y drogas era lo último que querían entender.
--Explicate padre-- frunció el ceño al no ser capaz de comprender lo que decía. Jamás había estudiado en complejidad el infierno en el que nació.
Suspiro --él se alimenta de su sufrimiento, adherido a su víctima sin que está pueda defenderse, probablemente convocado por accidente si no estaba dispuesto a hacer un contrato... le recuerda una y otra vez su sufrir hasta que no quede nada-- explicó de la mejor manera lo que ocurría allí.
--Entonces... ¿Por qué nos ataco?-- cuestionó Ryuichi con el ceño fruncido en decentendimiento, aquello no tenia ningún sentido a su parecer.
Llevo una mano al mentón como si pensara en algo particular --es probable que saber de la fiesta provocará en su víctima felicidad o esperanza...-- una expresión burlona surco su rostro --debió molestarle mucho-- trato de disimular una sonrisa.
--Padre... eso significa...-- miro a su novia con preocupación al entender a donde iba la conversación.
--¡Así es!-- aplaudió con una emoción inusual que desconcierto a más de uno --el demonio está prendido a un humano que está fuertemente ligado a la familia Asami-- él sonaba feliz para la sorpresa de los otros.
La cara de terror y sorpresa fue única para ese demonios.
--¿Qué?-- Shiori se veía asustada, mas que ningún otro --Pero...-- sus miedos fueron detenidos por la mano protectora de su marido.
--El dolor puede ser tanto de un cercano como de un desconocido... hacer los contratos o quedar atrapado por la oscuridad no es tan difícil-- su mirada llena de odio cayó sobre su progenitor quien no se veía molesto por lo que decía --en especial cuando son amos de la manipulación-- finalizó casi escupió con repulsión.
--¡¿Quien querría lastimarnos?!-- dramático Hitomi como si fuera la más inocente de la sala. Mas de uno la desaprobó con la mirada.
--Asami-san sabe quien-- soltó sin problema, el ambiente bajo unos grados como si hubiera enfriado de repente --un alma pura y llena de inocencia, alguien joven que estaba llena de esperanza-- comenzó como si ese hombre no tuviera elección más que escucharlo --pero lo suficientemente fuerte para revelarse en su contra, un joven adulto que pasó por la peor experiencia de su vida... dolor... tristeza... decepciona... desesperación... los peores sentimientos para atraer a un ser oscuro-- se estaba emocionado de sólo pensar en ello.
--Padre-- Adrián decidió cortar cualquier palabra siguiente, todo estaba girando de manera muy extraña.
El silencio fue pesado y la mirada del Asami mayor parecía devorar almas tal y como lo haría un demonio real.
--Querido...-- soltó la mujer mayor con temor para nada disimulado.
Lentamente retiro el cigarrillo de su boca, lo dejo caer a un lado sobre el cenicero sin darle importancia.
--Takaba Akihito-- la confusión en sus miradas fue obvia para ambos demonios --hace 20 años él fue mi amante-- libero sin mas.
--¿Amante?-- la cara de su ex esposa fue de repulsión y mucha sorpresa. Incapaz de creer lo que el hombre más perfecto y aterrador decía.
--¿Papá...?-- su hija lo miro sin comprender lo que pasaba. Sabía sobre el mundo criminal al que ella no pertenencia y de las cosas horribles que había hecho... pero no comprendía como un ex amante terminaba en todo aquello.
--Viste comprensión cuando el demonio nos ataco-- miro directamente a Sebastián con burla y molestia al mismo tiempo --¿no es así?-- una sonrisa fría se formó en sus labios.
--Un demonio generalmente no tiene apariencia propia-- llevo una mano al rostro --adquirimos aquella que nos une más, las más significativa para la victima... esa es su cara ¿no?-- se estaba divirtiendo del sufrir de alguien más por primera vez en su vida.
--Así es... su cara es la misma que trato de matar a mi hija-- más de uno quiso borrar las palabras que había dicho.
Continuará...
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