Siempre pensé que Dursmtrang se dividía en casas como en Hogwarts, Draco me contó en una carta que son cuarto y que la mejor es Slytherin. Por algo debe de decirlo. Aquí solo nos dividen por grado, si los de primero, segundo y tercero tenemos el primer piso; los de cuarto y quinto el segundo y por último sexto y séptimo tiene el tercer piso.

El cuarto piso es utilizado para las clases y también hay algunas aulas afuera. Como el invernadero y donde están los seres mágicos los cuales estudiaremos, eso de cuidar animales es genial.

Algunos estudiantes nos miran con curiosidad, claro como somos nuevos y eso de ver nuevas caras debe ser muy interesante.

—. Bienvenidos alumnos de primer año a este su nueva casa en donde no sólo aprenderán y harán nuevas amistades. También aprenderán a luchar y valerse por sí mismos, a sobrevivir después de concluir sus estudios— un aplauso por parte de nosotros los de primeros se escucha— Ah y no olvidemos a los que ya tienen más años estudiando aquí.

Después a todos nos llaman por orden alfabético, como mi apellido es Krum estoy casi al último. ¿Saben para que nos llaman? Para entregarnos un anillo con nuestras iniciales el mío dice M. K. Es de un color blanco, nos han explicado que va a cambiar de color dependiendo a nuestros aprendizajes adquiridos a lo largo de estos años que estaremos aquí.

Ni pensar que tendré que llevar este anillo ¿Si se me pierde? Como sea. Lo siguiente es sentarnos en la mesa que queramos y ¡A comer se ha dicho! Estoy tan hambrienta, los sándwiches que comí en el barco no fueron suficiente.

En la mesa nos sentamos: Daniel, Yasen y yo. Se que falta alguien pero nadie quiere venir así que pues sólo nos quedamos nosotros. Charlando sobre cosas sin importancia, como ¿Aquí hay quidditch? ¿Qué tan grande será la biblioteca? ¿En verdad son moscas lo que tiene a su alrededor el profesor Suman?

—¿Me puedo sentar con ustedes?— pregunta Vhaylt con los cabellos rojos, creo que significa vergüenza.

—Adelante— contesto señalando el asiento vacío.

—¿Tu eres el tal Vhaylt?— pregunta Daniel mirando sus ojos.

—Sí— responde algo inseguro ¿Extraño no?— ¿Cuál es tu nombre?

—Daniel... Daniel  Grimp— responde.

El director grita «¡Que el banquete comience!» y en las mesas aparecen cuatro pescados fritos. Al verlos nadie lo piensa dos veces y se lleva el pescado a la boca, debo admitir. Esta muy bueno.

Al terminar a Yasen se le escapa un eructo. Él se sonroja, apenado pide perdón pero nosotros sólo nos reímos mucho, somos los extraños de primero que ríen como si fueran maniáticos, después de un rato, recuperamos la cordura y aparece el postre.

Oh ¿pero que tenemos por acá? Un pastel de... Queso con fresas. ¿Es en serio? Pareciera que lo han hecho adrede, queso ¡ni que fuera ratón! Oh y esas fresas se ven tan exquisitas. Vhaylt no lo piensa nada y se lleva un trozo de pastel a la boca, Yasen toma su plato y con el cuchillo parte el pastel que comerá, Daniel ya va por su segundo trozo de pastel. Y yo sólo puedo ver.

—Hey ¿no vas a comer?— pregunta Vhaylt, lo miro con una mueca de disgusto.

—Soy alérgica al queso— respondo con unas enormes ganas de devorarme ese pastel.

—Es una lástima, Miyla— dice Yasen con la boca llena de pastel.

  Viktor viene hacía acá con un trozo de pastel en un plato blanco. Lo miró con los ojos bien abiertos, esperando que mi vista no me falle, ¿Es el o Karlos? Si parece Viktor, estúpidos parecidos.

—Hola... Guapetón— dijo Daniel en cierto tono de burla. Viktor lo mira con su peor cara y este traga saliva con pesadez, para después muy disimuladamente mover su silla a un lado con el cuerpo en ella. Todos reímos menos Daniel y Viktor.

—Ten Miyla, pastel sin queso— me da una rebanada de pastel (obviamente)... Pero es de vainilla, yo quería de fresa, pfff será mejor que no me queje. Después de todo aquí no es como casa.

Por cierto, ¡Extraño mi casa! Esto es tan desesperante, primero me hacen viajar en translador, me vomitó, se burlan de mí, tengo que viajar en un apestoso barco que seguramente no limpian desde hace muchísimo tiempo, duermo en una cama más dura que el maldito suelo, me hacen rebotar como pelota por la sacudida del barco, parece que el profesor Suman se baña cada dos meses y ¡me golpeé en el dedo chiquito del pie! ¡Odio este lugar! ¿Acaso no saben quién soy? Soy Miyla Krum, hija de unos hechiceros millonarios y poderosos, además ¡Soy una niña! No soy como está pestilente manada que se hacen llamar “estudiantes".

Bien Botas, sólo somos tú y yo contra Dursmtrang. Intentemos no morir asfixiados por el horrible olor a chico.

Los prefectos (en éste caso, Tervis y Karlos los encargados de primero) nos guían a unas escaleras de madera demasiado lejos del Comedor. En estas todos se empujan para ser los primeros en llegar a los dormitorios, hasta que Karlos grita que no se empujan y todo vuelve a la formalidad (claro “formalidad").

Tanto me odian mis compañeros que ya me apoyaron la niña del gato. Vhaylt me susurra:

—Ignoralos, no vale la pena que te enojes— este niño me agrada.

Asel pasa a un lado nuestro e intentando que parezca un accidente me empuja, en serio.

Hablaré seriamente con mis padres sobre este lugar. Por unos instantes pierdo el equilibrio y me caigo en las escaleras con Botas en los brazos bien sujetado, ojalá no empiece rodar por aquí.

Por suerte solo caigo de trasero, Asel y su grupito de idiotas se burlan. Vhaylt me da una mano, aceptó que me ayude a pararme.

—Niños, tienen que conjurar el hechizo epitrépste mou a esta puerta, si intentan con el alohomora... Mejor nunca lo intenten— explica Tervis.

Al entrar vemos una chimenea con varios sillones amontonados en color marino. Es muy amplia tomando en cuenta que somos pocos, esta sala es sólo para los de primero.

Cuando pasemos a segundo nos cambiaremos a la puerta de enfrente y así consecutivamente, hay dos escaleras. En la izquierda duermen las niñas (o sea sólo yo) y en derecha los niños. (Toda la bola de inadaptados, salvajes)

—Y por último, bienvenidos a su nuevo hogar— dicen al unísono para después abandonar este lugar e irse a su Sala.

Hogar, como si este lugar fuera digno de ser mi familia. Subo a mi habitación, dejando a Botas que ande por ahí. Mis cosas ya están aquí, es demasiada pequeña esta habitación.

Con algo de miedo me siento en la cama y esta suave, bueno. Esta relativamente mejor que aquella cama del barco.

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¡He vuelto! Voy a intentar estar subiendo capítulos con más frecuencia, más no prometo nada. Gracias a pianistarara123 por decirme que siguiera.