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4- ¡Bienvenida a la tortura!

-La abuela no bromeaba cuando dijo que te daría un gato- comentó Viktor por la mañana, ya estoy preparada física y mentalmente para la tortura de tener que pasar un mes con mes con dos días (o tal vez solo un mes) soportando a Draco.

-No le digas gato, tiene nombre se llama Botas- esta dormido en las escaleras (descubrí que es macho no pregunten porque).

-¿Botas? La originalidad ¿Eh?

-Pues fíjate que si, Giktor

-Pequeña mimada- como la persona civilizada y madura que soy le saque la lengua.

-Ya es hora- trago saliva pesadamente y se me hace un nudo bien apretado en la garganta. Tomo a Botas de las escaleras, mis dos maletas (la primera milagrosamente cerró).

Me dirijo a la chimenea y después de mi padre voy yo, trato de decirlo con claridad.

-Mansión Malfoy- digo claramente y algo fuerte... Grite mas bien, mi estómago se revuelve a un grado en que estoy a punto de vomitar. Prácticamente estoy consumida por un fuego verde y Botas empieza a maullar de una forma escandalosa, siento como sus pequeñas uñas son enterradas en mi mano y no puedo hacer nada mas que soltar un pequeño grito.

Se me esta soltando de los brazos, lo tengo que sujetar con fuerza y así evitar que vaya a parar a quien sabe donde.

Al aterrizar en una chimenea que supongo y espero que sea la de los Malfoy, el impulso me hace caer de trasero en el duro suelo lleno de ceniza. Draco esta expectante y una risa se le escapa.

Es un idiota, su risa desaparece cuando su padre le lanza una mirada terrorífica aunque se que no esta dirigida a mi me asusto. Ahora Botas si se ha escapado, la señora Narcissa aparece con una linda mueca en los labios llamada sonrisa. Y carga a Botas de una manera tan genuina, casi difícil de describir, y casi tan raro que ocurra.

Botas dio un salto a sus brazos y ella lo cargo para luego venir caminando en mi dirección.

-¿Es tuyo?- me pregunta, con algo de timidez le respondo un "sí" casi imposible de escuchar.

-Te estábamos esperando ¡Dobby!- salgo de la chimenea y me limpio el vestido, un elfo doméstico hace presencia en el vestíbulo. -Lleva estas maletas a la habitación de huéspedes ¡rápido!

-Draco, muestrale su habitación a Miyla- ordena la señora Narcissa, con mala cara me guía a lo que dice ser mi habitación. Es muy tonto el hecho de que me hayan hecho venir desde Bulgaria a Inglaterra para poder hospedarme aquí con los rubios teñidos.

No hay que ser un experto como para saber que la señora Narcissa se ha teñido el cabello de dos colores.


Esta mansión no es grande, ¡Es enorme! De aseguro hay mas cuartos de huéspedes, aparecí en la chimenea del vestíbulo. Que es muy grande enfrente están las escaleras mas anchas y largas que jamás había visto, ni siquiera en mi casa son así.

Después de unos 30 escalones llegamos al segundo piso, que consta de dos pasillos muy anchos. Giramos a la izquierda en donde hay por lo menos 10 puertas de cada lado. Y hay mucha separación entre cada puerta, al llegar al final del pasillo hay una gran puerta de madera lustrada en color café chocolate.

Draco abre la puerta dejando ver una enorme habitación, es mas grande que la propia mía en mi casa, parece la cama de un elefante forrada en un color blanco hueso. Pasó una mano por la sábana y es tan suave como cargar a Botas... Hablando de Botas ¿Donde esta? Seguro se quedo abajo al rato voy por el.

Tiene un ventanal de cristal que al abrirlo me da una vista directa al jardín trasero de la mansión.

-¿Solo vienen ustedes tres aquí?- le pregunto a Draco que esta sentado en un enorme sillón rojo con cojines verdes.

-También los elfos- responde.

Aquí fácilmente podrían vivir toda la población que carece de una casa, Botas viene corriendo perseguido de un elfo con trapos como ropa y unas enormes orejas que parecen de perro. Ah sin contar con los sapos en los ojos que tiene.

Y salta a la cama en donde Draco fulmina con la mirada al elfo. Este agacha la cabeza y da unos pasos hacia atrás.

-Largo. Fuera de aquí Dobby- por lo menos ya se como se llama ese tonto elfo. ¿Como se le ocurre corretear a Botas? Es apenas un bebé no debe de correr tanto.

-Bien me voy, no soportaré estar mas tiempo con una niña rubia que posee un gato- debería de aprender de sus grandiosas indirectas.

-Espera- le digo

-¿Que quieres? ¿Acaso no puedes vivir sin mi?

-No es eso, solo ¿Por que le robas los tintes a tu madre?- me mira enojado, cuando estaba a punto de salir regreso.

Botas esta jugando con un cojín y Draco lo mira con malicia, algo malo le va a hacer a mi gato. Con pasos muy ligeros y movimientos muy suaves ¡Carga a mi gato!

Con Botas entre los brazos sale corriendo de la habitación a quien sabe donde, me cuesta un poco correr con estos zapatos. Lección del día: cuando estés con Draco nunca lleves unos zapatos incómodos puestos.

Da igual, debo rescatar a mi gato. De una gran patada me sacó los zapatos a mitad del pasillo y Draco se me ha perdido de vista.

¡Genial! Lo que me faltaba, perder a un secuestrados de gatos. A lo lejos escucho los maullidos del pobre de Botas, lo escucho debajo de las escaleras y sin tiempo que perder corro hacia donde se escucha el ruido.

Ahora que lo pienso sería una excelente madre cuidando a su bebé, eso ni mi abuela me cree la cree.

-¡Draco!- grite desesperada -Intento fallido de hurón ¡Dame a mi gato!

-Cuidado con tus palabras muchachita- y al fin se dignó a aparecer. Esta acariciando a Botas como lo haría cualquier mafioso haciendo tratos, cada vez lo detesto más. Si tan solo Daily no se le hubieran caído las bolitas en este momento estaría cantando una bella canción en el bosque mientras peleo con una ardilla por las nueces y mi abuela ríe como desquiciada.

Pero no... Tengo que rescatar a mi gato de las manos de un idiota engreído hijo de papi.

-Dame a mi gato- le digo firme, lo que acaba de suceder es una excelente prueba de astucia inigualable por parte de Botas. Le enterró sus pequeñas y afiladas uñas al brazo blanco de Draco.

Unas gotas de una sustancia rojo carmesí sale de su brazo, le recorre la túnica negra que lleva puesta para finalmente soltar un grito de dolor. Botas esta en mis brazos sano y salvo mientras la señora Malfoy viene corriendo a auxiliar a su hijo.



Hola, espero que les este gustando a mi me esta encantado escribir este fanfic. Por favor no sean lectores fantasmas y votaaunque también puedes comentar.

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