La fiesta ha terminado, no volví a ver a Daily esta noche pero si las caras largas de mis padres enfadados por lo de las bolitas.

-Tu hermano... Tu amiga y ¡El ministro de Magia! ¿Qué tienes dentro de esa cabeza Miyla? Te hemos enseñado a ser una muchachita decente que no se anda por la vida haciendo bromas estúpidas. Porque dejame decirte que las bromas y travesuras no te dejarán nada bueno. -De aquí en delante no escuche absolutamente nada, mi mamá si se ha tomado muy bien su papel de regañar a su hija.

-Y en consecuencia a tus actos, lo que queda del verano no irás con la abuela- ahora si se pasaron. ¡Nunca había hecho nada malo! Ah, pero solo por el simple hecho de que por mi culpa el ministro de Magia se desmayo y ya todo el escándalo ¡No señor! Esto no se va a quedar así. Tonta Daily cuando la vea la jalare de los cabellos hasta que ya no le quede ninguno.

-¡No pueden hacer eso!- por primera vez en once años les levanto la voz -¡Es... Es injusto! ¡No me pueden encerrar aquí toda la vida!

-No me... Levantes la voz- mamá se ha levantado de su silla y esta en una pose intimidante. Vuelvo a sentarme. No por miedo, no que mas da si no por respeto. Si por eso.

-¿Quien dijo que estarás encerrada? Puedes salir a pasear por el jardín- vaya solución, no es lo mismo que ir con la abuela.

-Además, mañana iras con los Malfoy a pasar el resto del verano allá- lo que me faltaba... Tener que soportar al idiota de Malfoy, agh cuando vea a Daily además le deformare la nariz.

-¡Noooooooo!- grite levantandome de mi silla -Ustedes ¡no pueden obligarme a ir ahí a esa casa!- empezé a dar brinquitos berrinchudos como cuando era pequeña -Quiero ir con la abuela

-Hubieras pensado en eso antes, solo esperó que a Fudge no le pase nada malo. Ahora, vas a ir a hacer la maleta y a despedirte de la abuela. Cuando estés con los Malfoy quiere que te comportes como si fueras una niña educada y nada de andar peleando con Draco- ihnalo y exhalo, ahora ya nada puede ser peor.

Aviento la puerta con intención de quebrarla pero no soy tan fuerte como para poder quebrarla, tal vez si le doy una patada... No, Miyla relajate, si vuelvo a hacer algo malo no quiero pensar que harán. Seguro me enviarán a Beauxbatons y ahora si a sufrir.

Mi tita (mi abuela así le digo) me esta esperando afuera de mi habitación, tiene su típica sonrisa que relaja.

-Debo admitir que tu broma fue... ¡Excelente! La fiesta si que era aburrida. ¿Viste como quedo Viktor? ¡Desmayado!- empieza a reírse

-¿Recuerdas que el año anterior te dije que te daría algo que quieres mucho desde que eras pequeña?- yo asiento con la cabeza, lo recuerdo perfectamente estábamos recogiendo fresas cuando me lo dijo. -Bien aquí esta.

Me entrega una caja rosa pastel con un pequeño listón amarillo, adentro hay ¡Un gatito! Sin duda hoy es mi mejor cumpleaños siempre quise un gato pero nunca me habían querido comprar uno. Tantas emociones juntas no pueden terminar bien, empiezo a llorar.

Primero empieza con una pequeña y diminuta lágrima que resbala por mi mejilla, después temo inundar todo con mi llanto. El minino parece asustarse estoy llorando con tanto sentimiento, mi tita me abraza y puedo sentir un pequeño beso en la nuca como cuando era bebé y me asustaba.

Me da un pequeño pañuelo con el cual trato de limpiar las lágrimas con delicadeza ¡Es imposible! Hasta empiezo a limpiarme la nariz, por último respiro hondo para meter los mocos que amenazan con salir.

Ahora si el gato, es una cosa pequeñita, negra con blanco. Posee unos hermosos ojos azules y una tierna nariz rosada.

En sus patas parece que trae puestas unas botas blancas, tiene una hermosa mirada y es tan... Lindo.

-¿Como se llama?- pregunte tocándole su cabeza con el pelaje tan suave. Pareciera que estoy tocando nubes.

-Eso lo decides tu

-Entonces pequeñín te llamarás botas ¿Puedo sacarlo de la caja?

-Desde luego.

Con sumo cuidado lo saco de su caja, lo meso entre mis brazos como si fuera bebé (me refiero a un bebé humano, porque es un gato bebé) .

-Me tengo que ir, tus padres me comentaron que irás a pasar vacaciones con los Malfoy. Quiero que sepas que siempre serás bienvenida en mi casa, ahora las fresas no se cultivan solas. Te enviaré fresas a Durmstrang, no lo olvides mi niña te enviare fresas- dicho esto desapareció. Extraño que no haya usado los polvos flu.

Ahora tengo que preparar la maleta, serán unos largos meses.

Intento sacar solo lo necesario, algunas faldas, mis túnicas, vestidos, zapatos, ropa interior. Debí hacerle caso a mamá y doblar mi ropa, esta hecha revoltijo dentro de la maleta. Por suerte tengo más maletas, como esa ya esta muy llena saco la segunda en donde guardo libros.

Por último, ¿Donde guardare a Botas? Esperó que a los Malfoy no les moleste mi pequeño amigo que juega con los cojines de mi cama, se ve tan tierno. Lo llevaré cargado, Botas merece libertad.

Ya es demasiado noche, deshago la cama y me meto en sus colchas con Botas a mi lado, mañana será un día muy largo. No veo el día en que por fin pueda ir a Durmstrang.