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Templo de piscis, cabaña

Aquella cabaña no era muy grande, apenas contaba con lo necesario para vivir dos personas y con la llegada de la pequeña se había reducido un poco el espacio, pero no era nada que no podrían solucionar, por ahora la pelirroja y el chico dormían en la misma cama, esta era pequeña, pero ninguno ocupaba gran espacio, sin embargo el pequeño estaba creciendo y llegaría el momento en que no entrarían los dos, por eso ya había pedido al carpintero del pueblo que le hiciera una litera, aunque llegaría el momento en que la pequeña necesitaría un cuarto sola, pero por ahora dormían los dos arropados casi hasta sus pequeñas e inocentes cabezas, mientras que su maestro dormía en la habitación de junto aun que esa noche algo no lo dejaba descansar, un mal presentimiento lo atormentaba.

-El señor Hakurei no ha bajado, dijo que solo venia de paso, aunque es muy tarde y trae a ese niño, ¿será qué se quede a dormir? Con lo protector que es el patriarca es lo más seguro, sin embargo el cosmos de ambos se alteró hace unos minutos, ¿acaso pelearon?-pensaba el pelirrojo intentando resolver sus dudas-ahh-suspiró-da igual, es mejor que me acueste-dijo para después levantarse, pero un destello al fondo de su jardín y dos cosmos acercándose lo detuvieron-debe ser el señor Hakurei y aquel niño-dijo al reconocer el cosmos de uno, dejándolos pasar

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A los pocos minutos unos suaves golpes en la puerta de la cabaña, llamaron su atención, se dirigió hacia la salida algo extrañado.

-Maestro Hakurei-Saludo a su superior haciendo una pequeña reverencia, al parecer le había dicho a su pequeño acompañante que se adelantara ya que sentía el pequeño cosmos yendo a la salida de Piscis

-Buenas noches, Lugonis, disculpa la hora, pero me gustaría hablar contigo, ¿puedo pasar?

-Oh, claro disculpe mi descortesía, pero no suelo tener visitas-dijo mientras se hacía a un lado dejando pasar al mayor, el cual se detuvo a unos cuantos pasos de el

-Se que eres una persona madura, Lugonis y entenderás que ni tu ni yo podemos hacer nada...-le dijo de espaldas a el-...TN entrará al programa "recuperación"

-¡Pero...-dijo alterado, pero el mayor no lo dejó terminar

-Son órdenes del patriarca...lo siento Lugonis, hice lo que pude-dijo aun sin voltearse, aunque no necesitaba verlo para saber como estaba, su simple respiración agitada, y aquel golpe seco que seguro fue dirigido hacia alguna pared, lo delataron por completo-...

-...

Y el silencio los invadió, aquel con hebras platinadas, esperaba alguna palabra del menor algo que lo parara de hacer aquella locura, pero en su interior sabía que aunque los dos se opusieran de todos modos se la llevarían de su lado y él no podría despedirse.

Sin más y sin respuesta se acercó a la única de las dos habitaciones que estaba cerrada, suponiendo que allí se contraria aquella niña que le había alegrado tanto su viejo corazón. Pero cuando estaba a punto de abrir la puerta el pelirrojo se acerco siendo él, el que abriría la puerta, y después de unos segundos salió de la habitación con el pequeño de cabellos celestes en brazos y sin más lo llevo a su habitación cerrando detrás de él la puerta.

Hakurei sin decir más entro a la habitación y encontró a la pequeña dormida.

-TN-la llamó suavemente-despierta-le dijo mientras la movía un poco y al fin la pequeña abrió un poco sus ojos

-Abuelo-pronuncio la niña, muy bajito, el mayor no le contestó, lo único que hizo fue levantarla y sentarla en la cama, para después retirarle su pijama y cambiarla a una ropa para salir

-Listo-le dijo al terminar de ponerle un bello vestido y un abrigo, intentó arreglarle un poco su cabello y por último le puso unas botas y una pequeña bufanda negra, estaba lista para salir, pero nunca para despedirse para siempre

-Vamos cariño-le dijo y jalo suavemente el brazo de la pequeña que un de pie permanecía con los ojitos cerrados

-¿A dónde vamos?-preguntó la pequeña mientras se frotaba los ojos

-Cuando estemos haya te lo diré-dijo un poco nervioso

-Pero abuelo...

-Te juró que cuando estemos haya te lo diré-dijo ya cerca de la puerta para salir de aquella cabaña, sin embargo no pudo abrirla, se detuvo mirando la puerta de la que parecía ser la habitación del caballero-perdón- pronunció muy bajo mientras abría la puerta, se iba dejando atrás la cabaña.

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Templo de piscis

-Maestro-lo llamó el pequeño con un poco de intriga al ver que no estaba solo-¿Quién es ella?

-Yo soy...-intentó presentarse la pequeña, pero el mayor no la dejó

-No es nadie, Shion-contesto por la pequeña haciendo que esta lo mire un poco confundida-tenemos que irnos-dijo el mayor encendiendo su cosmos

-¡¿Desde aquí nos teletransportaremos?!-preguntó el niño sorprendido

-¿Nos tele qué?-preguntó la niña sin saber que estaba pasando

-Así es Shion, desde aquí nos teletransportaremos-le respondió al pequeño y sin dejarlo ejecuto aquella simple técnica

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Véneto, Italia,orfanato

-Esto no es Jamir-dijo extrañado el pequeño

-¡¡Wow abuelo eso fue increíble!!-decía la pequeña muy emocionada

-Shion-lo llamó

-Si maestro

-No te muevas, ya regreso-le ordeno al chico, mientras se daba vuelta

-Si

-Ven conmigo TN-dijo tomándola de la mano y dirigiéndose hacia aquel orfanato

-Si abuelo-le contestó la pequeña, sentía un nudo en la garganta, un hueco en el corazón, no quería, no quería dejarla sola, en un país que no conoce, con un idioma que no habla, pero era lo que tenia que hacer, no tenía otra opción. Al llegar a la puerta del orfanato se detuvo dejando a la pequeña enfrente de él, se agacho para estar a la altura de la pequeña y está se dio la vuelta mirándolo a los ojos

-TN...

-¿Qué sucede?-preguntó inocente la pequeña

-Tienes, tienes que quedarte aaquí-.dijo tropezando un poco las palabras por los nervios y las enormes ganas de llorar que tenía

-¿Tu te quedaras conmigo?-preguntó la pequeña y el mayor sintió como si una navaja se clavara en su corazón, haciéndolo derramar una lágrima la cual fue rápidamente limpiada para después responder

-N-No-respondió

-Volverás por mí, ¿verdad?-preguntó la niña con ganas de llorar

-Si-respondió sabiendo que era mentira, pero era lo único que la calmaría

-¿Me lo prometes?-le pregunto estirando su meñique

-Te lo prometo

-TN tienes que ser muy fuerte...yo no...

-Lo seré

-¿Qué?-dijo mirándola

-Seré fuerte, por ti, por mamá y por papá seré valiente-decía muy decidida la pequeña

-Así es mi niña-le dijo para después levantarse-vamos date la vuelta-le pidió la niña obedeció

-Perdón

-Ah?-ni siquiera le dio tiempo de voltearse ya que un golpe seco en la cabeza la hizo quedar inconsciente y al caer se golpeo contra la puerta haciendo mucho ruido, después de esto el mayor solo camino sobre sus pasos y se dirigió hacia el menor

-Ma-maestro-lo llamó muy sorprendido

-Vamos Shion-le dijo al estar a su lado

-¡¿La dejará aquí?!-preguntó exaltado

-No recordará nada cuando despierte, así que no sufrirá-dijo para después encender su cosmos y desaparecer junto a su alumno

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Era una noche tranquila, todos los niños se habían dormido ya, solo quedaba dos de las monjas a cargo del orfanato, las cuales terminaban de recoger los platos de la mesa cuando un golpe en la puerta las desconcertó.

- Miss Mellea, è meglio che resti qui, apro io la porta

(Señorita Mellea, es mejor que se quede aquí, yo abriré la puerta)-Dijo mientras se acercaba a la puerta

- Sì mamma Zinerva

(Si madre Zinerva)-le respondió

La mayor abrió la puerta siendo recibida por una granventisca, pero al no ver a nadie dirigió su mirada hacia abajo.

- Oh mio Dio, ma se è una ragazza

(Oh dios mío, pero si es una niña)

- Che cosa?

(¿Qué?)

- Vieni ad aiutarmi, devi portarla dentro

(Ven ayúdame hay que llevarla a dentro)-le dijo a la chica y ella obedeció yendo hacia ella ayudándola a levantarla, cuando la niña ya estuvo en el aire la hebras rosas la tomo en brazos y se dirigió hacia la pequeña enfermería

-Dove sta andando mamma Zinerva?

(¿A dónde va madre Zinerva?)-preguntó la chica

- Devi aiutarla, a quanto pare ha sbattuto la testa contro la porta

(Hay que ayudarla, al parecer se golpeo la cabeza contra la puerta)-le respondió mientras entraba a aquella habitación

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Despertaba, poco a poco no sabía dónde estaba, no recordaba nada, se levantó lentamente y sintió un pequeño dolor en su cabeza.

- Stai bene?-le preguntó una chica de pelo rosado, mientras más al fondo otra chica observaba

-¿Qué?

- Non parla italiano-dijo la chica que estaba más alejada de ella

- Che lingua parlerai?-le preguntó la de cabellos rosados a la otra

-No les entiendo-decía la niña asustada

- Penso che parli greco-le contestó la de hebras blancas

- Aspetta un attimo, sì?-le dijo y se fue, dejándola sola con la otra chica

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Al poco tiempo volvió, pero ahora venia acompañada de alguien más.

- È lei?-preguntó la mujer que acompañaba a la de cabellos rosados

-Sì-respondió ella, haciendo que la mujer se acercara a la chica

-Hola linda, ¿Cuál es tu nombre?-le preguntó la mujer

-...-no contestó, no sabía que responder

-¿No lo recuerdas?

-No

-¿Stella?-le preguntó la de cabello rosado

-Non ricordare-respondió

-Possiamo parlare fuori-les dijo la de ojos azules

-Sì-respondió y las tres mujeres se dirigieron a la salida

-¿Ese collar es importante?-le dijo antes de salir captando la atención de la menor, pero no respondió-claro tienes amnesia, no lo recuerdas-dijo y se fue detrás de las demás chicas, cerrando la puerta detrás de ella

-¿Importante?-se preguntó mientras observaba el collar

-¿Albafica?
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- Lei non può restare
(Ella no puede quedarse)-decía la de cabellos blancos, cuando de repente la puerta se abre dejando ver a la pequeña niña

-Yo soy...soy La nieta del patriarca

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Hola, ¿Cómo están?

Y bueno tal vez es algo repentino, pero hemos llegado al final de este libro, espero que les haya gustado leerlo tanto como a mi me gusto escribirlo y no se preocupen que habrá segunda parte, pero me tomaré un descanso para aprender a utilizar mejor Wattpad y para en resumen traer un contenido de mejor calidad.

Sin nada más que decir...hasta el próximo libro!.