Capítulo 3
Luego de algunas horas, sonó la campana por quinta vez, eso significaba de que ya era la hora del receso. Estuve encerrada en el cubículo por alrededor de tres horas, realmente me sentía agotada. Afortunadamente, ya había cesado de llorar desde hace 45 minutos, de seguro ya no tenía los ojos enrojecidos de tanto llorar. En todo ese tiempo que estuve sumida en mi tristeza, no me digne en asistir a las dos clases que me tocaba después de música, no quería tener que dar explicaciones respecto a mi aspecto. Aparte, el estar tanto tiempo sola me hizo sentir realmente mucho mejor. Al menos por fin podre salir del baño sin que se me note tanto el desánimo.
Tenía que apurarme, Vero y Mafe llegarán pronto al lugar donde siempre nos encontramos en el receso. Sin más preámbulo, salí del cubículo. Por suerte para mí, no había otra chica en el baño... Aún. Tenía que apurarme antes de que llegara otra persona. Tome mis cosas y me dirigí a unos de los lavabos del baño. Al mirarme en el espejo pude notar que algo, mi cara reflejaba todo el sufrimiento que había sentido por dentro, así que, para que no se notará tanto, lave mi cara con abundante agua. Después de asegurarme de que todo en mi se viera más o menos normal, salí del baño. Ya todo el pasillo se encontraba atiborrado de gente. Como pude, me abrí paso entre todo el estudiantado.
Al cabo de algunos minutos, llegue a mi destino: el prado del instituto. Busque con la mirada alguna señal de Verónica o de María Fernanda, pero no encontré ninguna. Al parecer todavía no llegaban. Mientras las esperaba, me senté debajo de uno de los árboles del lugar. Saque un libro de mi mochila, y me dispuse a leerlo a la vez que me comía una manzana como merienda.
Me encontraba tan sumida en la lectura, que no me percate de que alguien se encontraba detrás de mí.
—¡Boo!
—¡Ah!—Grite—¡Mafe!, casi me matas de un infarto.
—Esa es la idea amiga—Manifestó mientras aún le hacía gracia mi grito.
—No lo vuelvas hacer si no quiere terminar con un moretón—Advertí aun con la mano en el corazón.
—De acuerdo, está bien, no lo volveré hacer—Dijo a la vez que alzaba las dos manos—Al parecer alguien se encuentra de malas.
—Ni que lo digas, todo en mi día va de mal en peor.
—¿Y eso?, ¿acaso paso algo aparte de lo de Espinosa?—Interrogó ella a la vez que se sentaba a mi lado.
—Mucho peor, pero no quiero hablar de eso en este momento.
Mafe me observo no muy convencida, pero a fin de cuentas no siguió con el tema, lo cual agradecí internamente. Al cabo de algunos segundo apareció Vero.
—Hola hola, ¿que hacen?
—Mafe y yo nos dirigimos una mirada rápida—nada—Respondimos al unísono.
—Verónica solo puso los ojos en blanco—Que aburridas.
—Oye (tn), ¿ya hablaste con Espinosa?—Preguntó la loca sentada junto a mi, mientras ponía sus cejas a bailar de manera extraña.
—Aún no—Vocifere a la vez que pasaba a la siguiente página de mi libro.
—Espera, ¿hablas de Maicol Espinosa?—Interrogó Vero, la cual ya se encontraba sentada al frente de nosotras.
—El mismo, me asignaron un trabajo de Castellano con él, lo cual es horrible.
—¿Por qué horrible?
—No lo se, sera ¿por qué es un mujeriego y un patán con las chicas?—Pregunte algo obvia.
—Bueno, puede que no sea así contigo, total solo es un trabajo.
—¿Qué parte de mujeriego y patán no entendiste?
Vero solo se limitó a reír
—Vale, me callo.
Estaba a punto de volver a mi lectura, pero la voz de Mafe no me lo permitió.
—(tn), ¿no es ese de allá Maicol?
¿Qué acaso uno no puede leer un momento sin interrupciones?. Bueno, no importa, en otro momento será. Cerré mi libro y fije mi mirada en donde señalaba María Fernanda. Y en definitiva, si era él, pero eso no era todo, él se encontraba mirando justo a nuestra dirección.
—Si, si es, y al parecer, te esta mirando (tn)—Expresó Vero con una mirada algo pícara.
—Lo dudo mucho, de seguro observa a alguien detrás de nosotras—Dije a la vez que mordía otro bocado de mi manzana. No quería darle tanta importancia.
—¿Así? entonces... ¿por qué está caminando hacia acá?
Espera, ¡¿qué?!. Busque con mi mirada otra vez a Maicol. En definitiva Mafe no se equivocaba, él venía justo a nuestra dirección. ¿Por qué se dirige hacia acá?.
—Señoritas, ¿me permiten a (tn) unos cuantos minutos?—Preguntó él de forma ¿educada?.
—Claro, en más, te la puedes llevar todo el tiempo que necesites—Expresó Vero con una pizca de malicia.
Yo solo me limite a reprocharla con la mirada. Recogí mi cosas y me aleje un poco de ese lugar junto a Maicol, claro, no sin antes susurrar un "muchas gracias" un tanto sarcástico, cuando pase al lado de Verónica. Ella solo se echo a reír disimuladamente.
—¿De qué querías hablar?
—Solo quiero saber cuando nos reunimos para el trabajo.
Vaya, esto si es una sorpresa. Nunca pensé que, Maicol Espinosa, realmente tuviera interés de hacer un trabajo. Por lo general se hace el loco y nunca hace nada.
—Oh, claro, ¿qué tal mañana después de clases?, bueno si no estás ocupado—Exprese mientras evitaba mirarlo a los ojos. La amenaza de Alicia todavía seguía presente en mi memoria.
—Descuida, estoy disponible. Así que ¿mañana a la 4:30 de la tarde?.
—Por mi bien, ¿en mi casa?.
—Claro, ¿me das la dirección?
—Por supuesto—En una pequeña libreta anoto mi dirección. Por consiguiente arranque la hoja y se la entregue—Aquí tienes.
—Gracias, así que, te veré mañana (tn).
—De acuerdo.
No se si fue mi imaginación pero, me pareció que se mordió el labio antes de irse. Pero bueno, no le preste tanta atención. En ese momento sonó la campana. El receso había terminado.
Mi siguiente clase era Biología. Esta clase tampoco la compartía con ninguna de mis amigas, pero si con Maicol y con... Alicia.
Ya no era opción esconderse otra vez en el baño, tenía que enfrentarla, aparte no podía perder otra clase más, no quiero que me suspendan. Solo espero que esta vez no se meta conmigo.
Después de unos minutos, llegue al salón. No me fije si Alicia ya había llegado o no, simplemente entre y busque el primer asiento disponible que encontró mi vista.
(...)
Ya habían transcurrido 30 minutos de la clase. Afortunadamente Alicia no volvió a molestarme.
Me encontraba concentrada tomando apuntes de la clase, pero algo me inquietaba. No se porque, pero sentía que alguien me observaba constantemente desde hace algunos minutos. Ya algo cansada, levanto mi vista en busca de esa incomodidad. Busque entre todos los estudiantes del aula, pero mi mirada se detuvo en una sola persona: Maicol Espinosa. Él era el causante de mi incomodidad. Maicol, al percatarse de que lo estaba viendo, desvío la mirada, no sin antes regalarme una pequeña sonrisa. Si que es muy raro.
Pasaron algunos cuantos minutos más de clases, hasta que por fin sonó la campana. Salí del aula, y me encamine directo a mi casillero.
Al momento de abrirlo, me encontré con una extraña nota, al parecer alguien la deslizó por entre las ranuras del locker. No tenía nombre, por lo que no podía adivinar quién sería el remitente.
No espere más, abrí la nota, y lo que tenía escrito era lo siguiente:
"Te lo estoy advirtiendo, si sabes lo que te conviene, no te acercaras demasiado a Maicol. ¿Acaso creíste que no me daría cuanta de como lo mirabas en Biología asquerosa?. Ten mucho cuidado, él me pertenece, y no permitiré que una nerda como tú se interponga entre nosotros. Ten en cuenta las consecuencias si no quieres conocerme en verdad."
Esto sin duda, tiene el nombre de Alicia en todas partes. ¿Por qué de todas las personas, me tenían que encargar un trabajo con el novio de una loca desquiciada?. Esto realmente me trae muchos problemas.
Foto de Multimedia
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Autor: Gabriella vasconcellos
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