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❄\02/❄

Sarah

-Ha quedado delicioso, Marie -felicita la Señora Mendoza con una amable sonrisa.

-Cierto -concuerda Alison, su hija.

-Temia que no quedará bien -admité mi madre -era la primera vez que lo preparó.
El señor hizo un ademán con la mano, restándole importancia.

-Te ha quedado maravilloso.

Mi madre sonrió.

-Iré a traer las galletas -se levantaba mi hermana de la silla, compartió una mirada con Víctor y yo estaba a punto de decirle algo cuando mamá me habló a mi.

-Sarah, ayuda a tu hermana.

-Claro, mamá.

Me levanté y al mismo tiempo, se levantó Kassian, lo miré al instante.

-Yo las puedo ayudar -se ofreció de manera amable.

Mi madre asintió con una pequeña sonrisa.

Me moví con rapidez a la cocina y sentí como mi hermana y el chico me seguían de cerca.

Apenas cruzamos la puerta, todo se volvió una locura.

-¡Kassiam! ¡¿Que haces?! -eleve la voz pero con un dedo, me hizo callar.

Retrocedí con miedo, no podía creer esto.

-Relajate ¿Bien? -el trataba de acercarse lentamente, mientras yo retrocedía.

Volteé con rapidez y corrí para tomar algo con lo que defenderme de este tipo loco, me fije en un objeto filoso y en cuantp solo necesitaba centímetros para tomarlo, el me sostuvo de los brazos.

Iba a gritar pero con su mano sobrante me tapó la boca, estaba desesperada, angustiada.

Y me comenzó hablar al oído.

❄❄❄

Reí fuertemente al ver a Alison bailar junto a su padre, ambos estaban felices.

Kassiam estaba sentado junto a mi, mientras mi madre junto a la señora Mendoza hablaban en la cocina, y Shantal dormia y Víctor estaba en el baño.

-Algodón de azúcar -me llamó el chico a mi lado, lo miré -¿Quieres bailar?

Fruncí el ceño y negué.

-No me apetece, la verdad -me sinceré.

El asintió comprendiendo y se levantó para caminar a la cocina, dejándome sola en el sillón.

O bueno, no tanto.

-Hola, Sarah -saludo Víctor.

-Hola -dije sin mirarlo.

-¿Cuantos años tienes? -su curiosidad me parecía insoportable.

Pero debía responder.

"Los modales ante todo"

-Diecisiete -le informe.

-¿Y estás en la universidad? -la confusión en sus palabras eran lo que le daban el toque gracioso al asunto.

Rodé los ojos y casi escuche la voz de mi madre.

"¡No ruedes los ojos, es de mala educación!"

-Estoy adelantada un año, fue en el colegio -le explique.

Aunque no lo veía directamente, de reojo se notaba como asentía con curiosidad.

Nos quedamos en silencio un momento hasta que el volvio hablar.

-Oye, debo decirte algo -ahora si lo miré, alzando una ceja -es...

Pero lo interrumpió Kassiam.

-Algodón de azúcar ¿Puedes venir conmigo? -su voz sonaba tranquila pero tenia la certeza de que su garganta ardía al hablar frente a Víctor, no le agrada del todo.

Sabia que había interrumpido con toda la intención de que no escuchara lo que tenia que decir el hombre.

Miré primero a Víctor, luego a Kassiam y me levanté.

-Disculpame un minuto -me excuse con el desconocido no tan desconocido.

Caminé con el chico detrás y entramos a la cocina, miré el largo mesón y luego a el.

-¿Entonces? -le instó para que hablé.

-¿No me felicitaras? -habla incrédulo.

Rodé los ojos.

-¡Era tu trabajo! -le recordé.

Antes de que respondiera, miré por la ventana que daba hacia el patio, la nieve seguía cayendo y cayendo por todos lados del exterior.

-Pero yo si te felicito en todo lo que haces -me dice, algo dolido.

-Si -concuerdo -la diferencia es que tu estás enamorado de mi.

Me miró algo molesto pero se recupero rápidamente y rodo los ojos.

-Ya, ya.

-¿Donde está mi madre? -preguntó.

-Fue a levantar a Shanty -el sonrié al decir el apodo que le colocó a mi hermana -quería saber si la migraña ya no estaba.

Asentí.

-Es momento de abrir los regalos -le avisé y salí de ahí.

Llegue al salón sonriente, allí ya estaban mi hermana, Víctor, mi madre, el señor Mendoza y Alison; reunidos.

-Es momento de abrir los regalos -expresé emocionada.

Mi madre me reprochó con la mirada, Alison sonreía igual que Víctor.

-¿Y mamá? -preguntó la niña.

Y allí, salío Karen, un poco temblorosa, tratando que el ardor de la boca no se notará.

-¿Estás bien, querida? -preguntó el empalagoso de su esposo.

Ella asintió mirándome, le regale un sonrisa.

Se sentó junto a su familia y luego apareció el castaño, sentándose al lado de su hermanita.

-Okey, yo les entregare a cada uno su regalo -les informé.

Todos asintieron.

Me puse de rodillas en el suelo, frente al árbolito navideño, y cogí el primer regalo.

"¿Quien sera el afortunado?"

Leí la nota y el nombre era el de Alison, sonreí hacia ella mientras le extendía el regalo el cual tomó con emoción.

Todas las miradas estaban sobre ella, esperando que abriera su paquete pero la detuve.

-¡Espera! -me miraron -mejor espera para que todos los habramos juntos.

Y estuvieron de acuerdo.

Tomé el siguiente, la tarjeta decía "Marie" así que era para mi madre.

Se lo pasé y lo tomó con la amargura que la definía.

Sonreí para todos antes de tomar el siguiente.

"Señor Mendoza"

Sonreí entregándoselo y sorprendiendo por segunda vez a mi madre, ya que yo no sabia que ellos vendrían así que tuvimos que comprar los regalos con extremada rapidez.

-Oh, gracias -habló el señor, que al parecer no notaba la tensión en la habitación.

En la que a todos, una parte de ellos les decía que algo iba mal.

Sin importarme nada más, pase el siguiente regalo que era para Víctor, quién al leer la tarjeta se quedo paralizado y quiso hablar pero se callo abruptamente.

Shantal lo miró confundida, pero la confusión se le pasaría ya que el siguiente regalo era para ella.

Me miró, alarmada.

-¿Que ocurre, hermanita? -inquirí pero no dijo nada, por lo que continúe.

-Tenga, señora Mendoza -le pasé el suyo, que recibío con la cabeza gacha.

-¿Quién falta? -pregunté aun sabiendo la respuesta.

Kassiam levantó la mano, siguiendome el juego.

-Faltó yo -habló con diversión.

-Cierto -me hice la sorprendida.

Tomé el paqueté junto con el sobre y se lo entregue con una sonrisa.

-¿Estó que es? -levantó el sobre -¿Una carta de amor?

Reí aunque ya todos nos observaban confundidos.

-Tal vez...

El sacó del bolsillo de su chaqueta un sobre con una pegatina en el medio de este y me la paso.

-Esto si es una carta de amor -me aseguró.

Volví a reír para luego mirar a nuestros acompañantes y levantarme.

-Ahora si, comiencen abrir sus regalos.

Los iban abriendo conforme al orden en el que se les fue entregado, por lo que la primera fue Alison.

Ella desenvolvía el paquete muy alegre, así que tambien esperé que se alegrará con el regalo.

Pero solo gritó...

Cuando su padre se iba a levantar para mirar lo que habia dentro de la caja, algo lo dejo impactado.

Su hijo adoptivo, Kassiam, le apuntaba con una pistola ordenandole sentarse.

Y todo se volvió un caos.

Eleve mi arma y le apunte a mis tres parientes.

Shantal abrió los ojos, asustada y Víctor se quedo paralizado, mientras que Marie solo me veía decepcionada.

-¿De nuevo? -preguntó incrédula -¿Comenzarán con su show, otra vez?

-Claro que si -le aseguró -ahora, sientense y abrán a sus regalos.

Y así fue, sorprendentemente se sentaron en el sillón y con manos temblorosas abrierón los paquetes.

Aún Alison lloraba por ver la cabeza dentro del paquete, rodé los ojos y le hice una señal a Kassiam para que los vigilará.

Me acerque a la rubia y me coloque de rodillas, apuntadole a la pareja desde ahí.

-¿No te gusta tu regalo, Alison? -le pregunté, no respondió -¡Respondeme, niña! ¿Te gusta tu regalo?

Levanto la mirada y suavemente, negó.

Hice un puchero.

-¿Y porque no, eh? ¿No te gusta ver la cabeza del hombre que te violo, ahí? -inquirí.

Su madre jadeo, conmocionada, su padre solo nos miraba.

Se tapó los oidos mientras lloraba más fuerte, quite sus manos con agresividad.

-¡Es hora de que enfrentes la realidad, Alison! ¡Debes enfrentar que si, abusaron de ti, que si, te hicieron callar...-miré al culpable y este se removió -pero ya es hora de que comiences a aceptar y superar!

Ella aun no me miraba, observe sus padres y le apunte al señor.

-Levantese -le ordené.

Al principio no quiso pero luego de un par de gritos, se levantó, y tropezando llegó hasta frente a mi.

-¿Sabe todo lo que hizo sufrir a su hija, al decirle que callara el abuso de su jefe? -le preguntó.

No habla.

-¡¿Lo sabe?!

El negó, comenzado a llorar.

-No lloré, hipócrita -le advierto -no lloré, porque a usted no le importo cuantas veces su hija le dijo llorando que ese tipo la habia tocado, no lloré porque usted fríamente le dijo que debia callar, no se atreva.

-¿Como sabes todo eso, Sarah? -Marie hablo, llamando la atención de todos.

-Luego voy por ustedes, relajate -miré al hombre -arrodillesé.

El me miró, casi pude ver indignación en sus ojos.

Le apunté a la frente obligándolo a hacerme caso, pero antes de que lo hiciera, lo detuve.

-Frente a mi no -me miraron algo confundidos -frente a tu hija.

Señale y me moví un poco para que tuviera espacio, así lo hizo.

Y en cuanto se arrodillo, hice lo tan esperado.

-Pidele perdón.

-Lo siento mucho, hijita -el hombre lloraba, presentía que este era su dia final -siento mucho...

Y antes que alargara su discurso, un disparo en la nuca lo callo.

Muchos gritos horrorizados llenaron el salón.

-¡¿Como pudiste hacer eso, Sarah!? ¡Era un pobre hombre! -los gritos de Marie parecían una regañina patética.

Me gire para mirarla, luego mire a Alison, le acaricie el cabello, mire a la Señora y volví a las tres restantes.

Antes de caminar hacia ellos, tome a Kassiam de la camisa y junte nuestros labios en un beso.

Ya nos conociamos por esta parte y al separarme supe que lo habia dejado con ganas.

-¿Que te ha ocurrido? ¿Porque lo has besado? ¿Quien es en realidad?

-¡Te puedes callar de una vez, vieja loca!

La deje sorprendida con mis palabras, pero estaba mas indignada por lo que siguio hablando.

-¡No se quien te ha metido cosas en la cabeza para que hagas esto! Pero aun podemos volver a lo de antes ¿Sabe? Todo puedo ser distinto ahora, solo debes bajar el arma y decirle a ellos -señala a las mujeres Mendoza y a Kassiam -que se vayan, solo eso.

Abrí la boca, anonadada.

-¿De verdad crees que puedes manipularme? ¿Me crees tan tonta? ¿Abuela?

Y sus tres caras cambiaron de colores, en sus ojos pasaron diferentes Emociones diferentes.

Sorpresa, temor.

-¿Abu..abuela? -trató de ocultar su tartamudeo.

Me senté en la silla giratoria que estaba frente a ellos, cruce las piernas y sonreí.

-Claro, abuela ¿Porque eso eres, cierto? ¿Mi abuela?

Shantal estaba súper sorprendida y Víctor estaba tan blanco que se podia confundir con una hoja de papel.

-¿Como lo supiste? -preguntó mi madre.

Sonreí cínicamente.

-Una discusión a los nueve años me revelo todo.

-Siempre lo supe pero eso no es lo importante ¿Quieren que les cuente todo mi plan?

Marie iba a hablar pero con solo una mirada hice que se callara.

-Sabia que Víctor vendría a la ciudad y también sabia que el no planeaba acercarse acá, por varias semanas le coloque cosas en los lugares a donde iba, cosas que le recordaran a ti, Shantal.

Se miraron.

-Fue fácil manipular su mente -me encogí de hombros -Tambien sabia que invitarias a los Mendoza y era lo mejor para iniciar todo este show.

-Que bueno que ya sabes toda la verdad, ahora dejemos esto ya atrás -Marie estaba por levantarse y un disparo por parte de Kassiam la hizo sentarse de golpe, soltando un grito desgarrador.

-¿Te duele? -le pregute -asi mismo le dolio a mi abuelo cuando lo mataste por no querer seguirte en tu plan -rode los ojos ante sus suplicas -asi te suplico tu hija al matarla por no estar de acuerdo contigo, ¡Mataste a mi madre!

Todos se sorprendieron menos Kassiam y pues, obviamente yo.

-Sa...

-Y luego, contrataste a una chica para que hiciera eso trabajo que Shantal no queria -mire a la falsa Shantal y esta se estremeció.

-T... te lo puedo explicar...

-Adelante.

-Shantal tenia trece, habia quedado embarazada y creia que podia hacerse cargo, le pague a la familia de Víctor para que se fueran lejos y no volvieran -el antes nombrado baja la cabeza -tu abuelo, no estaba de acuerdo con mi plan, pero lo que yo hacia era por el bien de todos, así Shantal podria seguir estudiando y seria grande algun día -su mirada se enfrió -lo tuve que matar, tu hermana...

-Mi madre -la corregí.

-Ella, se habia escandalizado al verme enterrar a tu padre, tuve que amordazarla y encerrarla en el sotano, por los nueve meses de embarazo, yo... sabia algunas cosas de enfermeria así que tuvo un parto en casa, habías nacido...

Trague en seco.

-Deje que estuviera tranquila los primeros meses, pero cuando se mejoro, quiso denunciarme, denunciarme a mi ¡A su madre! Y no lo podía permitir, así que me decise de ella.

Decidí no escucharla más, una bala cruzo su cráneo dejandola inmovil en el sillón.

-¡Que has hecho! -el grito de Víctor me hizo mirarlo y apuntarle.

-Quedate quieto o tu seras el siguiente -le advertí.

Apunte a la chica...

-Yo... Yo no sabia nada, no me mates por favor -suplico.

-Claro que sabias, Marie te habia contado todo para que estuvieras informada y no se les escapara nada, preferiste ganar dinero fingiendo ser alguien a ir a la policia a denunciar.

Otro disparo.

-¡Oh por Dios! -la señora Mendoza estaba histerica mientras sostenía a una Alison inconsciente en sus brazos.

Mire a Kassiam y con una seña, el entendió todo.

-Señora, levantese -le ordena.

-Pe... Pero ¿Porque?

-Hagame caso.

Y así las llevo afuera.

-Sarah, dejame ir por favor.

Mire de nuevo a Víctor.

-¿Crees que no lo se? -le pregunte.

-¿Que cosa? -se mostraba confundido.

-Antes de hacer todo esto, yo investigue, hable con sus compañeros del colegio y pude reunir información.

Parecía ya entender por donde iba.

-Te gustaba y ella no te hacia caso -hable resentida -un dia hiciste que la llevaran al baño, querías hablar con ella, declararte, pero no salio como esperabas ¿Cierto?

Miro hacia otro lado.

-Te rechazo, y te enfadaste. La violaste y la obligaste a callar.

-Yo no he hecho eso -aseguro.

-Crees que no note como veías a el señor Mendoza, te reflejabas en el, solo que había una diferencia, el habia obligado a callar a su hija solo porque no queria perder su trabajo y tu, la obligaste a callar porque te diste cuenta que la habías cagado, que no podrías hacer que se enamorara de tí, te dijeron que ella estaba embarazada y creaste un teatro a Marie y a tus padres, diciéndoles que ustedes eran novios y que ella había quedado embarazada, así quedaste libre.

Y sin dejarle hablar, le disparé.

Miré a las tres personas y sin ninguna culpa, salí de ahí.

-¿Tan rápido has acabado?

Sonreí.

-Ha sido suficiente.

Pare delante de el.

-Estaba pensando que podíamos irnos a Miami -me sugirió -o bueno, a cualquiera que te guste.

Lo besé, nuestros labios se movían en sincronía y luego, disparé.

Se separó por impulso y miró su camiseta, está estaba llena de sangre.

-Lo siento cariño, pero ya no te necesito.

Y le disparé en el corazón.

❄❄❄

-¡Oye, Soreya!

Mire a Thomas.

-¿Que pasa?

-¿Ya le has dicho a la psicóloga tu sueño?

-Sabes que no fue un sueño.

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