La anciana con pasos cortos y encorbada se dirigio hacia unas escaleras de madera que se ocultaban detras de una cortina con pequeñas piedresillas.

-No voy a ir por ti de la mano- Sus ojos caidos me miraron y su voz rugosa me hacia preguntarme si realmente me encontraba segura en ese lugar.

Y he de confesar que el estado en el que se encotraba hacia parecer que no habia sido habitada en años. Telarañas en cada esquina conviertiendose en el hogar de una que otra araña esperando anciosa por una nueva presa. Era el paisaje que ese oscuro y empolvado sitio me ofrecia.

La madera rechinaba bajo mis pies a cada paso que daba. La silueta de la anciana era bañada en una tenue luz carmesí; entre a la habitación y en verdad era quizas en gran parte un nuevo contraste.

La anciana me invito a sentarme mientras esperaba a que la "Médium" hiciera su entrada. Mis ojos escanearón cada centimetro, una vitrina pequeña por aquí, libros revueltos por allá y una baraja con cartas de tarot finamente ordenada.

- El destino me soprende con la visita de una joven - Gire mi rostro con rapidez mirando a la mujer con Kimono azul marino acompañado con detalles plateados ligeramente brillosos. - ¿Te molesta si te hago compañia? - Menciono delante de mi yo acepte. Ella cogio la silla delante mio sirviendose una copa de vino tinto sin apartar la vista.

- ¿Que te trae por aquí jovencita? - Mahana tenia una voz dulce acompañada de un ligero toque de sensualidad en sus frases - No tengo clíentes - pauso - tan jovenes -

- Me han sucedido cosas extrañas ultimamente - trague con dificultad jugando al tiempo con mis manos.

-¿Y que te hace pensar que yo puedo ayudarte? - Coloco su espalda en el respaldo de su silla y tiempo después cruzo ambos brazos esbozando una sonrisa casi sarcastica.

- Un amigo - Volvi a tragar estaba aterrada y aun sin saber porque - Un amigo me dijo que viniera a verla, el me dio la tarjeta y me dijo que podria ayudarme, se llama Deram -

- Deram- la risa de burla era más que evidente pero me negue a preguntar
- Hace tiempo que no escuchaba de ese nombre, fuimos colegas mucho tiempo, no pensé que me enviaria a una pequeña como tu a mi casa -

- Yo de verdad no creeo en espiritus ni demonios y en nada de eso pero no estaria aquí si no estuviera desesperada -

- Se exactamente lo que te ocurre puedo, verlo sentirlo y... - Ella se acerco a mi sus cabellos pelirojos tocaron la mesita redonda en donde nos encontramos regalandome una nueva sonrisa - olerte. Ahora la cuestión es como piensas pagarme - susurro

- Yo... yo tengo un poco de dinero, eso no es problema - la mire fijamente
durante unos segundos. Ella levanto una de sus palmas detante mio.

- El dinero no me intereza, yo más bien necesito algo más intimo -

- Inti... intimo, nose a que se refiere yo no tengo nada que ofreserle yo pense que me leeria a las cartas o la mano... -

- Un cabello - interrumpio, tomando de mi cabellera uno de ellos.

- ¡Oiga!- grite- Eso es todo un cabello como va a ayudarme con eso-

Ella se levanto dirigiendose a la vitrina en la esquina de la habitación. Asome la cabeza para intentar ver lo que habia sacado.

- Solo necesitas esto- Me tomo lad manos entre las suyas, eran calidas - Abrelo cuando te sientas preparada.

- ¿Un espejo? Lo dice encerio -

- ¡Asi es! -

Estaba decepcionada ni fantasmas ni juegos diabolicos ni absolutamente nada de lo que hacen en sesiones paranormales al menos no me costo dinero como un espejo me ayudaria.

- Ahora puedes irte Agatha te acompañara a la salida-

- No es necesario conozco la salida - estaba enojada solo me habia echo perder el tiempo.

- Saluda a Deram de mi parte - Río burlona.

Alex estaba sentado en uno de los escalones mirando su telefono, pase de largo a su costado.

- ¡Lindsey espera! - grito - ¿Que te dijo?-

- Un espejo-

- ¿Espejo?-

-¡Si!- Lo unico que queria era estar en casa de nuevo no queria darle explicaciones a Alex ni a nadie estaba cansada de que creyeran que estaba loca o que me tacharan de drogadicta.