El pelinegro suspiró y deseó no echarse a llorar en ese momento, no quería hacerlo, no al frente de ellos. No quería verse como alguien débil pero de cierta forma sabía que ya lo era. Perder en algo que más deseabas ganar, era un dolor que poca gente podía comprender.

¿Eso era un adiós a sus sueños de artista? Lo sentía así pero sabía que no lo era, no puedes echar años de estudios y práctica por un solo momento de fracaso. Lo bueno del fracaso es que se convierte en un paso más hacia el éxito.

-Dean-dijo su hermano tocando su hombro-. El hecho de que no hayas ganado no significa que lo que hiciste no fuera bueno.

-Estoy de acuerdo con Gastón-comentó Liam-. Tú eres un gran artista y no lo digo porque seas mi mejor amigo. En serio creo que sabes cómo crear arte y lo haces muy bien Dean, no pienses que por no quedar entre miles de personas te hace menos artista, muchos seguro han pasado por lo mismo que tú y ahora son grandes íconos en la historia.

-Me siento como si fuese un don nadie-confesó el pelinegro suspirando con melancolía, Sabía que las palabras de Liam eran ciertas pero en su mente sólo lograba escuchar la palabra fracasado.

-No lo eres Deandré-intervino Levi y se acomodó en la cama-. Escucha tu nombre, hasta suena como alguien famoso-comentó-Deandré Foster, el artista más grande de la última década-lo animó, el pelinegro negó con una pequeña sonrisa, aunque el intento de Levi para hacerlo sentir mejor era bastante malo, logró que lograra sonreír un poco.

-No debes sentirte desanimado por esto-continuó hablando Gastón-. Mira el lado bueno, al seguir intentando logras experiencias y cuando por fin sea tu momento-porque lo habrá-sabrás que es lo que debes hacer.

-Estás siendo demasiado amable conmigo, Gastón-le dijo su hermano, el chico se encogió de hombros.

-Eres mi hermano mayor, siempre has sido mi ejemplo a seguir-respondió-. Por eso no quiero que te sientas mal, Dean-el pelinegro se levantó de la silla y se paró frente a su hermano para abrazarlo-. No quiero que te sientas mal pero necesito espacio personal-su hermano se rió y se separó para darle un pequeño empujón logrado que ambos rieran.

-Qué bello; momento de hermanos-dijo Liam un poco animado-, mi hermana y yo siempre tenemos esos momentos pero ella es demasiado joven como para entender muchas cosas.

- ¿Ya te sientes mejor? -preguntó Levi, Dean asintió. No se encontraba bien pero podía soportar el rechazo-. Vamos a celebrar el hecho de que participaste-dijo-, vayamos a ver a Marie-sonrió coqueto, Dean suspiró; quizás ella podría hacerle cambiar un poco su ánimo.

-Vamos.

Cuando llegaron a La Clave de Sol pudieron ver a Marie limpiando una de las mesas cerca del escenario en donde solía cantar, ella no se percató de ellos pero los cuatro chicos decidieron sentarse en un lugar dónde podían observarla sin ningún problema-. Me siento como un acosador-dijo Gastón viendo a la chica-, ¿haces esto siempre?-le preguntó a su hermano, él sólo se encogió de hombros e intentó omitir su pregunta, sin embargo Levi decidió responder por él.

-Viene todo el tiempo a escucharla cantar, y todavía no la besa-bufó-, él lo llama timidez, yo digo que es un idiota.

-No puedo besarla así como así -respondió-, no soy como tú. Las chicas y yo hemos tenido siempre una relación mas amistosa que amorosa, no soy de la clase de chico coqueto que todas quieren, yo soy más como al que dejan en la friendzone-explicó, Liam se rió por ello.

-Al menos no te dejan en la edadzone, esa es mucho peor-comentó y vio su teléfono-. Miren este video de Kloss, es gatoespeluznante-Gastón lo miró con el ceño fruncido.

-¿Cómo es que tienes novia?

-Tuve novia primero que tú -le respondió el castaño sacándole la lengua. Dean se rió cuando su hermano rodó los ojos.

-Ya te vio-dijo Levi señalando disimuladamente a Marie-, está fingiendo demencia, pero te vio hace como dos minutos. Invítala a salir.

-¿Cuál es tu empeño en que lo haga? Ya lo hice una vez, me caí como un idiota-los tres chicos se rieron-; dejen de reírse, tarados.

-Yo sé que eras torpe,pero no que eras tan torpe -se burló Liam, Dean iba a responder cuando Marie llegó.

-Hey-los saludó y fijó su mirada en el pelinegro que le gustaba - ¿Qué tal el concurso, Dean?-el chico se sintió nuevamente triste pero intentó no hacerlo notorio.

-No quedé «porque soy un fracasado»-pensó lo último-, pero estoy tranquilo, sólo era un concurso -sonrió, Marie tomó su mano, los otros tres chicos la miraron interesados, ella a pesar de saber que se encontraban presentes, su atención sólo estaba dirigida a Dean.

-Estoy más que segura que tu pintura fue grandiosa, se nota en tus ojos lo mucho que amas el arte, se nota que te apasiona pintar y Dean, cuando una persona hace algo porque le gusta, siempre saldrá ganando; quizás no hoy ni mañana pero la victoria y el éxito siempre llegarán a ella. Y estoy segura de que te llegará a ti-le dijo sin dejar de tomar su mano, el pelinegro sonrió y se acercó a besarla como muestra de cariño. Que caballero -dijo ella al ver su acción -, pensé que los hombres que besaban las manos de las bellas mujeres era un mito.

El pelinegro suspiró y la miró, ¿acaso había alguien más hermosa que ella? Lo dudaba, nunca había conocido una chica que lo sacara de sus sentidos como Marie lo había hecho. Quizás por eso era que los artistas mencionaban a su musa como una,mujer, porque les daba la belleza, la simpleza y la eficacia que pocas personas lograban hacerles ver.

-Creo que estamos haciendo un mal pentágono aquí-dijo Liam levantándose de la silla, Gastón y Levi lo siguieron-; parece que te dejamos en buenas manos -le dijo a Dean y volteó a ver a la castaña, ésta le sonrió.

-¿Los veo al salir?-les preguntó.

-A mí no-comentó Gastón-, tengo una cita-Dean asintió y volteó a ver a sus dos amigos esperando sus respuestas.

-Pasamos por tu casa en la noche-dijo Liam-, escríbeme un mensaje-informó y los tres chicos se marcharon.

El pelinegro volteó a ver a Marie nuevamente -. ¿Cómo está todo para ti?

-Todo en orden, creo-se encogió de hombros-; mañana cantaré el especial de navidad de Michael Bublé, ¿quieres venir?

-Estaría más que encantado, aunque todavía falta un poco para navidad.

-Nunca es temprano para cantar un par de villancicos-le sonrió.

-¿A qué hora sales? Quiero invitarte a comer.

-En una hora-se encogió de hombros, Dean miró la hora en su reloj de muñeca.

-Todavía es temprano, te esperaré-le dijo-, ¿puedes traerme una malteada de plátano y un pie de limón?-preguntó, ella asintió, comentó que regresaría en un momento y se marchó a la barra.

Dean sacó su teléfono, no había traído su libreta y se lamentó por eso, pero podía observar a la linda castaña pasearse de un lado a otro mientras tanto. Ella le trajo su pedido y permaneció hablando unos minutos hasta que su mejor amiga la llamó para que terminara con un pedido.

El pelinegro sacó su teléfono y empezó a leer sobre el blog que tenía su amiga Mei, de vez en cuando le daba sorbos a su malteada y comía algunas cucharadas del pie; el blog de la chica era algo interesante, hablaba sobre temas de arte, cultura y sobretodo controversiales, expresaba su opinión de una manera tan brillante que lograba hacerle sentir a Dean que ella tenía razón a pesar de que no fuese así. Mei en definitiva era la clase de chica que a él le gustaría sentirse atraído pero desafortunadamente no era así, además ella tenía novio y él no era de los chicos que se metían en esas relaciones.

Durante todo el tiempo que permaneció sentado esperando a Marie, se dio cuenta de lo mucho que ella le parecía hermosa, no era en realidad la clase de chica que él buscaba pero le parecía impecable. Su cuerpo, su rostro y su personalidad hacían de Marie la musa perfecta para sus ojos. Cuando ella terminó y se acercó a él, ambos decidieron ir a pasear un rato para luego comer en algún puesto de comida rápida.

Llegaron al parque y el lugar estaba casi vacío, Marie tomó su mano y lo llevó hasta uno de los bancos -. ¿No te parece bonita la noche? Es tan misteriosa y mágica, todo puede pasar en ella-Dean asintió-, siempre he querido acampar y mirar las estrellas.

-Podemos hacerlo algún día -ella volteó a verlo y le sonrió.

-¿Lo dices en serio? ¿Harías eso por mí?

-Claro, nunca he acampado-comentó-; sería interesante hacerlo. Quizás en alguna playa porque el bosque me asusta en la noche y hay muchos mosquitos -ella se rió y apoyó su cabeza en el hombro del chico, quedó encantada con su aroma. Dean sabía como volverla loca, en el buen sentido claro.

No quería confesarlo pero desde la primera vez que lo vio pensó que él era increíble, era de esos chicos que valían la pena, con su cabello negro y despeinado, con su sonrisa tímida pero encantadora, con esa manera que tenía de mirarla y hacerla sentir que era una obra de arte, ¿era rápido decir que estaba enamorada? Seguramente, pero ¿qué es el amor? ¿Cuál se supone que es el concepto universal que se tiene? Quizás el amor no es algo de dos, quizás también podía ser de uno porque a pesar de que ella no sabia cómo él se sentía, sabía que quería verlo todos los días. Esperaba ansiosa cada martes y jueves para verlo pintar sentado en una de las mesas de su trabajo mientras ella deseaba que él pudiese notar que una de esas canciones era para él.

Pero Dean no lo notaba porque estaba más pendiente de pintarla que de escuchar los murmullos de las indirectas que ella le daba, incluso en ese momento, cuando ella pensaba en confesarse, él pensaba en cómo podía dibujarla, curioso ¿no lo crees?

-Dean-susurró ella, el pelinegro articuló una simple jerga sin sentido y volteó a verla-, ¿crees que una persona puede enamorarse de una ilusión?

-Todos tendemos a enamorarnos de lo que creemos que la otra persona es-comentó-, eso sería una ilusión porque no es real, así que sí, el ser humano se enamora de lo falso y de lo que cree que es cierto.

-¿Eso no seria lo mismo? Lo falso y lo que no es cierto...

-No intentes arruinar mi momento filosófico-contestó provocando que ella se riera-. Iré por un par de shawarmas, ¿te parece?-Marie asintió y él se alejó para buscar el puesto de comida árabe.

Mientras que lo esperaba sacó su teléfono y contestó algunos mensajes de sus amigos de la universidad, su mejor amiga la estaba alentando para que fuese ella la que diera el primer paso y aunque deseaba eso con muchas ganas, tenía miedo de que Dean la rechazara.

No sabía siquiera si él estaba interesado como ella lo estaba, ¿pero cómo saberlo si ella no se arriesgaba? Un libro muy sabio dijo una vez que el que arriesga gana y ella debía tener eso en mente cada vez que estuviera en una decisión complicada. Y besar o no besar a un chico, era una decisión bastante arriesgada.

Dean llegó con la comida luego de quince minutos, se sentó a su lado y volteó a verla al sentir su mirada en él -. ¿Qué sucede?-preguntó, Marie negó.

-Dean...-pronunció sin saber qué decirle, pensó por un largo tiempo en lo que haría a continuación y supo que era la opción más adecuada -. ¿Te parezco bonita?

-Eres hermosa-dijo embobado mirándola, ella sonrió.

-¿Entonces no te molestarás si te beso? ¿Verdad?

-¿Qué?-preguntó confundido pero todas sus dudas fueron resueltas cuando ella tomo su rostro con ambas manos y se acercó a él para besarlo.

Dean no había besado a muchas chicas, quizás a tres y eran demasiado pero jamás habían sido ellas las que dieran ese paso. Su corazón se agitó y empezó a latir con fuerza, no entendía lo que estaba pasando pero aún así decidió continuar ese beso.

Pocos artistas besan a su musa pero la musa siempre termina besando al artista y lo deja noqueado por su inigualable belleza.