24: Ayuda de un bajista
—Hola hola guapetona—Marie escuchó la voz de Griffin Arlen por la otra línea. Lo había llamado apenas llegó a su habitación, no tenía muchos amigos hombres y necesitaba escuchar la opinión de un hombre en ese momento, más cuando estaba ya un poco más experimentado que sus amigos—. ¿Por qué tengo el honor de recibir tu llamada y más a estas horas de la noche? —se rió, en definitiva Griffin Arlen no era una persona seria pero eso a Marie le gustaba.
— ¿Recuerdas al chico del que hablamos la vez del estudio?
—Dean se llamaba, ¿no? —ella afirmó—. ¿Qué sucede con él? ¿Ya lo viste? ¿Hiciste que llorara por tu rechazo como planeamos?
—Le dije que fuéramos sólo amigos.
—Uhhh, eso duele más. La friendzone es el peor enemigo del hombre—suspiró—. Nunca me ha pasado pero a Gino le pasó una vez cuando estábamos en la secundaria y fue muy feo, para él claro, yo sólo me burlaba.
—Me haces creer que eras un patán en la secundaria.
—Patán no pero era un chico bastante intenso. Axel no me soportaba porque según él siempre lo metía en problemas, incluso lo hice abandonar la Escuela de Leyes y revelarse con su familia—se rió recordando su pasado—. Bueno, me fui por una tangente. Dime para qué llamabas.
—Hoy Dean fue a buscarme a la cafetería.
—Te dije que eso haría, es lo que uno siempre hace cuando está arrepentido—le dijo—, pero tú no puedes ceder tan fácil. Recuerda lo que hablamos del autocontrol, no puedes aceptarlo a la primera por muy bueno que esté el chico.
—Bueno, Dean no encaja exactamente en la definición de estar bueno pero sí, es alguien atractivo, al menos para mis ojos—suspiró, Griffin pensó en qué podría decirle esta vez.
—Mira, no soy el mejor consejero que hay pero sé más o menos ciertas estrategias con las chicas que aprendí en los primeros años de fama, y es que, si quieres que esa persona te siga buscando tú no debes ceder tan fácil pero tampoco debes hacerte la difícil para que pierda el interés.
»Muéstrale un poco de que sí cedes pero no tanto, un beso, un manoseo, eso no vendría mal pero no le digas que sí quieres intentar algo con él porque ahí cediste. Sigue diciéndole eso de ser amigos y bla bla bla, algo como amigos con derechos pero sin esos derechos en específicos, ¿comprendes? —ella negó—. Un toqueteo está bien pero no te acuestes con él. No cedas.
—No estaba pensando en acostarme con él.
—Nadie nunca piensa en acostarse con la otra persona, sólo sucede—respondió—. Mira, ¿qué harás mañana?
—Tengo clases en la mañana y debo trabajar en la tarde, tengo presentación—Griffin asintió a pesar de que ella no estuviese viendo—. ¿Por qué?
—Tenía pensado invitarte a comer pero eso se puede dejar para otro día—le dijo—. Me debo ir, llámame si algo nuevo sucede con tu chico. Recuerda lo que te dije, puedes buscarlo mañana y dejar un poco la mano a la vista pero hasta ahí, sólo la mano no el brazo entero, ¿entendiste?
—Sí, tranquilo—Griffin terminó de decirle un par de consejos más y luego cortó la llamada.
~•~
Al día siguiente, Marie se preparó para ir a su trabajo, había llegado de clases antes del mediodía y aprovechó el tiempo que le quedaba mientras la comida se terminaba de cocinar para alistarse. Acomodó su vestimenta de ese día y se lo llevó todo a la cama para irse a tomar una ducha en el baño, se lavó el pelo para tenerlo más aseado y al salir del baño se echó crema con sabor a pera por si acaso Dean se aparecía en la cafetería ese día.
Se vistió lo más rápido posible y se fue a la cocina a almorzar. Mientras lo hacía, revisaba sus redes sociales, se dio cuenta de que Griffin Arlen había empezado a seguirla en Instagram y sonrió mientras veía cada una de las fotos que él tenía en su perfil. Luego de comer, regresó a su habitación para poder terminar de vestirse; se colocó sus accesorios y se ató el cabello en una cola de caballo, se maquilló un poco y al terminar se echó su perfume favorito de Channel.
Como su papá se encontraba en casa a esa hora, le pidió el favor de que la llevase hasta su trabajo y ahí pasó casi toda la tarde atendiendo en la caja hasta que se le hizo la hora de cantar en el escenario.
Había buscado el repertorio de canciones perfecto en caso de que Dean llegase a verla, como Griffin le había dicho: muestra un poco la mano pero no el brazo completo. Quería cantarle algo un tanto amoroso pero que no mostrase sentimientos exactamente, quería confundirlo un poco, así que cuando lo vio llegar en la mitad de su cover de La Última Vez Que Te Vi de Kloss, supo que la siguiente canción debía ser la que tanto había buscado.
Lo vio sentarse frente a ella y le sonrió. Marie aprovechó los aplausos del público para decirle al grupo que estaba tocando con ella sobre su siguiente canción, ellos sólo asintieron y cuando ella les dio la señal, empezaron a tocar.
Tomó aire y miró a Dean para comenzar a cantar, no estaba segura si él reconocía la canción pero deseaba que entendiese que iba justo para él, esa era su forma de compensar todas las dudas que él le causó y todo lo que le hizo pasar al no aceptar realmente lo que sucedía entre ambos.
« I loved you from the start (te quise desde el principio)
So it breaks my heart (así que me rompe el corazón)
When you say I'm just a friend to you (cuando dices que solo soy una amiga para ti)
'Cause friends don't do the things we do (porque los amigos no hacen las cosas que nosotros hacemos)
Everybody knows you love me too (todos saben que tú también me quieres)»
Dean sintió desde el primer momento que ella empezó a cantar que esa canción iba dirigida a él, y es que él reconocía que todavía las cosas entre ambos no estaban completamente claras, él ya le había dicho que la quería pero ella todavía quería mantenerse al margen con lo que sucedía.
La observó cantar, las miradas de ambos se encontraron. Dicen que al ver a la persona que te gusta tus pupilas se dilatan, si Marie se hubiese percatado en ese momento muy bien en lo que los ojos de Dean mostraban quizás se habría dado cuenta de lo mucho que a él le gustaba.
—Linda canción—le dijo Dean acercándose a ella luego de que se bajara del escenario, Marie lo vio y sólo le sonrió.
—Gracias.
—No te quiero como una amiga, Marie—confesó y se acercó un poco más a ella, la tomó del brazo y Marie se soltó.
—Quizás si comienzas a decirlo en voz alta llegas a creerlo—respondió y caminó hacia la barra para pasar al otro lado de ella y mantenerse detrás de la caja registradora—. Lo malo de darse cuenta tarde de las cosas, es que la otra persona también se da cuenta de algo.
~•~
—Me siento impresionado por tu forma de actuar—le dijo Griffin Arlen a Marie luego de que ella le contara lo que pasó con Dean esa tarde—. Aunque creo que debiste de haberlo besado y luego dejarlo confundido con esa frase al final, hubiese sido épico.
—Tengo la leve sensación de que ves mucha televisión—se rió ella, Griffin negó y le sirvió un poco de alcohol en el vaso.
—Soy una persona un tanto conversadora, desde muy joven he escuchado miles de historias de desconocidos y de amigos cercanos, siempre me ha gustado, quizás sea un poco cotilla—se encogió de hombros—. Cuando tenía dieciséis logré que la dueña del Dush me invitara las hamburguesas.
—La que está impresionada ahora soy yo—le dijo ella—. Yo soy de pocos amigos, tú de seguro llamabas mucho la atención de joven.
—Ni tanto, sólo he sido muy hablador—respondió—, viví bajo la sombra de una hermana mayor perfecta.
— ¿Cómo puedes tú estar en las sombras? ¡Eres una estrella del rock!
—Mi hermana mayor es cardióloga, se graduó con honores de la Escuela de Medicina y de su postrado también, la Doctora arlen es bastante conocida en el Hospital Central, ¿nunca has oído hablar de ella?
— ¿Ella es tu hermana? Todos dicen que es la mejor—Griffin le sonrió.
—A eso me refiero, vivo bajo su sombra—comentó—, podré ser famoso para el mundo pero para mis conocidos siempre seré Griffin el hermano menor de Gala.
—Para mí eres Griffin Arlen el increíble bajista de Kloss—él le sonrió—. Has llegado a salvar más vida como músico que tu hermana como médico, tienes a muchas personas que te aprecian y te valoran.
—Sabes, siempre he sido una persona sociable, tengo muchos conocidos pero nunca me había sentido parte de algo hasta que conocí a Axel, a Gino y a T.J, ellos sin duda son mis mejores amigos, con ellos soy Griffin ese chico fastidioso que hizo que se ganaran una hora extra en detención la primera vez que nos vimos, con ellos puedo ser yo mismo y es genial, porque siempre me han visto como el bajista de Kloss o como el hermano menor de Gala pero no soy ninguna, sólo soy yo.
—Conmigo puedes ser ese Griffin, el real, quién eres detrás de las cámaras—le sonrió, Griffin tomó un sorbo de su bebida.
—Creo que estoy lo suficientemente ebrio como para hacer algo que no debería—la miró, sus ojos se enfocaron en los labios rosados de Marie, ¿estaba siquiera pensando en la posibilidad de besarla?
— ¿Qué es lo que se supone que no deberías hacer?
—Besarte.
— ¿Por qué no deberías hacerlo?
Griffin la miró con una sonrisa cómplice, no la había besado antes porque sabía que ella estaba pendiente de otra persona y él era de los que respetaba códigos, pero con los vasos que se había tomado con ella y los que se tomó antes, sabía que sus códigos se desvanecerían de la misma forma en que una alucinación espontánea pasaba.
Se acercó a ella y la tomó del cuello para tenerla cerca, la atrajo hacia él y sin pensar realmente en lo que estaba haciendo, la besó. Los labios de Griffin sabían alcohol pero aun así Marie podía asegurar que nadie la había besado de esa forma. Le gustaba porque la hacía sentir como si la deseaba, como si ella fuese única y quizás el hecho de haber besado a muchas chicas antes le era a Griffin una ventaja porque podía demostrarle la experiencia y dejarla con un buen recuerdo de ello.
Marie se acomodó en el sofá de la sala y se acercó a él casi estando sobre sus piernas, no estaba pensando y quizás se arrepentiría de haberlo hecho luego pero en ese momento nada le importaba. Ella quería besar a Griffin Arlen, y ella lo estaba haciendo en ese momento. Griffin la tomó por la cintura y la ayudó a ponerse por completa en sus piernas, acariciaba un poco su cuerpo mientras besaba con besos cortos su cuello y escuchaba los pequeños gemidos de la castaña.
—Las cosas no deben cambiar después de esto—le dijo él en medio de otro beso, Marie acomodó un poco su cabello y se alejó de sus labios para verlo. Le dio una pequeña sonrisa y asintió.
—Nada cambiará, pero ahora sólo bésame.
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