
T R E I N T A Y C U A T R O | D O L O R 🌂
«Necesitaba confesárselo... Ya no aguantaba más»
Ava Delacroix.
El bullicio del comedor se sentía distante, como si una fina capa de cristal los aislara del mundo exterior.
Ava jugueteaba distraídamente con el tenedor, picoteando la ensalada que había pedido, mientras Ryder y Grayson conversaban animadamente a su lado.
—Y entonces, cuando menos lo esperaba, me pidió que saliéramos. —Ryder gesticulaba con entusiasmo, sus ojos brillando con la emoción de una nueva conquista—. Ni siquiera sé cómo logré articular una respuesta coherente.
Grayson soltó una carcajada, palmeando el hombro de su amigo.
—¡Eso es genial, Ry! Solo asegúrate de no lastimarte el corazón, ¿de acuerdo? Sabes que odio ver a mis amigos sufriendo.
Ryder le sonrió con dulzura mientras que Ava seguía distraída.
Ava esbozó una sonrisa tenue, pero su mente seguía a kilómetros de distancia. Las palabras de Ryder y Grayson le llegaban como a través de un largo túnel, distorsionadas y sin sentido.
—Hey, Ava. —Grayson la llamó, inclinándose hacia ella con una mirada preocupada—. ¿Estás bien? Has estado muy callada.
Parpadeando para salir de su ensimismamiento, Ava asintió.
—Sí, sí, lo siento. Solo... estoy un poco cansada después del ensayo, eso es todo.
Habían pasado unos días después del viaje a Roma junto con Tiger y no se había sentido tan feliz como esas últimas semanas. Pero una punzada de dolor surgía en su pecho de pensar en que, para dar otro paso más junto a Tiger, debía confesarle lo que escondía de su pasado. Era justo para ella, él se había abierto ante ella, pero Ava... Creía que al ser una relación falsa no debía dar pasos, pero Tiger le había leotardo interés en seguir con una relación con ella, aunque fuese de amistad. Aunque eso último él no lo había dicho con esas palabras, aunque Ava lo pensaba así.
Suspiró al notar que cada día que pasaba quería contárselo a Tiger y abrirse a él emocionalmente por fin después de tanto tiempo.
Grayson entrecerró los ojos, escudriñando el rostro de su amiga. Conocía a Ava desde hacía tiempo. Sabía leer cada uno de sus gestos, cada expresión sutil en su rostro. Y algo le decía que había algo más que cansancio detrás de esa mirada ausente.
—¿Problemas con el papel de Bella? —preguntó Grayson, bajando la voz—. Sabes que lo estás haciendo increíble. La gente va a adorar tu interpretación.
Ava negó con la cabeza.
—No, no es eso. Es solo... —Soltó un suspiro tembloroso.
Ryder, que había estado ocupado devorando su plato de pasta, levantó la mirada, sus ojos reflejando una mezcla de curiosidad y preocupación.
—¿Qué pasa, Ava? Sabes que puedes confiar en nosotros.
Ella asintió lentamente, entrecerrando los ojos mientras buscaba las palabras adecuadas.
—Solo he tenido un mal día, Ry...
Necesitaba confesárselo solo a su amiga Grayson por ahora. Ya era muy duro hacerlo como para contarlo a varias personas en un solo día.
Grayson posó su mano sobre la de Ava, brindándole un apretón reconfortante.
—Estoy aquí, Ava. Puedes decirme lo que sea —susurró para que solo Ava la escuchase.
Y eso ella lo agradeció.
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La fiesta era un torbellino de lujo y glamour. Cristales tallados, manteles de seda y servidores uniformados que se deslizaban entre los invitados con bandejas repletas de exquisitos aperitivos y copas de champán. Un murmullo de voces elegantes llenaba el ambiente, entretejido con la suave música de fondo.
Ava y Grayson, ataviadas con uniformes de camareras, se abrían paso entre los asistentes, sonriendo y ofreciendo bebidas. Pero mientras Grayson se movía con soltura, Ava parecía distraída, su mirada perdida y sus gestos más torpes de lo habitual.
—Ava, tienes que estar más atenta —susurró Grayson, acercándose a ella con discreción y tomando una de las copas que Ava estuvo a punto de derramar—. Si los invitados se dan cuenta, nos meteremos en problemas.
Ava parpadeó, saliendo de su ensimismamiento.
—Lo siento, Grayson. Yo solo... —Sus ojos recorrieron la elegante sala, deteniéndose en cada rostro, como si buscara a alguien entre la multitud.
Grayson siguió la dirección de su mirada, pero no vio nada fuera de lo común.
—¿Estás buscando a alguien? —preguntó, colocando una mano reconfortante sobre el hombro de su amiga.
Llevaba días así desde que volvió de Roma y Grayson, aunque sabía que su mejor amiga era cerrada, últimamente estaba mucho más que de costumbre. Y ella, preocupada por Ava, le dejó todo el espacio que necesitara.
Con un suspiro tembloroso, Ava negó con la cabeza.
—No, solo... necesito un momento a solas. ¿Puedes cubrirme por un rato?
Grayson asintió, observando con preocupación cómo Ava se escabullía hacia la cocina. La siguió con la mirada hasta que la perdió de vista tras las puertas de acero inoxidable.
Ava suspiró una vez sola allí.
Se tocó el collar que Tiger le había regalado y no se quitaba sino para dormir. Parecía que la reconfortaba y ese día le hacía mucha falta estar cerca de Tiger, pero a la vez no sabía cómo mirarlo a la cara sin que le confesara lo que su mente no dejaba de pensar.
Suspiró mientras se apoyaba en la isla de la cocina y pensaba en todo su pasado. Las pesadillas cada CIA más incesantes, sus miedos más intensos, el miedo a volver a encontrarse con ese hombre...
Era una mezcla incesante. Y a la vez sabía que sus pesadillas estaban así por el estrés, por la obra delante de tantas personas que eran muchos, muchos más que las que había visto en un local pequeño bailando cabaret. Era distinto... Y ahora sentía que debía contárselo a alguien.
Unos minutos después, Grayson encontró a Ava en la vacía cocina, apoyada sobre un mueble con la mirada perdida entre los utensilios y bandejas de comida.
—Ava —llamó suavemente, acercándose a ella—. ¿Qué pasa? Sabes que puedes contarme lo que sea.
Los ojos de Ava se llenaron de lágrimas mientras levantaba la mirada hacia su amiga.
—Grayson, yo... Estoy enamorada de Tiger. Pero no puedo dar un paso más con él sin antes contarle todo lo que me pasó. —Se rompió—. Tengo tanto miedo de perderlo.
Grayson se acercó y la envolvió en un abrazo reconfortante.
—Oh, Ava. Entiendo tu temor, pero Tiger te aceptará tal y como eres. Si de verdad te ama, no se alejará de ti por tu pasado.
Grayson sabía que Ava tenía un pasado oscuro, pero siempre le había dado tanto espacio que no podía imaginarse ni lo más mínimo de lo que le diría.
Ava se aferró a ella, su cuerpo sacudido por sollozos silenciosos.
—Es que... él es tan importante para mí, Grayson. No soportaría que me dejara.
—Entonces confía en él —susurró Grayson, acariciando el cabello de Ava con ternura—. Sé que no ha sido fácil., pero Tiger merece saber la verdad. Y tú mereces ser feliz.
Ava asintió lentamente, aspirando el familiar aroma a vainilla del perfume de Grayson.
—Yo... siempre he sido tan cerrada, Grayson. Ni siquiera tú sabes todo lo que he pasado.
Grayson se separó un poco para mirarla a los ojos, su expresión reflejando toda la compasión y el apoyo que sentía por su amiga.
—Entonces dímelo. Déjame entender por lo que has tenido que pasar.
Ava tragó saliva, preparándose para abrir una puerta que había mantenido cerrada durante años.
Y entonces, lo hizo.
Su voz se quebró, y Grayson sintió que su corazón se encogía al ver el dolor que reflejaban los ojos de Ava.
Por cada cosa que le decía, el rostro de Grayson se descomponía y juraba que era más que obvio su rostro frente a Ava. Pero era tan difícil ocultarlo cuando tu mejor amiga te confesaba todo lo que había sufrido por años antes de conocerla.
Era tan duro cada testimonio que Ava le decía, que Grayson odiaba a esa persona de tan solo escuchar las historias que él le había dejado a Ava.
Sin decir una palabra, Grayson la atrajo nuevamente hacia su pecho, dejando que Ava se desahogara en silencio. Escuchó, con creciente horror, cómo Ava le revelaba los abusos y traumas que había sufrido durante su pasado. Lágrimas silenciosas rodaron por las mejillas de Grayson mientras comprendía la magnitud del sufrimiento de su amiga.
Cuando Ava finalmente se detuvo, Grayson la sostuvo con fuerza, transmitiendo en ese gesto todo el amor y la comprensión que sentía.
—Ava —susurró, su voz impregnada de emoción—. No puedo imaginar lo difícil que ha sido para ti cargar con todo esto. Pero quiero que sepas que estoy aquí. Y que nada de lo que me has contado cambia la forma en que te veo. Eres una de las personas más fuertes y valientes que conozco.
Ava se aferró a ella, la tensión abandonando lentamente su cuerpo.
Grayson tenía razón.
No había sido fácil, pero ahora, al haber compartido su oscuro secreto, sentía que un peso se había levantado de sus hombros.
—Tienes que contarle a Tiger —dijo Grayson con suavidad—. Sé que es aterrador, pero si él te ama de verdad, te aceptará tal y como eres. Y yo estaré a tu lado, pase lo que pase.
Ava asintió, secándose las lágrimas con la palma de la mano.
—Gracias, Grayson. Por todo.
Las dos amigas se abrazaron una vez más, su vínculo más fuerte que nunca. Ava sabía que, con Grayson a su lado, tendría el valor de enfrentar sus miedos y ser honesta con Tiger. Juntas, podrían superar cualquier obstáculo.
Aunque no sabía si sería capaz de confesárselo a Tiger. No por ahora.
***
Aquí tenéis un nuevo capítulo de Ava y Tiger.
Es cortito, pero para lo que se viene era importante un capítulo más corto.
¿Estáis preparadas?
¿Que les ha parecido?
Nos leemos el miércoles :3
Patri García
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