Parte 29
La estadia con mi madre me ayuda mucho a poder aclarar mis ideas, me hace sentir más comoda conmigo misma y recupero fuerzas que definitivamente habia perdido estos días, en fin, necesito tomar mi vuelo si no quiero perderme el día en la universidad, mucho menos ahora que llevo conmigo el trabajo por el cual nos dieron estos dias de reposo.
Danielle y Sam me acompañan a tomar mi vuelvo, se despiden de mi y por extraño que lo parezca ambos se ven mucho mejor desde la ultima vez que me despidieron de un aeropuerto, Danielle no se ve tan afligida y eso demuestra que es fuerte y sabe que ya no soy una niña, tal cosa me pone a pensar, es cierto no soy una niña, soy una adulta y eso me asusta un poco. Mi vuelo sale sin retraso y soy capaz de revisar mi trabajo con más calma, leo un poco y me como unos bocadillos, el tiempo pasa rápido cuando tengo algo que hacer en el avion.
Cuando bajo del avion estoy dispuesta a salir y llamar un taxi como la mayoria de las veces pero esta vez me sorprende ver a Emily cerca de la salida agitando una mano para que la vea.
Nos abrazamos muy fuerte, fue como no haberla visto en semanas
—¿Todo está bien? —es lo primero que tengo que preguntar, me sorprende bastante su presencia.
Ella hace un ademan con la mano muy despreocupada.
—Claro que sí, James acaba de salir del hospital y pues me ha pedido recogerte, quiere verte, no se si tengas algun otro plan...
La interrumpo de inmediato.
—¿¡En serio!? Claro, ¡Me encantara verlo! Me alegro tanto que este bien —me llevo las manos a la cara, es una noticia increible —Yo sabia que iba a salir todo muy bien.
Emily me sonrie y asiente.
—Yo también, Felicity, esperemos que todo siga así hasta ver un cambio —suspira con algo de pesadez y me pasa un brazo por los hombros —Será mejor que nos vayamos, se hara tarde.
En el trayecto nos preocupamos más en hablar de como fue mi estancia con mi madre, le cuento las ganas que tenia de verla, en lo poco informada que la tenia, en los asuntos de Sam y en como es vivir sin mi, ellos siempre se burlan de ello varias veces pero siempre terminan diciendo "te extrañamos demasiado"luego hablo de mi trabajo de la universidad hasta que ya no puedo parar y de repente ya estabamos estacionandonos, debo admitir que me siento tan nerviosa porque es la primera vez que lo vere fuera del hospital, no se quien pueda estar o en que circunstancia se encuentre.
Cuando subimos por el elevador me tiemblan las manos, trato de calmarme en cuerpo y mente, él confia en mi y me quiere como un apoyo, no puedo dejarlo en estos momentos, no puedo y no quiero, no existen razones para hacerlo. Al llegar a la puerta escucho un ligero pero audible zumbido, no supe de que se trataba, ¿una máquina para pintar? Cuando Emily abre la puerta me doy cuenta de que se trata.
Lo primero que veo al entrar es a James recostado sobre el sofa con una libreta de dibujo y unos lapices, esta cubierto de la cintura para abajo por una sabana pero lo que realmente succede es que la sabana esconde el recorrido de un tubo que esta conectado a una pequeña máquina con una bolsa que lleva un liquido transparente, veo que el tubo esta conectado al dorso de la mano de James.
Cuando nos nota no puede evitar sonreir y ruborizar a la vez, lo contemplo con un orgullo que me cubre los ojos en lágrimas.
—Hola —murrmura a mi dirección.
Me acerco lo más cautelosa que puedo porque ahora más que nuca deseo ahogarlo en un abrazo de felicidad.
—Nos vemos afuera, Felicity —me recuerda Emily.
Me vuelvo ya cuando ella esta dejando el departamento
—Claro —respondo a la nada.
Cuando escuchamos el ruido de la puerta cerrarse y darnos cuenta que estamos completamente solos no puedo cohibirme más, me arrodillo para verlo y tocarle la cara, el agradece el gesto con un suspiro, mi mano se va hacia sus labios cálidos a causa de su aliento, las palmas de mis manos graban sus facciones, me veo obligada a dejarme tomar por la hermosura de sus ojos gritandome que me extrañaron y que ahora más que nunca estan aliviados al fin, me acerco y no resisto más y lo beso con las ganas que se acumularon en los dos terribles y agobiantes días en los que su presencia estuvo ausente, lo extrañe demasiado, tanto que mis ganas se retorcian de ansiedad, sus labios son tan suaves pero tan apremiantes al mismo tiempo, no solo lo siento en mis labios si no en todo mi cuerpo.
Me toma de la cara y me acaricia, yo me acerco y entrelazo mis dedos en su cabello, siempre me ha gustado jugar con su cabello, hundir mis dedos en el, tomarlo y apretarlo. Cuando noto que su respiración desciende me alejo poco a poco para comprobar que este todo bien.
—¿Todo bien? —le pregunto examiandole el semblante.
Asiente con los labios apretados y me acaricia el rostro.
—Excelente —termina por sonreirme triunfante.
Veo que desliza hacia un lado y me invita a sentarme a un lado suyo, trato de no interferir con la intravenosa que lleva en la mano derecha, puedo ver de reojo que se aprieta los labios como si a él le molestara que yo tuviera cuidado.
—No pasa nada, no te preocupes —me asegura con voz ligera —No duele.
Trago saliva sin intencion de seguir hablando del tema, nos quedamos un momento sin decir nada hasta que veo que en su libreta de dibujos vuelve a estar llena de inspiraciones suyas como antes.
Me inclino para tomarla, veo lo divertido que esta cuando empieza a hojearla.
—Volviste al dibujo —lo miro un segundo y luego a los dibujos otra vez —Mira esto, es magnifico, son geniales y muy hermosos.
—Tenia que volver a hacer algo, iba a terminar por perder mi toque.
Siento una sensación sobrecogedora cuando veo que son bastantes dibujos, la mayoría son de paisajes, otros son fotos creados por él mismo.
—¿Y pintar? ¿Volverás a pintar?
Me contempla y aquello logra sofocarme, su mirada siempre es tan penetrante que realmente me cuesta no bajar mi vista con intimidación.
—Claro que lo haré, volveré a mis rutinas diarias, no dejare que esto me derrumbe, no quiero terminar destruyéndome a mi mismo y a los demás.
Me acurruco sobe su pecho escuchando su respiración.
—Mi madre dice eres fuerte y que sabe que saldrás adelante.
Suelta una risita y me aprieta más a su costado.
—Esperemos que todo salga bien.
De nuevo caemos en un silencio arrullador a excepción del zumbido de la máquina que de todos modos tratamos de ignorar, sigo sin poder evitar ver su mano con la intravenosa y me hace pensar en una única situación ¿quien estará al pendiente suyo?.
De ramalazo me incorporo y mi acto alarma a James que me suelta y me mira alterado.
—¿Que sucede?
Su frente esta llena de arrugas y yo las acaricio para desaparecerlas.
—¿Quien te cuidara? Me refiero, ¿Y si necesitas algo? Que tal si algo pasa y tu estas solo.
—No necesito...
—Si estas solo y —enmudecí horrorizada nada más de imaginarlo solo necesitando ayuda —Yo puedo venir.
—Felicity, claro que no ¿Y la escuela?
Echo mi cuerpo hacia atrás totalmente desconcentrada e indignada, la escuela puede volverse un problema para él pero para mi no lo es o es que ¿acaso no me quiere las veinticuatro horas a su lado? No sabe lo mal que me esta yendo en la escuela y no estoy segura de que sea buena idea decirselo.
Si se lo digo, no tendré problemas en venir y cuidarlo pero si no, entonces no tendré una buena excusa.
—No es problema para mi. —le aclaro sin rodeos.
Pone los ojos en blanco y niega.
—No creo que sea buena idea ¿Y tu trabajo?
Cielos, que frustración, es cierto.
—Am...no es problema, puedo venir en la noche, no pasa nada, puedo arreglar mi horario.
—Felicity...—me contradice con su tono de voz desaprobatorio.
—¿No me quieres aquí? —le digo de repente.
Revienta en risas y me llena de un beso largo y profundo, se me queda viendo con una apariencia graciosa y luego me abraza con fuerza.
—Mi querida Felicity, te quiero aqui conmigo todas las horas del día pero yo comprendo tus asuntos y responsabilidades, no te angusties, tengo a Emily para que se ocupe de mi ¿Estarás tranquila?
Lo único que puedo pensar en ese momento es en lo agobiada que debe estar la pobre de Emily allá afuera, no puedo contradecir en nada porque se que ella hará un trabajo perfecto, es su hermano y se que no le dejara solo.
Suspiro y hago una mueca de insatisfacion.
—Si bueno, ella es tu hermana y creo que sabe más de esto que yo, así que si, estas en muy buenas manos.
Me regala una sonrisa que me exalta cada sentido y me guiña un ojo.
—En las únicas manos en las que quiero estar son en las tuyas —se inclina para devorarme los labios y me suelta cuando ya no podemos respirar —Emily solo será como mi hermana mayor en esta ocasión.
Sonrió muy satisfecha.
—Me parece perfecto.
Me quedo solo unos minutos más y antes de que pueda entretenerme con sus besos me despido antes de que Emily pierda la cordura por mi culpa.
(...)
04 de Marzo 2012
James:
No puedo creer que el tiempo se pase demasiado rápido, es increible como todo de un momento a otro se pierde en el plano del olvido, apenas unos días recordaba en como todo en la universidad se estaba cayendo poco a poco y ahora creo que puedo recuperar el control, con un poco de presión y esfuerzo lo estoy logrando, también recuerdo el día en el que te dieron de alta en el hospital, hice cuentas y ya han pasado dos semanas, sigo sin creerlo, jamas había considerado que dos semanas fueran para mi un lapso de tiempo enorme ¿Y sabes porque lo considero? Porque casi sigo sin creer también que ya casi llega tu cumpleaños, me sentí tan emocionada al pensar en las grandes cosas que he planeado para ese día que muero por poder terminarlas todas.
Tengo que dejarte, voy tarde a una de las clases que me toca esta tarde, no quiero llegar y ser la última.
Te amo, no lo olvides.
Felicity Hunter.
Salgo de mi habitación creyendo que Beth esta dormida o entretenida en alguna de sus llamadas con su novio pero escucho que esta pasándola muy mal en el baño, me acerco y me doy cuenta que esta vomitando.
—¿Beth? ¿Todo bien?
Toco dos veces la puerta y escucho de nuevo que regresa todo, no quiero molestarla asi que espero a que baja de la palanca y se lava los dientes, cuando abre la puerta esta toda despeinada y con una cara demacrada.
—¿Qué pasa? —le pregunto.
—Es ese maldito pollo frito de hace cinco días, creí que estaba decente para comerlo en el almuerzo y tal parece que no. —se frota la boca —Esto es asqueroso, lo siento.
—Ve al médico, no es buena idea que lo dejes pasar, puede ser una infección.
—Sí, tal vez vaya hoy, llamaré a Jonathan para que me lleve, no quiero empeorar.
Le doy un abrazo, le deseo que se recupere y me voy antes de llegar tarde. James me ha dejado su auto desde hace una semana, me dijo que él no podrá estar algunos días por ahí paseando así que decidió prestarme su grande y bello auto para hacer mis mandados, prefiere prestarme su auto todo lo que necesite antes de dejarme ir en taxi o en tren, no puede decirle que no porque tampoco quise hacer una discusión por algo así.
Llegue a tiempo a mi clase, aun me quedaba tiempo libre, al menos una hora antes de presentarme en el trabajo así que conduje hacia el departamento de James, quise pasar esta hora con él porque después del trabajo llegaria al departamento a hacer mis deberes. Cuando toque su puerta su voz me recibió con un poco menos de fuerza que la última vez.
Al entrar lo vi con la pijama todavía puesta, dibujaba otra vez y cuando me vio sonrió desde una de las sillas de la cocina donde estaba también comiendo. Me acerque y vi que no estaba solo, Harry estaba ahí, tomaban café y comian pan con mantequilla, cuando lo vi al acercarme me detuve casi en seco.
—No creí que tuvieras compañia —me mordí el labio avergonzada —Hola Harry.
Me sonrie.
—Hola Felicity ¿Quieres café?
—No, mucha gracias.
Lo miré por algunos segundos más, había algo en él que lo hacia verse diferente, no sabia de que forma pero estaba rasurado y su cabello estaba bien peinado, no se porque pero fue difícil ignorar el cambio.
—Se ve diferente ¿Verdad? —coincidió James con varias risas —De eso estabamos hablando hace un momento, creo que es un estilo que le va muy bien, no se porque o por quien lo ha hecho.
Harry baja la mirada muy intimidado y con una sonrisa grande.
—Vamos, James, no se de que hablas.
James bufa.
—Claro que lo sabes, debe ser una chica, es más que obvio, nunca nadie te ha hecho cambiar, soy casi como un hermano para ti, Harry, no tienes porque ocultarme nada.
Harry mira a James con disculpa y asiente.
—Tienes razón, tu sabes que no te ocultaria nada y bueno si, es por una chica.
James y yo nos pasamos una mirada en complicidad y nos detenemos la risa.
—Yo lo sabia —acepta James levantando las manos —Es más que obvio y dinos ¿Quien es?
—¿Qué?
—Dinos, ¿Cómo se llama?
Harry se acomodó en la silla, noté lo incomodo que lo habia puesto la pregunta, su rostro cambio eso también lo note, fue como si alguien le hubiese dicho un chiste de mal gusto.
—Pues...no sé, aun no estoy seguro de que le guste o que pueda acercarme a ella.
—¿Y por que no? Si ya has cambiado por ella —le asegura James con tono casual.
—Sí eso es cierto, por eso espero que funcione, ojala y llame su atención, eso ya seria una gran ventaja, ¿Crees que me veo mejor que antes?
James rompe a reir y yo me aprieto los labios, no por su pregunta sino por la reacción de James.
—Hablo en serio, James.
—Te vez muy bien, le agradaras eso te lo aseguro ¿O que piensas tu, Felicity? ¿Se ve mejor? Tal vez si se lo dice una chica logre despertar.
Lo examino ahora con más posibilidad de la que tenia cuando recién entré a la cocina, se veía mucho mejor afeitado, su cabello brillaba y su ropa era más formal que antes, hasta creo que llevaba un cierto parecido a un actor que hasta ahora estaba de moda, era un cambio radical.
Sonrió sin tanta fuerza y lo miró un poco más.
—Sí claro, se ve muy bien.
Harry da una risita y levanta su taza de café.
—Eso es lo que necesitaba oir —admite.
Toma de la taza cubriendose la cara por completo, miro de reojo a James que esta más que feliz por su amigo, yo solo puedo pensar en una cosa que noté y no quise decirlo en voz alta, su apariencia era casi la misma que la de James, o al menos su estilo de cabello y ropa era similar ¿Que pretende hacer? Todo se tiño de un color muy oscuro.
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