Con Dégel.

Aun se encontraba indeciso e incluso estaba dando vueltas una y otra vez en el cuarto de baño, ya se encontraba vestido y su cabello a punto de secarse, pero aun no tenía ni idea de que le iba a decir a sus padres una vez los viera.

Dégel: a ver tranquilo Dégel, solo bastara con que te inventes una buena excusa - susurraba - hay ¿pero a quien quiero engañar? Van a matarte de seguro - susurró, el sonido de la puerta le hizo saltar en su lugar.

Kardia: ¡Oye, ¿sigues vivo? No haz salido del baño y debemos irnos, Krest dijo que me esperaría hasta las doce del medio día y ya son once y media de la mañana - aviso desde el otro lado de la puerta - ¿por qué tardaran tanto? Enserió las mujeres y los donceles son complicados - susurró mientras tomaba un poco de agua.

Dégel: ¡Oye escuché eso abusivo! - le gritó desde adentro. Kardia por su parte riendo se fue de nuevo a la cocina.

Dégel cuando se escuchó solo suspiró una vez más, se vio al espejo y muy adentro suyo suplicó que no fuera a tener ningún problema a partir de ahora.

Mientras tanto.

En Francia.

Una hora en taxi y media caminando era lo que les había tomado para llegar al lugar de encuentro, Mystoria reviso su reloj para ver la hora.

Mystoria: llegamos justo a tiempo, deben estar esperándonos adentro - dijo mientras veían el edificio, abandonado por cierto y alejado de la ciudad.

Écarlate: ¿recuerdame por que seguimos haciendo esto? Este lugar parece sacado de una película de terror gringa - comento mientras el peliceleste lo vio.

Mystoria: ¿Cómo que película de terror gringa? - preguntó mientras seguían caminando uno al lado del otro.

Écarlate: lo digo porque sitio tétrico, una pareja y evidentemente nuestros instintos dicen "no entrar" pero ahí vamos nosotros a nuestra muerte segura, ya sabes... porque valer madres es gratis - bromeó mientras Mystoria suspiró por lo bajo.

Mystoria: exagerado - susurró mientras seguían caminando.

Écarlate: si salimos vivos, me voy a desquitar de tú padre contigo esta noche - le advirtió mientras Mystoria sonrió para después acercarse a su oído y susurrarle un.

Mystoria: veremos si puedes hacerlo - fue lo que le dijo mientras entraba al lugar, Écarlate por su parte suspiró en su lugar.

Écarlate: no puedo creer lo mucho que me encante las burlas de este hombre, estamos destinados - aseguró para después el también entrar.

Él lugar parecía estar vacío, únicamente se veía a una persona sentada en medio del lugar sobre una mesa, la cual se volteó y al verlos sonrió, para después bajarse y decir.

Xx: que bien ya llegaron, hay una nueva misión para ustedes y es mega importante - aviso el chico mientras ambos hombres lo veían.

Mientras tanto.

Con Kardia y Dégel.

De camino a casa de Krest.

Dégel iba sentado en el asiento del copiloto, preguntándose como había hecho para terminar ahí. Por su parte Kardia cantaba a todo pulmón y de forma horrible dentro del auto, Dégel únicamente cubría sus oídos.

Kardia: ¡Estos celos, me hacen daño, me enloquecen!. ¡Jamás aprenderé a vivir sin ti! ¡lo peor es que muy tarde comprendí si, si... contigo tenia todo y lo perdí!

Dégel: por Dios, den le un premio a Mys por soportar a este hombre, si así es este no quiero ni imaginarme como es Écarlate - susurró.

Kardia: ¡ey! no seas agua fiesta cubo mayor, que a Mys le encantan mis karaokes - aseguró sonriendo.

Dégel: si claro, si tú lo dices - aseguró de brazos cruzados.

Kardia: además el fósforo malhumorado es igual de amarguete que tú, así que hm... paciencia tiene y de sobra - aseguró mientras paro en un semáforo - oye, no quiero sonar imprudente pero... ¿puedo saber como fue que caíste en las manos de esa bruja? - preguntó mientras apagaba la radio.

Dégel: ¿Cómo terminé con ella? ¿Hablas del día de mi desaparición? - preguntó mientras el peliazúl asintió, mientras vio como el semáforo cambió y siguió con su camino - bueno. Ese día iba solo de regreso a casa, Mystoria se había enfermado y había regresado antes. Antes vivía a una cuadra de la tienda de antigüedades así que pasaba por ahí todos los días, ese día justamente me tope con Unity, el tipo con el que nos encontramos esta mañana, el dijo que me llevaría a ver algo mágico que había encontrado y pues me metió a la tienda y de ahí nunca salí - respondió.

Kardia: debió ser bastante triste para ti. Yo me volvería loco si no pudiera moverme - aseguró.

Dégel: no lo imaginas, pasé seis años siendo exhibido en aquella vitrina, todos me veían y les parecía bonita, sin embargó en ese entonces le servía a la bruja y bueno... nunca dejaba que me comprarán, ponía precios muy altos por mi que nadie quería pagar, todos veía pasar a mi pequeño hermano por ahí pero jamas pude moverme para decirle que estaba ahí y realmente me preocupaba ver que Unity intento acercarse a él en múltiples ocasiones, pero Mystoria jamás fue tan ingenuo como yo, jamás se dejó influenciar y siempre estuvo alerta con ese tipo - reveló.

Kardia: ahora que te encuentres con tus padres, ¿que les dirás? No te van a creer el cuento de la muñeca y la verdad no quiero ir a parar en prisión porque piense que yo te secuestre - le dijo mientras Dégel sonriendo respondió.

Dégel: no pienso dejar a Unity libre por ahí. Por eso e decidido decirles a mis padres que el me secuestro y me tuvo en su casa encerrado en el sótano y que hace poco pude escapar y por casualidades de la vida me tope contigo - respondió - ¿ellos saben que Mystoria esta de viaje? - preguntó.

Kardia: realmente no lo se, anteriormente había escuchado que Mystoria había peleado con tú mamá por lo de su boda, parece que a Krest no le gustó la idea o no le agradamos - respondió él.

Dégel: mamá y Mystoria jamás estuvieron de acuerdo en algo, a mamá cada decisión que mi hermano tomaba le parecía estúpida y mi hermano pensaba que al igual que yo, era muy ingenuo.

Kardia: ¿tan mal les iba? - preguntó.

Dégel: lo que sucede es que por mi culpa Mystoria se entero de un detalle que mis padres mantenía ocultó por el bien de ambos y de ahí fue que su relación comenzó a deteriorarse.

Continuará...