La muchacha sabia pelear cuerpo a cuerpo.Estaba dotada de una agilidad, flexibilidad y fuerza,ligeramente superior a la humana. Eso fue obvio para Alucard,desde el primer golpe. El segundo impacto lo contuvo cerrando su mano sobre el puño de la muchacha,pero esta parecía decidida a lastimarlo. Se libero de su agarre y retrocedió dejando ver en su pálida piel,runas que se dibujaban y borraban en luz verdosa. 

-oh ya veo-murmuro Alucard-han conjurado un hechizo sobre ti...

Babette se sonrió con desden y como una gata abrió sus manos para tornar sus uñas agudas,filosas como una navaja. Alucard la vio saltar hacia él otra vez y la tomo por los antebrazos para contenerla. No podía y tampoco quería lastimarla,mas las habilidades ocultas de esa mujer la hicieron un tanto difícil la tarea. Termino por dejar que lo desgarrara como aun trozo de carne y mientras ella daba rienda suelta a la ira guardada al interior de su cuerpo,Alucard se limitaba a observarla en detalle, deleitándose con esa expresión de debate entre la rabia y la frustración.

La sonrisa oscura,burlona y placentera de ese vampiro no hacían más que alimentar la fuerza de los ataques de Babette,mas pronto noto lo inútiles que eran. Él se estaba dejando destrozar porque ella no podría matarlo o herirlo gravemente, jamas. La masa de carne y sangre,frente a ella,era más que la prueba de que ese ser era una criatura inhumana,sino también de lo insignificante que era ante él.

Súbitamente comenzó a llorar y esas lagrimas,que estallaron como lo hace el agua al abrirse paso entre la tierra, calleron sobre el cuerpo mutilado de Alucard,que parecía flotar sobre los escombros. Ese llanto amargo le borro la sonrisa y cansado o aburrido de lo que estaba pasando,hizo brotar de su abdomen la cabeza negra de un perro de seis ojos. La feroz dentellada de aquella bestia,obligo a Babette,a retroceder acabando entre la pared y ese can espectral que amenazaba con morderla.

-te atreviste a llamarme monstruo, siendo tú una criatura ajena a lo humano-le dijo Alucard mientras la habitación se cubría de una oscuridad repleta de ojos.

El vampiro se quedo de pie frente a ella,que estaba como una gata acorralada en aquel rincón. Aquellos ojos verdes,su expresión;le decían a Alucard algo que él conocía muy bien.   

-te creiste con el derecho a juzgarme por haber dado la espalda a mi humanidad,pero tú no eres diferente a mi-le dijo volviendo a tomar esa apariencia de hombre con gabardina roja.

-yo no escogí esto-le dijo la muchacha-¡yo no escogí que me hicieran esto!

Salto hacia él y por poco le corto la garganta,con esas uñas aceradas.

Walter estaba lidiando con los niños, que lo atacaron sin ninguna provocación y terminaron siendo un verdadero dolor de cabeza. Lo hirieron en el brazo derecho,también en la pierna del mismo lado. Parecían estar poseídos por alguna energia extraña que les daba una fuerza sobre humana. Walter estaba seguro que la fuente de aquel poder era ese hombre, que aun paso lentísimo,caminaba hacia donde estaba Alucard.Pero esos no le permitían acercarse y cada vez que lograba lastimarlos,se regeneraban instantáneamente. Aprovechando el resultado de una distracción,que él mismo creo,el mayordomo de la familia Hellsing salto por la ventana y se echo a correr por la cornisa,tratando de ganar un espacio que le permitiera utilizar mejor esos hilos que no parecían ser efectivos con esos niños.

El desprendimiento de un balcón logro distraer a Babette,lo suficiente para que Alucard lograra hacercarse y someterla sin demasiada fuerza,pero ella no se rendía. Esa resistencia necia termino por conseguir una respuesta algo fuerte del vampiro.

-deja de renegar de lo que te has convertido-le dijo al arrojarla contra una pared-ya no eres humana.

-¡cállate! Y...

Las demás palabras no salieron de la boca de la muchacha,pues vio a Melchol pasar por la ventana y se olvido de Alucard para ir a ver que estaba ocurriendo. Saco medio cuerpo por la ventana y casi pierde el balance por un impacto en la planta baja. Iba a ir hacia la puerta;cuando ese hombre apareció en ella.

-Highalander-exclamo Babette y en sus ojos se reflejo el horror.

El vampiro miro a aquel hombre. Las mismas runas palpitaban en el cuerpo de la muchacha.

-Babette,amada mía ¿por qué no me llevaste donde te ordene?-le pregunto con una voz ronca y seca.

-yo no soy tu amada-le dijo la muchacha-y si te acercas ¡te mataré! ¡así me tome mil días! ¡te matare!

Alucard dio un paso atrás para que esos dos quedaran frente a frente y los observo. Babette hablaba en serio. Todo su ser gritaba que mataría a ese hombre si daba un paso más.

-todo lo hice por ti,por nosotros. Ahora podemos ser inmortales y jamas conocer la muerte ¿por qué te resistes a esto?-le pregunto con una voz dulce y unos ojos inexpresivos que le dieron a esas palabras un timbre espeluznante.

El hombre dio un paso adelante y Babette,no dudo en atacarlo,pero termino siendo tomada por el cuello y alzada como una muñeca.

-debemos ir con Milenian y darle a los niños.Ellos sabrán que hacer con ellos y nosotros...nosotros podremos estar juntos para siempre. Jóvenes,
amándonos...

Un llamado descarnado de Walter,
hizo a Alucard mirar por la ventana. Un reclamo a voz al cuello llego después. El joven sostenía una contienda espantosa con los niños que ademas de todo,no parecían conocer el cansancio. El vampiro miro la batalla y con toda calma exclamo:

-cortales la cabeza...

Un "no" brotó aspero de la garganta de Babette,quien apoyo los pies en el abdomen de Highalander,para darse un impulso y escapar de su agarre. Lo logro,mas su cuello sangro gracias al roce con las uñas del hombre,que apenas si logro mover su brazo derecho para intentar bloquear el ataque de la muchacha,que con un gran trozo de cristal que tomo de entre los escombros,termino por cortarle aquella extremidad y la cabeza que cayo al suelo como un pesado balón que rodó hasta los pies de Alucard.

Los niños cayeron inconscientes frente a Walter y de ellos escaparon pequeños relámpagos que se treparon en los muros del edificio,donde estaba Alucard. El vampiro vio aquella energía pasar e ir hacia la muchacha, en quien las runas eran visible y parecían haber sido tatuadas en su piel.

Del cuerpo del hombre decapitado escapaba la misma energía que salio de los niños. Pronto se reunieron en una esfera que provoco una fuerte estatica que saturó el lugar y luchaba por aproximarse a Babette,quien con un trozo más pequeño de cristal,
comenzó a inferirse cortes sobre las runas. Su ropa se volvió pedazos de tela cubiertos de sangre,pero no dejo de rasgar su cuerpo hasta que de sus heridas brotó un vapor azul brillante que desapareció en el aire como el humo de un cigarrillo.

Babette lloraba si,pero por algo ajeno al dolor. Su rostro mostraba alivio. Como si hubiera estado llevando agua hervida en lugar de sangre y esas heridas fueran la liberación de su tormento. Sus uñas volvieron a la normalidad,hasta pareció volverse más frágil ante los ojos de Alucard y Walter,que llego a la ventana cargando a los niños bajo los brazos.

La energía en forma de esfera se extingio como la luz de una vela y en sus ultimas hebras,dibujo la figura de un hombre de unos cincuenta años,
con barba,bigote y unas gafas redondas. La imagen duro apenas unos segundos,pero le robo a la muchacha una sonrisa.

-he vuelto a ser humana-musito Babette y se fue de bruces.

-oye ¿qué demonios esta pasando?-le pregunto Walter a Alucard,pero este lo ignoro.

El vampiro se quito la gabardina y camino con ella en las manos hasta la muchacha. La envolvió en aquella prenda y la levanto en sus brazos para dejar en silencio la habitación.

-¿a donde vas? Te recuerdo que esa mujer debe llegar...-decia Walter,pero se interrumpio al recibir una mirada de Alucard,quien desaparecio en la penumbra.

En el bar londinense,Arthur escucho toda la historia de boca del emisario y también lo del proyecto Fenix.

-asi que Jorge VI-murmuro Arthur de pie,mirando por la ventana-quien iba a decir que nuestro amado monarca tiene un sueño como ese en medio de toda esta masacre...la mujer tiene el secreto de la inmortalidad. Yo creo que es mejor matarla.

-no se atrevería,usted a hacer eso.

-no,desde luego que no-murmuro Arthur.