La muchacha por poco termina aplastada por los escombros del piso superior,que cayeron sobre ella,mas aquello no ocurrió. Fue Alucard el que la tomó como un bulto bajo el brazo y corrió por el pasillo hasta que Walter, logró arrojar aquel bloque de hielo fuera del edificio. Fue una maniobra bastante difícil y apenas si consiguió desprender el monolito,a tiempo para ponerse a salvo del derrumbe,mas en lugar de salir;volvió por los niños. Si Alucar estaba en lo correcto,al sacar al sujeto congelado,Babette podría salir también.

A fuera había un pelotón de soldados Nazi,atacando el edificio sin piedad,pero si eran o no vampiros o cual era su estrategia,Babette,no se entero.La muchacha escucho disparos de ametralladora,vio humo;luego oscuridad. Se desmayo y para cuando abrió los ojos se descubrio colgando del hombro de Walter.Aun era de noche,pero pronto a amanecer. No se movió ni un poco hasta que sus ojos dejaron de ver a través de esa niebla que ocasiona la fatiga. Le dolía el hombro y su boca tenía un mal sabor, mas la brisa helada era refrescante. Llevaba semanas parapetada en ese edificio y penso jamas saldría de ese lugar. Por unos minutos olvido prácticamente todo hasta que escucho la voz de un niño llamarla por su nombre.

-¿Se encuentra bien?-le preguntó después el pequeño con ojos preocupados.

-Si,Baltazar-le respondió la muchacha y entonces Walter se detuvo para bajarla de su hombro.

Los niños estaban a salvo y con ella curiosamente. Babette,los abrazo cuando ellos se pegaron a su falta. Su semblante se suavizó por un instante y eso llamó la atención de ambos escoltas,aun que ninguno dio señal de ello. No fue dificil descubrir donde estaba el cuerpo del inmortal,el ataúd estaba escarchado. La muchacha no vio con buenos ojos aquello,pero no podía quitarselo a esos dos.

-Estoy cansada. No puedo continuar-les dijo súbitamente,aun que su voz firme ponía eso en duda.

-¿Ah?...¿De que habla,mademoiselle Babette?-le cuestiono Walter-Le he venido cargando todo el camino...

-Ten consideración de la dama-le dijo Alucard que miraba el sol asomarse- Ademas...

El muchacho lo miró y luego miró a la joven.Ambos tenian la misma curiosidad respecto a ese asunto. Para empezar la misión dictaba bastante de lo acostumbrado. Ellos destruían a los vampiros;nunca rescataban a algun individuo y menos por orden directa de la corona. Esa mujer debía ser,sin duda,alguien muy importante y eso era por lo que escondía más alla de ese cuerpo congelado. 

No era un secreto el interés de los nazis en el ocultismo,la magia e incluso la cabala y que llevaban a cabo muchas empresas de esta índole. Por supuesto los vampiros eran parte de esto y por eso existía Mileniun,
pero eso no descartaba  grupos destinados a criaturas menos celebres como un inmortal o algo más.

Se suponía los recogerían a dos horas de ahí, con el "paquete". El rescate lo haría una tropa del ejercito británico, pero ellos tenian ordenes de Arthur Hellsing,de pasar de aquello si la situación lo ameritaba,pues el líder de la organización tenia muchas dudas respecto a esa misión.

Buscaron un lugar seguro y tranquilo donde descansar. Las ruinas de un hotel cumplían los requisitos. Durante la caminata,ambos se dedicaron a observar a la muchacha. No había en ella algo anómalo,salvo por un aspecto demasiado contrastante con el entorno gris y en decadencia. Su animo era diferente cuando estaba con los niños,sus ojos se dulcificaban y su voz se hacia suave. Los protegia de una forma algo extraña. Verla era como apreciar una doncella al cuidado de los niños y fue así incluso al abrigo de ese edificio donde los hizo dormir en su regazo.

Con su ataud ocupado,Alucard se quedo sentado en una pila de escombros. Desde allí miraba a Bebette,hacer esfuerzos para no sucumbir al sueño.

-Será mejor que descanse-le señaló Walter tras lanzar su caja de cigarrillos,vacía,aun costado-Él no le hará daño.

Babette lo miró y acaricio la cabeza de uno de los niños.

-En esas criaturas no se puede confiar. Para ellos sólo somos su ganado-le señalo la muchacha-¿Crees que podrías detenerlo si decide atacarme a mi o los niños e incluso a ti? La organización Hellsing, es un montón de ilusos bajo la ilusión del control.

-Asi que sabe de nosotros-pensó el joven

Walter apago su cigarrillo cuando iba a la mitad y se lo guardo, mientras miraba a Alucard,que con esa sonrisa maliciosa no ayudaba en algo para calmar a esa mujer,que parecía estar viendo a su peor enemigo.

-duerma un poco-le dijo y de aparto de la pared en la que descansaba su espalda señalandole al vampiro que lo acompañara.

Caminaron por un pasillo hasta que el joven miró por la ventana. A lo lejos habian unas delgadas columnas de humo blanco.

-Esa mujer nos esta escondiendo algo-declaro el muchacho-¿Qué crees?-le preguntó al vampiro,pero este no respondió.

-Odia a los vampiros-declaro Alucard, como pensando.

-¿Y eso qué?-exclamó Walter-Es lo natural ¿no?

Alucard lo miró con gravedad. Walter aparto la mirada y apoyo el pie en el marco de la ventana.

-¿No me digas que te duele ser visto como nuestro depredador?-le dijo el muchacho, con una sonrisa que escondió muchas ideas.

-No seas ridículo,Shinigami-le respondió Alucard.

-Si...Iré a buscar comida para  mademoiselle Babette y compañía. No la atormentes o no querrá hablar con nosotros-le dijo el muchacho y salto por la ventana.

Alucard,lo siguió con la mirada hasta que escapo a su aguda vista,luego volvio sobre sus pasos. Para cuando regreso a la habitación encontro a la joven, frente a una cruz de madera que estaba en la pared. La observo estar allí de pie por varios minutos hasta que la mano lechosa de la muchacha,se aferro a esa madera oscura y con rabia la arranco del muro para arrojarla lejos. Mientras rompía en un llanto amargo y se mordía la mano para no dejar escapar un sólo sonido. El olor de la sangre inundo el lugar y el liquido escarlata escurrió por esa mano hasta el piso, el vampiro no se movió,en cambio recordo las palabras de aquella joven:

"...Son seres egoístas que se condenan a una vida miserable ¡Que digo vida! Estos bastardos están muertos ¡Su existencia no es vida!"

Cuando ella advirtió que era observada,volteo a ver tras ella
Pero encontró un pasillo vacío.
Caminó unos pasos a través de el,con cautela temerosa. Imagino que el vampiro y el muchacho habían salido,por lo que volvió rápido donde estaba aquel ataúd e intento abrirlo,pero sin éxito. En ese momento uno de los niños despertó.

-Mademoiselle ¿Qué hace?-le preguntó el pequeño.

-Nada.Vuelve a dormir,Melchor-le dijo ella en tono condescendiente.

-¿Puede dormir conmigo?-le preguntó el niño,justo cuando el otro despertaba.

-Esta bien-le dijo y fue con ellos acunando a Melchor en su pecho, mientras se recostaba en el piso-Baltazar,Gaspar acerquence.

Los pequeños se aproximaron a ella y volvieron a dormir. Pronto la muchacha también se quedo dormida. No aguanto más. Estaba cansada. Una vez que confirmo ella dormía,Alucard volvió al lugar atravesando uno de los muros. Se quedo de pie junto a ella,un instante, luego se hincó para tomar la mano herida de Babette,aun brotaban pequeñas gotas de sangre de aquella mordida que ella misma se hizo. Las lamió y sintió la tentación de morder esa muñeca,pero la imagen de esa muchacha abrazando esos niños le agito vestigios de su vida mortal. Alguna vez vio a una de sus esposas dormir asi con sus hijos.Antes de ser lo que era fue un hombre,aunque le parecía que aquello era más un sueño que una vida.