23._Visita
Mientras Alucard y Mary hablaban,Duncan invadió aquella vieja iglesia. Lo hizo tan suavemente como el aleteo de una mariposa. Sus pasos apenas hacían ruido. Empuñando su bastón,con la mano libre en el bolsillo y una tenue sonrisa en esos delgados labios,el hombre entro en el sótano. No se sorprendió de que Seras le estuviera esperando y menos de encontrarse con el cañón de su arma frente a su rostro. Se quedó parado ahí,como si la estuviera estudiando.
-Cuando uno tiene al enemigo en frente...Dispara primero y pregunta después-le dijo Duncan cerrando si mano sobre aquel lanza misiles compacto-Dime una cosa,Seras Victoria ¿Qué sientes cuando matas a tu propia especie? ¿En algún momento experimentas un pequeño remordimiento o cuestionamiento por los asesinatos que cometes? No sé si lo recuerdes,pero tú dejaste de ser humana y estar de parte de ellos te vuelve un simple instrumento...Un objeto ¿Qué pasará contigo cuando no quede vampiros que exterminar? Suponiendo que no acaben ¿Cuánto tiempo harás esto,Seras Victoria?
Un silencio pesado los envolvió.
-¿Qué sucede contigo? Vuelale la cabeza de una vez-le dijo Pip,pero Seras no se movió.
La figura de Duncan se hizo difusa y súbitamente apareció tras ella.
-Ven con nosotros-le dijo aquel sujeto-No queremos la guerra,
sino la paz...
Para cuando la vampiresa se giró,Duncan no estaba ahí. En su lugar quedó un trozo de papel en blanco con bordes de oro. Seras soltó un suspiro y se sentó sobre un taburete,como si fuera una muñeca de trapo. Esas preguntas hicieron eco en su cabeza. De no haber terminado en Hellsing, de haber sido convertida no por Alucard sino por aquel sacerdote vampiro ¿Qué hubiera sido de ella? ¿Hubiese intentado seguir con su vida? Por más que pensaba,no lograba dar con una sola respuesta y comenzaba a experimentar una caída vertical en un abismo insondable.
-Sólo estoy sobreviviendo ¿No es así?-se dijo abrazando su arma-Es sólo eso...
Mary sintió entrar a Duncan. También Alucard lo hizo. Ambos estaban por ir con Seras,pero el sujeto se fue demasiado rápido y no les permitió actuar.
-Eso fue una proyección espiritual-señaló Mary-Gaspar también puede hacer eso,pero este sujeto...
-Es parecido a tí. Una criatura antigua y única...
-No es un inmortal-exclamó la muchacha,recordando el momento en que Duncan le dijo él sabía todo de ella-¿Sabes lo que es?
Alucard la miró y su sarcástica sonrisa se acentuó logrando que Mary mirara a otro lado,
anunciando que iría a ver a Seras,pero antes de cruzar la puerta se giró hacia el vampiro y le preguntó:
-Cuando me arrojaste el fuego ¿Sabías que yo era inmortal?
-No-le contestó-Habia magia celta en tí y eso impidió que pudiera darme cuenta de lo que eres en verdad.
-¿Walter nunca te hablo de mí?
-Él escondió muchas cosas...
-Sí... Demasiadas-murmuró y dejo la habitación para ir con la vampiresa.
Se encontraron en el corredor y hablaron un poco respecto a la visita de Duncan. Seras le dijo que sólo fue a tratar de intimidarlos,pero Mary no le creyó. No dijo nada y la invitó a dar un paseo nocturno por la iglesia. Así fue como terminaron en el altar. Estaba bastante oscuro,pues los muros era altos y de piedra. La pequeña ventana hubiera dado mayor visibilidad de no haber estado lloviendo. En las tinieblas los ojos de Seras brillaban cálidos y los hilos acerados de Mary resplandecían fríos. La vampiresa no estuvo segura de que hizo la muchacha,pero unas velas se encendieron.
Ellas no habían interactuando demasiado,pese a que tuvieron una misión juntas. Seras sintió la necesidad de romper el silencio entre las dos. Un poco para distraer su propia mente y otro poco para escapar de la tensión que surgia con la presencia de esa mujer.
-Walter te enseño bien-dijo Seras, un poco incómoda y obteniendo una mirada de Mary.
-Sí...
-Yo...
-Walter fue muchas cosas para mí-la interrumpió Mary-Primero que todo mi amante, después se volvió mi padre y finalmente fue mi abuelo. Pero si hay algo que fue en todas mis vidas con él,eso es,mi maestro-le dijo viendo los hilos en sus manos-Era un hombre bastante cruel,pero guardaba sus lealtades no por encima de sus intereses.
Seras se sonrió al recordar al viejo mayordomo y cuando volvió su vista al frente,se encontró con Mary viéndola fijamente.
-¿Por qué te convertiste en vampiro?-le preguntó la muchacha,que se aproximó a ella hasta dejar su rostro a escasos centímetros-Hay algo en la mirada de ciertos individuos. Una chispa que en tus ojos no está. La ambición de una vida inmortal se escapa por las pupilas de quién anhela aquello. Duncan tiene ese brillo en la mirada, Integra tiene ese destello en los ojos y así otro montón de de personas y criaturas que me he encontrado en todas mis vidas,pero tú no lo tienes-reitero de forma grave-En los tuyos lo que veo es la marca de los desgraciados...De los torturados por la maldad del hombre. Los abandonados hijos de Dios.
Seras dió un paso atrás. De pronto Mary se le hizo más grande y su mirada muy penetrante. La muchacha pelirroja se apartó cuando notó lo que causaba y regreso a su antigua posición recordando algo muy remoto. Cuando levantó los ojos hacia la techumbre de aquella iglesia,la imagen se hizo más nítida.
Había un hombre sobre ella. Sus ojos rojos brillaban en la oscuridad. Su puño le caía encima sin clemencia. No podía defenderse,otros tres hombres la sujetaban de los brazos y las piernas. Ya no podía ver,pero oía como desgarraban su ropa.
-Seguramente ese vampiro intentará convertirte en una puta de su especie,pero eso nunca sucederá, Elizabeth...-le dijo aquel hombre de ojos brillantes mientras la obligaba a morder una cruz de madera-Tranquila. Lo vas a disfrutar...
Mary cerró los ojos escuchando el sonido de su propia voz gritando:Matthew.
-Descansa un poco Seras-le dijo antes de volver a su cuarto. La vampiresa no lo vio,pero Mary lloraba.
Haberse enterado de conocía a Alucard y se lo mantuvieron oculto,no cambio los ánimos de la mujer quién en la mañana estaba vestida para la ocasión. Sus femeninos atuendos de mayordomo nunca cambiaban de color, pero en esa jornada llevaba un abrigo gracias al clima. Seras se puso un impermeable,Henkei llevaba un gabardina. Aquel miembro de la sección trece les advirtió que no quería hicieran un desastre en tierras católicas como acostumbraban a hacer en su suelo protestante.
-Deberías agredecer que la organización Hellsing les preste ayuda para exterminar la plaga de vampiros en su prístino suelo católico-le dijo Mary.
Su interlocutor gruño y Alucard se sonrió ante eso. Baki que conducía el automóvil, miró a través de la ventana el lúgubre castillo al que se dirigían. Según les informaron se habían estado reportando decenas de muertes en los pueblos y caminos aledaños a aquellas tierras. Así también la desaparición de niños y adolescentes desde hace unos tres meses. La gente del lugar atribuía aquello a una secta que usaba de base aquella construcción,pero la iglesia sabía la verdad. Sin embargo, después de lo acontecido en Londres,el Vaticano no estaba en condiciones de ayudarlos,por eso se vieron en la obligación de aceptar la ayuda de Hellsing.
-Ellos saben que vamos hacia allá-comentó Baki como pensando-Seguramente nos han de estar esperando.
-No te preocupes. Todo saldrá bien. Después de todo las mejores armas de Hellsing están con nosotros-le dijo Mary que iba sentada entre Alucard y Seras.
-Sin ofender...Ellos ya están muertos y usted no es un humano ordinario...
-Sí mueres puedo resucitarte-le dijo Mary con una sonrisa mordaz-Pero ¿Estas seguro de querer eso? Los zombies no son un mito,Baki.
El hombre no contesto y continúo conduciendo. Dejaron el automóvil a media milla del castillo. Henkei se unió a ellos unos minutos después. Iba en una motocicleta. La moyordomo soltó los quiropteros,pero a poco andar estos volaron en pesados.
-Parece que están despiertos-comentó Alucard y se adelantó a los demás.
Seras fue tras él. Mary se quedó atrás para informar a integra que estaban por entrar en la mansión y pronto comenzarían la transmisión.
-Bien-fue la única palabra que salió de boca de Integra,que tenía a Melchor a su espalda y los ojos de ese hombre clavados en su espalda.
La líder de Hellsing lograba intimidar a muchos,pero los reyes magos no se inmutaban en ninguna forma. La veían no sólo con insolencia también con desprecio.
-¿Quieres saber si tu mamá te dejó besos?-le preguntó con ironía, mientras mordía un habano.
-Metaforicamente ella es mi madre,pero yo la veo como mi mujer y no tiene idea de lo celoso y vengativo que puedo ser cuando alguien le pone un dedo encima...
-Enciende las pantallas-le ordenó Integra.
-Enseguida-le contestó Melchor y se dió la vuelta.
-ja...Deberías cuidar tu espalda. Ellos no te obedecen a tí. No están en tu control-le dijo schrödinger que estaba en sus pensamientos-Quiza cuando tengas el cuerpo de Mary,por nostalgia, ellos acepten tus órdenes...Me pregunto que pensara mi ama cuando sepa lo que planeas.
-¡Cállate y sal de mi cabeza!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro