20._Deja vu
Aquella ciudad se cubría de bruma por las noches y aprovechando aquello,una mujer cubierta por una capa gris se internaba en el cementerio. En su mano un farol que anunciaba al morador del mausoleo su llegada,para que saliera a su encuentro y bajo la capa una daga de plata para defenderse. Al llegar a las puertas de la gótica construcción,se detuvo para mirar atrás y al volver la vista al frente se encontró con una alta figura masculina. Los destellantes ojos rojos,de aquel individuo, se posaron en los de ella que dejo caer el farol para abrazarse a él.
-Matthew-murmuró la muchacha con alivio-Pensé que los cazadores te habian encontrado.
-Me oculte en el bosque y di un rodeo al rio para poder volver-le dijo aquel sujeto que se descubrió la cabeza mostrando una melena rubia y un rostro pálido,con una franja de pecas. Llevaba unos lentes quevedos más un pesado abrigo humedecido por la niebla.
Con fuerza la estrecho entre sus brazos para después ingresar al mausoleo,donde un diván y una mesa con un candelero eran la única decoración de aquella estancia,con los nombres de seis muertos grabados en las losas que trepaban el muro. La luz de la luna entraba por la minúscula ventana y los bañaba con mistico velo,mientras ellos se comían a besos y se tocaban con ese desespero que provoca el temor de que lo que estas viviendo sea un sueño. La mano de Matthew bajo por la cadera de la muchacha,tocando por accidente la daga de plata. Sus dedos se quemaron.
-Lo siento. La traje...
-¿Por mi?-la interrumpio ofendido.
-No desde luego que no es por ti. Pero tú no eres el único vampiro en esta ciudad-le dijo la muchacha tomando la mano de Matthew entre las suyas-Yo te amo. Lo sabes...
-Pero no quieres ser como yo-le señaló el vampiro con cierto enfado y se aparto de ella-No quieres vivir conmigo mientras yo no anhelo otra cosa que no sea estar contigo para siempre...
-Es una decisión difícil. Me pides que renuncie a la vida. A la luz del sol y el sabor del pan.
-Lo entiendo. Es un sacrificio demasiado grande-le dijo Matthew yendose a sentar a aquel diván,donde ella llegó para abrazarle-Nosotros somos proscritos. Seres malditos que por cobardía nos convertimos en monstruos ¡Monstruos!-gritó y se puso de pie para ir hacia la mesa.
-Montruo es lo inhumano-le dijo la muchacha y el volteo a verla-Pero ¿Qué hace humanos a los humanos?
Como yo lo entiendo es algo que va más allá del pensamiento-la mano de la mujer descanso sobre su pecho, sobre el corazón.
Matthew fue hacia ella y se arrojo a sus brazos arrodillandose para poder ser cobijado del frío de su propia alma.
" Ya no estas mas a mi lado corazón.
En el alma sólo tengo soledad.
Y si ya no puedo verte
por qué Dios me hizo quererte
Para hacerme sufrir más.
Siempre fuiste la razón de mi existir.
Adorarte para mi fue religión.
En tus besos yo encontraba,
el calor que me brindaba
El amor y la pasión."
Mary abrió los ojos lentamente. La canción de su teléfono celular llenaba la habitación. Como mayordomo debía ser la primera en levantarse y la ultima en acostarse. Eran las cinco de la mañana. A veces prefería no dormir para no recordar. Sus sueños no eran un refugio de la realidad,sino un recordatorio permanente de sus vidas pasadas. Tomo las gafas de su mesa de noche y se sentó en la cama para encontrarse con el rostro pícaro y sonriente de Schrödinger,que estaba recostado de forma horizontal sobre el lecho.
-Buenos días,fräulein-le dijo el muchacho.
-Guten Morgen nervige Katze-le respondió Mary con fastidio y sorprendiendo un poco a Schrödinger.
-Hablas ese idioma...
-Sólo algunas palabras. Casi ninguna buena-le señalo-Blöd,nutzlos...Y por cierto ¿Qué haces en mi cuarto,en mi cama y vestido así?
El chico llevaba un atuendo semejante al que tenia antes,pero la camisa era blanca y sobre ella unos tirantes.
-Integra me dijo que si quería quedarme no podía llevar mi uniforme y ya que traerme de regreso fue idea tuya,tienes que hacerte responsable de mi,así que mientras descanzabas me trajo aquí-le explicó, pero su tono de voz se fue volviendo débil-Y me hizo mi cama...Ahi.
"Eres un gato apestoso. El suelo es tu lugar"
Mary miró hacia donde apuntaba el chico y vio,en una esquina,unas hojas de periódico en el piso y un recipiente con agua.
-Esa mujer realmente da miedo-comento Schrödinger,jugando con sus dedos. Levanto los ojos para mirar a la chica que llevo su mano hacia su cabeza y le froto el cabello en un gesto casi fraternal.
Nunca lo habían tocado de esa manera.Schrödinger tuvo la sensación de que Mary, entendía algo que estaba sintiendo en su interior,desde su retorno y es que él,ya no tenia propósito. Fue creado con un sólo objetivo y cumplirlo era el fin de su vida. Claro que la perspectiva de una criatura como Schrödinger podía llegar a ser bastante peculiar,sin embargo,no estaba desprovista de lo fundamental de cualquier vida. Se quedó quieto mirando el brazo sobre él,con una expresión algo traviesa. Termino por recostarse sobre las piernas de la muchacha.
-Soy tu mascota-le dijo Schrödinger-Significa que eres responsable de mí desde ahora.
-Lo sé. Lo que hagas bueno o malo sera por mi voluntad...
El chico se sonrió con astucia y luego se entrego a las caricias de la muchacha.
Alucard estaba de regreso y eso significo muchas cosas para Integra, quien se veía más relajada y segura con su presencia,sin embargo,su tranquilidad no era absoluta. Tres días le tomo a Mary volver con Alucard y durante ese tiempo,ella recibió la visita de los emisarios. El ataque a la mansión fue motivo de preocupación para la corona,pero por un motivo ajeno a la organización. Aquellos hombres le preguntaron por el estado del Fenix. Ellos querían saber si la muchacha estaba bien y procedieron a explicarle el real motivo por el que la reina envío allí a Mary. Aquel asunto no dejaba de darle vueltas en la cabeza. Tampoco lograba ignorar como Alucard la miró y menos el contenido de la carta de Walter,donde decía que nadie lo comprendió como ella lo hizo. Sentada en su escritorio,se entragaba a sus reflexiones que fueron interrumpidas por el vampiro que atravesó la pared para llegar con ella.
-Este lugar nunca cambia-comentó.
-¿Estuviste recorriendo la mansión? Pronto tendrás en que entretenerte, Alucard.
-¿Han localizado a la condesa sangrienta?-le preguntó.
-Parece que ha desaparecido,aunque hemos recibido reportes de bandas de vampiros atacando pequeños poblados-le contesto-Uno de esos casos es el que tendrás que ir a resolver.
-¿Iré solo?
-Seras te acompañara-le dijo sacando el informe de inteligencia del cajón de su escritorio-Mary es el mayordomo de la familia. Su lugar esta aquí,en la mansion ¿O prefieres que ella te acompañe en lugar de la chica policía?
Alucard no tuvo de responder.
-Ustedes se conocieron hace tiempo- continuo Integra-Sin embargo,ella no parece poder recordarte.
-Esa mujer renace para vivir una nueva vida-le dijo el vampiro como pensando-Seria absurdo que se quedara sujeta a eventos del pasado.
Cuando Alucard volvió,la reconoció de inmediato. Antes de eso ya sabia que ella estaba ahí,pero no le dijo o hizo algo por aproximarse a ella.
-Yo conocí a una mujer llamada Babette y ella murio en mis brazos-agrego antes de cruzar la puerta.
-Vivir,morir y renacer-musito Integra-Suena menos terrible que ser un vampiro. Suena humano. Supongo que la envidias un poco ¿No es así, conde?
Mary limpiaba los muebles en uno de los pasillos. Lo hacia con bastante esmero. Como si realmente ese fuera su única ocupación en ese lugar. No iría a hablar con Integra hasta que ella la llamase o tuviera que ir a verle. Su abuelo la enseño de forma estricta. Cada dia de su vida,en que estuvieron juntos,él le hablo de esa mujer. Antes de verla ya sentía que la conocía y la admiraba. Verla de frente fue arrabatador. No podía dejar de mirarla.Se le hacia tan lejana. Es que para ella no paso desapercibido el interés con el que la líder de Hellsing se refería a Alucard,sin embargo, detectaba algo ahi que no le gustaba nada. Los vampiros siempre despertaban esa ambición en el corazón de los humanos. Después de terminar con lo que hacia,le tocaba llevarle a Seras y al otro vampiro,algo de comer. Eso significaba ir por unas bolsas de sangre.
La vampiresa estaba en su cuarto,
limpiando su arma cuando Mary apareció y le lanzo la bolsa sin ningún tacto. Asi era su estilo,casi como si estuviera alimentando animales salvajes. Seras miro la bolsa con desanimo y suspiro. Alimentarse asi era,todavía incomodo para ella.
-¿Prefieres la sangre caliente?-le preguntó la muchacha logrando sonrojar a la vampiresa-Puedes alimentarte de mí,si quieres. No me pasara nada por perder un poco de sangre.
Sobre la mesa,junto a Seras ,habia una mesa y en ella un vaso en el que Mary vertió la sangre que derramo de sus venas. Se corto la muñeca con una cuchilla que llevaba en el cinto.
-Sangre fresca. Tomala. Con confianza.
-Si...gracias-balbuceo Seras y tomo el vaso.
-La sangre de los inmortales es una bebida exótica y exquisita para cualquier vampiro-señalo una voz que hizo a ambas mirar al piso.
Ahi estaba Alucard. Con medio cuerpo asomado del suelo y la boca abierta bajo la mano de Mary,que sangraba todavía. La muchacha se aparto inmediatamente y el vampiro se levanto por completo.
-¿Me das un poco?-le preguntó con una expresión de dudosas intenciones.
-El bar se cerro por hoy-le dijo Mary dando un paso atrás,ya que él se aproximo.
-¿En serio?
-Déjala en paz-le dijo Baltazar que acababa de llegar,cargando una especie de maleta de madera en su diestra mientras con la otra le apuntaba con un revolver.
Alucard lo miró. Tardo un buen rato en reconocer a ese chico y se sonrió divertido.
-¿Qué es tan gracioso?
-Tuve un deja vu...
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