Detrás de Seras apareció Baltazar,
quien puso la sangre cristalizada de Maria en una caja de plata,para después ir por Mary. Arriba de la quebrada,Melchor ayudaba a su hermano a sostenerse en pie. Gaspar estaba mal herido,pero se reponia rápido. Mary,por otro lado,no recobraba la conciencia.

-¿Ella va a estar bien?-pregunto Seras en voz baja y a nadie en particular.

-No te preocupes. Esa mujer y esos sujetos no son seres ordinarios-Le dijo Pip.

-Tienes razón. Es sólo que ellos no dejan de llamar mi atención-le respondió la vampiresa a su sombra-Pese a su poder,no han perdido humanidad...

Baltazar cargo a Mary en sus brazos, hasta que todos fueron recogidos por un helicóptero que los regreso a la mansión. Una vez allí,Seras le contó a Integra que fue lo que paso en la ciudad,pero la líder de Hellsing estaba perdida en sus pensamientos y le ordeno a Seras que fuera a descansar para continuar con el reporte por la mañana.
 
En una de las habitaciones reservadas para ellos,los Reyes Magos se reunieron para preparar el cuerpo de Mary para su despertar. La lavaron y vistieron,para dejarla acostada en la cama,como si fuera la princesa de un cuento de hadas. 

Cuando Integra llego al lugar,por casualidad, ya que tenia que pasar por ahi para ir al sotano,les pregunto cuanto tardaría Mary en retornar. Ella ya estaba enterada de ese acontecimiento,gracias a la carta de Walter.

-Ella ha muerto-le dijo Melchor-Su alma esta buscando el camino de regreso y eso puede llevarle varios días.

-Al parecer ser un inmortal no es tan útil despues de todo-comento Integra con cierto desdén,haciendo que Baltazar le apuntara con un pequeño revolver.

-Puedo matarla ahora y su cuerpo se caerá al piso. Suponiendo que nadie lo levante del suelo,ahí se pudrira y su alma descenderá a los infiernos-le dijo aquel muchacho-Y la única forma de volver de allí seria haciendo un trato con los demonios.El cuerpo de Mary,en cambio,permanecerá prístino hasta el retorno de su alma. Esta a otro nivel.

Gaspar miro molesto a Baltazar y lo obligo a bajar su arma. Después se disculpo con Integra,quien se retiro en silencio mientras encendía su habano.

-Ella no nos gobierna,hermano-le dijo Baltazar-Nosotros sólo obedecemos a...-no termino la frase y le acaricio el cabello de Mary.

-Eso es verdad,pero Mary nos puso al servicio de Hellsing y de Integra. No lo olvides hermano-le dijo Melchor, sacando una estaca de plata de su bolsillo-Si nos disculpa señor Pip Bernadotte,queremos privacidad...

Melchor clavo la estaca en el muro y enseguida una sombra huyo por la pared gritando que eso le había dolido.

-Creo que esa es la primera alma que Seras tomo para si. Es un tipo muy molesto-agrego Melchor,recordando la pelea de la vampiresa con Lucy,en aquella ciudad.

Integra había bajado al sótano a ver el trozo de concreto con el sello de Alucard.Se quedo parada,delante de ese frío cristal,recordando la imagen del vampiro delante de Mary y ese fragmento de la carta de Whalter.

...Esa mujer,en pocos días,se volvió muy importante para Alucard. Quizá porque nadie lo comprendió como ella lo hizo,hasta ese momento. 

-¿Estabas ahí...por ella?-pensó Integra y dejo ese lugar.

A la mañana siguiente,Melchor mostro a Integra los videos grabados por los quiropteros. En ellos se veia parte del enfrentamiento de Seras y Lucy. Aquella contienda fue bestial,mas cuando Victoria tuvo la ventaja apareció otra mujer. Una alta,de esbelta figura con un cabello y vestido rojos como la sangre fresca. El video llego hasta ese momento,por lo que los acontecimientos posteriores,Integra,los escucho de boca del muchacho. Segun le contó Melchor,él y Baltazar se dedicaron a pelear con los niños convertidos en vampiros,lo que era tremendamente difícil por la cantidad de estos y sus habilidades,muy por encima de la de un humano. Cuando estaban por ser superados se retiraron y fue cuando esa mujer apareció,destruyendo a Lucy en un intento por alcanzar a Seras,quien apenas logro eludir aquel ataque.      

-Ella no es una vampiresa cualquiera. La radiación de su ataque,termino con los gohul que quedaban-agrego Melchor.

Integra se quedo con los ojos fijos en la imagen que Melchor congelo en la tablet,sin decir una sola palabra.

En el baticano,en una de las instalaciones reservadas a la sección trece,había una sala de operaciones de la que escapaban gritos roncos,casi bestiales. En su interior un equipo medico trabajaba en implantar las prótesis a Heinkel Wolfe,uno de los sobrevivientes del comando enviado a Londres. Se le había ofrecido ser un regenerador como Anderson,pero en ese momento él,rechazo esa oferta y opto por unas prótesis bastante peculiares,que debían unirse a su sistema nervios de una forma tan dolorosa que acabo desmayado durante el procedimiento. Varias horas después Heinkel Wolfe, estaba en la sala de recuperaciones como si nada hubiera sucedido. Se veía un poco cansado solamente. Su cabello había crecido un poco en esos últimos meses,dándole un aspecto más androgeno que esas vendas entorno a su nariz,mandíbula y barbilla  opacaban un poco.

Dos golpes en la puerta apartaron a Heinkel de sus pensamientos.

-Adelante-dijo con una voz más ronca de la que solía tener,pues el disparo que recibió daño sus cuerdas vocales.

Dos padres y un obispo entraron al lugar. Uno de los sacerdotes llevaba un maletin,que puso sobre el regazo de Heinkel,para después abrirlo enseñándole dos pistolas.

-¿Cuando estará listo para partir?-le pregunto el obispo.

Heinkel tomo las armas. Cada una de ellas tenia grabada una frase: "Dies Irae".

-Ahora mismo-contesto-Voy acabar con Hellsing. Los eliminaré a todos-pensó acariciando sus nuevas pistolas.

Exactamente dos días después de que Mary muriera,volvió a la vida encontrando a Baltazar dormido,en una silla,a su lado. Le acaricio,con ternura,los rubios y este despertó.

-Haz vuelto-le dijo tomando la mano de la muchacha entre las suyas.

El joven paso a sentarse,en la cama, junto a ella para hacerle una caricia en el rostro y luego envolverla entre sus brazos.

-Estas helada-le dijo Baltazar.

-El mundo de los muertos es muy frío-le respondió la muchacha,haciéndose tan pequeña como podía,para caber mejor en la cuna de los brazos de Baltazar.