No te dejaré marchar, no te dejaré marchar.

Fueron las palabras que proferí al viento aquel día en el que te encontré caminando al lado de aquel hombre. Tu sonrisa era tan radiante y maravillosa, era como si en el pasado jamás hubieses conocido la palabra dolor. En ese momento tenía tantas ganas de correr e ir a abrazarte, quería decirte todo aquello que nunca salió de mi boca. En verdad estaba tan arrepentido, ¿qué iba a hacer ahora? ¿cómo debía proceder ante todo esto? Aunque en mi pecho latieran tan rápido mis siete corazones por la terrible sorpresa que me había llevado, mi amor por ti seguía intacto. Me importaba un bledo si ahora mismo otro ocupaba mi lugar, ese humano no iba a detenerme, tu seguías siendo mía, aunque ya no lo recordaras. Nuestro destino juntos era inevitable y si el destino no quería eso, yo mismo iba a cambiar el curso de las cosas a como diera lugar, porque para mí nada era imposible.

Luego de al fin haberte encontrado, regresé al purgatorio decidido a idear un plan para recuperarte, pues sería estúpido raptarte y llevarte conmigo a la fuerza, me odiarías y solo te haría sufrir nuevamente. Sin duda era algo que deseaba evitar a toda costa.

Mis pasos resonaron por todo el pasillo, iba tan inmerso en mis pensamientos que había pasado de largo e ignorado el saludo que mis compañeros, los demás mandamientos, me habían hecho en cuanto me vieron pasar.

—Oye Zeldris, ¿qué le sucede a tu hermano? —escuché que Fraudin preguntó desconcertado.

—Debe ser por ella —contestó y escuché unos pequeños pasos tras de mí —Oye Estarossa, ¿estás bien? ¿conseguiste verla de nuevo? —me interrogó mi hermano menor.

—Estoy algo decepcionado —contesté a secas.

—¿Puedo saber por qué razón? —me detuve y me di la media vuelta para verlo a los ojos.

—Ella tiene a alguien más, Zel. Ella se miraba tan feliz que ni siquiera me notó —mi voz se quebró y las lágrimas fueron inevitables. En ese momento en que la vi, tuve que hacerme el fuerte para no llorar y la verdad me costó mucho hacerlo, era como revivir mi pasado con Elizabeth, aunque con ella nunca tuve la oportunidad de nada ya que mi hermano me la arrebató y ahora no iba a dejar que otro hijo de puta me hiciera lo mismo. Oh sí, sin duda estaba pagando caro por mi pasado y todas las fechorías que había hecho.

Cuando reaccioné me di cuenta de que mi hermano me había tomado de ambas manos, su mirada era cálida y honesta, pude notar en su pequeño rostro el inmenso deseo que tenía de ayudarme. Eso me hizo comprender que no estaba solo, Zeldris estaba allí para socorrerme.

—¿Y qué importa si existe otro hombre en su vida? No hay nada como un buen accidente para arreglar las cosas y dejarte el camino libre al instante —contestó con una sonrisa maligna y me sorprendí —solo bromeo, hermano. Vamos a jugar limpio esta vez. Hagamos que ella te note y poco a poco ganes su amor, después de todo, tu mandamiento te ayudará también. Así que cuenta conmigo.

—¿En verdad harías eso por mí? —dije sin poder creerlo.

—Pues claro —sonrió —sígueme, tengo un plan —afirmó y fui tras él.

Era un alivio saber que no estaba solo en todo eso. Pude sentir que mis esperanzas volvían de nuevo, aunque me hubiese desanimado tanto, no iba a dejar que mi futuro con ella se esfumara, no ahora que la había encontrado.

♠♠♠

¡Estrenando nueva temporada al fin! me llena de felicidad poder traerles de vuelta esta historia, pero ahora con más drama, romance y mucho lemon.

Agradezco a mi querida seguidora dobi_4_u por animarme a continuar este hermoso proyecto, ¡mil gracias en serio! ya que estaba dando por finalizada una historia que realmente merecía una segunda parte.

También quiero agradecer a mi querida amiga la_loquilla_999 por darme la picante idea de comenzar la historia con el final alternativo.

Esperen pacientes por el próximo capítulo. ¡Los quiero!💛