Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Agridulce +18 (Final)

Su frágil y delicado cuerpo se movía con un delicioso vaivén excitante. Ese hombre, que apenas había conocido esa mañana ahora estaba sobre mí, cabalgándome incesantemente. Su mirada, que estaba posada sobre la lasciva expresión de mi rostro, llevaba un rato deleitándose con mis lujuriosos gestos.

—¿No es tan malo tener sexo con un hombre, cierto? —me dijo al oído, mientras sus nalgas golpeteaban mi pelvis con fuerza.

—Cierra la boca —apenas pude decirle, pues se movía jodidamente bien y estaba seguro que me haría terminar en cualquier instante si no me concentraba lo suficiente.

—No seas tan tímido, los dos estamos disfrutando de esto. Además, yo no te obligué a hacerlo, tu cuerpo también lo pedía a gritos y por si no fuera poco, fuiste tú el primero en desnudarte.

—Bien lo admito, es mi culpa. ¡Pero eso no significa que soy gay! —gruñí avergonzado ocultando mi rostro con mi antebrazo.

—Me gusta tu honestidad —susurró agraciado y comenzó a moverse aún más rápido. Ese maldito hombre pretendía hacerme venir por quinta vez esa noche. Me asombraba bastante que no estuviera nada agotado y quisiera ordeñar hasta la última gota de mi semen.

<<¿Cómo mierda este humano puede soportar tanto?>> pensé y tomé con fuerza sus nalgas.

—Ah, no es justo. Sólo tú estás disfrutando de mi interior. Yo también debería disfrutar del tuyo —tras escuchar esas palabras me quedé helado. ¿Acaso quería penetrarme también?

—¿Qué has dicho? —murmuré aterrorizado y el me regaló una sonrisa maliciosa al verme así.

—¿Tienes miedo, Estarossa? —se burló y sus dedos comenzaron a juguetear con mis tetillas.

—No, para nada —mentí y lo miré tratando de apaciguar mi miedo.

—Entonces date la vuelta y déjame darte duro —susurró, apretando aún más mis endurecidos pezones.

—Mejor que sea otro día, la verdad es que me duele el culo. No he podido cagar en varios días y estoy seguro de que no será nada lindo —volví a mentir, pero esta vez temblando un poco.

—Bueno, quizá tu problema de extreñimiento se solucione en cuanto deposite mi semilla en tu interior —su risita graciosa resonó en la habitación.

—Créeme no es buena ide…

Yoshio se apartó de mí para pronto darme vuelta, dejando mi trasero a su merced.

—Vaya, no fue tan difícil moverte. Creo que una parte de ti lo desea —dijo, con sorpresa.

—¿Desear ser penetrado por otro hombre? ¡Por su puesto que… Ah! —me quejé, pero cuando menos esperé su miembro ya estaba dentro de mí, removiendo mi interior.

—¡Qué delicia! —expresó y sus manos apretaron mis nalgas para después separarlas, con la intención de profundizar la penetración —Tengo una vista espectacular justo ahora…

Unas lágrimas asomaron por mis ojos por el inmenso dolor que me ocasionaba su pene. En realidad no era tan grande, pero joder, dolía peor que las heridas que Meliodas me había hecho en toda la puta vida.

Yoshio comenzó a embestirme con fuerza mientras yo trataba de contener mi llanto, el dolor era tan fuerte que había tenido que usar mi oscuridad para reparar el daño en mi culo. Mi cuerpo se envolvió en una bruma negra y él pareció no asustarse por eso.

—Pensé que no usarías tu poder regenarativo tan pronto —me dijo.

—No es la gran cosa, pero mi cuerpo actuó por inercia —mentí para no verme como un tonto, pues él si había sido capaz de soportar mi poderoso pene demoníaco.

—Oh vale, vale —se rio y continuó con lo suyo.

Luego de unos minutos de intensas embestidas, él se corrió dentro de mi culo, dejando una extraña sensación de calidez en mi interior. Podía sentir cómo sus fluidos resbalaban entre mis nalgas hasta caer a la cama. Mi primera vez con un hombre no había sido del todo mala, aunque prefería mil veces un lindo y suave coño que la dureza de una verga venosa.

Esa noche pasaron tantas cosas. Lo hicimos hasta que nos cansamos, bebimos mucho alcohol y nos quedamos dormidos cuando llegó el amanecer.

A la mañana siguiente, mi cuerpo aún tenía estragos de la noche anterior y me sentía algo somnoliento. Me moví un par de veces en la cama, tratando de encontrar una posición adecuada para seguir durmiendo, pero mientras hacía eso, caí en cuenta de que Yoshio ya no estaba y yo ni siquiera me encontraba en la comodidad de una cama, sino en un campo abierto al aire libre.

El pasto acariciaba mi rostro con la fresca brisa del viento y mi cuerpo, que se sentía pesado, estaba en completa desnudez.

—¿Qué me ha sucedido? —murmuré, sin esperar una respuesta a cambio.

—Al fin despiertas —me dijo una voz femenina, quien me acarició el rostro acomodando algunos mechones de mi cabello.

Alcé la mirada hacia esa persona y sentí un escalofrío tremendo recorriendo todo mi ser al ver mejor a esa mujer.

—Lo siento, no me he presentado. Soy Elizabeth —sonrió amablemente —Tú hermano te trajo a este lugar apenas se dio cuenta de que estabas en peligro. Dijo que se deshizo de la persona que te tenía capturado. Se nota que sufriste mucho, pero me alegra que estés a salvo ahora.

—¿Se deshizo de la persona que me tenía… Capturado? —apenas pude decir y cuando ella me respondió con un "Sí", mis ojos se llenaron de lágrimas.

Con eso lo entendí todo: Meliodas lo había hecho de nuevo… Se había metido en mi vida, destrozando lo poco que me hacía sentir vivo. Creí que se había rendido, pero seguramente había estado esperando el momento adecuado para atacar.

Ese maldito había asesinado a Yoshio y la pesadilla había comenzado otra vez…

Me levanté del suelo con desánimo, dispuesto a vivir en soledad por el resto de mi vida, pues el amor sólo me traía sufrimiento y mucho dolor.

Sacudí mi cuerpo ante la atenta mirada de Elizabeth y ella me detuvo en cuanto se percató de que yo iba a irme.

—Ven conmigo —me dijo tímidamente —Te ayudaré a sanar las heridas de tu corazón, sólo… No se lo digas a Meliodas…

Una sonrisa torcida apareció en mi rostro tras escucharla decir aquello, mientras imaginaba las mil maneras en que yo podría vengarme de mi hermano con sólo aceptar la propuesta de esa estúpida mujer. Esa mujer que ni siquiera se imaginaba el infierno que pasaría conmigo cuando la hiciera mía…

♠️♠️♠️

Y con esto se concluye otra más de mis historias... Espero que el final no haya sido decepcionante para ustedes, la verdad es que yo quería que así terminaran las cosas, pues quería que Meliodas también pagara por todo lo que le había hecho a Estarossa...

Probablemente en un futuro no muy lejano me encuentre publicando otro One-shot de Estarossa, pero aún no les aseguro nada... De cualquier forma, estén pendientes de mis demás actualizaciones💛

¡Gracias por leerme!

An Airad

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro