Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Terrible sorpresa

Quizá habían pasado ya unas horas de lo ocurrido. Mi cuerpo dolía terriblemente y se me dificultaba moverme. Cuando abrí los ojos me di cuenta de que no me encontraba en mi habitación, sino en la de Estarossa.

—Aria, al fin has despertado —dijo algo preocupado sentado a un lado mío —Zeldris me dijo que estaba contigo cuando de pronto Meliodas apareció y comenzó a dirigirse a ti de manera agresiva.

—Solo le preguntaba a tu hermano dónde estabas —contesté casi en un murmullo.

—Descuida, ahora estoy aquí contigo —susurró y me dio un beso en la frente.

—Lo siento —murmuré —solo he sido una carga para ti.

—De ninguna manera, yo te traje aquí porque quise —sonrió amablemente y de la nada bajó la mirada cambiando drásticamente la expresión en su rostro.

—¿Qué ocurre? —pregunté extrañada y él me miró inexpresivo.

—Tengo que irme —afirmó —Zeldris estará a tu cuidado —dijo y pronto abrió la puerta y su hermano menor entró.

—Siento no haber evitado lo de hace un rato, Aria —se disculpó.

—No te preocupes —dije.

—Estarossa le dio una paliza a Meliodas, así que él no te molestará en un tiempo —se sentó a un lado mío y sonrió levemente —espero que te recuperes pronto.

—Gracias —dije y miré hacia el techo, pronto se escuchó que alguien tocó la puerta.

—Adelante —dijo Zeldris.

—Joven amo, lo estaba buscando —dijo Cusack entrando y me miró de reojo.

—¿Qué sucede? —preguntó Zeldris en tono serio.

—Su padre quiere verlo ahora mismo, se ha enterado de lo que ocurrió por culpa de esta mujer —contestó y me volvió a mirar con desagrado —justo ahora Estarossa está siendo castigado por haber lastimado al hijo favorito, ese tonto se lo tiene bien merecido —rió y mi corazón comenzó a latir apresurado al escuchar que Estarossa estaba pagando caro el hecho de haberme traído aquí.

—Mide tus palabras, Cusack —lo reprendió el chico de cabello negro.

—Perdón amo Zeldris —dijo apenado y sonreí por ello, Cusack solo frunció el ceño molesto.

—Debo irme, te enviaré a algunos de los mandamientos para que te cuiden. Nos vemos después —dijo Zeldris saliendo de la habitación rápidamente junto a Cusack.

—Está bien —alcancé a decir y pronto mis ojos se nublaron por las lágrimas que estaba conteniendo desde que vi el inexpresivo rostro del demonio de cabello gris. Sin duda mi presencia aquí solo era una molestia. Era una carga para Estarossa y quizá por eso él había estado fuera varios días. Dolía horrible todo esto. No paraba de lamentarme hasta que pronto escuché que la puerta se abría y entró una chica rubia con escasa ropa junto a un hombre con una expresión de aburrimiento.

—Soy Derieri y él es Monspeet, Zeldris nos pidió que cuidaramos de ti—expresó la chica rubia de pie frente a mí.

—¿Cómo te sientes ahora, Aria? —me preguntó el hombre amablemente.

—Fatal —lloriqueé —no quiero estar aquí, no quiero ocasionarle más problemas a Estarossa.

Ambos se miraron y luego ella habló.

—Él es lo suficientemente fuerte como para afrontar cualquier cosa. Además su amor por ti es tan grande.

—A decir verdad, Estarossa siempre ha sido muy serio, pero desde que tú llegaste, su personalidad ha cambiado notablemente. Ya no suele ser tan perezoso, ni despreocupado —agregó Monspeet alisando su bigote.

—Y si te vas, él sufrirá peor que en el pasado —dijo Derieri cabizbaja.

—¿Qué le sucedió en el pasado? —dije intrigada.

—Meliodas lo traicionó y le arrebató a su amada —dijo Monspeet —es por eso que no se llevan tan bien.

—Ya comprendo —dije decepcionada imaginando a la chica que Estarossa amaba.

—Descuida —dijeron —ahora es a ti a quién ama.

—Sí —sonreí más tranquila y de un momento para otro me dormí pensando en el mandamiento del amor.

No sé cuánto tiempo pasó hasta que volví a despertar. Vi que la habitación se encontraba completamente a oscuras y reinaba un olor extraño que no había percibido antes. Ahora que mi cuerpo dolía menos y podía moverme sin dificultad me levanté de la cama para averiguar de dónde provenía ese olor, pero hubo algo más que hizo que se me helara la sangre, un leve jadeo se había escuchado de repente, sonaba como la respiración dificultosa de alguien que estaba sufriendo. Traté de caminar lentamente, pero algo frente a mí me hizo caer, me había tropezado con algo que estaba cerca de la cama y el sonido de quejidos se intensificó, pues me di cuenta de que me había tropezado con el cuerpo ensangrentado de Estarossa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro