Una luz brillaba en toda aquella oscuridad, una hermosa mujer de ojos rojos y cabello plateado, sus mejillas eran adornadas por hermosas pecas, vestía de negro, su mirada aún cuando los ojos eran rojo carmesí demostraban amabilidad. Shinichi pensó que ella lo salvaría Nunca confíes.

—Shinichi ¿Quieres despertar?—. Él mencionado miro a la mujer dudoso, pensando en que tal vez era una pesadilla o había llegado su hora de morir.

—¿Estoy muerto?—. Le contesto con otra pregunta.

—Oh no querido, has estado dormido todo este tiempo. Pero yo la gran Shinigami Hana, puede ayudarte—. Decía con voz suave y orgullosa de lo que hablaba, el joven a un confundido la miro. —Pero a cambio querido, tienes que salvar la vida de alguien y tu vida sera mucho más corta—. Dijo extendiéndole la mano al detective.

—¿Más corta? ¿Acaso no es lo mismo que estar en esta maldita oscuridad?—. Le respondió molestó. Odiaba estar en esa oscuridad, escuchar como la gente le hablaba como si el no escuchara, estaba harto de saber que todos lo iban abandonado.

—Querido no es lo mismo—. La mujer suspiro y tomo el mentón del detective. —Si sigues en coma pueden desconectarte en cualquier día, talvez mañana, la próxima semana o en un mes, no lo sabes. Pero si aceptas un contrato conmigo podrás disfrutar los últimos 7 años que te quedan de vida. ¿Aceptas o no aceptas?—. Shinichi aun indeciso le hizo una ultima pregunta a la mujer.

—¿Qué quieres a cambio?—. Una sonrisa gatuna se asomo en aquel rostro.

—Qué salves a mi hijo—. Dijo sin tomar importancia a lo que decía. Shinichi se sorprendió. ¿Una shinigami tiene un hijo? ¿Cómo?, el iba a preguntar, pero ella coloco su dedo índice el los labios del muchacho. —No preguntes, el tiempo se acaba, decide ya, pronto van a desconectarte.

El detective tenia muchas preguntas, pero suponía que la Shinigami le diría después todo, porque el no sabia quien era el hijo de esa mujer.

—Acepto pero...—. No pudo decirle alguna condición, porque en un abrir cerrar de ojos los labios de la mujer estaban sobre los de el.

Fue un beso sencillo que provoco sonrojo el Shinichi, pronto sintió los ojos tan pesados apesar de estar en aquella espesa oscuridad, nunca había sentido la necesidad de cerrar sus ojos involuntariamente.

Abrió sus ojos al no sentir ya los húmedos labios de la mujer, al abrir sus ojos una luz blanca invadió sus ojos, por lo cual se vio obligados a cerrarlos.

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Notas de la autora;

Lo siento por no actualizarlo. Hasta ahora que pude escribirlo.

Verán la escuela me trae muy atareada, por lo cual no he podido hacer nada, y en vacaciones tuve que cuidar a mi mamá que la operaron de su otro ojo.

Y pues... Lo importante es que actualice, tratare de actualizar cada semana.

Bye~

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